Julio López
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La fumigación con herbicidas en el Plan Colombia
Por ..... - Tuesday, May. 27, 2003 at 11:30 AM

¿Es la prohibición a las drogas una meta que vale la destrucción de la Amazonía?

La fumigación con he...
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El zar antidrogas de Estados Unidos John Walters y el presidente colombiano Álvaro Uribe están destruyendo los campos, a los campesinos —y la selva amazónica— en nombre de la Guerra contra las Drogas.

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PLAN COLOMBIA Y NUEVA FORMULA DEL GLIFOSATO: GUERRA TOTAL A LA SELVA AMAZONICA COLOMBIANA DESDE EL 28 DE MAYO PASADO

El 28 de mayo de 2001 comenzó la segunda fase de fumigación de cultivos ilícitos. El objetivo: acabar con todo. La nueva fórmula utilizada es Roundup Ultra, la misma que contiene (glifosato + POEA) + Cosmo Flux 411F informaba Lucía Gallardo, activista de Acción Ecológica, en una mesa redonda sobre el Plan Colombia realizada en la ciudad de Quito el pasado mes de mayo.

Por intuición los asistentes pensamos que los compuestos allí enunciados debían ser tóxicos, lo que no sabíamos, y nos aclaró a renglón seguido la expositora, es que el POEA tiene una toxicidad aguda entre 4 y 5 veces mayor que la del glifosato, comercialmente conocido como Roundup y que el Cosmo Flux 411F puede aumentar hasta 4 veces la acción biológica del glifosato, incrementándose en más de cien veces las dosis recomendadas para aplicaciones agrícolas en los Estados Unidos, país que ordena las fumigaciones en Colombia.

Pero claro, la Amazonía no es Estados Unidos. Allí cuidan la vida de sus habitantes, aquí se atenta contra todo lo existente, incluyendo los seres humanos. Basta conocer que los herbicidas que contienen glifosato están registrados en Colombia y Ecuador como categoría IV (levemente tóxicos). En los Estados Unidos están considerados dentro de la categoría II (altamente tóxicos) y el POEA lo tienen dentro de la categoría 1 (extremadamente tóxico).

Grandes diferencias, seguramente porque los seres humanos y las especies animales y vegetales del tercer mundo son inmunes por ser pobres. Pero el horror no queda solamente en la altísima toxicidad de las fumigaciones sino en la forma en que las realizan. Avionetas pasan y repasan hasta 12 veces por el mismo terreno, en el que puede haber coca y también plátano y yuca, además de niños y mujeres embarazadas, citando a los más sensibles. En Canadá se ha calculado que las zonas de amortiguamiento deben tener entre 75 y 1200 metros para evitar daños a la vegetación que se quiere proteger. El sentido común nos indicará que "ningún piloto por experimentado que sea puede evitar la fumigación indiscriminada sobre cultivos, áreas selváticas y seres humanos" acotaba Lucía Gallardo.

No conocemos Canadá pero si podemos decir que la Amazonía es un paradisíaco lugar donde existe agua por doquier. Y que, el famoso glifosato, ahora enriquecido, correrá por los ríos y riachuelos, penetrará en la tierra arcillosa, se pegará en los árboles y plumas de los pájaros y afectará a extensas zonas selváticas amenazando y acabando a una de las regiones de mayor biodiversidad del planeta. ¿Será ésta, tal vez, otra de las razones por la que Estados Unidos no firma el Convenio sobre la Diversidad Biológica desde 1992?

Añadamos a esta crónica del horror que esta nueva fórmula del glifosato no cuenta con investigaciones científicas para evaluar sus riesgos. A pesar de ello fue aprobada por el Consejo Nacional de Estupefacientes de Colombia y ni siquiera comentada por las autoridades ecuatorianas. Estos países hacen lo que ordena Estados Unidos sin pedir la más mínima explicación. Esa es la soberanía globalizada.

