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¿Porqué y cómo pelean las mujeres ... ?
por Alegria •
Friday, May. 23, 2003 at 6:31 PM
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¿Porqué y cómo pelean las mujeres ... ?, por Alegria
Estudio de investigación.
Lo escrito a continuación constituye un estudio serio y objetivo sobre las causas y sus consecuencias de las peleas de mujeres en sus distintas formas. En él se abordan temas absolutamente reales sin ninguna intención de incursionar en el erotismo. Salvo indicación contraria los hechos que se describen ocurrieron en Sudamérica sin mencionar país alguno. Mujeres en el ring.
Desde el siglo XVIII en Inglaterra y en los EE.UU. existieron auténticos encuentros de lucha, donde las protagonistas eran atléticas mujeres. Esos espectáculos aunque esporádicos ya eran conocidos en la antigüedad en otras culturas. Hoy en día, en más de 60 naciones se admite deportivamente que el "sexo débil" participe en boxeo y lucha libre. Existen al respecto diversas organizaciones mundiales que las aglutinan profesionalmente. Es más, para los Juegos Olímpicos del año 2004, el boxeo femenino será disciplina olímpica y otro tanto podría ocurrir con la lucha. Actualmente en los gimnasios de las grandes ciudades, el boxeo femenino es una realidad y es asombrosa la cantidad de damas que lo practican. Tal vez porque sea la forma habitual que las mujeres tienen para batirse, la lucha femenina siempre fue un deporte admirado por ellas. Por esta circunstancia, no es casual que en determinadas universidades de los EE.UU. y Europa, existan equipos oficiales de jóvenes luchadoras que compiten con establecimientos estudiantiles de otros países. Constituyen entrenamientos y campeonatos muy importantes que llenan de excitación a los espectadores. Animadas por el desarrollo mundial que tienen los deportes de acción para mujeres, cada año que transcurre cada vez son más las latinas que gustosas suben a un ring para entrenarse en alguna disciplina de este tipo. Todas mencionan que es una buena manera de descargar tensiones y aprender a defenderse. Algunas, como las fisiculturistas les atrae particularmente medir sus músculos en una lucha y lo hacen por puro espíritu deportivo. Pero otras, conocedoras que la lucha femenina es el "deporte más sexy que existe", compiten sólo para ser admiradas por el público masculino. Ursula (28), una profesora de gimnasia relató que, en algunos gimnasios ciertas mujeres se suelen enfrentar en lucha amateur sólo para demostrar su femineidad y ser admiradas por algunos varones. Saben que a sus novios o maridos les agrada ver como ellas vapulean sobre una colchoneta a una oponente y gustosas buscan y desafían a una rival. Pero no siempre todo ocurre como lo planeado y en ciertas ocasiones alguna de ellas sufre una contundente derrota delante de su hombre. Por razones fáciles de entender, eso le produce un significativo placer a la vencedora. Las rivalidades entre mujeres suele ser el motivo principal de desacuerdos. Pero no siempre finalizan en una riña feroz y sangrienta. Actualmente, es muy común que dos damas jóvenes previo desafío, se encuentren en un gimnasio para dirimir sus diferencias personales. Estos enfrentamientos deportivos en un 50% ponen punto final a los desacuerdos entre mujeres. De ahí su creciente popularidad entre las damas de cierto carácter. Según investigaciones, estos duelos de "violencia limitada", suelen ocurrir con mayor frecuencia: entre estudiantes, secretarias, empleadas, etc. con fuerte inclinación deportista. En ese sentido entre otras, quienes más son propensas son las tenistas, futbolistas y las patinadoras de velocidad. Incluso en algunos ejércitos donde existen mujeres soldados, se permiten los "arreglos personales" en un match de boxeo. En lo que respecta a bailarinas y hermosas modelos, por su especial psicología prefieren batirse en la clásica "riña de gatas". Los motivos suelen ser siempre los mismos y se relacionan con rivalidades, envidias y celos. Incluso se ven potenciados cuando se enfrenta una rubia con una morena. Por una razón genética, existe un 70% más de posibilidades que la vencedora sea la de piel más oscura. Esto último ocasiona no pocos desafíos por una simple cuestión de competencia. Debido a los patrones culturales actuales, y mientras duren las acciones, no se permite el ingreso de ningún hombre a ese lugar. Normalmente el duelo sólo es presenciado por un público exclusivamente femenino ansioso de ver el final. En esos eventos sólo se busca derrotar físicamente a la adversaria sin producirle lesiones. El objetivo buscado sólo es solucionar un problema de "mujer a mujer", haciéndole comprender a la vencida lo que le podría ocurrir en caso de una pelea real sin reglas deportivas. Existen diversas formas de combate, pero normalmente las más habituales que se eligen son la lucha y el boxeo amateur. Cuando las dos deciden enfrentarse en una lucha amateur, las acciones terminan sólo cuando una de ellas es obligada a rendirse en forma verbal. Pero si deben cruzar guantes, el match finaliza cuando la vencida no puede volver a ponerse de pie. En ambos casos se busca que no queden dudas sobre quien fue la vencedora. Como está en juego el prestigio personal de cada una de las protagonistas, las acciones son muy dinámicas y de gran determinación, hasta que finalmente una de las rivales es inevitablemente vencida. El placer que experimenta la vencedora luego de derrotar físicamente a su rival y de imponer sus condiciones es indescriptible. Constituye una natural expresión de alegría de hembra ganadora. Esta forma práctica de definir un pleito entre damas, es un fenómeno de la época generalizado y muy positivo de las que son partidarias muchas jóvenes mujeres debido a que evita una "riña de gatas" con heridas y serios hematomas. Normalmente, todos los desafíos son aceptados cuando existe un lugar apropiado y discreto para llevar a acabo la pelea. El hecho que no se conozcan muchos de estos ajustes de cuentas, se debe a que la mayoría de las veces ocurren en lugares vedados a la presencia masculina y no existe interés entre las mujeres en comentar estos hechos. Una de las razones puede ser por pudor y otras para que no se descubra el mito del "sexo débil" que muchos varones creen para beneficio de ellas.
