Neuquen, algunos comentarios y transmisión de radio : Argentina Indymedia (( i ))

versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Neuquen, algunos comentarios y transmisión de radio
Por indy en el alto valle - Thursday, Aug. 08, 2002 at 5:14 PM

Algunos comentarios sobre las amenazas de desalojo en Zanon y aviso de trasmisión en vivo de radio x internet. Por ahora, todo bajo control (obrero)

dsc07610.jpg, image/jpeg, 600x450

Un compañero nos hizo notar, con un simple comentario, lo que estabamos viviendo. Cuando en una cárcel hay un motín, las cámaras de televisión tienen chance de entrar y mostrar la vida allí adentro. Se trata de situaciones excepcionales; en condiciones normales, las cárceles son un lugar cerrado para el mundo exterior, guardando entre sus muros una vida llena de oprobios y silencios.

En las fábricas pasa lo mismo. Las cámaras están siempre afuera; como mucho muestran una movilización, un reportaje a algún dirigente o un corte de ruta. Nunca se ponen a su lado, jamás intentan adentrarse ni un milímetro en la profundidad de sus luchas. El interior de la fábrica es un territorio oscuro, vedado a la luz de la lente y a la pantalla del gran público.

Los trabajadores que construyen la libertad, que defienden su presente y el de sus familias necesitan mostrar la vida que están cambiando. Y aquí estamos; ellos nos abrieron las puertas de su fábrica, ellos nos ayudaron para que podamos estar, y con ellos compartimos días y noches. Nuestros lentes, nuestras palabras mas o menos ordenadas, intentan pintar los colores de la historia que ellos mismos hacen. Elegimos en una milésima de segundo de que lado están nuestras cámaras; nuestra postura es correr la misma suerte que los trabajadores. Somos un medio, nos sentimos entera y plenamente un medio.

Escribimos estás primeras palabras, un pequeñísimo preliminar de nuestro trabajo aquí, por lo urgente y lo delicado de la situación y frente a las amenazas de desalojo de Cerámicas Zanon, que ayer alcanzaron su punto más alto.

Por la mañana, envueltos en el constante ruido de las máquinas, comenzamos nuestro primer recorrido desde la prensa, que baja con 1500 kilos de fuerza para convertir un pedazo de arcilla en un bizcocho de cerámico, pasando por las líneas de cocción, esmaltado y decoración. Pocos minutos después, luego que de un sistema automatizado ordene y transporte las piezas terminadas, una compañera la marcará; primera, segunda, tercera o descarte, según el estado de cada cerámico, para que una máquina las apile en el lugar correspondiente.

El proceso se repite incesantemente. De los molinos del fondo, donde el cerámico todavía es una montaña de tierra y arena, hasta que el compañero que maneja el autoelevador coloque el palet en el lugar indicado, decenas de manos garantizar que el proceso se haga de forma correcta.

La primer diferencia entre la “gestión anterior” como la llaman muchos obreros y la “gestión nuestra” es que se respira un aire de libertad. En las líneas de producción, el estar permanentemente atado a la máquina es cosa del pasado: el obrero no sólo tiene derecho a ir al baño cuando lo necesite, a caminar o hablar con su compañero; también puede hacer cosas que antes eran condenadas como delito; fumar y tomar mate. Ya no hay más supervisores que todas las mañanas controlan los tachos de basura buscando restos de yerba, y se comprobó la tesis de que el operario tranquilo trabaja y produce mejor. Y, de paso, que la fábrica es más rentable que nunca; con el 15% de la planta en producción, y vendiendo sólo en la región, alcanza para pagar el sueldo de todos los compañeros.

La producción cambió su carácter. Nadie ve el producto final con resentimiento, como un pedazo de vida que la máquina y el patrón les arrancaron. En el laboratorio, varios compañeros discuten como mejorar una fórmulas. “Hacemos mucho con muy poco” cuenta uno de nuestros primeros entrevistados, que trabajaba en pulido y que ahora tomó la posta en tareas que antes estaba reservada a profesionales. ¿Cómo lograron suplantar la tarea de técnicos químicos?. Se trata de algo llamado creatividad, en primer lugar. Y de ser el principal productor de algo; tan útil como la ayuda de algunos técnicos, fueron las interminables charlas con compañeros de las líneas, que durante todos estos años estuvieron más cerca de la producción que nadie. La creatividad desatada, esa misma que permite innovar con nuevos modelos, la misma que hace sortear los portazos de los proveedores entongados con Luis Zanon, patrón de la anterior vida de esta fábrica hermosa.

Es difícil describir con palabras lo que se está viviendo aquí. Ya no se trata tan sólo de un puesto de trabajo, de un sustento para las familias de 250 trabajadores; estamos hablando de gente que cambió su vida, que con cada pequeño paso demuestra tener valores propios de una sociedad nueva, valores de los que comúnmente sólo conocemos el nombre.

"Ahora hablamos con los que saben de dignidad, de respeto por el otro”. Esa frase, de una dirigente Mapuche, resume de cuerpo entero la personalidad de los trabajadores de Zanon.