"Lo cierto es que con las aspersiones de este nuevo compuesto químico se estaría experimentando en la Amazonía a fin de desarrollar nuevos y más poderosos agentes químicos y biológicos en la guerra contra las drogas y avalar el desarrollo de más armas químicas" nos explicaba la militante de Acción Ecológica. ¿Guerra real contra las drogas? Duda sobre duda. ¿Guerra contra la actividad que sostiene al sistema financiero y bancario norteamericano?. Es un secreto a voces que más del 80% de las ganancias del narcotráfico se quedan en los Estados Unidos.

O, ¿Guerra contra los grupos armados de Colombia, único escollo para la dominación total de este sector del mundo?, ¿Necesidad de los Estados Unidos para controlar el mercado latinoamericano que se les está yendo de las manos frente a la arremetida de los europeos y asiáticos? ¿Control de la zona de mayor biodiversidad y reserva de agua del mundo? ¿Punto de control estratégico militar y político?
Todo ello y nadie sabe que más... Ojalá que el Mundo no se de cuenta de este horror cuando sea demasiado tarde...

El tráfico de drogas, que es de carácter internacional, aprovecha esos escenarios y estimula las dos puntas de la cadena y se queda con las mejores ganancias de las cuales se benefician también grandes capitales “legales” e ilegales del mundo global. Las utilidades se concentran en los centros financieros internacionales. Los lucros del negocio de las ‘drogas’ ilícitas finalmente los concentra de manera dominante el capital financiero norteamericano e internacional que se nutren con el lavado de los dólares, las mafias de narcotraficantes, de suministradores de precursores químicos y de armas. El valor pagado por el consumidor final de cocaína en los EE.UU. se estima que se distribuye aproximadamente así: “5% para los países productores -con 1% para los campesinos y 4% para los procesadores locales-, 20% para los traficantes internacionales –los carteles de la droga- y un 75% para las redes de distribución y expendio en los países consumidores”.

Narcotráfico, corrupción y crimen organizado tejen estrechos lazos que desdibujan las fronteras entre la economía legal y la economía ilegal. Para una mejor comprensión de la expansión empresarial de las industrias de armas, químicos y ‘narcoticos’ se hace necesario, por lo tanto, analizar problemáticas tales como las políticas que encubren los paraísos fiscales (lavado de dineros), la impulsión de los mercados de tecnologías agrícolas ‘sintéticas”, y las zonas de ‘libre’ comercio, entre otras.

REDUCCIÓN DE DAñOS:
En los países del Sur, la mayor parte de los cultivadores componen sectores de la población que, por sus las condiciones de marginalidad socio-económica y política, o de pauperización más reciente por efecto de las crisis agrarias, se han constituido en la mano de obra amarrada que sostiene el nivel de la producción del mercado ilegal de drogas. Para estos cultivadores, la reducción de riesgos se refiere —en primera medida— a la exigencia de que cese la militarización de sus vidas y la incriminación emprendida en su contra bajo el encubrimiento de eliminar las ‘drogas’ a través de la represión de ‘la oferta’. Abarca, asimismo, la aplicación del principio de precaución en lo que se refiere a la fumigación con productos químicos y el comercio y tráfico de organismos genéticamente modificados y frente la amenaza de la la Guerra Biológica. También se refiere al derecho inalienable al uso tradicional, recreativo y alternativo de la sagrada hoja de coca, la cannabis y la amapola. Comprende además consideraciones de corresponsabilidad internacional y de responsabilidad social en el diseño de las políticas dirigidas a enfocar lo que es un fenómeno universal y complejo.

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Otra faceta de la guerra imperialista
Por Maria Botey - Tuesday, May. 27, 2003 at 6:56 PM

La política prohibicionista de las drogas impuesta por EEUU

La política prohibicionista de las drogas impuesta por los EEUU y avalada por la ONU es otra de las facetas de esta guerra imperialista que socava los intentos de crear un mundo más equitativo y libre.