"Filosofía de una riña femenina"
Las salvajes peleas, son un hecho más común de lo que habitualmente se cree. El particular espíritu femenino con una elevada dosis de competencia, vanidad y celos, contribuye a que esto sea posible. Por ello, es muy conocido que la convivencia de grandes grupos de mujeres tiene serias complicaciones y por lo general quien aspire a vivir tranquila sin interferencias, deberá demostrar entre otras virtudes, que sabe manejar muy bien sus puños. Según cuenta la historia, desde la época de las amazonas guerreas, hasta nuestros días las mujeres se han batido entre ellas por distintos motivos que nunca variaron a través de los tiempos. Es decir, pelearon por envidias, celos, por razones de convivencia, por motivos laborales, por un liderazgo y también por dinero. La tendencia indica que al incursionar en trabajos antes realizados por varones, estos enfrentamientos serán cada vez más comunes, de hecho ya lo son. Entre otros motivos, es debido a que existe una menor tolerancia personal entre mujeres que entre los hombres. Es necesario aclarar que es un error pensar que estas riñas sólo ocurren con mujerzuelas ordinarias. En la nobleza y en la alta sociedad de todas las épocas hasta la actualidad, existieron feroces peleas que no suelen conocerse por el ámbito privado en que ocurren. De conformidad a la información obtenida, intentaremos penetrar en lo más oculto del pensamiento femenino para describir lo que ellas piensan de una "riña de gatas". La mayoría de los hombres desconoce los principios doctrinarios de una riña de mujeres y erróneamente le adjudican un mínimo significado con alguna dosis erótica. ¡Nada más equivocado...!! Una pelea entre dos mujeres a "mano limpia" y sin reglas, es una auténtica expresión de violencia entre damas de todas las razas y culturas. Es un acontecimiento muy serio que no debe subestimarse. Su principal característica estriba en que las adversarias ruedan en un salvaje "cuerpo a cuerpo" con las piernas entrelazadas, tratando mutuamente de ponerse de espaldas. Todo está permitido para ganar; arañazos, mordidas, y golpes sucios. Los principales blancos para atacar son los cabellos y sus intimidades. Los gemidos de dolor y gritos de furia son una constante hasta el final de la lucha. De no haber interferencias, el duelo concluye irremediablemente con la capitulación y la "humillación física" de la vencida. Todo ello representa la natural forma que tienen para batirse y es muy legal entre ellas.
"Tácticas feroces"
Como se dijo, las riñas femeninas se caracterizan porque en un alto porcentaje los blancos atacados son aquellos puntos más sensibles de la anatomía de una mujer. Todas conocen que un golpe al sexo produce un dolor irresistible que incapacita a la rival para continuar con la lucha. Por ello, en el 99% de los casos, las rodillas y los pies siempre son usados para golpear la vulva enemiga. No es un blanco muy difícil de lograr si se tiene en cuenta que las mujeres pelean con las piernas muy separadas. Cierta vez por una mala maniobra de sus autos, dos damas discutieron acaloradamente en el interior de un garaje. Una de ellas sin dejar de hablar ni mirar a los ojos de su oponente levantó rápidamente su rodilla derecha. La acción sorprendió a su antagonista y la rodilla atacante se deslizó entre las piernas sin oposición hasta golpear la zona sexual. La víctima cayó K.O. La agresora entonces aprovechó para destrozarle el vestido y luego se retiró airosa sin haber perdido un solo cabello. La mujer golpeada se llamaba Laura (25), era amiga del autor de este estudio y necesitó más de 5 minutos para volver a caminar. Por su anatomía las piernas femeninas son muy fuertes, de excelente musculatura y eficientes para golpear o aprisionar. Muchas victorias fueron obtenidas gracias al buen empleo de esas extremidades cuando atenazaron fuertemente la cabeza o el estómago de la víctima que debió rendirse. Los puños son usados para golpear los pechos y el rostro que también incapacitan a la rival. Cuando esos sitios son alcanzados en forma contundente el resultado es espectacular, la víctima cae derribada y queda inmovilizada por el dolor. Como se relató, existen mujeres muy hábiles que pueden en menos de un segundo aplicar alguno de estos letales golpes ganando antes de empezar. Las peleas a puñetazos no son muy comunes pero cuando ocurren siempre terminan con el K.O. de una de ellas. Generalmente involucran a mujeres de fuerte personalidad deportiva, pero ninguna descarta golpear los pechos o patear la vulva de la adversaria para ganar rápidamente. Casi no existe una "riña de gatas" sin que ambas mujeres no se arranquen gruesos mechones de cabellos. Incluso espesos mechones de vellos íntimos. Esa táctica muy dolorosa, sólo anima el combate irritando a las protagonistas pero no lo define. Todas las mujeres saben usar muy bien sus uñas. En ese aspecto es muy conocido entre ellas que, marcar el rostro de la enemiga indica que hubo un duelo y constituye un "recuerdo" imborrable de quien lo hizo. Por otra parte ninguna mujer ignora que una uña que llegue a la vagina o al delicado clítoris de la enemiga, ocasiona un terrible dolor paralizante varias veces superior a cualquier golpe que deja a la víctima indefensa en posición fetal. Este último caso significa el inmediato fin del combate. También ocasiona la momentánea incapacidad sexual de la víctima. Perder la riña de esta manera tiene por sí solo terribles connotaciones psicológicas a posterior y constituye un castigo adicional. Por ello es una manera muy popular de combatir, aún entre las muy jóvenes. Cuando las vestimentas livianas de las mujeres lo permiten, es muy común ver durante la lucha, el empeño feroz que ponen para llegar con una uña al sexo de la adversaria. Es muy notorio en sus rostros una mezcla de desesperación, terror y gozo por lo que hacen. Simultáneamente sus gritos pre anuncian sus ataques y las defensas cada vez que sus manos se sumergen bajo las faldas. Entonces, con sorprendente habilidad encorvan un dedo que, desplazando ropas íntimas trata de introducir su afilada uña en la profundidad de la vagina enemiga. De lograrse el objetivo extraen ese dedo en forma de anzuelo procurando el mayor de los daños. Un alarido de dolor suele indicar el fin del combate. Este "duelo de uñas" donde cada una pone su mejor empeño, excita sobremanera a todas las damas presentes que lo observan y es adrenalina pura para ellas. Polvorientos relatos de la antigüedad describen como algunas riñas femeninas terminaban de la manera descripta. Es sin duda una táctica tan antigua como eficaz para vencer en un duelo. No es extraño entonces que, antes de una riña las rivales vistan pantalones para protección. Sin temor a equivocarnos podemos afirmar que todas las mujeres (aún las más ingenuas), nacen con un instinto feroz para la lucha que permanece oculto hasta el momento que se ven involucradas en una pelea. Ninguna ignora estas tácticas y muchas descubren sorprendidas esta condición innata luego de una salvaje "pelea de gatas" con una oponente. También saben que la vencedora, a través de un feroz castigo logrará la capitulación, y luego se sentará triunfante en el rostro de la vencida para hacerle "pagar muy caro" su derrota. Al final de la riña, apoyar sexo desnudo en la cara de la vencida produce un placer indescriptible tanto en la ganadora como en las demás mujeres que lo presencian. Es uno de los actos que indica la superioridad sin discusión de una sobre otra. En esa posición de fuerza, la vencedora puede permanecer inmóvil apoyando su espeso Monte de Venus en la cara de su víctima. Lo hará por varios minutos para avergonzarla con su aroma y su humedad. Constituye en sí mismo un concepto muy femenino y ocurre en el 80% de los finales. Por esta particular circunstancia protagonistas y espectadoras no admiten que nadie interrumpa el duelo. También es muy habitual que dos damas antes de iniciar una pelea se amenacen con obligar a la otra a "lamerle su sexo". Es lo acostumbrado, aún entre mujeres de elevada educación y fina cultura. Casi no existe riña alguna que no comience con un picante intercambio verbal como el relatado y gestos obscenos. Ninguna mujer tolera esa ofensa y la pelea comienza de inmediato. Una vez terminado el combate y si no hay interferencias, la vencedora lo lleva inexorablemente a la práctica. Constituye la tradicional y feroz humillación física que usan para destruir el orgullo femenino de la rival. Como se comprenderá indica la supremacía física de una de ellas y produce efectos desbastadores para la mente de la víctima. El primer paso que ellas emplean es paralizar a la adversaria con un fuerte dolor, luego se sientan en su cara y exigen con amenazas que ejecute ese acto. Según opiniones, esta es la humillación favorita y de duración más prolongada, en especial si existen otras mujeres observando. También ocurrieron casos muy severos donde la vencida debió lamer el clítoris de la rival hasta producirle un orgasmo. El shock emocional por la humillación vivida es inevitable y el colapso mental suele durar muchos años. La víctima nunca podrá olvidar que debió lamer los jugos vaginales de su odiada enemiga y su nariz forzada a respirar esa íntima atmósfera. Desde los remotos orígenes de la humanidad hasta nuestros días, conforma una suerte de dominio absoluto de una de las rivales y es interpretado entre mujeres como el reconocimiento de la vencida a la pérdida de todos sus derechos, incluso la entrega de su hombre a una hembra superior. Se sabe de otros finales menos dramáticos, cuando la derrotada fue forzada "de mujer a mujer" a lamer los pezones de la vencedora en señal de sometimiento y aceptación de todas las condiciones. En las reuniones sociales (bailes, etc), donde las protagonistas visten ropas muy livianas, el bochorno favorito suele ser cuando la ganadora luego de una breve pelea, arranca el vestido de la oponente y la deja prácticamente desnuda delante del público que se divierte con el espectáculo. En todas las "riñas de gatas" ambas mujeres terminan con las ropas destrozadas, pero quien es vencida puede quedar desnuda. Fácil es imaginar la desesperación para volver a su casa de quien queda despojada de sus ropas y el placer que ello causa a la vencedora.
Pensamientos secretos.
Para que este estudio tenga valor real se consultó a un determinado grupo de mujeres de diversa educación y con experiencia en "riñas de gatas" respondiendo de la siguiente manera: Normalmente ellas prefieren hablar de estos temas sólo con mujeres, pero quienes se aventuraron a conversar coincidieron que es muy natural que dos damas de fuerte carácter resuelvan sus diferencias en una pelea a "mano limpia". Esta violencia ocurre sólo en algunos ambientes propicios. Algunas aprendieron a pelear desde niñas y en ciertos casos sus madres les enseñaron todos los trucos de una riña femenina. Curiosamente todas gustan batirse en privado y con exclusiva presencia de mujeres. Una bailarina llamada Gloria (25), que colaboró ampliamente relatando historias, mencionó que los varones no suelen darse cuenta cuando dos mujeres enemistadas intercambian frases irónicas incluso hasta desafíos. En determinados lugares públicos, una de las adversarias con disimulada ira suele "invitar amablemente" a la otra, para que la acompañe al baño de damas. Frases como: "pienso arreglarte el peinado", "te haré algunas modificaciones en tu maquillaje" y otras parecidas, por sí sólo constituye un desafío para un duelo a golpes. Normalmente pasa desapercibido para los varones, pero llena de inquietud al resto de las mujeres presentes que saben el significado de esas "atentas palabras". Aunque no se aclare, si ambas concurren al baño, debe interpretarse que el duelo fue aceptado. Universalmente, es el lugar predilecto para batirse por las mujeres, porque a ese sitio no ingresan los hombres. Normalmente quien se retira primero de ese lugar es la vencedora; se sobre entiende que su rival quedó K.O. Aquellas que habían tenido alguna experiencia en riñas, demostraron estar satisfechas con haberse batido con otra mujer. Gloria, mostró sus cicatrices con orgullo que atribuyó a rivales vencidas y dijo que entre las mujeres de cabaret, las cicatrices otorgan respeto. Son muy pocas las que admitieron haber sido derrotadas y fue evidente que algunas mintieron. La violencia feroz y pelear sucio (todo vale), es instintivo y aumenta considerablemente cuando existen otras mujeres observando. La mayoría confesó que la táctica favorita para ganar rápidamente es aplicar por sorpresa un fuerte rodillazo en la entre piernas de la enemiga. Según las ropas que usen, no descartan usar sus uñas para derrotar y arruinarle la vida sexual a la adversaria. Es conocido que, por la particular forma que tienen las mujeres para batirse entre ellas, la escena contiene un elevado condimento erótico para los espectadores, pero no para las combatientes. Lo positivo de estos duelos es que la vencedora siempre impone sus puntos de vistas y el problema queda resuelto. Normalmente aquella que perdió y fue "humillada físicamente", queda tan escarmentada que no suele pedir ninguna revancha y desaparece de la zona. Son muy raros los casos en que la vencida pide una revancha, pero no se descarta que pueda ocurrir en sitios de convivencia forzosa como cárceles, hoteles, internados y aún entre vecinas. Para muchas mujeres, uno de los momentos más sublimes se alcanza cuando la vencedora se sienta en el estómago de su enemiga y la inmoviliza apretando con sus rodillas los brazos de la vencida. Es