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QUE SIGA EL DEBATE EN TORNO A LAS ASAMBLEAS POPULARES
Por MARIA FERNANDA - Friday, May. 16, 2003 at 3:11 AM

PUBLICO EL INTERESANTE ARTICULO INICIAL Y SUS COMENTARIOS. EL DEBATE EN TORNO A LAS ASAMBLEAS ES NECESARIO Y AHY QUE PROFUNDIZARLO

Desde buenos aires. critica asamblearia luego de un año, cinflictos y problemas
por Martin • Friday March 07, 2003 at 09:01 AM


Desde buenos aires. critica asamblearia luego de un año, cinflictos y problemas

Critica constructiva a una asamblea Popular
Contribución a la autocrítica luego de un año.

Critica constructiva a futuro.
Para analizar algunos métodos.
Preguntas y discusiones pendientes.

Que pasa con las asambleas? No existe mas allá del "Que se vayan todos" un pensamiento univoco respecto de estas congregaciones vecinales. Por lo tanto se lo difícil de articular una generalización o pensamiento respecto a este fenómeno. Pero, deben quedar 3 o 4 por lo menos en toda Capital Federal que aun se estén planteando luchar contra este sistema fuera del asistencialismo o las genuflexiones al gobierno; y no me siento exagerar.
Creo que el debilitamiento o la definitiva extinción de muchas asambleas que han formado parte de este "Glorioso" movimiento espontáneo se debió a causas externas e internas propias de cada núcleo pero no por eso no se deben intentar generalizaciones o ubicar problemas comunes al deterioro de esto que en un principio se tomo como algo tan significativo a nivel nacional e internacional. Puede que en un futuro no muy lejano vuelvan a ser justificadas por el contexto social de forma mas explicita y sus integrantes y las personas que no participan en ellas se den cuanta que son herramientas para algo.

