Julio López
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ASAMBLEA CONSTITUYENTE
Por LUISF - Saturday, Sep. 14, 2002 at 2:18 AM

UN DEBATE ABIERTO

Un debate abierto


Alternativa Socialista Nº 338

Asamblea Constituyente Libre y Soberana

La maniobra de Duhalde, de convocar a elecciones para presidente y vice en marzo del 2003 provoca un amplio repudio. Y se ha instalado un rico debate sobre la necesidad de que se realice una Asamblea Constituyente. Surgen distintos interrogantes. ¿Cómo se eligen los constituyentes? ¿Para que serviría esa Asamblea? ¿Quién la convoca?

<texto>Entre compañeros que intervienen en las asambleas de los barrios y en otros sectores se ha abierto un debate. Existe el planteo de que habría que impulsar una Asamblea Constituyente formada con diputados elegidos en las asambleas barriales, dejando de lado los mecanismos del voto universal. Es una confusión que se debe aclarar.

En medio proceso revolucionario se cuestionan las elecciones tradicionales y el voto. Comienza a verse que estos mecanismos han servido durante décadas para que gobiernen los partidos patronales al servicio del FMI. El cuestionamiento se da al calor de la movilización en las calles y del funcionamiento de las asambleas, que son los primeros pasos en el surgimiento de nuevos organismos, democráticos y para la lucha. En ellas los luchadores discuten y resuelven democráticamente lo que se va a hacer. En ellas se eligen delegados para coordinar entre las asambleas y unificar la lucha y las propuestas. La extensión de estos organismos y sus delegados a todos los sectores en lucha y su desarrollo y coordinación a nivel nacional harán madurar las condiciones para postular e imponer un nuevo gobierno, un nuevo poder, de los trabajadores y el pueblo.

Una Asamblea Constituyente Libre y Soberana estaría formada por diputados electos por el voto en las urnas del conjunto de la población. No sería el nuevo gobierno que hace falta, pero actuaría como una poderosa herramienta popular democrática. Por eso es una propuesta necesaria. De todos modos, es muy positiva la preocupación que existe entre muchos luchadores por dejar atrás el voto universal y construir lo nuevo, los organismos democráticos y para la lucha que permitan imponer un gobierno alternativo, de los trabajadores y la izquierda. Esto es lo esencial para imponer una salida del fondo al país. Hacia allí hay que apuntar con todo.

Desde sectores de izquierda hay posiciones equivocadas que confunden. El PO y el PTS ponen a la Asamblea Constituyente en el centro de su política, y proponen que gobierne, lo que lleva al grueso error de postular un gobierno de la izquierda con la burguesía. El PCR (que está unido a través de la CCC a la CTA y ahora también a la Carrió) dice que ahora no hay que proponer una Constituyente, sino un gobierno de “unidad popular” con sectores “patrióticos” de la burguesía y el ejército.

¿Para qué serviría?

También es legítima la duda que surge en los compañeros que dicen que no serviría elegir en las urnas una Asamblea Constituyente porque habría diputados peronistas, radicales, frepasistas, etc,, quizá incluso en mayoría, y con eso no se arreglaría nada. Pero aun en el caso de que ganaran los peronistas, la Constituyente libre y soberana sería muy útil, porque una fuerte bancada de diputados de izquierda, de los luchadores, las asambleas, los movimientos sociales permitiría imponer el debate sobre los verdaderos problemas del país, y proponer la ruptura con el FMI, la supresión del pago de la deuda, la reestatización del petróleo, los servicios y demás empresas privatizadas, etc. Si no hubiera mayoría para imponer la aprobación de esas medidas, la Constituyente se transformaría de todos modos en “el gran deschave”. El PJ, sus amigos los radicales y sus cómplices de centroizquierda no quieren esta Constituyente porque estarían obligados a mostrar ante todo el mundo que quieren seguir gobernando para sus amos del FMI y las multinacionales, que quieren seguir encubriendo la corrupción y defendiendo sus prebendas.

La movilización de los desocupados, los trabajadores, los jubilados, los vecinos que no tienen seguridad, de todos los que viven perjudicados por estos políticos patronales podría confluir sobre las sesiones de la Constituyente, para exigir el cumplimiento de sus demandas y seguir peleando contra la desocupación, contra el hambre y la sumisión al FMI.