el clásico "puesta de espalda" que todas esperan ver. Un par de puñetazos aplicados a los pechos en rápida sucesión hará que la víctima implore clemencia y se rinda incondicionalmente. Normalmente quien haya ganado, no suelta a la impotente adversaria hasta no haber disfrutado lo suficiente mirándola cara a cara y haciéndole notar su derrota. En esa incómoda posición, no es extraño que la vencida reconozca punto por punto los caprichos que se le impongan. Entonces es muy natural que la ganadora despoje de todos los derechos en disputa a su rival y el problema queda resuelto "de mujer a mujer". Ello también es aceptado universalmente como válido entre mujeres, y representa un genuino derecho que los hombres deben respetar. Según lo investigado. Las mujeres de todas las razas y de los más diversos niveles sociales, no descartan hacerle pasar a la vencida un "inolvidable" final como los que se relatan. Ellas no admiten la terminación de una pelea sin una experiencia indigna para la derrotada. Es decir, la vencida deber quedar destruida física y psíquicamente. Vencer y denigrar a la rival produce un indescriptible placer fácilmente entendible. Esto último es un secreto pensamiento común en todas las mujeres y constituye la esencia misma de una pelea femenina. A decir por una experimentada amiga española: "Es Ley entre mujeres, que quien pierde una pelea se convierte en esclava de la vencedora...". Por lo general los hombres no entienden el terrible significado de las dominaciones indignas que se mencionaron y creen ingenuamente que se trata de una escena erótica. Por diferentes razones la mayoría de las mujeres prefiere batirse sin la presencia masculina, especialmente porque suelen interrumpir el combate. Pero en algunas ocasiones lo aceptan muy gustosas cuando la pelea es por el amor de un varón que dos rivales se disputan. El objetivo buscado entonces, es que él compruebe sin intervenir, cómo combaten ferozmente dos mujeres por pasión y quien es la mejor de las dos en esa lucha. En tales eventos suele ser habitual que ambas se desafíen para pelear sin ropas. "A lo hembra", como dicen entre ellas. Constituye un concepto muy femenino para probar el valor de la oponente y se estila en casos como el relatado para impresionar al varón que las observa. Como se comprenderá, el combate adquiere dimensiones de gran dramatismo porque está en juego la supremacía sexual de una de ellas y existe mucho amor propio para ganar. Por ello, la total "humillación" de la derrotada en presencia de ese hombre es un hecho inevitable que ambas se proponen de ante mano. Este es un concepto de orgullo muy femenino que casi todas las damas comparten en secreto. Las riñas entre mujeres desnudas son muy peligrosas porque todas dominan el arte del "duelo de uñas". Las acciones se desarrollan con gran salvajismo tratando de atacar las partes más vulnerables de la anatomía femenina que ellas exponen libremente. Por lo general ambas terminan muy lesionadas y deben recibir atención médica. Pero la vencida sufre heridas de todo tipo en especial en sus pechos y en la vagina que la incapacitaran por largas semanas en sus relaciones sexuales. Esto último produce una gran satisfacción a quien lo hizo, debido al daño psicofísico que representa. Inevitablemente la rival dominada, luego aceptar su derrota es forzada por largo tiempo a lamer el clítoris y los jugos de su vencedora. Este "ritual" ocurre por simple instinto para destruir los deseos de conquista de la hembra derrotada. Constituye el triunfo de una vagina sobre otra por el semen de un hombre. No existe otra explicación. Por ello una pelea de mujeres por el amor de un varón, lejos de ser anormal, ¡es un fenómeno muy femenino y natural.! La víctima normalmente queda en estado de shock y no es nada raro que luego deba ser hospitalizada y asistida por una psicóloga. En casi todos los casos la que gana, se convierte en la amante de ese hombre. Esto último es parte natural de la psicología femenina y puede emerger en estos casos. Los duelos entre dos mujeres desnudas no son un acontecimiento común, pero suelen ocurrir en circunstancias especiales. El más espectacular, fue relatado por una experimentada carcelera llamada Mabel, que también colaboró para este estudio. Ocurrió en el baño de las duchas de una prisión de mujeres. El pleito fue entre una rubia y una morena que, por rencores anteriores se habían desafiado para definir quien era "la mejor hembra para pelear". Las dos eran muy fuertes, y ninguna superaba los 60 Kg,/30 años. Al día siguiente, en forma ocasional se encontraron en dicho lugar y completamente mojadas lucharon ferozmente bajo las lluvias empleando todas las "artes femeninas" para ganar. Los gritos de dolor y las características de la riña excitaron a una docena de mujeres que deseaban ver el final. Ambas contendientes sufrieron diversas heridas y hematomas. Todo terminó 8 minutos después, cuando la morena se sentó en el estómago de su enemiga y tomándola de los cabellos le golpeó la cabeza contra el suelo hasta dejarla aturdida. Para bullicio de las demás prisioneras, la rubia capituló y debió reconocer a su enemiga como la ganadora. Completamente inmovilizada por la morena y bajo feroces amenazas de arañarle el sexo fue obligada a lamerle los pechos. Por largo tiempo su boca chupó alternativamente los duros y oscuros pezones de la vencedora hasta su completa satisfacción. ¡Ya no hubo dudas sobre quien era la mejor hembra para pelear!. La misma guardiana relató diversas historias que no se documentan por falta de espacio. En otras ocasiones, "quitarle" el novio o el marido a otra mujer constituye un antiguo juego de natural competencia que produce alegría a quien lo hizo. Pero si luego reafirma sus derechos ganando una riña, la complacencia se convierte en euforia de hembra triunfadora. Para algunas psicologías femeninas es muy satisfactorio quedarse con el hombre de una rival luego de vencerla en una pelea de "igual a igual". Aunque con un motivo diferente, entre mujeres casadas se suelen batir con entusiasmo en presencia de su hombre, simplemente para gratificarlo tratando de demostrar su valentía y superioridad física sobre otra mujer que desprecian por diferentes motivos. Generalmente estas riñas ocurren en los "barrios bajos" entre vecinas enemistadas. La soberbia de las rivales no suele tener límites y los desafíos son para pelear delante sus maridos. Por prestigio ninguna rehusa la pelea que adquiere características de duelo formal para definir en privado "quién es la más hembra". Impresiona los arreglos previos que realizan, donde piden a sus hombres que no intervengan para separarlas. De existir espectadores presentes, especialmente otras mujeres, no hay piedad para la vencida y esta es "humillada" inexorablemente.
