ENCUENTRO DE ORGANIZACIONES POPULARES CORDOBA 26/10/2002
Por ASAMBLEA POPULAR ALTA GRACIA - Monday, Oct. 21, 2002 at 8:16 PM
ricardovissani@hotmail.com

hacia la contruccion de un movimiento politico y social

PLENARIO DE ORGANIZACIONES POPULARES DE CORDOBA HACIA EL 2DO. ENCUENTRO EN ALTA GRACIA SABADO 26 DE OTUBRE/2002 – 9.00 HORAS SINDICATO DE LUZ Y FUERZA – DEAN FUNES 672 – CBA. TEMARIO: 1) Definiciones políticas del movimiento 2) Organización 3) Coyuntura electoral 4) Denominación del movimiento El escrito “Hacia la construcción de un nuevo movimiento político y social” es una síntesis del documento borrador “ Ante la crisis terminal” con el que se inicio la discusión del primer encuentro de organizaciones populares y de las conclusiones del mismo, realizado el 17 de agosto ultimo. Esta síntesis no pretende ser un documento cerrado sino que es intención que se transforme en disparador de la discusión para enriquecer el debate. HACIA LA CONTRUCCIÓN DE UN NUEVO MOVIMIENTO POLITICO Y SOCIAL El encuentro de organizaciones populares que dio el puntapié inicial en el plenario del 17 de agosto considera que el enorme esfuerzo de resistencia de nuestro pueblo en los últimos 25 años dando batalla primero a la dictadura genocida, enfrentando luego los planes de hambre del radicalismo alfonsinista y la entrega del patrimonio nacional del menemismo, llegaron al punto mas alto en la rebelión el 19/20 de diciembre pasado cuando echo a las patadas al gobierno de De la Rua. Infinidad de luchas se llevaron a cabo en todos estos años, los DDHH, la defensa del salario y las fuentes laborales, la aparición de la desocupación como estructural alimentó los cortes de rutas y las organizaciones piqueteras que desde Cutral-co no dejaron de crecer al calor de jornadas de lucha en todo el país, el robo de los ahorros incorporo a los sectores medios a la pelea callejera y surgieron organizaciones nuevas como las asambleas populares, fabricas quebradas por sus dueños fueron tomadas por sus trabajadores en una nueva experiencia autogestionaria que se suman a los miles de microemprendimientos que surgieron por la aceleración de la crisis, cientos de miles de argentinos se movilizan diariamente en el país por alguna cuestión especifica que agrega a este apretado inventario de luchas del pueblo un preciado patrimonio que es la decisión del pueblo de no tolerar mas esta situación. Sin embargo y a pesar de todo ello hoy existe en la argentina mas del 60% de pobres, mas del 30% de indigentes, desocupación del 30% promedio, la peor distribución de la renta, la mayor concentración de riquezas en un país que cumple el cuarto año de recesión, sin salidas a la vista, todo por hacer prolijamente. los deberes que el neoliberalismo globalizador imponía y a pesar de ello los candidatos reciclados insisten con la misma formula. La situación en Córdoba no difiere de lo expuesto anteriormente, los sucesivos gobiernos radicales y peronistas hicieron desaparecer la provincia industrial, dejando solo galpones vacíos y amplios bolsones de pobreza y miseria y si no avanzaron mas en la enajenación del patrimonio provincial fue a consecuencia de la dura lucha que le dio el pueblo, a pesar de ello los mismos personeros de la entrega hoy intentan reciclarse a nivel nacional y provincial vendiendo modelos cordobeses y de administradores geniales como De La Sota, Mestre y CIA. Mientras, desde los sectores populares no pudimos o no encontramos la forma de cristalizar semejante energía desplegada en una propuesta de unidad política para dar la batalla en el terreno del poder. Primera conclusión, no basta con echarlos hace falta reemplazarlos y para ello argentina precisa un proyecto popular. ¿Qué es un proyecto popular? –Es reorganizar la economía, la utilización de los recursos económicos, naturales y técnicos disponibles, para que en nuestra sociedad cada argentino y todos los argentinos puedan tener asegurados el trabajo, la vivienda, alimentación de calidad, educación y cultura. Para ello es preciso democratizar la riqueza acumulada, con pesadas penas sobre fortunas y herencias formadas en la corrupción, igualar los salarios a la canasta familiar. Romper con la dependencia externa que desvía millones de dólares mensuales a la usura internacional, enfrentar el capital financiero que es hoy uno de los más importantes centros de acumulación de riquezas y explotación, Renacionalizar las empresas estratégicas como la energía, la comunicación y la banca. Enfrentar el monopolio de los medios de comunicación para que sean vehículo de educación popular y no de manipulación para defender intereses de los poderosos. Porque nuestro país precisa recuperar su soberanía sobre la economía, los recursos naturales y la cultura en una segunda y definitiva independencia nacional. Segunda conclusión: el modelo esta agotado económica, política e ideologimente, donde se toca se muestra podrido de corruptela, negociados e incapacidad, pero que este agotado no significa que este derrotado, basta con ver la trampa electoral para comprobar que es su decisión seguir manteniendo sus privilegios y seguir ajustando de acuerdo a lo que manden del norte. Para derrotarlo el pueblo deberá hacer posible que se vayan todos y conjuntamente con ello construir las herramientas para reemplazarlos. Los partidos del modelo( PJ, UCR) no pueden, no quieren ni están preparados para realizar los cambios que