¿Quién la convocaría? Es evidente que tanto Duhalde y el PJ como los radicales, el Frepaso y el ARI rechazan de plano convocar a Asamblea Constituyente Libre y Soberana. Ellos son antidemocráticos. Saben que una institución así abriría un amplio terreno de debate y pelea democrática y popular en el cual ellos tienen todas las de perder. Lo más importante es generar una movilización que imponga la Constituyente Libre y Soberana. De lograrlo, con el gobierno que sea y con el voto universal, sería un paso muy positivo. Fortalecería la pelea fundamental por profundizar la movilización y por que se desarrollen los nuevos organismos, para terminar con este régimen político corrupto, lograr que se vayan todos e imponer un gobierno alternativo de los trabajadores, las asambleas, los desocupados y la izquierda.

Mercedes Petit

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Dudas
Por Coco - Saturday, Sep. 14, 2002 at 9:01 AM

Supongamos que lo previo se lleva a cabo.
1) Qué sería la Asamblea Constituyente?
2) Quién la dominaría?
3) Que se lograría?

R1: Una oportunidad perdida
R2: Los mismos de siempre
R3: Perpetuar el régimen

Las alternativas "pseudo democráticas" no son válidas en absoluto, de mínima se requiere una depuración previa de los cargos constituyentes, los cual requeriría del juicio político de gran parte (si no todo) el cuerpo político por un poder judicial independiente. DE MÍNIMA. Como podrán ver, un imposible.

Ojo, no digo que la Asamblea Constituyente no sea el camino más lógico en estos momentos, pero no de la forma ingenua y pro-sistema aquí planteada. Hasta que no se entienda que los traidores a la Patria deben ser juzgados, o como mínimo extirpados de sus cargos, la idea de una Constituyente que integre y "legalice" a esta lacra es una equivocación gigantesca. Por otra parte, una Constituyente representativa de los intereses de los sectores populares hoy es más lejana que la idea de una Revolución Proletaria, la cual no está precisamente a la vuelta de la esquina.



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la asamblea
Por gandalf - Thursday, Jan. 09, 2003 at 7:46 PM

Bueno, yo soy extranjero y quizas el menos indicado para opinar porque no conozco a ciencia cierta la situacion del pais. Pero si me preguntan creo que la composicion de una asamblea, por el medio que sea, de alcance nacional, es decir, a partir de las asambleas de barrio ir formando asambleas de ciudades, provincias, etc seria una buena idea al menos para que la gente que quiere algo diferente a lo que hay pueda reunirse periodicamente, dialogar, discutir diferentes opciones, etc

Los poderes que tenga esa asamblea no creo que haya que decidirlos ahora, con el tiempo se vera. Si resulta que esa asamblea recoge la voluntad del pueblo (algo complicado de definir, lo se) pues el poder es suyo. Si solo representa a parte del pueblo, tendra que dialogar algo mas.

Lo importante, joder, es que empiecen a crear algo, aunque sea minimo, comun al pueblo que quiere quitarse de encima a la clase politica corrupta, y que tiene unos objutivos minimos comunes: el impago de la dueda, lo del petroleo, etc.
Creo que es vital que empiecen a construir algo y que lo defiendan con uñas y dientes, pues a bien seguro los politicos mandaran a sus lacayos y si el asunto propspera trataran de hacerse con el control de lo que surja. Por eso es importante la implicacion y el control de la gente, de los ciudadanos de a pie.

Si no se lanzan ya a hacer algo, la gente, los ciudadanos poco a poc se iran desilisionando, aceptando cualquier migaja que el gobierno les de para que vuelvan al redil porque pensaran que siempre es mejor que las palabras vacias de los que un dia prometieron un cambio, de los que un dia hablaron de una revolucion

un abrazo y animo compañeros: la lucha deb continuar
(y dejense de destrozar por antiguos asuntos: es dificil, lo se, y la tentacion de criticar posturas actuales de contrarios politicos sacando trapos sucios antiguos es casi inevitable, pero tiene que haber una minima cohesion entre aquellas organizaciones que representan al pueblo)

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MAS QUE NUNCA, POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE LIBRE Y SOBERANA
Por Jorge Altamira - Thursday, Jan. 09, 2003 at 10:53 PM

Lo interesante es que este texto data de enero de 2001, pero a mí me resulta de total actualidad.
Por supuesto, el que lo pegón no fue Altamira, sino yo. Buen provecho.

Fleko


Fuera el gobierno aliancista y los gobernadores del FMI
MAS QUE NUNCA, POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE LIBRE Y SOBERANA
Jorge Altamira


En una crítica publicada hace dos meses en el periódico Hoy a la consigna de la Asamblea Constituyente que plantea el Partido Obrero, se dice que el PO "pone el carro delante del caballo", porque no señala quién debería convocarla.