Ayer, por ejemplo, se produjo un pequeño hecho, que sin embargo no deja de ser histórico; en la planta entraron a trabajar una decena de nuevos trabajadores, todos de organizaciones de desocupados. La mayoría de ellos, jóvenes que viven condenados la marginalidad se encontraban hoy recorriendo la planta para familiarizase con su trabajo, que será en las mismas condiciones que los trabajadores más antiguos de la planta.

Por la noche, mientras se preparaba la reunión de coordinadora del sábado, llegó la noticia que se estaba rumoreando; el peligro de desalojo era inminente. Había que avisar a todo el mundo; las noticias hablaban de acuartelamiento de gendarmería y de una orden judicial que estaba en camino de ser aplicada.
El juez, legalmente, tiene cinco días a partir de hoy para decidir cuando va a intentar desalojar la planta; como nadie quiere pagar el costo político aquí, la tarea está en manos de personas que viven a miles de kilómetros de estás 250 familias y de todo un pueblo que apoya su lucha.

El desalojo puede venir hoy, mañana o pasado; la incertidumbre es parte de las herramientas que utiliza el estado, y anoche jugó duro con eso.

La respuesta fue emocionante y premonitoria. En menos de una hora, en la guardia de la fábrica se veían desfilar decenas de uniformes marrones. Caras de cansancio, preocupación, pero con una moral y una organización impecables, desfilaban delante de nosotros.
Afuera, decenas de organizaciones de docentes, estatales, desocupados, organismos de derechos humanos partidos de izquierda, y cientos de compañeros calentaban su humanidad en los fogones.

La organización es un tema aparte; funciona casi como una línea de producción, donde todo el mundo tiene su tarea asignada de antemano, discutida en la asamblea y aplicada con precisión por cada una de las comisiones. Se trata simplemente de personas nobles y trabajadoras, que son empujadas a destinar parte de su tiempo a organizar la defensa de la fábrica, detalle por detalle, y que se muestran dispuestos a hacerlo con sus vidas si es necesario.

La amenaza parece a esta hora haber menguado, y en las caras tensas aflora el cansancio de una noche larga. Al escribir estas lineas son las 7 de la mañana, y hemos pasado casi toda la noche en vela esperando novedades. Los puestos de guardia han quedado reforzados durante toda la noche, y lo estarán todo el tiempo que sea necesario.

Un ejército sereno y firme de padres de familia y de jóvenes trabajadores le han dado un mensaje claro al gobierno; no vamos a dar el brazo a torcer.

Ahora nuestro trabajo sigue, vuelve a la normalidad pero mantenemos los ojos abiertos, mirando hacia un horizonte lleno de niebla que todavía no cedió paso a la salida del sol. Un mate que le pone el pecho al calor, bufandas y miradas atentas, interminables charlas Que nadie descanse, que nadie deje de estar alerta para defender a Zanon bajo control obrero, patrimonio del pueblo y de todo hombre honesto que pise estas tierras.

Y la nota sigue.

Porque amanece, como todos los días, y la oscuridad cede paso al marrón de las bardas que toma brillo cuando los primeros rallos del sol le pegan de lleno. A las 6 comenzó a llegar el turno mañana, a volver mejor dicho, y como anoche, las camisas marrones comenzaron a poblar esa fábrica gigante, tan llena de vida ahora. El ánimo es bueno, y se estaban preparando los afiches para la convocatoria del plenario regional de la Coordinadora del Alto Valle para el sábado. En las radios se está desarrollando una pequeña batalla con el grupo de ex burócratas sindicales. En un programa de radio Calf se produjo un pequeño hecho gracioso; mientras hablaban dos trabajadores al aire, llamó uno de estos personajes para decir que estaba en contra del sindicato porque había “demasiado asambleismo” y porque “hacían paro por una ambulancia”. Este hombre agregó que por eso el no había aceptado la posibilidad de trabajar en la fábrica bajo control obrero, por mas que le habían ofrecido entrar. El programa de radio se ganó la nota de color del día.
El pedido del juez Paez Castañeda, anda dando vueltas por los juzgados neuquinos, y si no se concreta debería elevarse a la corte suprema. El plazo legal para expedirse es de 5 días hábiles a partir del día de ayer, y el desalojo se puede realizar dentro de los próximos 12 días hábiles, según información legal suministrada anoche y repetida hoy en los medios radiales. Además, teóricamente, antes del desalojo tendría que llegar una intimidación. Todo esto, hablando en términos legales, algo que nadie del gobierno, la justicia y la policía estan acostumbrados a cumplir.

Para terminar: el Sabado, entre las 12 y la 13:30 los programas de radio de Elio Brat (Desde el Pie), Nunca es tarde (Tuni Castro) y Canto Hermano, todos de radio Calf, transmitiran juntos en cadena para toda la patagonia desde Cerámicas Zanon. El mismo programa, también en vivo, se podrá escuchar a través de la página de Indymedia Argentina y se podrán enviar mensajes por internet directamente a los estudios de la radio. Así que, mantengansé conectados!

agrega un comentario