A lo largo de décadas y sobretodo de los últimos años cada vez más personas de todo el planeta se ha dado cuenta de que ésta es una guerra criminal y criminilizante, que atenta contra las libertades individuales, fortalece las mafias (incluso las de estado), fomenta la corrupción a todos los niveles, incita a los más ambiciosos a participar del negocio tan lucrativo del narcotráfico y fuerza a los empobrecidos por el sistema económico imperante a hacer lo mismo (recayendo generalmente sobre estos últimos el peso de la ley).

Está a la vista de todos, y los datos lo avalan, que a pesar de la prohibición internacional de una larga lista de sustancias narcóticas y psicotrópicas, su producción y consumo ha aumentado y se ha extendido a grupos de población que antes no las consumían. Ésta no es sólo una guerra fracasada, sino que más bien parece otra estrategia de ciertos grupos para militarizar el mundo, mantener a las naciones subyugadas e impedir que éstas dediquen sus presupuestos a potenciar el desarrollo social de sus ciudadanos (véase salud, alimentación y educación, los grandes retos que debería afrontar urgentemente la humanidad, junto con la protección medioambiental del planeta).

Así, en varios países europeos, en Canadá, en Ecuador y en algunos estados de los EUA se ha avanzado en los últimos años hacia la despenalización del consumo de ciertas sustancias ilegales pero, por razones de desconocimiento, miedo e intereses económicos en la sombra, ningún país o sociedad se ha atrevido a dar pasos hacia la legalización, estrategia que es probablemente - según la opinión de numerosos expertos de distintos ámbitos - la única forma sensata de acabar con la violencia y la corrupción que rodean la producción, el transporte y el comercio de lo que llaman genéricamente (eso parece ser otro de los trucos para engañarnos con esta guerra) la droga.

Como ha repetido varias veces Gustavo de Greiff, ex Fiscal General en Colombia y ex embajador de este país en México, la despenalización sólo consigue que los narcotraficantes y vendedores encuentren a un consumidor más tranquilo y que los adictos no vayan a la cárcel y puedan acceder a tratamiento médico si así lo desean (lo cual ya es un paso adelante), pero el flagelo de la violencia y la corrupción galopante que el narcotráfico trae consigo por generar beneficios obscenos sólo podría evitarse con la regularización de la producción y el comercio de la droga, que según datos de la ONU mueve un 10% de la economía mundial.

Una de las dificultades para acabar con esta farsa que dice pretender liberar al mundo de las drogas por su propio bien (¿no les recuerda algo tal pretensión?), son las tres convenciones de la ONU al respecto (1961, 1971, 1988) y su plan definitivo de 1998 que pretende erradicar las sustancias catalogas por ellos como drogas peligrosas en diez años, fuera su aprobación por ingenuidad, preocupación mal enfocada o presiones de intereses ajenos a los problemas que provocan su abuso.

Observando la dificultad que tiene el organismo de la ONU en afrontar el tema de la invasión de Irak con dignidad y respeto a su propia misión constituyente de preservar la paz en el mundo, una se pregunta con preocupación si en la ya muy próxima reunión que realizará en Viena este mes para valorar los avances en el combate a la droga a cinco años del establecimiento del plan de 1998, realmente será posible un acto de sinceridad y valor suficiente que permita aceptar lo erróneo y perjudicial del enfoque prohibicionista hacia las drogas (promovido principalmente por los EEUU) y abra la puerta a la posibilidad de que los países tengan cierto margen para diseñar nuevas propuestas legales acordes con su idiosincrasia que reduzcan los daños provocados por la "Tolerancia Cero (a las drogas)" establecida internacionalmente.