Mas allá de la polémica sobre que se gano del 20 de diciembre de 2002 hasta hoy, cantidad, organización, concientización etc, etc, y de los factores sociales que pudieron haberlo desencadenado, ¿Hambre? ¿Corralito? ¿Estrategia del PJ sobre la alianza?, digo, mas allá de esta discusión necesaria encuentro que hoy las asambleas están compuestas en su mayoría por diez o veinte vecinos cada una, y que en muchas ni siquiera a pesar del exiguo numero de integrantes se pueden delinear objetivos del todo claros. Quiero hablar sobre los errores internos que atrofiaron el desarrollo de, al menos, la asamblea en la cual yo participo. En el 2002, allá por junio y julio, y con la entrada de los primeros fríos, muchos asambleístas comenzaron a preguntarse hacia donde iba el movimiento asambleario. Esto quería decir que la efervescencia que había despertado el "19 y 20" comenzaba a quedar atrás para muchos; cansancio, trabajo, estudio, una fiesta, etc: en la tabla de prioridades personales la tarea de cumplir con la organización quedo cada vez mas relegada a los últimos puestos. Recuerdo que en mi asamblea alguien se paraba y hacia maquinalmente la pregunta "¿Hacia donde van las asambleas?" cuya respuesta se disolvía en el aire para dar paso a otros temas. Esa interrogación acerca de un posible futuro fue a lo máximo que se llegó en cuanto a planteo del futuro y fines de las asambleas populares y ni siquiera a nadie le importaba responderlo seriamente. Las preguntas mucho mas responsables y puntuales como ¿Hacia donde queremos nosotros llevar esta asamblea?, ¿Cuáles son los objetivos hacia donde queremos apuntar?, ¿Cuál es nuestra ideología, nuestro "conjunto de ideas"?, nunca jamás se plantearon ni discutieron minimamente y cuando alguien, tímido e ingenuo lo hizo otros temas mas apremiantes y desesperados cambios de conversación olvidaron estas preguntitas que nunca, hasta hoy han obtenido una respuesta puntual. Alguien una vez dijo puerilmente que con estar en contra de Menem y del F.M.I era ya suficiente acuerdo dando por sentado que esto ya creaba una importante base común sobre la cual trabajar y dirigir las acciones. Las encendidas discusiones posteriores y el fraccionamiento del espacio desmintieron esta postura falsa. ¿Y que sucede cuando estos saldos quedan pendientes? Las organizaciones mueren mas tarde o mas temprano de inanición o falta de objetivos a largo y mediano plazo.
Por ejemplo, y sigo remitiéndome a la asamblea de la cual participo, las acciones a corto plazo que se realizaron no tuvieron un basamento o un pensamiento mas allá de si mismas, y por eso nunca se las pudo diferenciar o despegar de la acción inocua de un club de barrio o escuela primaria, pese a que pudo haber buenas voluntades trabajando arduamente para realizarlas. La pregunta "¿Para que?" "¿Contribuye esto con nuestros fines?" frente a cada acción, nunca tuvo respuesta. Eso hacia delante. Hacia atrás, las preguntas ¿Responde lo que hacemos al espíritu o la lucha de aquel 20 de diciembre a la tarde? ¿Se condice esto con algún ánimo de cambio, respecto a una determinada ideología, respecto a la sociedad? tampoco fueron expuestas valla a saber porque causas. (Podrían ser analizadas)
Si existe o existió un espíritu de cambio la pregunta por el objetivo y la dirección nueva a seguir tendría que haber sido central, y una organización que nunca la discute fuertemente quedará finalmente reproduciendo lo mismo que otro sistema mas poderoso y con mayor dominio para controlar y hegemonizar el pensamiento decide. Esta organización hará esfuerzos momentáneos que se agotarán en si mismos junto a las acciones cortas que realice, o solo podrá actuar por reflejo únicamente frente a agentes externos momentáneos. Una vez alejados en el tiempo estos factores efímeros todo volverá a encausarse tranquilamente a lo que venía dado anteriormente. Puede que ahora este ocurriendo eso dentro del grupo que conozco hace un año.
¿Alguien llegó a entender el problema de los fines y los medios para alcanzarlos? En mi asamblea pareciera como si se hubiese tomado la vieja forma asamblearia como un fin en si misma; como el "propósito" que ya había sido cumplido apenas comenzó. Nunca lograron entender del todo que la forma asamblearia es una herramienta para lograr otros objetivos un poco más ambiciosos y grandes que la forma en si misma. Esto explica el porque de alguna manera nunca se plantearon las preguntas arriba descriptas. La frase que en algún momento escuché de un vecino: "Lo mas importante es que estamos reunidos hablando entre nosotros" puedo traducirla sin dar muchas vueltas como "Es suficiente que ya estemos reunidos hablando entre nosotros" O sea que en ultima instancia y siendo uno un poco malo podría decir que se trata solo de una cuestión de miras. Pero ¿Cuánto puede vivir una herramienta planteada como un fin en si? ¿Entonces cuales serían los mecanismos que la harían crecer y avanzar? No se me ocurren.
Algunas personas se enarbolan en el concepto de novedad y singularidad para negar la historia. "Somos algo nuevo, esto es una forma espontánea ¿por qué repetir viejos esquemas?" señalan. Que se quiere vedar con este tipo de frases huecas? Quizás se quiere dar a entender que uno se desentiende de lo que otros han pensado anteriormente; acaso aya todavía algún miedo en asumir alguna hecho reciente de este país. Escuché esta frase de gente ya grande y la interprete siempre como algo negador del futuro y del pasado. Como una frase sin fundamentos ni perspectivas que quiere ser únicamente en el presente, porque más allá no puede pensar. Como una máxima negadora de toda actitud proyectual. Esta frase lanzada una y otra vez contra los mejores y bien intencionados argumentos constructivos se convierte en algo realmente desconcertante.
Otro problema que nunca se quiso ver ni discutir fue el de la apertura de la organización respecto de otras, la actitud frente a los demás sectores en lucha, ya sean movimientos o partidos. Esto es elemental ya que, otra obviedad, aisladamente no se puede sobrevivir ni crecer, del mismo modo que no se puede avanzar sin poseer un referente con mas historia en el campo en el cual uno se quiere mover. No digo que estos referentes no existiesen en la mente de cada uno de los que participan en la asamblea, digo, que nunca se discutió y acordó mínimamente sobre el tema. Todo esto en nombre de la "diversidad", del "Que todo fluya hacia cualquier parte" y "Que venga de todo de cualquier parte", premisas que finalmente hacen que todo se termine perdiendo en el aire como una caña voladora sin mástil, y que la conclusión sea el dramático panorama actual de muchas asambleas, incluyendo, por supuesto aquella en la que yo participo. El discurso de la "unidad" siguió abonando este discurso disperso y equivoco. Se planteaba la unidad, pero la unidad en abstracto. La ausencia de objetivos e ideología impedía establecer que significaba esta pedida "unidad" y en ningún momento se discutió hasta que punto podía llegar a ser un avance o un retroceso este aspecto no discutido.
Volviendo a mi asamblea, y sin ínfulas de seguir generalizando tomando algunos otros casos que conozco, para el mes de agosto algunos asambleístas comenzaron a discutir si seguir con la consigan "Que se vayan todos!". Es decir, si seguir conservando algo de lo que surgió el 20 de diciembre, y si era necesario y hasta saludable seguir con un "Espíritu de ruptura". Esto se debió a varios factores; en principio que muchas instituciones del gobierno comenzaron a introducirse subrepticiamente entre los pliegues del cerebro de varios asambleístas, a través de proyectos conjuntos, a través de apoyo indirecto pero apoyo al fin, a través de alguna persona concreta ingresando tímidamente en la organización con la cabeza llena de "buenas ideas". Este apego, del cual muchos asambleístas han sido patrocinadores y hasta vivos alentadores, llevó a la conclusión no explicitada de que "No se puede pedir que se vayan las personas a las cuales les estamos pidiendo y, además, nos quieren ayudar", descartándose, nuevamente otra discusión capital, a saber, si vamos a aceptar sumisamente y con guiños de camaradería ayuda del gobierno. Sin embargo, la crisis que esto desató en el "Que se vayan todos" y su potencial abandono sí fue señalada de forma concluyente sugiriendo alguien abandonar la consigna.
La "Horizontalidad" fue otro ensayo malogrado. Solo me voy a remitir a un aspecto de esa cuestión. Muchos han dicho que "Aquí hay absoluta horizontalidad, nadie esta por encima del otro" ¿Con esto querían decir que las decisiones, las responsabilidades y el trabajo eran en conjunto, compartidos? En la practica y mas allá de la frase anterior la realidad fue bien diferente. En las decisiones se hacía pesar el significado de esta "horizontalidad", pero no así a la hora de las responsabilidades y sobre todo del trabajo. En los dos últimos campos comenzaba la delegación y aparecían los inocentes "malentendidos". Así, las personas que mas trabajaban fueron acusadas de "Creerse dueñas del espacio" en varias oportunidades. La gente, no muy activa, que señalaba de esta forma a algunos asambleístas bien sabía que en la delegación de un trabajo y una responsabilidad también delegaban algo de autoridad en la otra persona sin quererlo. No soportaron esto, pero tampoco se activaron de alguna manera para que esta delegación acomodaticia y natural siguiera progresando. Prefirieron acusar desde la asamblea a los que durante la semana trabajaban en las acciones concretas y hasta se llegó a amonestar a la persona que tenía una actitud "Militante" mas allá de que trabajase o no para sus fines. La horizontalidad que ellos propagaban es difícil y requiere sobre todo de un trabajo en conjunto para que se pueda mantener sin que sufra desequilibrios ¿Alguien estuvo dispuesto a realizar ese trabajo? No lo creo, pero también se puede analizar en asamblea porque algunos han decidido ser pasivos en el esfuerzo y tajantes en el discurso. Entonces, lo que se hace es delegar a la hora del trabajo y la responsabilidad, y se levanta la bandera de la horizontalidad a la hora de hablar o tomar decisiones. Así, cuando algo salió mal, los compañeros "horizontales" siempre pidieron explicaciones a las mismas personas incluso en cuestiones cuya responsabilidad atañía a todo el conjunto ¿Cómo se explica? Los que hablaban elocuentemente de la horizontalidad, sin saberlo, trabajaban para quebrarla.