requiere la situación. En los últimos 15 años se transformaron en el vehículo ideal del neoliberalismo, estructuras clientelistas con altisimos grados de corrupción hicieron todo lo que mandaron los poderosos intereses transnacionales, se transformaron en cascaras elitistas, repudiados por el conjunto del pueblo y si hoy siguen en pie es solo por la falta de un genuimo movimiento político alternativo. La llamada centroizquierda política siempre temerosa de producir cambios y de atemorizar a los poderosos termino siendo comparsa en este carnaval macabro de entrega y explotación. La izquierda política atomizada a la enésima potencia, siempre mas preocupada por competir entre si que en dar verdadera alternativa mantiene estructuras verticalistas con alto grado de personalismo en sus conducciones que lo inhabilita a la genuina participación popular. Las organizaciones sociales del pueblo (sindicatos, centros de estudiantes, ong etc.) han perdido representatividad, en su lucha parcial y reivindicativa mas preparadas para resistir, muchas de ellas terminaron negociando con el modelo y no son hoy por si solas capaces de contruir la herramienta de poder necesaria para la etapa. La única fortaleza que demuestra el enemigo en esta situación de crisis es la falta de unidad de los sectores populares en un proyecto común y el mantenimiento en sus manos del aparato del estado. Todo esto nos hace concluir que la superación de la crisis y la construcción de otro modelo genuinamente nacional y popular exige dos tareas ineludibles y prioritarias: 1) La formación de un movimiento político de base social que resuelva la dispersión y que este dispuesto a dar disputa por el poder. 2) La construcción de un nuevo estado democrático y participativo al servicio de los intereses populares El movimiento que planteamos debe ser amplio, abierto, en constante construcción, de base social, incluyente, democrático y participativo. Un encuentro abierto de convocatoria permanente cuyo lema sea convocar a convocar, que respete la diversidad, las identidades y las autonomías de las organizaciones participantes, de acción política concreta, que diga lo que piensa y haga lo que dice. No se trata de construir un nuevo partido, sino una herramienta de lucha, de debate, es un escalón superior a la propia organización que se une por coincidencias y respeta las diferencias, por eso caracterizamos que la unidad no es solo una suma de voluntades sino la superación y potenciación en un proyecto común definido por consenso. Consideramos que el movimiento debe tener su propia identidad para dar pelea en todos los ámbitos de las luchas populares, que dicha identidad se convierta en referencia para el pueblo, que construya poder popular y pueda porque se lo propone disputar el poder. Debe construir su poder político desde su capacidad de acumular poder social, ser por ende auténticamente representativo de los sectores sociales que lo conforman siendo capaz de organizarlos y movilizarlos superando la falsa contradicción entre lo social y lo político. Debe abordar todas las formas de lucha, incluida la electoral sin por ello convertirse en una herramienta electoralista, conscientes que en las actuales circunstancias históricas gran parte de la discusión del poder se establecen en el terreno electoral, como lo demuestran las experiencias de nuestro continente en los últimos años (Venezuela, Bolivia y Brasil) donde se están dando pasos importantes en la construcción de una opción popular y antiimperialista. La participación o no de las elecciones no debe quedar librado a un planteo principista, sino a la capacidad de dar disputa de poder, no quedando expuesto a un hecho meramente testimonial como lo ha venido haciendo en estos años la izquierda política en el país. Respecto a la construcción de un estado popular es imprescindible discutir una reforma de la constitución que siente las bases de la refundacion del país, de allí la necesidad de una constituyente en donde quede asentado las indispensables reformas en el sistema institucional que garanticen la participación soberana del pueblo. Esta constituyente debe además plantear los derechos inalienables de la nación en materia económica estratégica, los recursos energéticos, las comunicaciones, el comercio exterior, la banca, etc. La discusión que debe resolverse es la oportunidad del llamado a una constituyente, la correlación de fuerzas que requiere y si bien parece oportuno como salida institucional al “que se vayan todos” no como consigna central. El movimiento debe contemplar una estructura organizativa imprescindible para la toma de decisiones, porque la horizontalidad no implica falta de organización ni parálisis política, por ende el Plenario General debe tomar las decisiones generales y la ejecución de las mismas deberá ser garantizado por una mesa de conducción representativa de los sectores participantes, abierta a todas las organizaciones. El Movimiento debe consensuar un programa de corto y mediano plazo para la provincia, un PROYECTO CORDOBA. para discutir con el conjunto de la sociedad las salidas concretas a la crisis. Este programa deben ser diez o quince puntos que empiecen a plantear desde un proyecto popular las propuestas. De la misma forma debe contemplar un plan de acción política, tomando como punto de partida la revocatoria de Kahamerat.

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