Al respecto cabe decir que en el encuentro Saliendo de las Sombras que tuvo lugar el pasado febrero en Mérida (México) con el fin de sumar fuerzas por la paz y por el fin de la guerra contra las drogas, los ponentes expresaron con énfasis que su prohibición es mucho más dañina que el consumo de las mismas, y denunciaron los intereses económicos e imperialistas que subyacen en una buena parte del sector prohibicionista. Sin embargo globalmente no se propuso un modelo ideal de regularización de la producción, comercio y consumo de las drogas, más bien del encuentro se desprendió que cada nación debe experimentar con fórmulas legales acordes a sus necesidades. Lo que sí quedó bastante claro es lo absurdo de prohibir vegetales existentes en la naturaleza como el cannabis, el arbusto de la coca o la amapola, y la necesidad de catalogarlas separadamente de las sustancias producidas por la mano del hombre a partir de éstas como son la cocaína o la heroína. Y que en lugar de erradicar las drogas más bien parece necesario aprender a convivir con ellas mediante la difusión de información veraz (y no manipulada como abunda actualmente), educación para la prevención o para un uso responsable y respetuoso de los no consumidores, y tratamiento de los adictos que lo soliciten. La legislación sobre el alcohol se utilizó como ejemplo de ello.

Las próximas dos semanas varias decenas de ONG y numerosos activistas preocupados por las nefastas consecuencias para la humanidad de la Guerra contra la Droga se reunirán en Viena para presionar a la ONU que lleve a cabo un cambio en su política hacia las sustancias narcóticas y psicotrópicas, aprovechando sus sesiones acerca del tema a mediados de mes en la misma ciudad. A pesar de que algunos parlamentarios van a plantear en el organismo internacional la necesidad de dar los pasos necesarios para terminar con la prohibición, las previsiones de los analistas en general son poco optimistas y se teme que el resultado sea la intensificación de las medidas represivas, un buen pretexto para seguir militarizando el mundo y criminalizar a los disidentes del sistema.

Con la concentración de los medios de comunicación en la invasión a Irak se corre el riesgo de que lo que ha sido llamado por la Coalición Internacional de ONGs que estará presente en la capital austriaca "Viena 2003, una Oportunidad para el Mundo", pase más desapercibida de lo que desgraciadamente acostumbran los temas básicos. Este es otro "beneficio" de la agresión iniciada el 20 de marzo para sus impulsores. Sólo una difusión amplia y veraz del problema de la prohibición y sus consecuencias, podría conseguir que los millones de seres humanos que hoy rechazan la actuación del gobierno de George W.Bush, enfocaran su energía también en el llamado combate a la droga, otra faceta de la misma guerra.

El negocio de la droga proporciona beneficios económicos inmensos (y no hablamos de los implicados en la producción, de la que se dice supone un 1% del total, ni de los desgraciados que intentaron sin éxito mover un par de kilos de cocaína y soportan largas penas de cárcel o incluso han sufrido la muerte). Es un gran capital a la sombra ¿al servicio de qué intereses? El fin de la prohibición quizá pondría estas enormes sumas en otras manos más favorables al planeta.

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....
Por .... - Friday, Jun. 06, 2003 at 1:00 PM

Autor: EFE
Fecha de Publicación: 05/06/2003 06:35


WASHINGTON.- Pese a los problemas planteados por un informe de la Oficina de Contraloría del Congreso (GAO) estadounidense, el vicepresidente colombiano, Francisco Santos, aseguró que el compromiso de Estados Unidos con el Plan Colombia antidroga sigue siendo “absoluto”.




“El compromiso de los Estados Unidos es absoluto”, dijo Santos a los periodistas tras ofrecer una charla en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS) de Washington y añadió que los congresistas con los cuales se reunió en este viaje le manifestaron su respaldo total.
Inclusive, Santos aseguró que “Estados Unidos quiere involucrarse en un acuerdo más regional” para luchar contra la droga en el área andina, “y eso está bien”.
“Necesitamos trabajar más mano a mano” con los países vecinos de Colombia para luchar contra la droga, dijo.
El vicepresidente dijo creer que el Congreso norteamericano seguirá respaldando al Plan Colombia, que todavía “tiene gran rentabilidad política, entre otras cosas porque está mostrando resultados”.
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drogadicción
Por jaime tafur - Wednesday, Oct. 01, 2003 at 5:40 PM
caadddddddddddd

vddddddfd

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guerra
Por Umanità nova - Thursday, Oct. 02, 2003 at 11:51 AM

