SOBRE EL AMOR BURGUES Y LOS CORNUDOS : Argentina Indymedia (( i ))

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SOBRE EL AMOR BURGUES Y LOS CORNUDOS
Por MARU - Saturday, Apr. 19, 2003 at 8:36 PM

La monogamia hace a los hombres cornudos, mas tarde o mas temprano su pareja le pone los cuernos, segun Engels

Como nace el concepto del amor burgués.

Introducción del libro.
Mariano Posta.

(...) Mi primera novia fue una niña de clase media alta acomodada. Vivía en un lujoso barrio y disfrutaba de todos los beneficios de su género. Yo contaba por aquel entonces con 16 años y, como era lógico, con una gran inexperiencia, hecho que activaba en mi todos los idealismos y el romanticismo respecto al amor y sus posibilidades. Era tan romántico que cría que con solo amar, que era lo mas grande, bastaba.
Si era grande e incondicional lo que yo sentía dentro mío esto hacia que mi relación con la otra persona lo fuera. Sentimiento que se generaba por la costumbre de amar siempre en silencio hasta ese momento.
Mi padre, que en cierto momento había escuchado algunas de mis quejas se atrevió a decirme, cierto día, algo que a mi me chocó terriblemente, haciendo esto que aun hoy recuerde sus palabras.
Se permitió ser cruel y no pudo darse cuenta como, en mi mente de joven romántico de 16 años , esta aseveración podía caer.
Las mujeres de las clases mas altas, me dijo, o las de tu misma clase que aspiran a subir de nivel, lo que hacen primero es estudiarte, ella y todo su entorno de alguna manera lo hacen. Si no cumplís con las condiciones en poco tiempo sos historia. Ellos te miden durante un tiempo. Las clases no se mezclan nunca y a la larga lo que poseas cobra un gran peso.(...)
Todo esto me dijo estando yo viviendo un noviazgo idílico e inocente con mi noviecita del barrio alto, yo tampoco, en mi inocencia manejaba muy bien estas cuestiones.
“Viejo materialista” pensaba. Pasado el tiempo comencé a ver que mi noviecita, hermosa niña del barrio alto poseía una agenda y costumbres bastante extrañas para mi, llevaba un estilo de vida que comenzaba a chocar con el mío y hasta con mis propios intereses. ¿Cómo puede suceder esto? Pensaba. ¿Acaso no nos amamos? Insistía.
Lo que sucedía era que mi padre no se equivocaba lamentablemente. El conocía muy bien que por su posición y su trabajo mucha gente sospechaba que teníamos mas dinero que el que realmente poseíamos en el bolsillo y era fácil que nos confundieran sospechándonos de una clase a la cual no pertenecíamos. En realidad nunca supe muy bien lo que pudo haber pensado él. Lo cierto es que no se equivocaba. Las clases nunca se mezclan y la chica rica que se casa con el pobre renunciando a una futura vida burguesa por amor, existe únicamente en los cuentos y en las películas. Pero, ¿Quién no a soñado en su vida alguna vez se transforme en un sueño? ¿Quién no ha querido, en algún momento de locura, que una fantasía se haga realidad?
Con el tiempo vi boquiabierto como su padre, que ocupaba un puesto jerárquico en una importante empresa multinacional le regalaba un automóvil a su hermano por haber comenzado la universidad, como ella salía al teatro todos los sábados con sus amigas, y como los domingos los ocupaba en una quinta en Moreno o san Isidro. Mientras tanto yo, esperaba en mi casa por ella para solo salir a caminar por el barrio o ir a tomar un helado los días que había rebaja.
Poco tiempo después sucedió lo que, casi naturalmente, debía suceder, los diferentes estilos de vida sumados a mis humildes propuestas determinaron que ella optara por lo mas práctico. ¿Y donde quedaron los valores? Me preguntaba ingenuamente yo.
Tiempo después, un amigo mío, durante una de esas interminables y amargas charlas de café, me dijo que una mujer podía llegar a admitir que nos deja por otro, pero lo que jamás nos admitirá es que nos deja por nuestro escueto bolsillo. Son demasiado compasivas para manifestar eso.
Como siempre fui muy humilde en cuanto a billetera tuve que lidiar con estos problemas durante toda mi posterior juventud. Decidí luego de esto potenciar algunas cualidades mías que no estuviesen tan ligadas al dinero y a la tenencia de cosas. Comencé a frecuentar las librerías de corrientes, compre libros de filosofía, particularmente libros que hablasen sobre el amor. Leí a Sthendal, a Unamuno, a Ortega, a Octavio Paz, a Cohete a Kierkegaard, poetas trágicos como Hernández, Machado, sentí enormemente las ultimas rimas de Bécquer, leí de punta a punta el Quijote. Trate de aprender a escribir, sobre todo cartas de amor, con un contenido trágico y profundo.