Peleas por dinero
Aunque no se tienen referencias precisas, se sabe que en algunas culturas de la edad media y aún más atrás, eran habituales las peleas de mujeres por apuestas y simple diversión popular. Determinadas historias sobre la famosa isla de la Tortuga, relatan que periódicamente se provocaban desafíos y feroces riñas entre la amante de algún pirata contra alguna hermosa mujer cautiva. Los celos y el desprecio de las dos mujeres obraban como detonante. La pelea era pública y los espectadores apostaban objetos de valor o monedas de oro. Las antagonistas valientemente se enfrentaban con los pechos desnudos en un verdadero "duelo de hembras" que finalizaban con la victoria sin discusión de una de ellas. Invariablemente para bullicio del publico, la vencedora se sentaba en el rostro de su rival y la humillaba a voluntad intensamente con su sexo. Escritos de época señalaban que esos espectáculos eran muy populares en esa población. Generalmente se realizaban toda vez que en el grupo existían mujeres dispuestas a demostrar su valor para gratificar a un líder y ganar alguna joya. Invariablemente la vencedora se convertía la nueva amante del jefe. Curiosamente aún en día, persisten los duelos de mujeres en comunidades de bandoleros, pandilleros y marginales, por las mismas motivaciones que se relataron para la Isla de la Tortuga. En los siglos venideros y especialmente en regiones de habla inglesa ya eran conocidas las peleas femeninas por dinero o algo equivalente. Recientemente una revista inglesa publicó, que en el año 1761, en la localidad de Lichfield (Inglaterra). Se realizó una pública pelea de boxeo por dinero entre dos jóvenes mujeres. El enfrentamiento fue sin guantes, con los pechos descubiertos y con breves faldas. El combate tal vez duró unos 25 minutos con la victoria por K.O. de una de ellas. Con el correr del tiempo, en forma pública o privada estos combates por dinero continuaron desarrollándose en diversos países hasta la actualidad. En ese sentido, desde la década de 1930 son famosas las luchas de mujeres en los rings de los cabarets de Alemania. Por avisos en revistas, se sabe que en N.York, Londres y Viena, existen algunos clubs privados donde periódicamente los socios pueden presenciar auténticos enfrentamientos de lucha y box femenino. Las antagonistas son muy atractivas y normalmente las acciones son con el busto descubierto. Como las riñas de mujeres es un negocio, ellas cruzaron todos los límites hasta llegar a las peleas clandestinas por dinero. Ultimamente, en lugares ocultos de ciertas naciones se organizan salvajes torneos "catfights" (riñas de gatas). Sitios tan insólitos como la bodega de un gran barco, una isla privada o el sótano de un edificio abandonado fueron elegidos para estos eventos. A falta de un ring, se acondiciona un terreno blando para los duelos. En ellos no existe reglamento ni árbitro alguno y todo es lícito para vencer sin límite de tiempo. Aunque existen diversas variantes para apostar, las tres más comunes son: 1) A quien logre hacer sangrar primero a la oponente. 2) A quien gane el duelo. 3) A quien "humille físicamente" a la rival. Obviamente las tres alternativas son puntos que también acumulan las duelistas. Un juez es el depositario de las apuestas. Las damas generalmente visten minúsculas bikinis que nada ocultan y siempre exhiben sus pechos descubiertos. Pero cuando la pelea es por el título suelen enfrentarse desnudas y la vencida debe ser "humillada". En los torneos importantes se pueden presentar más de 6 aspirantes al premio. Ninguna supera los 70 Kg. y todas son luchadoras experimentadas, algunas invictas después de muchas riñas. A una señal, las adversarias evidencian toda su ferocidad en una lucha de características muy femenina. Nadie interviene hasta que a una de ellas queda definitivamente fuera de combate. Las combatientes van siendo eliminadas en rondas sucesivas, hasta que quedan dos finalistas. De este último combate emerge una indiscutida campeona que luego de vencer, se sienta en el rostro de la vencida y tradicionalmente la denigra con su sexo. Naturalmente siempre alguna mujer queda hospitalizada. También en esos sitios se realizan peleas clandestinas de boxeo y kickbox femenino, donde el combate sólo termina con el K.O. de una de las rivales (no se admite otro final). Según noticias sin confirmar, en Tahilandia y en otros países asiáticos existirían "escuelas catfights" para aquellas mujeres que deseen aprender este arte. Las egresadas lucen llamativos tatuajes que las identifican como peleadoras callejeras y no son pocas las que muestran con orgullo sus cicatrices. Es obvio que todas las participantes de estos enfrentamientos son voluntarias de bajos recursos económicos en busca de fortuna. Incluso algunas poseen una llamativa y fina belleza. Las fuertes apuestas que se realizan hacen que estos espectáculos adquieran popularidad en determinadas sociedades y sean redituables. Cierta vez en una elegante mansión de un país de habla inglesa, hubo una cena donde concurrieron con sus esposas hombres de negocios y otros importantes personajes. A media noche el dueño de casa sorprendió a los invitados que concurrieron al jardín. En ese momento presentó a dos atléticas mujeres de exótica belleza y anunció que pelearían en honor a la concurrencia. Aunque parezca insólito fueron las esposas quienes más festejaron la idea. Luego de anunciar el peso y las condiciones de cada una, se recibieron importantes apuestas. Las contendientes no se conocían entre sí y eran evidentes sus deseos de ganar. Habían untado sus cuerpos con aceite, exhibían sus pechos desnudos y sólo vestían minúsculas bikinis. Una música apropiada motivaba a los espectadores. A una señal y con fuego en sus ojos las rivales se enfrentaron en una salvaje "lucha de gatas". Durante 20 minutos pelearon y gimieron de dolor sobre el césped, hasta que todo terminó cuando una de ellas con precisos golpes fue puesta fuera de combate. Aunque cueste creer, las dos mujeres fueron contratadas a una empresa dedicada a estos eventos. Ellos filmaron la escena y luego retiraron a las duelistas. Las peleas de mujeres por dinero, no son un fenómeno nuevo y existieron desde la antigüedad. Necesariamente cuentan con el consentimiento de las damas protagonistas y siempre necesitaron del patrocinio de algún hombre cosa que sigue ocurriendo. Pero no son pocas las que se valen por sí mismas para organizar una pelea por dinero. Al igual que en nuestros días, cantinas, cabarets, y sitios ocultos fueron testigos de riñas femeninas por importantes apuestas. Desde hace 20 años existe una revista norteamericana que bien la podríamos llamar "de desafíos", donde más de 2.000 mujeres de distintas naciones publican sus deseos de pelear por dinero. Incluso maridos que promocionan a sus esposas con idénticos fines. En la actualidad por Internet aparecen desafíos abiertos que realizan ciertas mujeres para pelear por una suma considerable. Las contendientes estilan enfrentarse con los pechos desnudos y las disciplinas elegidas son: la lucha, el y boxeo. Pero también suelen leerse