Si me quieres mostrar la libertad en tu país, no me lleves a visitar tu Parlamento. Enséñame tus prisiones. (Voltaire)


Cuando se inició la War On Drugs (guerra a las drogas) a principios de los ochenta, en los Estados Unidos había alrededor de 400.000 reclusos; ahora son 2.200.000, cinco veces y pico más.
En la vieja Europa, por el contrario, los presos por drogas son algo más de la mitad de la población reclusa y el cincuenta por ciento de ellos están en la cárcel en relación con las drogas blandas. La guerra a la droga se enmarca en la cruda realidad de estas cifras.
La "war on drugs" -como ha escrito el nada sospechoso periodista conservador Joseph Lebermann- "es la operación represiva más gigantesca que un gobierno (americano) haya desencadenado jamás contra ciudadanos desarmados (...) cualquier parangón con el período maccartista está fuera de medida.
En los años 50 acabaron en las listas negras sólo algunos millares de personas.
Entre los años 80 y 90 se calcula que más de quince millones de americanos han sido encarcelados, despedidos del trabajo o han perdido sus derechos políticos por violar la legislación sobre la droga".
El esfuerzo bélico ha sido notable, pero desde que Ronald Reagan lanzó en 1982 su descabellada política prohibicionista, el consumo de todas las sustancias prohibidas ha aumentado en proporciones más o menos importantes. "La guerra a la droga está condenada a continuar porque no ha producido ningún resultado", palabras de Bill Clinton en persona que, en la famosa entrevista "póstuma" concedida a la revista Rolling Stones al finalizar su segundo mandato, confesaba haber apoyado la despenalización de la marihuana y haber sostenido que "los proyectos de la ONU de destrucción son sólo trucos propagandísticos destinados a un fracaso seguro. Incluso si en un país se consiguiera eliminar todos los cultivos, éstos se transferirían a otro, como está sucediendo con el opio, que antes se producía en Líbano y ahora en Afganistán".
Pero si no se consigue destruir al enemigo, es preciso aumentar la potencia del fuego y continuar la guerra: este es el postulado básico de los teóricos de la guerra infinita.
En compensación, la guerra a la droga no ha producido demasiados efectos colaterales.
Mientras tanto, en todos los países ha aumentado el prohibicionismo desmesuradamente, tanto en la delincuencia juvenil como en los poderes de las fuerzas policiales (los dos fenómenos están estrechamente ligados, como demostró el historiador Mike Davis a propósito de las bandas de Los Ángeles que se convirtieron en realmente potentes sólo cuando se legitimaron como fuerzas de autodefensa contra las redadas de la policía a la caza de los drogadictos en los barrios negros o hispanos).
Al aumento del control policial ha correspondido naturalmente el de la intolerancia y la paranoia social, con todas las consecuencias que esto comporta en términos de mayor consenso a la política de "ley y orden".
La histeria antidroga ha tenido un papel fundamental a la hora de determinar lo que ha sido definido como "nuevo orden farmacológico".
En 1986, el psiquiatra británico Kenneth Drake profetizaba en una entrevista publicada en estas páginas que poner el acento exclusivamente en un cierto grupo de sustancias ilegales en función de un cúmulo de convenciones internacionales, servía para considerar aceptables las sustancias "legales", poniendo el ejemplo de los psicofármacos (que eran utilizados casi exclusivamente para el tratamiento de síndromes psiquiátricos de cierta entidad). 17 años más tarde, el consumo de psicofármacos ha aumentado hasta el punto de ser los medicamentos más vendidos en muchos países (por ejemplo en Italia), y en Estados Unidos, donde seis de cada diez americanos confían en las pastillas su bienestar mental. Por último, aunque no menos importante, la guerra a la droga mueve montañas de dinero.
Si fuese legal, la heroína costaría lo que la aspirina y la marihuana lo que el orégano. Por fortuna, hay leyes prohibicionistas para mantener el río de dinero del narcotráfico que fertiliza la economía mundial.
En esta situación llevada hasta los límites de la farsa, la reciente conferencia de Viena de la ONU sobre las drogas ha resultado poco más que una fastidiosa formalidad para todos los participantes, y concluyó con uno de esos documentos hechos a propósito para contestar a todos, tan genérico que es capaz de avalar tanto las políticas más represivas como las más tolerantes. En los últimos años, efectivamente, han sido numerosos los países (Suiza, Canadá, España, Bélgica, Gran Bretaña, Grecia, Australia y muchos estados norteamericanos) que han iniciado políticas de despenalización, en particular para el cannabis. Para ayudar al gobierno de Estados Unidos, casi aislado en su obsesión antidroga, han acudido en socorro la Cuba del caudillo Fidel Castro (que ha promulgado recientemente una ley que prevé la pena de muerte incluso para el pequeño traficante) y la Italia del viceduce Gianfranco Fini. El conocido criminal fascista ha anunciado que el gobierno italiano (que cuenta con el cocainómano Miccicchè como subsecretario de Economía) tiene intención de promulgar lo más pronto posible una nueva y severísima ley antidroga. Su proyecto prevé que se cancele la distinción entre drogas blandas y duras, con sanciones aún más duras, tanto administrativas (suspensión legal del permiso de conducir, del pasaporte, del permiso de estancia) como penales.
Será prevista una dosis máxima tolerable, a establecer "científicamente" según la sustancia consumida, que una vez superada comportará la pena de prisión (de seis a veinte años). Las sanciones podrán ser anuladas si existe un período de recuperación, con la rebaja de la condena hasta seis años. Se reducirá a dos la lista de las sustancias estupefacientes -"naturales y sintéticas"- que eliminará "de hecho la distinción entre drogas duras y blandas".
Adolf Hitler -el ideólogo fundamental de la actual Internacional de la Barbarie- en su libro "Mi lucha" decía que, junto a la guerra en el frente externo, hay que desencadenar -más despiadadamente- la guerra en el frente interno. La guerra externa se hace para conquistar espacio. La guerra interna sirve para eliminar la corrupción y la decadencia, y se combate contra "prostitutas, invertidos, locos, viciosos, drogadictos, subversivos y asociales en general".
Contra nosotros.