Al tiempo volví a verla. Ya podía deslumbrarla con algunos pensamientos y frases. Le llevé cuentos míos para que lea, incluso uno que habían publicado en un periódico local. Esto sumado a que había aprendido a dibujar y a pintar.
No hubo caso. Lo único que tuvimos fue una agradable conversación derivada en un monologo mío acerca de la novela épica que poco a mi ex noviecita le interesaba. La cultura no podía hacer nada
Luego cuando tuve 22 vino Engels. El origen de la familia la propiedad privada y el estado.
Pero, ¿Qué es el amor burgués? Por supuesto no es algo que pueda reducirse únicamente a los dichos de mi padre, como también es una burda reducción de resentido creer que el amor únicamente puede ser burgués y que esa es su esencial condición. A veces el dinero no interviene en la idea del amor de forma directa y lo hace en cambio cuando las humildes personas que lo ejercen solo siguen las vacías rutas que este define, y lo hacen desde su humildad material. Dentro de esta actitud existen diferentes niveles de conciencia acerca de porque uno siente que debe comportarse de una determinada manera, pero eso no quita en absoluto la idea de renuncia a una cómoda vida burguesa de la cabeza de nadie, y mucho menos quita la idea de renunciar a ella cabalmente por un sentimiento tan volátil y poco tangible como el amoroso.
En muchas ocasiones la seguridad económica ha sellado las importantes grietas de la inseguridad amorosa, y ha empujado a muchas personas a seguir los caminos trazados por la moneda, lo único mas o menos seguro en esta tierra para muchos.
Los altibajos del amor se superan con mayor facilidad dentro de un marco seguro. Dentro del marco del dinero y las prosperidades burguesas. Cuando los aspectos personales han hecho agua por completo, la ultima pregunta acerca de porque permanecer con una persona es aquella que consulta por lo material. Si esta pregunta halla una respuesta favorable contundente cualquier relación “amorosa” encuentra su tabla de salvación estando en el estado de gravedad que esté. Pero, a partir de ahí ¿cómo definir el lazo que une a estos dos inocentes individuos? (...)
Cualquier persona que este mas o menos armada desde sus pertenencias estará mejor preparada para, no solo seducir, sino para sostener a veces lo insostenible en cuanto a relaciones, se refiere.
Así como a todos, individualmente nos cuesta admitir que la moneda guía nuestras vidas inmersas dentro de esta sociedad que poco nos gusta, pero, en la cual nos reflejamos, y admitimos, entre suspiros, tener pocos caminos disponibles para dejar de llevar cierta cómoda vida y de poseer ideales burgueses, así como nos cuesta admitir eso, nunca encontraremos una pareja de embelesados que consienta con sinceridad que su relación se sostiene, de forma etérea y amplia, sobre las bases de la tenencia de objetos, y sobre todo de objetos de confort.
Lejos esta este análisis de referirse a las señoritas de la aristocracia exclusivamente. Las miras y comportamientos sectarios y burgueses, así como las ensoñaciones que produce la comodidad pudiente pueden anidar hasta en la mente, como ya he dicho, mas humilde.
¿Puede incorporarse esto dentro de la lucha de clases? Posiblemente.
Recuerdo una pequeña novelita, muy ilustrativa por cierto, que leí cuando tenia 18 o 19 años, no habiendo aun ingresado en la veintena. En cierto pasaje un humilde joven pasea por una calle de San Isidro y se pregunta, atendiendo a los movimientos en el interior de las casonas, si alguna vez él podría ser el marido de alguna de aquellas hermosas y elegantes mujeres que se protegían debajo del ala de importantes empresarios. Finalmente llega a la conclusión de que a lo sumo, poseyendo algunas habilidades amorosas y echando mano a su experiencia callejera, podría llegar a ser amante de alguna de ellas no pudiendo salir nunca de esa clandestinidad ya que de lo contrario la mujer involucrada debía renunciar a las comodidades de su clase.
Tanto en la relación que tiene con su correcto y serio marido opulento, como en la que tiene con su humilde, clandestino y experto amante ¿cuál es el papel del amor, de que forma se manifiesta, y de que forma se deja ver?

Extracto del. “Los problemas del amor burgués. Una génesis.”