Aborto: voces desde el Congreso

En dos jornadas que pasarán a la historia, miles de personas rodearon el Congreso Nacional entre el miércoles y el jueves pasado, durante el tratamiento del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que la Campaña Nacional por el Derechos al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentó por séptima vez en marzo de este año. Entrevistamos a algunas de las mujeres en las inmediaciones del Congreso.

 

Voces desde el Congreso

En dos jornadas que pasarán a la historia, miles de personas rodearon el Congreso Nacional entre el miércoles y el jueves pasado, durante el tratamiento del proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo que la Campaña Nacional por el Derechos al Aborto Legal, Seguro y Gratuito presentó por séptima vez en marzo de este año. Entrevistamos a algunas de las mujeres en las inmediaciones del Congreso.
Fotos: Nicolás Solo

 

 

“Tengo una amiga que murió por un aborto clandestino”

Lizandra es de Santiago del Estero, tiene 44 años y artritis reumatoidea. Vive en Boedo con su hija de 10 años y su hijo de 18 años.

Desde hace 10 años espera que el gobierno de la Ciudad le otorgue el permiso para trabajar en la vía pública con su puesto de venta de hamburguesas, junto a su hijo mayor.

Es una de las tantas mujeres que, desde muy temprano, montaron sus puestos de venta en las inmediaciones del Congreso Nacional, donde miles esperaban por la media sanción de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.

– Nos decías que estás desde la mañana acá ¿qué opinás de la ley que va a salir?

– Que está bien, me parece bien, yo tengo una amiga que murió por un aborto clandestino y me parece bien que se legalice.

 

“Veo que hay mucha negación, no podemos hablar de ese tema, es como algo prohibido”

 

Iara tiene 16 años y es estudiante secundaria de la Escuela de Enseñanza Media 3 de Glew (Almirante Brown).

Nos cuenta que se acercó al Congreso para reclamar por la legalización del aborto y que sus primeros acercamientos al tema fueron a partir de la instalación de los debates en los medios de comunicación.

– ¿Y en el secundario hablan de este tema? ¿qué dudas surgen?

– Veo que hay mucha negación, no podemos hablar de ese tema, es como algo prohibido. Los profesores a veces exponen su postura pero, por ejemplo, hay un profesor que cuando nosotros hablamos de eso toma como que nuestra opinión no importa, porque él es profesor, él da su opinión y lo que nosotros decimos no importa. Si hablamos de ese tema es como que nos calla la boca.

 

 

“Es una cuestión de salud pública que hay que atender desde el Estado”

Jenifer tiene 35 años, es colombiana y estudia la carrera Gobierno y Relaciones Internacionales en la UADE. Con otras compañeras y compañeros de la universidad se acercaron a las inmediaciones del Congreso Nacional con un muñeco de dinosaurio. “Es un poco una alegoría a estas ideas retrógradas que están teniendo algunas personas en cuanto a lo de la legalización del aborto. Y lo que estamos tratando de evidenciar es eso”.

– Y en cuanto al proyecto de despenalización, ¿por qué piensan que es importante?

– No puedo hablar por todos, pero en mi caso lo veo desde la necesidad de poder decidir sobre nuestros propios cuerpos y nuestra propia vida. Pero, a su vez, también entendemos que es una cuestión de salud pública que hay que atender desde el Estado. No es una cuestión del sector privado, así que nos tenemos que ocupar y como ciudadanos empezar a movilizar esas ideas y darle cuenta a la sociedad de que no es una cuestión religiosa ni de ideas individuales, sino que es una cuestión colectiva que hay que atender.

“Tenemos un montón de objetivos como separar la Iglesia del Estado, terminar con la brecha salarial”

Florencia tiene 21 años y junto a otrxs amigxs de distintos barrios de Capital Federal, acamparon en las inmediaciones del Congreso reclamando por la media sanción de la ley.

– ¿Por qué están acá hoy?

– Por el derecho de las personas gestantes a decidir sobre sus cuerpos; porque los hombres trans también tienen derecho a esta ley. Empezar por ahí, en realidad, porque tenemos un montón de objetivos como separar la Iglesia del Estado, terminar con la brecha salarial, y un montón de cosas. Este es un gran salto del feminismo, un objetivo muy grande que necesitamos cumplir sobre todo por las mujeres y cuerpos gestantes pobres o marginados de la sociedad, que terminan haciéndose abortos clandestinos, muriéndose con infecciones. Se tratra de igualar los derechos de las personas.