anuncios para batirse desnudas en una auténtica "riña de gatas". Esta forma de combatir tradicionalmente feroz, incluye la "humillación física" de la vencida y eleva el monto de los honorarios de quien gana. Todos esos duelos son estrictamente en privado, con un mínimo público en los que pueden estar sus hombres y filmar el combate. Se estima que en todo el planeta, podría haber varios miles de mujeres amateurs dispuestas a enfrentarse con otra por una buena apuesta. La hay de todos los niveles sociales, incluso de radiante belleza, solteras y casadas. Por ese motivo, un considerable número de ellas, viaja para cumplir con algún desafío importante que aspiran ganar. La mayoría son recién iniciadas, pero también existen peleadoras profesionales. En algunos países estos eventos son muy comunes y otros totalmente desconocidos, pero se calcula que mundialmente podría haber unos 200 enfrentamientos diarios. El dinero y el amor propio son fuertes motivadores y al término del combate no quedan dudas sobre quien fue la ganadora. La que aspire a ganar dinero de esta manera debe vencer como mínimo en el 70% de sus enfrentamientos. Pero algunas experimentadas atletas suelen ganar casi en un 90% de las veces. Por lo general una riña femenina no dura más de 6 minutos, pero se sabe de algunas que superaron la media hora. Esta investigación también pudo rescatar diversas historias donde, algunos maridos por una apuesta en dinero enfrentaron a sus jóvenes esposas en salvajes "riñas de gatas". Estos hechos también ocurrieron en siglos anteriores y las damas involucradas siempre lo aceptaron gustosas. Como se comprenderá, al término de la batalla todas perdieron gruesos mechones de cabellos, sufrieron arañazos, mordidas, hematomas y ataques íntimos. Naturalmente algunas necesitaron atención médica. Pero nunca vencedoras y derrotadas se arrepintieron de haber peleado y no descartaron volver hacerlo. No siempre los maridos enfrentaron a sus esposas en riñas feroces. Se sabe de hombres que proponen a sus mujeres a definir en una lucha quien era la más fuerte. Normalmente los desafíos son aceptados si hay antagonismo o algún incentivo para ello. Según noticias periodísticas, el verano anterior hubo un excitante y divertido "campeonato femenino de lucha amateur". Fue organizado en un campo nudista instalado en una playa solitaria y estaba abierto a quien quisiera ganar u$a 3000. El clima tropical y el ambiente especial contribuyeron al evento. Las reglas eran muy simples. Las competidoras lucharían desnudas, sin límite de tiempo hasta la capitulación de una de ellas. Las damas eran jóvenes y lucían como bellas "gatas de pelea". Todas con gran soberbia se dejaban fotografiar en poses muy insinuantes. Completamente desnudas y a modo de femineidad mostraban sin prejuicios sus músculos y la prominencia de sus selvas. Por sus gestos y comentarios era evidente una fuerte antipatía entre ellas y esto último animaba el evento. Dispuestas a ganar, durante dos noches las protagonistas se trenzaron en colosales luchas eliminatorias. Finalmente fue proclamada y muy aplaudida una campeona. No era para menos, había demostrado ser la mejor y su femineidad estaba muy alta. Es necesario aclarar que es un error generalizado pensar que las participantes de los deportes violentos, son gruesas mujeres carentes de todo atractivo y cultura. En la actualidad existen hermosas damas, femeninas 100% que dedican su tiempo a deportes de contacto físico. Las hay de todas las edades y algunas son universitarias. Sin dudas, con la llegada del siglo XXI, "el sexo débil" tendrá reservados nuevos roles muy parecidos a los masculinos. Tal vez una suerte de Coliseo Romano actualizado. ¡No hay nada nuevo bajo el sol...!!!
Prisión de mujeres
Las mujeres en prisión pierden con el tiempo la suavidad que las caracteriza y afloran sus instintos salvajes de supervivencia. Prácticamente no existe una mujer que, con algún tiempo en prisión no haya tenido una o varias riñas. Muchas pronto aprenden a defenderse por necesidad. Según estadísticas, son más violentas las prisiones de mujeres que las de varones. La razón es muy simple, la convivencia pacífica de grandes grupos femeninos es imposible. Ciertas prisiones de mujeres, son famosas en Sudamérica por su nivel de violencia. En algunas con exceso de reclusas, puede haber varias riñas semanales sin que ello importe mucho. Simplemente las autoridades dejan que resuelvan privadamente sus asuntos como "damas". En las cárceles la violencia constituye una forma de diversión adicional, por ello no sólo nadie interviene para evitarlas, sino por el contrario se las favorece. Lo insólito es que, en algunas circunstancias suele ser alentado y fiscalizado por las mismas guardianas, porque pueden estar interesadas en el resultado final. La mayoría de las veces, la pelea comienza por una simple cuestión de "territorio" o para establecer quien será la nueva líder. Pero en otros casos el desafío es simplemente para establecer quien es físicamente superior. Una suerte de demostración sobre quien es la mejor hembra para pelear. No existe piedad para la vencida y quien gana debe invariablemente humillar con su sexo a la enemiga. Ello le permite obtener la razón de sus derechos y un necesario respeto entre las demás prisioneras. Para Mabel, la guardiana que colaboró con su experiencia, nunca la ferocidad de una auténtica riña de dos reclusas fue reflejada en el cine. Pero no siempre en esos lugares son bien vistos las "peleas de gatas" Algunas piensan que son reacciones histéricas. Por ello, muchos de esos desafíos son para batirse con los puños y es una manera muy popular de combatir entre las prisioneras que desean definir valientemente un problema personal. Como se comprenderá, no existen reglas deportivas. El boxeo femenino con o sin guantes en las cárceles es el antecedente más remoto que se conozca de este deporte. En algunas prisiones, las carceleras para evitar una sangrienta "riña de gatas", permiten que las dos antagonistas crucen guantes en el gimnasio. Al no haber límite de tiempo, el duelo finaliza inevitablemente con el K.O de una de ellas. Obviamente quien gana impone sus condiciones y el problema queda solucionado. De hecho Mabel, fue testigo de esos duelos y para ella el "boxeo es el mejor y único sistema para que dos damas se pongan de acuerdo" sin lastimarse. En ciertas prisiones de los EE.UU. para canalizar la agresividad propia de las mujeres, se permite la lucha y el boxeo amateur para diversión de las reclusas. Naturalmente casi todas las participantes tienen asuntos pendientes que "arreglar" y la mayoría pone interés en esos eventos deportivos donde surge alguna campeona. Como se explicó, la prisión convierte en irritable a cualquier mujer. Pero donde la violencia siempre alcanzó su mayor nivel de ferocidad fue en los "campos de concentración". En todas las guerras existieron horribles lugares para las prisioneras que, sin alimentos ni comodidades suficientes debieron pelear entre ellas para sobrevivir. Cualquier cárcel oscura es preferible a unos de estos infernales depósitos de seres humanos.