Robertino

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dyncorp, los laderos de cristo
Por . - Saturday, Nov. 08, 2003 at 10:33 AM

http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=77961

La firma de EE.UU. (LA DUEñA DEL GLIFOSATO ROUND UP) fue acusada de tráfico

Quito

Uno de los mayores cuestionamientos que pesan contra Dyncorp se basa en un informe de la oficina antidrogas de Estados Unidos DEA.

De acuerdo con un documento oficial de la DEA, el 12 de mayo del 2000 la Policía colombiana interceptó en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, un paquete de Federal Express, enviado desde las oficinas de Dyncorp, en Colombia, a su base aérea de Patrick, en Miami, Florida.

La Policía Antidrogas encontró una caja de cartón que contenía dos frascos pequeños marcados con las iniciales 'AOAP'. Para confirmar el contenido de los frascos, los oficiales antinarcóticos de Colombia, realizaron un narcotest, que tiene una efectividad del 100 por ciento.

Cinco minutos después, la prueba confirmó que se trataba de heroína valorada en más de 100 000 dólares, según una investigación publicada por el periódico británico El Observador y la revista colombiana Semana en el 2001.

El documento interno de la DEA se hizo público luego de que el periódico británico apelara a la Ley para la Libertad de Información, que permite desclasificar documentos de algunas agencias de EE.UU. cuando son requeridos por la opinión pública.

Según Semana, la portavoz de Dyncorp en Colombia, Janet Wineriter, dijo que el líquido que hallaron los agentes eran simples muestras de aceite que iban a ser enviadas por los técnicos de esa empresa a Estados Unidos, para efectos de verificación del estado de las turbinas de las aeronaves.

Y que las pruebas de narcotest efectuadas por los oficiales fueron hechas con equipos aparentemente dañados que habían producido una lectura incorrecta.

