¿Accidente? No, asesinatos laborales. La docencia tampoco se calla más

Duelo, paro, asueto. Dolor, bronca, tristeza. Empatía, solidaridad, abrazo. Ganas de romper todo, hacer que estos gobiernos se vayan, hacer que se vayan y no vuelvan más. Noelia, docente. Para El Roble.

Sandra Calamano y Rubén Rodríguez fueron asesinados en una escuela de Moreno. El mundo de repente se detiene y ya no podés seguir con tu vida cotidiana. Se para la rueda. Es imposible imaginar que mientras estás en el aula comenzando tu día laboral hay otras personas que llegan a una escuela primaria de Moreno y al prender la luz, explota todo por los aires. Imposible de imaginar si el peligro no es cotidiano o si te acostumbraste tanto y no queda otra que seguir.

Dice la definición que “accidente” es un suceso imprevisto que altera la marcha normal o prevista de las cosas, especialmente el que causa daños a una persona o cosa.

Definitivamente no fue un accidente, como no lo fue Cromañón, como no lo fue la llamada tragedia de Once, como no lo son las muertes que se cobra el sector privado cada día: trabajadores de la construcción, de fábricas, petroleros (como el de la semana pasada en Vaca muerta), trabajadorxs del transporte como lo fue David Ramallo de la línea 60. Pero son muchas las personas que solo son un número y no recordamos sus nombres. Tenemos que escribirlos, decirlos, gritarlos para que no nos olvidemos nunca, nunca más.

Gobierno, ajuste y sistema social

Catarata de información, videos, poemas, cartas, fotos, comunicados en repudio, más y más datos que circulan sin poder asimilar todo de una vez. Garrafa, explosión Y te ponés a hablar con todxs tus compañerxs de las escuelas y después por teléfono. Y hablás en las aulas en las que te tocó estar el jueves, les contás y enseguida buscan info y no lo pueden creer.

-El gobierno es responsable. -Pero no, esto viene de antes. -Desde el 83 que doy clases y siempre fue así. -En la escuela donde comencé a laburar estaban las paredes electrificadas y te estoy hablando del los 90. -Esto no arrancó ahora con Vidal, ya viene de Duhalde, Solá, Scioli. – ¿Por qué no salimos por todas las muertes?- Dale, salgamos, no tengo ningún problema, levantemos las banderas de todas las muertes en lugares de trabajo, las de ahora y las de antes.- No sé si voy a adherir pero a la marcha voy seguro. – Es realmente terrible lo que pasó. – Te pudo haber pasado a vos o a mí o a cualquiera de nosotros.

Entonces es así, no es solo el gobierno. Todo el sistema social es responsable, aunque nos cueste decirlo porque suena a mucho, porque no sabemos qué hacer si ya no vivimos más o menos como ahora. Pero todo el sistema ¿quiénes son? ¿Dónde apuntamos? ¿Somos todxs? Definitivamente no. Vidal es el objetivo donde apuntar porque es la gobernadora y representa su gestión, porque el presupuesto de educación es provincial y porque no se invierte, no se arregla, no se atiende a los problemas de nuestras escuelas y claramente solo están dispuestos a dar un 15 porciento de aumento salarial. Pero tampoco es Vidal, porque es Cambiemos, su partido de gobierno. Pero fueron otros los responsables en otras gestiones y vendrán más de estos gobernantes sicarios si el sistema sigue más o menos igual. ¿Por qué? porque vivimos en un mundo plagado de desigualdad, porque la explotación de unas personas sobre otras es la que hace girar la rueda de las ganancias. Para que haya ganancias tiene que haber quien deje su sudor, su cuerpo, su mente quemada y hasta su vida en ello. Porque no les importa, aunque vayan con una sonrisa inmensa y con globos de colores, solo defienden a empresarios y su propio poder.

No estamos solxs

Somos seres empáticos: tenemos la posibilidad de ponernos en el lugar de otras personas y unirnos en su dolor o alegría. Si la solidaridad y el sentimiento horrible de dolor llega a cada rincón del país es porque lo sentimos cerca, porque realmente puede pasarnos y porque de alguna manera estamos hermanados, solo que a veces nos olvidamos porque estamos tan tapadas de tareas, de estudios, de ir y venir de una escuela a otra, de corregir, planificar, salir a luchar por cada reividicación, de pelearnos con la burocracia y con todas las evaluaciones que quieren imponernos. Nos quedamos un poco ensimismados en nuestras escuelas, en nuestro gremio, en nuestro distrito. Pero en el fondo lo sabemos, que somos compañeros y compañeras, trabajamos en escuelas, somos laburantes. Y esa solidaridad que se hace acto en un día como hoy, es lo que más importa. No nos olvidemos, no perdonemos a los responsables y sigamos en la lucha.

Fuente: https://periodicoelroble.wordpress.com/2018/08/03/accidente-no-asesinatos-laborales/

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