Otra cuestión importante es el crecimiento en calidad y cantidad de la organización. Esto es difícil cuando no se tienen objetivos y un pensamiento conjunto, pero mas difícil es cuando las personas que integran la organización no se proponen trabajar para eso en algún sentido.
Por ejemplo: Se forma un grupo de personas ( en este caso se lo llama asamblea), las personas que lo integran se conocen y con el tiempo algunas se hacen amigas; en virtud de esa amistad, y para seguirla manteniendo, comienzan a negarse o callar discusiones importantes y se evita la confrontación de ideas a favor de la conservación del buen clima, clima formado por la aparición de otros intereses y formas de relación entre los asambleístas. El grupo se cierra en si mismo como "un grupo de conocidos y amigos" suficiente en si mismo. Se atranca la puerta virtual del espacio. Comienzan los prejuicios sectarios traducidos en frases tales como "Que a nadie se le ocurra señalar defectos de esta asamblea, criticarla por afuera, etc" "Este grupo es perfecto, no así todos los que lo rodean". Este no ver los defectos propios desencadenó una suerte de nacionalismo asambleario que ha negado e impedido analizar defectos para corregirlos. Particularmente, en cierta ocasión, se me dijo que yo no podía desconfiar de un integrante de mi asamblea a favor del de otra, traducido esto seria "Los de adentro son buenos, los de afuera son malos" Esto sucede cuando un núcleo de personas se cierra en si mismo. Debía pedir permiso para señalar alguna que otra actitud extraña que anduvo por ahí regando encantos, solo porque esta actitud provenía de alguien que había estado en mi misma asamblea.
Otro de los males que suscitó convertirse en un grupo cerrado en detrimento de algo abierto fue el progresivo abandono de la forma democrática y las responsabilidades que impone una asamblea. Esto le siguió poniendo trabas a la incorporación de posibles nuevos integrantes. Las consecuencias de esto fueron muchas, por ejemplo, el no respeto mínimo de un horario. La asamblea era convocada para las cinco y media y la primera gente llegaba a las seis para comenzar a las siete. Esto no era problema para los que ya se conocían, pero si alguien se acercaba por primera vez a la asamblea se encontraba con un escenario desolador. Las listas de oradores se abandonaron en muchas asambleas; en ciertas ocasiones estallaban monólogos de quince minutos de parte de alguna vecina parando ésta cuando consideraba que había dicho todo y ante la mirada perpleja de algunos asambleístas. También aparecieron las conversaciones personalizadas y puntualmente dirigidas, lo que trabó la integración de nueva gente que no pudo encontrar canales adecuados a través de los cuales integrarse. Esto, sumado a la falta de objetivos y la no tenencia de un proyecto perdurable en el tiempo contribuyó desde adentro a que el desarrollo cuantitativo y cualitativo de la organización se atrofiara.
En mi asamblea siempre fueron pocos compañeros los que tuvieron la inquietud de ensanchar el espacio y enriquecerlo con la entrada de nuevas subjetividades. En una triste asamblea en la que fuimos solo 8 personas y por estar tratándose temas como "El Tarifazo de las privatizadas" (¿?), me atreví a decir que seria mas importante hablar sobre nosotros, sobre lo que nos pasa, sobre porque éramos tan pocos. A nadie parecía quitarle el sueño esto y hasta me respondieron que éramos pocos para tratar el tema que planteaba, que debíamos hacerlo cuando fuésemos más ( y no me lo dijeron en broma, aunque parezca). Por supuesto cuando fuimos algunos más nunca se hablo de la cuestión. ¿Para que crecer si así estábamos bien? ¿No éramos suficientes? Siempre pensé que una de las formas para romper con el clima hermético que mas tarde o mas temprano generaría discusiones ciegas y rumores mal intencionados era la de acercar gente nueva como una forma de infundir oxigeno y nuevos puntos de vista que, podrían llegar a superar viejas discusiones ya polarizadas y derivadas en aspectos personales producto de la demasiada cercanía sin sentido y objetivos de algunos asambleístas. La gente nueva, a parte de aportar ideas y trabajo, rompe las discusiones quasi familiares que se generan en un grupo cerrado, por lo tanto el trabajo por hacer crecer el espacio debería ser continuo. Un trabajo en si mismo y un propósito puesto como valor agregado a cada labor de la organización.
Esta crítica o autocrítica que humildemente hago debería ser tomada por el espacio o, por lo menos, por las personas que estando dentro de la asamblea minimamente quieren que cambie. Debería a mi juicio abandonarse el horror a la crítica que se posee pero no pretendo tampoco aleccionar a personas que manifiestamente no quieren cambiar algo cambiándose a si mismas respecto a la organización. Individuos que se encuentran a gusto con una reunión sabatina que pocos resultados tiene en lo concreto. ( Cuando digo pocos no me refiero a la cantidad sino a la calidad de los mismos y en la forma que estos se orientaron ). Me centré en los problemas hacia adentro, en las actitudes de los integrantes y no tanto en factores exógenos que considero también importantes en lo que respecta al deterioro de algunas asambleas. Esperemos que haya mas criticas al espacio ya que si se quiere hacer de este algo medianamente valedero debemos afrontar, aunque algunos puerilmente no quieran, todas estas discusiones.