Que se trata de carros y de caballos, es indudable. El Pcr propone que "el caballo" que tire el carro, o sea que convoque a la Constituyente, debería ser "un gobierno de unidad popular". El Partido Obrero, en cambio, levanta la reivindicación de una Asamblea Constituyente libre y soberana (el carro) para movilizar a las masas hacia un gobierno de trabajadores -expresión popular de la dictadura del proletariado (el caballo). En el primero de los planteos, el del Pcr, se parte del gobierno 'popular' para terminar en la institución de una Constituyente; en el segundo, el del PO, el punto de arranque es la demanda de la Constituyente para arribar a la realización del planteo central de la presente etapa histórica, la dictadura obrera. La primera posición concluye en la democracia (burguesa) o en la regimentación (también burguesa) cuando la Constituyente hubiera finalizado el trabajo que le asignara el 'gobierno popular'; la segunda posición concluye en la revolución proletaria, superando a la Constituyente. Se trata, claramente, no sólo de la ubicación diferente de los carros y de los caballos, sino de caballos y carros diferentes.

Chávez

El 'modelo', si se puede decir así, del Pcr, es incuestionablemente lo ocurrido recientemente en Venezuela, donde un gobierno popular, el del comandante Chávez, convocó a una Asamblea Constituyente. Las realizaciones más importantes de esta Constituyente fueron la facultad que se le otorga a Chávez para designar a los mandos de las fuerzas armadas; la posibilidad de dos mandatos de seis años cada uno; y el establecimiento de un llamado "poder electoral" que, a fuerza de plebiscitos permite someter al Estado a las organizaciones de las masas, en particular a los sindicatos controlados por la burocracia del partido Acción Democrática. Es decir la variante 'participativa' o mejor regimentadora del Estado capitalista. La fórmula "gobierno popular" es intencionadamente vaga pero siempre pretende un cogobierno con la burguesía nacional. Los reclamos, tanto de un "gobierno o gabinete de emergencia", de la CTA, como de una "concertación nacional", en el que coinciden Moyano, Daer, la Pastoral Social y la UIA, constituyen incuestionables variaciones del populismo, es decir de los gobiernos de "unidad popular". Es altamente probable que, si surge, un gobierno de estas características convoque a una Convención para adornar a la Constitución vigente de un sinnúmero de fórmulas participacionistas.

El Partido Obrero, por su lado, no puede partir de la dictadura del proletariado, que es su objetivo estratégico, por la sencilla razón de que la situación política del momento, tomada en su conjunto, no ha madurado todavía para esta posibilidad, especialmente por el retraso del "factor subjetivo", o sea de la conciencia y organización de las masas y del desarrollo de su vanguardia. De cualquier modo, si partiéramos de la dictadura del proletariado no sería para plantear la Constituyente sino el pasaje al socialismo. De lo que se trata, sin embargo, en el actual momento político de la Argentina, es de producir esta maduración subjetiva, o sea que las masas desarrollen la conclusión de que hay que luchar por el gobierno obrero. La consigna de la Asamblea Constituyente debe servir para ello, a partir de la ventaja que tiene de presentarse como una alternativa de conjunto, todavía democrática, al empantanamiento del gobierno de la Alianza; a su tendencia a la inestabilidad; a la inevitabilidad de que se convierta de más en más en un mero títere del imperialismo; y por sobre todo a la necesidad que tienen las masas de una salida general y completa a la situación desesperante a la que han sido llevadas por el derrumbe capitalista.

Consigna de transición

Un lector ha escrito (Prensa Obrera, 30/11) que sólo un gobierno revolucionario de los trabajadores es capaz de convocar a una Asamblea soberana. Esto es totalmente justo; es la tesis fundamental del Partido Obrero. Pero el lector exige que se ponga primero la consigna del gobierno obrero y luego, como un subproducto, la Asamblea; es evidente que no entendió el método; que vació de contenido la consigna constitucional. Si las masas ya estuvieran convencidas de la necesidad de luchar por la dictadura proletaria, la consigna de la Constituyente sería innecesaria e incluso reaccionaria, porque sería una alternativa democrática al régimen obrero, en lugar de serlo contra el régimen burgués. Pero como las masas no están convencidas de que la única salida es el gobierno obrero, las llamamos a luchar por una Asamblea libre y soberana para que puedan llegar a la conclusión de que la única salida es que ellos mismos tomen el poder, y para que puedan comprobar por medio de esa lucha que ningún gobierno burgués, inclusive en su variante más 'popular', es capaz de convocar a una Constituyente de esas características. Declaramos inequívocamente que ningún gobierno burgués ni 'popular' podrá jamás convocar a una Asamblea con poderes y alcances revolucionarios, para que las masas puedan cotejar, por medio de su experiencia en cualquier asamblea o fuera de ella, que ningún gobierno que no sea obrero permitirá una constituyente soberana. Es de este modo que luchamos para convencer a los obreros de que deben proponerse la toma del poder.