Conclusiones:
Las historias reales que se rescataron, demuestran que todas las mujeres cualquier sea su condición social, edad y cultura, están íntimamente preparadas para un enfrentamiento cuando las circunstancias así lo requieren. Sin lugar a dudas las peleas femeninas son un hecho más frecuente de lo que normalmente uno cree. Si bien es cierto las "mujeres de la noche" son las más proclives a una riña, es un error generalizado creer que las peleas sólo involucran a las de bajo nivel moral. Damas de posición social más elevada se suelen batir ferozmente en lugares privados sin que ello se sepa. Es obvio que el "sexo débil" tiene una diferente filosofía combativa muy diferente a la masculina, no por ello menos válida entre ellas. Por ello, una auténtica riña de mujeres, se compone de dos momentos muy diferentes. El primero comprende el hecho violento de las acciones y finaliza con la rendición de una de las protagonistas. El paso siguiente es la denigrante "humillación física" de la vencida. El fin de ambos procesos es la destrucción física y psíquica de la derrotada. Se estila entre mujeres de todas las razas, edades y linajes sociales. Constituye un fenómeno de ferocidad natural, tan antiguo como la misma humanidad. Tal vez sea la única manera en que dos rivales puedan ponerse de acuerdo. Por ello se considera que habiendo voluntad de lucha por ambas partes, los hombres no deberían intervenir siempre que no estuviese en peligro la vida de una de ellas. ¡Las mismas protagonistas se lo agradecerán...!!!!
excelente
Por oscar -
Friday, Jul. 25, 2003 at 6:05 PM
hebe1111_9@hotmail.com
Excelente este articulo me gustaria tener encuentros de este tipo obseervar y ver enfrentarse a dos damas, muy bueno este estudio, gracias.
excelente
Por oscar -
Friday, Jul. 25, 2003 at 6:05 PM
hebe1111_9@hotmail.com
Excelente este articulo me gustaria tener encuentros de este tipo obseervar y ver enfrentarse a dos damas, muy bueno este estudio, gracias.
amo a las gatas
Por tonio -
Friday, Sep. 05, 2003 at 4:48 AM
toropoya@hotmail.com
yo tambien kiero verlo.
un besazo a todas las gatas salvajes del mundo.
saludos
Por giusseppe -
Thursday, Oct. 09, 2003 at 7:27 PM
angelgiusseppe03@hotmail.com venezuela m erida edo merida
saludos buen articulo me sguastaria tener contacto con alguna boxeadora,
y tambien tener algunso videos de colección de boxeo de chicas en bikini
gracias
giuseeppe
pelea
Por migue -
Sunday, Oct. 12, 2003 at 5:31 PM
miguemaura@hotmail.com
he visto varias peleas de mujeres yes excitante
pelea
Por migue -
Sunday, Oct. 12, 2003 at 5:32 PM
miguemaura@hotmail.com
he visto varias peleas de mujeres yes excitante
Comentario
Por Mexicano -
Wednesday, Oct. 15, 2003 at 6:06 PM
Mi esposa es una dama de sociedad con un título universitario y amplio currículum. Ha publicado libros. Posee un título virreinal con antigua historia. Y sin embargo, es una peleadora nata. Ha enseñado a luchar a muchas amigas suyas, y a algunas empleadas de su oficina les ha enseñado los secretos de la lucha. Su mejor diversión; su deporte favorito, es luchar con sus amigas de dos a tres veces por semana, desd ehace más de diez años. No necesariamente en términos de catfight, sino como actividad deportva y relajante, sunqur bastante fuerte. Todo, en uyn ambiente de suma discreción para evitar críticas sociales, pero posee un gimnasio ad-hoc. Esto lo puedo atestiguar personalmente. Y entre sus amigas hay algunas verdaderamente apasionadas de estas actividades, que no dudan en sacrificar otras actividades para cumplir con su dosis semanal de peleas.
Esposo de una peleadora nata
Por Mexicano -
Wednesday, Oct. 15, 2003 at 6:06 PM
Mi esposa es una dama de sociedad con un título universitario y amplio currículum. Ha publicado libros. Posee un título virreinal con antigua historia. Y sin embargo, es una peleadora nata. Ha enseñado a luchar a muchas amigas suyas, y a algunas empleadas de su oficina les ha enseñado los secretos de la lucha. Su mejor diversión; su deporte favorito, es luchar con sus amigas de dos a tres veces por semana, desd ehace más de diez años. No necesariamente en términos de catfight, sino como actividad deportva y relajante, sunqur bastante fuerte. Todo, en uyn ambiente de suma discreción para evitar críticas sociales, pero posee un gimnasio ad-hoc. Esto lo puedo atestiguar personalmente. Y entre sus amigas hay algunas verdaderamente apasionadas de estas actividades, que no dudan en sacrificar otras actividades para cumplir con su dosis semanal de peleas.
Esposo de una peleadora nata
Por Mexicano -
Wednesday, Oct. 15, 2003 at 6:06 PM
Mi esposa es una dama de sociedad con un título universitario y amplio currículum. Ha publicado libros. Posee un título virreinal con antigua historia. Y sin embargo, es una peleadora nata. Ha enseñado a luchar a muchas amigas suyas, y a algunas empleadas de su oficina les ha enseñado los secretos de la lucha. Su mejor diversión; su deporte favorito, es luchar con sus amigas de dos a tres veces por semana, desd ehace más de diez años. No necesariamente en términos de catfight, sino como actividad deportva y relajante, sunqur bastante fuerte. Todo, en uyn ambiente de suma discreción para evitar críticas sociales, pero posee un gimnasio ad-hoc. Esto lo puedo atestiguar personalmente. Y entre sus amigas hay algunas verdaderamente apasionadas de estas actividades, que no dudan en sacrificar otras actividades para cumplir con su dosis semanal de peleas.