Martín.



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Brillante
por Pancho • Friday March 07, 2003 at 09:57 AM



Muy bien dicho, muy bien pensado y excelente actitud. ¿Y ahora qué hacemos?


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Muy bueno
por Asambleista autocriticon • Friday March 07, 2003 at 11:43 AM



Me parece excelente la critica, creo que todos los que participamos en una asamblea hemos vivido y sentido cossas como estas.
Sin embargo en algunas cuestiones no comparto tu analisis.
Basicamente las asambleas hemos tenidoproblemas en como lograr construir un objetivo, una direccionalidad politica, etc. Este problema nace justamente de la falta de experiencia en estas practicas. Yo veo que recien para junio del año pasado logramos acomodarnos a esta forma de construir politicamente. La horizontalidad es dificil y para sosteneral es necesario un esfuerzo y un cambio de varias practicas. La cuestion de ser vecinos (yo soy del GBA, asi que nos vemos mas seguido), hace que se produzcan varias de las cosas que vos decis respecto a no poder diferenciar lo personal de lo politico. Poder entender que CADA COSA, CADA ACTIVIDAD, CADA DISCUSION, CADA ACCION ES POLITICA dentro de la asamblea, costo bastante dentro de nuestra asamblea, pero creo que lo logramos. Hace poco estaba discutiendo con unos compañeros que son militantes de partido y se asombraron cuando, despues de una larga discusion, entendieron que las asambleas son organizaciones politicas. Creo que muchos asambleistas pondrian la misma cara.
Las asmbleas, al menos como la entiendo yo y creo que es compartida por mis compañeros, es una organizacion politica que lucha opr cambiar la realidad. La horizontalidad es una herramienta , pero tambien un fin. Sostener la horizontalidad en terminos reales, es decir no solo discutiendo, sino trabajando, es el fin que como sociedad tenemos. Para lograrlo nos manejamos horizontalmente desde ahora, sin esperar a que luego de algun tipo de revolucion, el estado proletario se autodestruya. La direccion politica la da la discusion, pero justamente desde la vision de que cada discusion es politica, la direccionalidad lo mismo. El problema aparece cuando la discusion se queda en manos de lumpenasamblearios (alguien me ayude por favor) que no ven o no quieren ver este proceso como revolucionario.
Respecto a la transa con el gobierno u otro tipo de organizacion reformista, eso lo hemos evitado. Nosostros reemplazamos toda la ayuda que podia facilitarnos las cosas, pero que nos desviaran del objetivo. Eso significo tambien que algunas cosas no se sostuvieran, pero bueno, estamos aprendiendo a llevar a cabo lo que podemos sostener y a que lo que se cae, se cae y es asi porque no habia compromiso suficiente para sostenerlo.
Respecto a la unidad con otros sectores, la cuestion es dificil. Nosotros hemos intentado construir espacios de intercambio, nunca hechamos a un compañero porque sea de un partido, pero se han ido solos. La cuestion es que en la mayoria de los casos no ha habido un respeto hacia la asamblea. Como ya dije mil veces, un militante del PO no va a ir al MST a tratar de llevar su propuesta. Pero si han hecho esto en las asambleas y se hace dificil contruir la unidad sin respeto. No creo que sea una custion de “no querer repetir los errores” sin reflexion. Nosotros tomamos un monton de cosas de las que han hecho los partidos y otras organizaciones como los piqueteros. Muchos han aportado solidariamente con su experiencia y si crecimos, tambien es gracias a ellos. Pero el desgaste que significo en todo este tiempo desde el 19 y 20, tener que enfrentar los intentos de los militantes de partidos, fuen un costo muy alto, demasiado. Hubiera querido usar esa energia en poder construir esa direccionalidad y esos objetivos. Los hubieramos tenido mas claro mucho antes.
Respecto a porque somos pocos, no lo se. Esta todo esto de los reflujos, del contexto, de la falta de paciencia en construir algo nuevo, en realidad todavia me lo pregunto. Los espacios de reflexion y autocritica dentro de la asamblea y entre nosotros es, aparte de necesario, una necesidad politica. No podemos ser criticos hacia afuera y no serlo hacia adentro, eso es repetir errores y de los graves.
Espero que sigamos creciendo y que no nos desanimemos por las piedras que van a pareciendo en el camino. No somos los primeros revolucionarios de la historia y hasta ahora no muchos han logrado el objetivo. Es cuestion de seguir construyendo poder popular, de seguir sosteniendo la dignidad y de luchar por ella.