Esos argumentos no fueron compartidos por el entonces comandante de la Policía, Luis Gilibert. "Los agentes se han familiarizado de tal manera con este tipo de procedimientos que les cuesta creer que el análisis se haya realizado con equipos defectuosos. Si eso es así tendrán que probármelo".

Nuevo informe de fumigaciones

Un nuevo informe sobre daños genéticos causados a personas ecuatorianas por las fumigaciones de coca a cargo de la empresa Dyncorp en la frontera está listo.

El informe, elaborado por el Comité Interinstitucional contra las Fumigaciones, CIF, será entregado el lunes en la Defensoría del Pueblo.

El nuevo informe da cuenta de una serie de exámenes biomoleculares hechos en muestras de sangre recogidas a más de 40 personas que viven en el cordón fronterizo de Ecuador y Colombia. "La mitad de ellas recibió el impacto directo de las fumigaciones con la mezcla tóxica que se utiliza para erradicar las plantaciones de coca en territorio colombiano".

Actualmente, una corte de Columbia, EE.UU., tramita un juicio contra Dyncorp, acusada de daños en la salud de 1 500 campesinos y afectaciones al ambiente.

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Amazonia, Objetivo del Imperio
Por . - Saturday, Nov. 08, 2003 at 10:42 AM

Contrainsurgencia y narcotráfico.

El 12 de mayo de 2000 la policía antinarcóticos del aeropuerto el Dorado de Bogotá, reviso la carga con destino a los Estados Unidos, les llamo la atención unos frascos con un líquido viscoso, los sometieron a un narcotest y arrojo 100% positivo, heroína pura. La sorpresa se la llevaron cuando al revisar el remitente encontraron que era la empresa Dyncorp.

La noticia trascendió después de más de un año, luego que el diario canadiense The Nation logró, mediante acción judicial, el acceso a los archivos secretos de la DEA. El general de la policía antinarcóticos que adelantó el operativo y que puso el caso en manos de la fiscalía 271, fue destituido y la investigación está en veremos.

La Dyncorp, una de las siete empresas militares "privadas" norteamericanas, contratadas por el Departamento de Estado para la lucha contra "la droga", tiene un contrato firmado por 600 millones de dólares para operar en Colombia, Bolivia y Perú. En Colombia con 150 hombres de los 1500 de estas empresas de fuerza Delta expertos en combate, pilotos de guerra que participaron en Vietnam , Golfo Pérsico, el Salvador y Guatemala.

Los vuelos estadounidenses para la erradicación de la droga en Colombia son operados por la Dyncorp, la misma compañía militar que Oliver North empleo en los años ochenta para llevar las armas a los contras nicaragüenses y transportar la cocaína para el pago de las armas, en el caso que se conoció cono Irán-Contras.

En los estrados judiciales colombianos llegan permanentemente causas contra la Dyncorp, pero así mismo y en forma misteriosa desaparecen los expedientes. Hace dos años fueron encausados diez funcionarios de Dyncorp por un embarque de anfetaminas. Michael Demosns, funcionario de esta empresa, murió hace dos meses en un hospital del Caquetá por sobredosis de cocaína.

Los aviones y los mercenarios de la Dyncorp operan en el país y entran y salen de él sin ningún tipo de control por parte del gobierno de Colombia, el que ante evidencias del tráfico y consumo de droga de estos funcionarios, trató de establecer un control. El Departamento de Estado condicionó la ayuda del Plan Colombia a que las autoridades colombianas no se inmiscuyeran en los operativos norteamericanos y creo la NAS para dirigir el operativo, oficina que funciona en la Embajada gringa en Bogotá.

La Dyncorp presta apoyo a la Brigada Aérea del Ejército Nacional, pilotean aviones OV-10 y monomotores T-05, los pilotos ganan mensualmente entre 8.000 y 10.000 dólares, trabajan 15 días y descansan 15 fuera del país, o más claro, 15 días consumiendo y acopiando droga y otros 15 días llevándola y distribuyéndola en los Estados Unidos.