Las asambleas inglesa y francesa de los siglos XVII y XVIII, no fueron convocadas por gobiernos revolucionarios; adquirieron su carácter constituyente y soberano cuando las masas derrocaron a los monarcas que las habían convocado inicialmente con un objetivo no revolucionario sino conservador.

La consigna constituyente tiene un carácter transicional, lo cual quiere decir que no puede instaurar ningún régimen intermedio entre el burgués o democrático-formal y el obrero o socialista. El primero buscará transformar a la asamblea de constitucional en un parlamento corriente; el segundo la superaría por un régimen de consejos obreros revocables. De modo que el único gobierno capaz de convocar a una asamblea soberana, sería al mismo tiempo tan incompatible con ella como lo sería el gobierno burgués, opuesto a una Constituyente soberana.

Planteo concreto a una situación concreta

La Constituyente, cualquiera, es una forma de parlamentarismo; por eso aparece con mucha frecuencia como consigna en los países sin experiencia parlamentaria o con una muy parcial o mutilada. Levantarla en forma sistemática en países con experiencia parlamentaria está fuera de lugar y expresa una tentativa de corregir las insuficiencias del parlamentarismo a fuerza de reformas constitucionales. Esto es lo que ha hecho el viejo Mas (y hoy hace el Mst), para quien la Asamblea Constituyente debía suplantar a la dictadura del proletariado en el pasaje del capitalismo al socialismo ("socialismo con democracia"). En 1993, al Pts se le ocurrió que era oportuna justo cuando Menem reclamaba una reforma constitucional para su reelección. En manos reformistas, la consigna constituyente asume características reaccionarias.

La consigna constituyente, en la actualidad, no tiene el carácter de una reivindicación histórica, sino que pretende dar una perspectiva política de conjunto a las masas que luchan en una situación concreta, de carácter excepcional: creciente impasse del régimen parlamentario y desmoronamiento de sus principales partidos; fuerte disgregación del régimen social capitalista; perspectiva de agudización de la lucha popular. Es por esto que hemos planteado la sustitución del gobierno de la Alianza por uno propio de la Asamblea Constituyente libre y soberana; lo mismo con los gobernadores y legislaturas, que pasen a las asambleas constituyentes provinciales.

¿Pero querrán el gobierno o el Congreso convocar a semejante Asamblea, que los despojará del poder político? Por cierto que no; la movilización por esa exigencia deberá convencer al pueblo de algo de lo cual no está convencido: que deberá echarlos para lograr una salida de conjunto a través de una Asamblea soberana. Las masas no solamente no están aún convencidas de que necesiten sustituir el régimen burgués por un régimen proletario, ahorrándose en el camino una Asamblea Constituyente. Tampoco están convencidas de que haya que poner fin o de que se pueda poner fin al gobierno de la Alianza por medios revolucionarios; a esa conclusión deberá llevarlas la lucha para quebrar la resistencia del gobierno a convocar a una Asamblea Constituyente soberana. Ningún partido auténticamente revolucionario puede saltarse las etapas de la evolución de la conciencia de los explotados. Por último, el gobierno de De la Rúa podría, en un extremo de su crisis, convocar a una Asamblea constitucional, pero de ningún modo con carácter soberano. En ese caso, lucharemos para demostrar las limitaciones de la convocatoria oficial y, por esa vía, la necesidad de un gobierno obrero para poder tener una Asamblea soberana.

Consigna y etapa

La Alianza pretende ahorrarse todas estas fatigas con maniobras que permitan llegar a la renovación parlamentaria del 2001. Espera desviar con otra elección la creciente lucha de masas. Pero, aparte de que los ritmos de la crisis económica y de los reclamos populares superan los plazos electorales, la renovación del 2001 puede provocar una desintegración de la Alianza aun mayor que la que sufriera la UCR en 1995. En este caso la suerte del gobierno pendería de un hilo. La conclusión a la que se llega es que el reclamo para que se entregue el poder a una Asamblea Constituyente libre y soberana abarca un período de características generales. Se trata de desarrollar la capacidad de intervenir en una gran crisis nacional, porque de ello depende la posibilidad de desarrollar una dirección política de carácter obrero e internacionalista. Las fórmulas vacías o recitadas no sirven para nada en estos casos.