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Para Martín y todos los que quieran
por Juanka (Asamblea Pza. Congreso) • Friday March 07, 2003 at 02:30 PM
asambleacongreso@hotmail.com


Estimado Martín, veo que te has puesto a analizar a partir de tu experiencia asamblearia las contradicciones que se presentan y que no son ajenas al conjunto de las asambleas.
En primer lugar me interesaría saber cuando decís "mi asamblea" es a que asamblea te referís, decí de que asamblea sos para empezar a discutir. Si bien los detalles que describís son bastantes reales con respecto al micro mundo de las asambleas, todo tiene una raíz netamente política, nada es casual, y esta discusión política dentro del movimiento asambleario hace un tiempo la venimos dando desde la Asamblea de Congreso ver:
http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/01/77347_comment.php#77810
y junto con otro grupo de asambleas no solo nos quedamos en el debate sino que estamos encabezando hoy por hoy la lucha contra el gobierno de Ibarra http://www.argentina.indymedia.org/news/2003/02/84941.php
y nos estamos organizando para participar del próximo Congreso de Organizaciones en lucha con un objetivo y un rumbo preciso: La lucha contra este sistema político y económico.
Por eso, bienvenidos todos los que puedan aportar ideas y compromiso al movimiento asambleario, en el bloque de asambleas Piquete y cacerola hay un puesto de lucha.



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articular (el poder)
por hector • Saturday March 15, 2003 at 07:09 AM



Las asambleas -red de compañeros horizontalmente relacionados- han madurado hasta su nivel actual. Las asambleas pueden ser integrantes de una futura red de los miles de grupos que están luchando en nuestra comunidad argentina y latinoamericana. Pueden (tal vez deben) con esos grupos. ¿Como se hace? por ahora -hasta que aparezca un idea mejor- la articulación se hace de a dos. El canal de articulación mínimo es que un integrante (por lo menos) de una asamblea puede conectarse con otro integrante (por lo menos) de otro grupo en lucha: Madres, comedores, piqueteros, trabajo solidario, fábricas tomadas u otras asambleas para reflexionar sobre cómo articular esta red nacional y latinomaericana indestructible (por ser una red horizontal) y comenzar a reflexionar y actuar en conjunto para encotrar como se construye poder reticular, como se incluye la política en la vida en esta nueva forma de hacer política que comenzaron las Madres allá por 1977 y a la que hemos llegado nosotros en las jornadas del 19 y 20 de diciembre.


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El 20 de diciembre, las asambleas populares y un escriba de la Ford
Por Partido Obrero - Friday, May. 16, 2003 at 10:00 AM
webmaster@po.org.ar

El 20 de diciembre, las asambleas populares
y un escriba de la Ford

Un artículo sorprendente de Horacio Verbitsky en Página/12, plantea que la caída de Fernando de la Rúa habría sido producto de una conspiración entre Duhalde y Alfonsín. El escriba de la Ford asegura que la izquierda en general y el Partido Obrero en particular destruyeron las asambleas populares, y califica de "vandorismo rojo" al Bloque Piquetero Nacional.