 

“Obligar a una mujer a ser madre, atenta contra los derechos humanos”

Mariana tiene 28 años y es integrante de la Asociación “Red Viva”, una organización que trabaja con víctimas de violencia, fundamentalmente con víctimas de abuso y acompaña en causas judiciales sobre el tema.

Junto a otras mamás, se acercaron al Congreso a acompañar a la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, defendiendo el derecho a elegir la maternidad como un derecho humano; y reclamando por la plena implementación de la Educación Sexual Integral en las escuelas.

– ¿Cambió algo en la sociedad hoy?

– Hay una realidad que no se puede cambiar, por eso toda la gente está acá. Hay que seguir trabajando generando conciencia. Vemos que a través de la ESI, en nuestro caso, cuando a los chicos se les da información acerca del cuidado del cuerpo y demás, tenemos como respuesta que los chicos pueden contar los padecimientos que tienen cuando son víctimas de abuso, e identificar esas situaciones.

“Esto que se está tratando es parte de las muertes que tenemos cada 30 horas”

Mariana es de Florida, tiene 35 años, y junto a otras compañeras del Paro Internacional de Mujeres (PIM) de Argentina se turnaron para garantizar las tareas que fueran necesarias para el acampe y la vigilia en Congreso.

– ¿Por qué crees que esta ley tiene que salir hoy?

– Primero porque el aborto legal y seguro es para que dejen de morir un montón de compañeras que no tiene los medios para acceder al misoprostol (que hoy cotiza en bolsa porque los laboratorios se dieron cuenta de que se vendía cada vez y fueron aumentando el precio) o que no tienen los 20 mil pesos que te cobra una clínica privada (…). Y no es sólo las compañeras de bajos recursos, son las que van con miedo a hacerlo, adonde pueden y como pueden.

– Algunos plantean que la sociedad no está a la altura de la discusión…

– El sistema patriarcal tiene miedo. Estamos pidiendo que realmente cedan. (…) No es de ahora el movimiento feminista ni somos locas en tetas. No, estamos acá pidiendo las cosas que nos corresponden como seres humanos en cuanto a derechos (…) Esto, por suerte si vemos fotos, desde 1984 se está peleando por el aborto. Como estamos saliendo a la calle por el Ni una menos. Esto que se está tratando acá es parte de las muertes que tenemos cada 30 horas.

 

“Ya no hay vuelta atrás. De acá para adelante, las pibas van a dar vuelta todo”

Luciana es de La Plata e integra la Colectiva Feminista “Decidimos”, desde la que acompañan en abortos a mujeres y a personas con capacidad gestante. Surgieron en su ciudad como una iniciativa del Frente Popula Darío Santillán por necesidad de las compañeras de los barrios que no tenían acceso a información sobre interrupción voluntaria del embarazo y uso seguro del misoprostol.

“En general las personas abortan porque, en ese momento, tienen otro proyecto de vida, y porque en ese momento no quieren, no desean, no pueden maternar. Esa es la razón fundamental”.

– Más allá de si sale la ley ¿cambió algo esto?

– Por supuesto, ya no hay vuelta atrás. De acá en adelante, las pibas van a dar vuelta todo. Lo vemos en todos los medios y lo vemos en las escuelas secundarias, donde las pibas están a la vanguardia de esta lucha. Se sumaron con una fuerza porque no quieren ser más parte de esta sociedad patriarcal. (…) Entre todas, vamos a dar vuelta la tortilla. No hay vuelta atrás. (…) Lo interesante también es que el tema es cada vez menos clandestino. Se “desenclandestinó” socialmente y las personas que podemos ir a abortar vamos a tener más margen para contar y no vivirlo como un tabú.

“Entendimos, desde un principio, que los derechos se ganan en la calle”

Micaela es parte de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).

– ¿Qué es lo que cambia esta ley?

– Esta ley lo que viene a cambiar es la historia. Estamos en un momento histórico, es la oportunidad que tienen para darle a la mujer los derechos que le corresponden, los derechos por los que venimos luchando desde hace tanto tiempo. No se trata de defender una vida o la otra. Se trata de terminar con la clandestinidad.

– ¿Cambió algo hoy?

– El empoderamiento de la mujer a flor de piel, que salga eso, sin importar ni clase social, ni a qué partido pertenecés ni a qué organización, si sos militante o no, aunque organizarte en un espacio es a lo que aspiramos todos, pero cuando caminás y te cruzás con pibas que están saliendo del colegio y vienen, a partir de que se van agrupando en sus propios colegios, eso es lo que vale. Quiere decir que tenemos futuro. Que lo que luchamos tiene futuro. Vemos esperanza en esas pibas.

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