Mi esposa es una peleadora nata
Por Mexicano -
Wednesday, Oct. 15, 2003 at 6:06 PM
Mi esposa es una dama de sociedad con un título universitario y amplio currículum. Ha publicado libros. Posee un título virreinal con antigua historia. Y sin embargo, es una peleadora nata. Ha enseñado a luchar a muchas amigas suyas, y a algunas empleadas de su oficina les ha enseñado los secretos de la lucha. Su mejor diversión; su deporte favorito, es luchar con sus amigas de dos a tres veces por semana, desd ehace más de diez años. No necesariamente en términos de catfight, sino como actividad deportva y relajante, sunqur bastante fuerte. Todo, en uyn ambiente de suma discreción para evitar críticas sociales, pero posee un gimnasio ad-hoc. Esto lo puedo atestiguar personalmente. Y entre sus amigas hay algunas verdaderamente apasionadas de estas actividades, que no dudan en sacrificar otras actividades para cumplir con su dosis semanal de peleas.
exelente
Por mexicano -
Tuesday, Oct. 21, 2003 at 1:07 PM
fernando_1222161@hotmail.com
es un articulo muy bueno y me gustaria ver a dos mujeres pelear seria interesante
quisiera conocerte alegria
Por alejandro -
Sunday, Nov. 02, 2003 at 6:07 PM
alejandrochinche750@hotmail.com
Alegria:
admiro las historias de peleas de gatas.quiero conocerte.mi mail es:
alejandrochinche750@hotmail.com
tengo msn
porfa.... soy de argentina
NO TODO ES PELEA
Por Azorado -
Monday, Nov. 03, 2003 at 7:50 AM
No todo es pelea chichos y chicas, sigan estos links prolijamente removidos por el censor de Indymedia: http://argentina.indymedia.org/news/2003/11/146828.php
No pelees, ama!
Por Enloquecido con el P.O. -
Tuesday, Nov. 04, 2003 at 6:39 AM
ponen un texto sobre titanes en el ring de mujeres -grotesco- y lo dejan, yo pongo la foto de mi novia http://argentina.indymedia.org/news/2003/11/146828.php -erotismo y belleza- y explico porque empece a militar en el Partido Obrero y me mandan la nota a removidos!!!
argentina.indymedia.org/news/2003/11/146828.php
en bogota no pasa nada
Por leon -
Wednesday, Nov. 19, 2003 at 9:30 PM
BIORITO@terra.com
si alguien conoce algun lugar en bogota colombia en donde se libren encuentros femeninos por favor escribanme en bogota no pasa nada de esto. me gustaria tener alguna amiga que le gusten las riñas
en bogota no pasa nada
Por leon -
Wednesday, Nov. 19, 2003 at 9:30 PM
BIORITO@terra.com
si alguien conoce algun lugar en bogota colombia en donde se libren encuentros femeninos por favor escribanme en bogota no pasa nada de esto. me gustaria tener alguna amiga que le gusten las riñas
Buen Tema
Por Giv Vidal -
Monday, Dec. 01, 2003 at 11:17 AM
gividal2@hotmail.com
Me parece un artículo excelente. Hasta hace pocos años descubrí esta experiencia y es excitante. Me gustaría saber si aquí en Colombia y, más específicamente en Cali, existen mujeres con estos gustos. Estoy interesado en pertenecer a un grupo de estos o formar uno. Chicas que conozcan o compartan este gusto, por favor comunicarse conmigo. Si se tiene que hacer una inversión inicial no importa, estoy en capacidad de hacerla.
PD : Felicitaciones al amigo de méxico, como te envidio.
Chicas luchadoras
Por Karate Guy -
Tuesday, Apr. 13, 2004 at 7:36 PM
akarateguy@yahoo.com
Hola, entiendo que te gusta el tema de la lucha. Me interesaria conocer chicas que les guste la lucha mixta en Buenos Aires, Argentina. Alguien tiene algun dato para pasarme? A mi tambien me gusta el tema de la lucha, soy cinturon negro en karate y estoy buscando chicas que les gusten las artes marciales. Espero tu respuesta a akarateguy@yahoo.com. Gracias. Saludos, Karate Guy
lucha entre mujeres gruesas
Por faru -
Wednesday, May. 05, 2004 at 7:57 PM
faroukchamaa 55@hotmail.com o4141338991 caracas venezuela
contacta conmigo sobre todo en caracas enteresados en el tema de lucha de mujeres gordas y rebustas.
yo estoy interesada
Por Diana -
Friday, Jun. 18, 2004 at 12:07 AM
jennyfranco9@hotmail.com
Yo soy peruana y estoy interesada en saber si aca en lima se practican estas peleas, lo busco por todos lados y no encuentro, si saben algo por favor comuniquense conmigo que quiero luchar, pero nada de tonterias por favor. Gracias.
Vayanse con esas bestialidades a otro lado, brutos/as!!
Por Male -
Friday, Jun. 18, 2004 at 1:23 AM
No se dan cuenta que esas peleas son burdas puestas en escena para hacer de la violencia un espectáculo??
Vayanse con esas porquerías a otro lado, brutos/as!
exselente relato
Por faru de venezuela -
Saturday, Jun. 19, 2004 at 10:48 PM
arabito200@hotmail.com 0058.212 4846729 caracas venezuela
te felicito por este relato tengo tiempo que no leo un relato tan bueno como este me exsite demasiado leendo tu relato siga asi y siga mandando relatos como este asta luego pronto te mandare mi propio relato adios...
Impresionante estudio.
Por Sebastian -
Friday, Jul. 23, 2004 at 6:34 PM
sepocapo@yahoo.com
Me pareció excelente el articulo. Muchas gracias por la información brindada.
Vivo en Argentina, Buenos Aires y estoy muy interesado en ver este tipo de acontecimeintos femeninos.
Jamas puede ver uno en esta ciudad y tampoco se si alguen los organiza, ya que solo he visto videos importados. Les ruego me envíen inforamción al respecto.
Muchas gracias.
Mujeres Peleadoras
Por Harold Narvaez -
Tuesday, Aug. 10, 2004 at 3:38 PM
haroldnarvaez@hotmail.com 6808150 Cl.5B1 36B06
Quisiera contactar en Cali, Colombia, a este tipo de mujeres. Me encantan las Amazonas desde que era niño.