Alejandro Guerrero

Sabido es, desde siempre, que una situación revolucionaria no es un arco que pueda permanecer tenso indefinidamente. En su transcurso conoce avances y retrocesos, marchas y contramarchas, e incluso suele diluirse de manera aparentemente incruenta. El Partido Obrero advirtió largamente sobre esta ley general del proceso al señalar, por ejemplo, que el estado de convulsión política que estalló el 19 y 20 de diciembre de 2001 podía verse obligado a soportar uno o varios procesos electorales, los cuales, en sí y por sí, implican un aflojamiento del arco, una traslación momentánea del debate central de la política argentina, dado por la respuesta a la pregunta masiva de quién, qué clase social, está en condiciones de sacar al país de la crisis, para tornar a la charca pantanosa y opífera de la vieja discusión entre peronistas y radicales sobre la "crisis de representatividad". O, como diría Norman Mailer, a elegir entre mierda fría y mierda caliente.

Y, cuando la cuerda se afloja, todo parece trastocarse. Días atrás, entrevistado por un movilero de televisión, un taxista decía, con su primitivismo político y, al mismo tiempo, con llamativa inteligencia natural : "Ya no entiendo nada, hace un año salíamos con las cacerolas a gritar que se vayan todos y ahora nosotros mismos puteamos a las manifestaciones".

En estos casos, un López Murphy puede aparecer como "renovador" de la política aunque fue el primer expulsado del gobierno aliancista cuando aún no había terminado de anunciar, en su condición de ministro de Economía de De la Rúa, el plan más antinacional y antiobrero que se hubiera dictado en veinte años de gobierno parlamentario. Y también puede suceder —y sucede, ¡cómo no!— que un Horacio Verbitsky, empleado confeso de la Fundación Ford, empresa que hizo desaparecer a toda su Comisión Interna durante la dictadura, dirija una institución de "derechos humanos" y adopte aires de Catón el Censor para decirle al pueblo argentino, desde sus columnas de Página/12, qué trole hay que tomar para seguir. Así, por un ratito, todo parece haberse puesto patas arriba y hasta lo elemental exige ser develado.

Una mentalidad policial

Del farragoso editorial del señor Verbitsky, publicado el domingo 3 de mayo, sólo tomaremos los conceptos referidos a las asambleas populares y a la gesta popular del 19 y 20 de diciembre de 2001. Se debe recordar que l os combates desarrollados durante la noche del 19, cuando comenzó la represión, hasta la madrugada del 20 - reanudados a media mañana de ese día - , fueron quizás el movimiento insurreccional más largamente preparado en la historia de las lucha s del pueblo argentino. Puede situarse el principio de esa oleada en la rebelión santiagueña de diciembre de 1993 y en el nacimiento de las organizaciones piqueteras entre 1994 y 1995.

El 18 de diciembre de 2001 los asaltos populares a supermercados recorrieron las concentraciones urbanas más importantes del pobrerío, en defensa del más elemental de los derechos democráticos: el derecho a la comida. En ese momento, como Alfonsín en 1989, De la Rúa intentó promover el terror de las clases medias ante el subsuelo de la patria sublevado, dicho con la imagen empleada por Scalabrini Ortiz para describir el 17 de octubre de 1945, y dictó el estado de sitio.

El resultado fue inverso al que buscaba el Presidente, porque al día siguiente la ciudad de Buenos Aires, multitudinariamente, se levantó contra ese estado de sitio en alianza práctica, de facto, callejera, con los desocupados lanzados contra las góndolas. Decenas de muertos, centenares de heridos y miles de detenidos costaron aquellas jornadas hasta que De la Rúa debió huir por los techos de la Casa de Gobierno.

Verbitsky ignora la magnitud de la pueblada, la batalla por la Plaza de Mayo que constituyó una gigantesca acción guerrillera de masas —eso y no otra cosa es la lucha física de todo un pueblo contra las fuerzas de represión— y atribuye el derrumbe del gobierno de la Alianza a un supuesto acuerdo de cúpulas entre Alfonsín y Duhalde, tal como hoy hace Menem. No es de extrañar: en los grandes movimientos de masas, las mentalidades policiales sólo logran ver la actividad de conspiradores.

Acerca de las asambleas populares

En cuanto a las asambleas populares, Verbitsky nos acusa directamente de haberlas destruido en cuanto organismos de "representación política". En ese punto, dejaremos a un lado los insultos de bruto que nos dedica cuando habla del "autodenominado Jorge Altamira" y del "supuesto Partido Obrero". No se puede responder a tales exabruptos sin caer en el sumidero desde el cual habla Verbitsky. En verdad, toda la discusión carecería de sentido si no estuviéramos debatiendo con la Fundación Ford, con el imperialismo opresor de nuestros pueblos.

Cierto es que aún falta en la Argentina un trabajo teórico serio sobre el fenómeno de las asambleas populares que atrajeron en su momento la atención del mundo. Pero, en principio, corresponde subrayar lo siguiente: esas asambleas, producto directo del 20 de diciembre —esto es, de un movimiento insurreccional—, estaban, por eso mismo, obligadas a tomar el poder apenas nacidas, lo cual resultaba política y materialmente imposible; por tanto, su retroceso era inevitable.

Empero, también es inevitable que la próxima oleada de luchas las haga resurgir con toda su potencia, porque están incorporadas a la experiencia popular. Dicho de otro modo: la próxima lucha partirá del punto en que quedó la anterior, no necesitará empezar de nuevo.