Desde la crisis del Senado y la renuncia de Alvarez, esta crisis nacional ha tenido un desarrollo muy concreto, que se manifiesta en dos grandes ejes: la cesación de pagos, es decir la crisis de fondo de la deuda externa; el acuerdo del 'blindaje' con el Tesoro yanqui, con las enormes medidas antipopulares que entraña; y la huelga general de 36 horas con la participación de 150.000 piqueteros. Desde los más diversos sectores parten iniciativas de recambio político, aunque el gobierno haya logrado ganarle a los gobernadores peronistas la preferencia del FMI.

Esta evolución y, en particular, la huelga general imponen, por un lado, la consigna política, de conjunto, de Fuera De la Rúa, el gobierno de la Alianza y los gobernadores -por la entrega del poder a una asamblea constituyente libre y soberana y a asambleas provinciales. Por otro lado, esa evolución y la huelga general plantean también la consigna de la huelga general indefinida, hasta la anulación de la reforma laboral, la rebaja salarial, los impuestazos y las medidas antijubilatorias y contra la salud popular. En determinado momento de la lucha, el reclamo de una Asamblea Constituyente soberana deberá ser el gran reclamo político de la huelga. Finalmente, el desarrollo de 150.000 piqueteros plantea la superación de la burocracia sindical, para lo cual cobra actualidad el planteo de un Congreso de delegados de base de todos los trabajadores. Este congreso debería establecer un plan económico y político y convertirse en la primera expresión de un poder obrero.

La oposición de los contrarios

Toda esta política reúne y resuelve metodológicamente las contradicciones del actual proceso político, contradicciones que nuestros detractores simplemente ignoran con sus fórmulas de "primero esto y después aquello", o "esto sí y esto no". Esas contradicciones consisten en que el capitalismo mundial manifiesta a una escala nunca vista sus irrefrenables tendencias desintegradoras, lo cual abre, por lo tanto, enormes posibilidades al socialismo internacional, en un período en que la clase obrera internacional ha retrocedido en forma gigantesca en relación a sus conquistas y organización. En que la Alianza se derrumba a una velocidad impresionante por su incapacidad de enfrentar la crisis nacional y el peronismo no puede superar la debacle del menemismo, lo cual da enormes posibilidades políticas a la lucha popular, mientras las direcciones burocráticas y la pequeña burguesía de centro izquierda actúan con mayor conciencia que nunca de que deben defender el sistema y frenar y reventar a las masas, y cuando la izquierda ha hecho las paces con la democracia burguesa.

Entender el carácter revolucionario a que tiende la situación mundial y proceder frente a los explotados de modo de desarrollar los aspectos combativos y transformadores de su experiencia política, sin saltarse ninguna fase de esta experiencia; en fusionar esos dos aspectos consiste la política revolucionaria.

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Date cuenta Altamira
Por si no derrocas a la mafia.... - Friday, Jan. 10, 2003 at 5:02 PM

vas a ser la mafia
ESTE "REGIMEN" NO LUCRA CON LOS DINEROS EN BLANCO DEL ESTADO, LUCRA CON LOS DINEROS EN NEGRO, LOS DEL NARCOTRAFICO, LOS DEL ABORTO, LOS DE LA VENTA DE BEBES !!
SI QUEREMOS DERROCAR A DUHALDE HAY QUE LUCHAR POR LA LEGALIZACION DE TODO LO QUE ELLOS PROPONEN SEA ILEGAL, YA QUE ESE ES SU NEGOCIO.
no quiero pensar que la izq quiere lucrar con lo mismo que este bonaerense cabezon.
por eso..
LAS ELECCIONES NO SIRVEN DE NADA.
LA CONSTITUYENTE ES DEMASIADO ABARCATIVA Y POCO INFORMATIVA.
LUCHEMOS PARA QUE ESTE GOBIERNO HAGA LO QUE NOSOTROS DIGAMOS QUE HACER.
BASTA DE MAFIA, BASTA DE EXCLUSION, BASTA DE MARGINALIDAD, BASTA DE PARTIDOS QUE PARECEN QUERER HACER TODOS LO MISMO Y NINGUNO HACE NADA, BASTA .

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