Por otra parte, las asambleas no lograron superar, en esta etapa del movimiento, el problema de la "representación política" que se formularon a sí mismas con la consigna "que se vayan todos", y no por nada Verbitsky se alegra por la derrota electoral del "quesevayantodismo", como él lo llama, y por la preservación de las "instituciones" (es decir, del capitalismo), al tiempo que se jacta porque "las organizaciones de derechos humanos" (la Fundación Ford) se negaron a asistir a una concentración que reclamaba una Asamblea Constituyente capaz de resolver, no ya el problema de la "representación", sino una completa reorganización del país sobre nuevas bases sociales, económicas y políticas.

Desde ese punto de vista, las asambleas fueron un gigantesco terreno de lucha donde burguesía y proletariado —sobre todo la clase obrera piquetera— se disputaron la dirección política de las clases medias. No podían librarse del tironeo a que fueron sometidas por el democratismo, por el parlamentarismo burgués, y sobre todo por el aparato del Estado que en todo momento intentó cooptarlas, transformarlas en asociaciones de buenos vecinos adheridos a los CGP. Así es que hoy sólo sobreviven aquellas que se vincularon fuertemente con las organizaciones piqueteras.

Por su parte, la heterogeneidad del movimiento piquetero —el sector, por muy lejos, con mayor poder de convocatoria de masas— no pudo todavía ofrecer una perspectiva clara de dirección política. Por supuesto, ése es un proceso de construcción que avanza a marcha plena en las Asambleas Nacionales de Trabajadores, y la presencia de nuestro partido y del Polo Obrero debe ser determinante en su desarrollo.

Por último, el señor Verbitsky llama "vandorismo rojo" (?) al Bloque Piquetero Nacional. Como en toda su larguísima nota, el escriba de la Ford no explica ni desarrolla sus insultos, sólo los eructa y los deja ahí, emporcando el papel. En ese sentido, sólo recordaremos que la de Vandor fue una dirección traidora al movimiento obrero, que rompió la CGT para sostener su colaboracionismo de clases y llegó al extremo de anudar un acuerdo con la dictadura de Onganía. El Bloque Piquetero, en cambio, es una dirección clasista, la que no da tregua, la que lucha para que los trabajadores gobiernen la Argentina.

En definitiva, toda la política burguesa en la Argentina tiene por objetivo romper la alianza de clases explotadas entre trabajadores ocupados y desocupados, entre piqueteros y pequeña burguesía urbana. La trampa electoral es, en ese punto, un éxito momentáneo de los explotadores. No debería apresurar su alegría el escribiente de la Ford.

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verbitsky es un hijo de puta
Por asambleista - Friday, May. 16, 2003 at 11:37 AM

Pero el que hizo este articulo del PO tambien. Mi asamblea no depende de la ANT como el famoso Bloque Piquete y Cacerola que su fue a hacer su discursito aparte el 1º de Mayo en vez de suscribir a un documento unitario de asambleas.
La unidad debe existir pero sin hegemonismos.

Ademas no reconoce que si hubo aparateos en las asambleas por parte de los partiditos de izquierda, en algunos casos es tan obvio que directamente esta la bandera del Polo Obrero en algunas y de IU en otras.

Vayanse a la mierda.

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BASTA!!
Por mARIO - Friday, May. 16, 2003 at 8:48 PM

pIQUETE Y cACEROLA, EL BRAZO DEL PO, EN LAS ASAMBLEAS.
BASTA!!!!
QUEDENSE CON SU 0.4 % Y DEJENSE DE JODER.
ASAMBLEA DE CONGRESO Y LEZAMA.... SAQUENSE LA CARETA Y ASUMANSE DE SU PARTIDO, MILITEN EN EL PO PERO RESPETEN EL DERECHO DE OTRAS ASAMBLEAS A NO ESTAR EN EL PO.

GRACIAS A TODOS.

MARIO

PD, MARTIN, MUY BUENO EL PRIMER ARTICULO, ESTA CLARO.

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OTRO APORTE AL DEBATE
Por MARTIN - Tuesday, May. 20, 2003 at 1:18 AM

¿Todo termina?

Mentira.

Pero, nos guste o no las asambleas populares mueren de a poco de inanición. Y lo hacen desde la cantidad de gente que las integra hasta la calidad de gente que queda cerrando sus filas y desviándolas hacia el mas puro servilismo con el estado, representado, en Capital Federal con el Centro de Gestión y Participación y otras instituciones oficiales como pueden ser centros culturales o asociaciones vecinales truchas dependientes de los CGP, que no son otra cosa que un desarrollo más en la burocracia del estado. Los tentáculos de la legislatura en cada uno de los barrios de la capital, por lo tanto, fueron la herramienta del estado capitalino por excelencia a la hora de controlar las asambleas barriales.
Estas, también debieron luchar contra otro elemento altamente peligroso: el egoísmo de la mayoría de la clase media encarnado en varias individualidades, la mayoría con un pasado radical o peronista, que se encargaron de ponerle un freno a la gente que quiso infundirle a las asambleas un carácter realmente contestatario o revolucionario.
Cual sería el caballo de batalla de estos vecinos para liberar a las asambleas de una ideología de izquierda, para ellos, el verdadero demonio?
Unas de las tácticas, una de las mas sutiles, fue levantar la bandera de la novedad atribuyendo a las asambleas un carácter singular y novedoso y , por ende, imposible de repetir y atender al léxico y los métodos de algo tan viejo y atrasado como el Marxismo, que por supuesto ya no tiene ninguna respuesta que dar a esta sociedad.
Por supuesto, estos sofismas descabellados fueron proferidos por estos vecinos perspicaces frente a muchos otros vecinos mas inocentes que podrían haberse inclinado hacia la izquierda desde su militancia asamblearia. En este sentido el vecino peronista, que participo de las asambleas tomándolas como las células para la reconstrucción o “refundación” de la nueva argentina ya en manos nuevamente del PJ luego de la caída de De la Rua, digo, este vecino actuó como freno para la izquierda dentro del imaginario de clase media, así como históricamente, a grandes rasgos, actuaron como freno para el comunismo dentro del conjunto de una sociedad quebrada.
Luego vino la denotación de las ideologías en nombre de la libertad y la pluralidad de las asambleas. Esto era, rechazaban un delineamiento ideológico solo cuando este tomaba tintes de izquierda. ¿Cómo hicieron esto? Utilizando otro caballo de batalla: despertando el odio ciego hacia los partidos políticos, para ellos representados únicamente en los partidos de izquierda, los únicos que se dejaron ver por las asambleas. ¿Qué sucedió con los otros partidos? No fueron vistos como tales por las asambleas, así , había que rechazar a los partidos pero se estimulaba la participación con el estado y los CGP, separándolos a estos de todo tinte partidario. Esta postura mucho mas cómoda que la de ponerse al sistema capitalista, responsable del desastre económico y político en contra, prendió considerablemente en la mente de la mayoría de las asambleas, siendo acompañado esto por un amenguamiento de las apremiantes limitaciones económicas que habían prendido una de las mechas del movimiento de diciembre de 2001 en el ceno de la clase media.
Las mismas personas se negaron también a trabajar con la clase baja, inclinando las acciones para fines que únicamente obtuvieran conquistas para sus propios intereses dado que “nosotros no podemos hacer caridad con la gente”, detrás de este tipo de frases se ocultaba el no querer darle un carácter clasista diferente al grupo, atendiendo a las necesidades de aquellos que podrían acompañar un verdadero cambio para la sociedad hasta el final, esa clase que ellos llaman “Los más necesitados”, pero con los cuales muchas asambleas se rehusaron a trabajar.
El control de los vecinos “cómodos” fue ejercido en varias asambleas logrando que estos espacios finalmente terminen en clubes barriales absolutamente inocuos inclinados mas a la beneficencia que a la lucha política contra este sistema. Estos grupos, hoy por hoy, parecen tener un único enemigo: la izquierda, actuando sin embargo en conjunto con los gobiernos oficiales de forma absolutamente despreocupada. El estado alienta a las asambleas que adoptaron un carácter netamente punteril, por ejemplo, manteniendo comedores, u ollas populares absolutamente despolitizadas. No trabajan en contra del sistema, sino que le son funcionales, y es por esto que el estado las provee de todo lo que necesitan. Muchas asambleas atadas a los CGP se han convertido en punteras radicales, sean conscientes de esto o no todos los vecinos en su conjunto
En ultima instancia, muchas asambleas terminaron ligadas al estado y a los mismos que hace poco mas de un año “se tenían que ir”, el individualismo y los intereses de una clase se impusieron definitivamente acabando de encontrar un canal apropiado para manifestarse en estas elecciones que arrojaron resultados catastróficos y preocupantes para quienes se encargan verdaderamente de mantener el espíritu de rebelión del 19 y 20. Hoy por hoy, las asambleas “autonomas” se autoproclaman así por ser independientes de la izquierda, pero no por serlo del estado o los gobiernos oficiales.
En el imaginario de la clase media aún esta presente la sensación de que aun puede seguir lleno de la mano de este sistema hacia un futuro lleno de comodidades, seguridad y pos u puesto despejado de “zurdos”.


PD: Como participe del movimiento asambleario sostengo que las asambleas no están debilitadas “por culpa de los aparatos de izquierda” como sostienen muchos vecinos reaccionarios. Esto se dice para desentenderse de los problemas del espacio, es decir para delegar las culpas a otros. Las asambleas se destruyeron desde adentro, por lo que arriba he descrito, donde la cuestión de clase y sus intereses jugaron un papel fundamental. La clase media y media alta no hubiese podido nunca sostener una lucha verdadera contra un sistema que, en última instancia, las contiene.

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Bien Martincho!!
Por fLOR - Monday, Jun. 30, 2003 at 11:33 PM

MARTIN EXCELENTE TU ARTICULO, AUNQUE NO TODO ESTA PERDIDO POR EL BARRIO DE FLORESTA!!!!

sALUDOS.

fLOR

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