No hay que olvidar que hace un tiempo fue decomisado un cargamento de droga en la valija diplomática de la embajada de EE.UU en Bogotá y que era enviada por la esposa del coronel estadounidense encargado de la lucha contra la droga en Colombia, la esposa enviaba la droga y el coronel lavaba el dinero depositándolo en varias cuentas en diferentes bancos yanquis.

Estos son apenas pequeñas muestras o la punta del iceberg de quién es el verdadero impulsor y beneficiario del criminal negocio de la droga que tanto daño le causa a la humanidad: los Estados Unidos los mismos impulsores del modelo neoliberal. El caso de la heroína enviada por la Dyncorp fue silenciado por la intervención directa de la embajadora norteamericana a mediados del mes de julio.

Con el transcurrir del tiempo queda claro como el mal llamado Plan Colombia y su complemento La Iniciativa Andina, no es para la lucha contra el narcotráfico como lo presentan, es una cortina de humo para encubrir las operaciones contrainsurgentes y la intervención militar de los Estados Unidos contra el pueblo colombiano y sus organizaciones, principalmente contra las FARC-EP en su inicio y como avanzada del ALCA en Latinoamérica y el Caribe.

En desarrollo del Plan Colombia o la intervención militar gringa en Colombia, han muerto cinco militares de EE.UU. Por este hecho no hacen escándalo para no reconocer la derrota y en todo caso, dicen, los muertos no son militares pertenecientes directamente a su ejército, están al servicio de las empresas mercenarias como la Dyncorp, en lo que en el estilo neoliberal ha sido la privatización del negocio de la guerra.






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Por ¬¬ - Wednesday, Jan. 07, 2004 at 11:33 AM

Caracas, 6 de Enero de 2004

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Miles de campesinos desplazados


Entre los desplazados figuran 2.831 miembros de comunidades indígenas de la zona sur, con reservaciones en los departamentos (estados) de Cauca, Nariño y Putumayo.
Las demás familias desplazadas estaban ubicadas en áreas rurales de los departamentos de Caquetá, Cesar, Guaviare y Norte de Santander, dijo el informe de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento.
El Ministerio del Interior y de Justicia no confirmó la cifra de familias campesinas que abandonaron sus tierras por los efectos de los químicos usados en las fumigaciones aéreas de coca y amapola.
Las fumigaciones forman parte del Plan Colombia, diseñado hace mas de cinco años para erradicar cultivos ilícitos. Estados Unidos asumió el compromiso de financiarlo, desde su aprobación en 1998, con 1.700 millones de dólares, incluyendo aportes de tecnología.
En 2003 la policía fumigó 131.000 hectáreas sembradas de coca y 3.018 con cultivos de amapola, ubicadas en zonas fronterizas con Ecuador y Venezuela, agregó el informe. (ANSA).
http://www.abril.com.ve/20040106/titular_secundario.asp?registro=1912

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Por . - Thursday, Jan. 22, 2004 at 10:29 AM

Desplazamiento masivo de población en Colombia

El conflicto crónico que afecta a Colombia se ha vuelto casi invisible para el resto de mundo. Pero sus efectos sobre los colombianos son demasiado evidentes. Estimaciones no oficiales colocan el número de desplazados en tres millones, muchos de los cuales viven en condiciones muy precarias sin agua, electricidad u otros servicios básicos en los barrios de chabolas que crecen en las afueras de las grandes ciudades, donde continúa la presión de los grupos armados. El conflicto por la tierra, la fumigación de cultivos en la “guerra contra la droga” y las constantes amenazas de paramilitares, fuerzas gubernamentales y guerrilla provocan el desplazamiento diario de personas, mientras que el hacinamiento y la pobreza aumentan el riesgo de enfermedades, abuso sexual y explotación. Los centros urbanos de Colombia están afectados por una violencia generalizada, lo que pone de relieve la desigualdad estructural que excluye a los más pobres y a los desplazados de los cuidados de salud. Los que no huyen de sus casas, intentan sobrevivir en zonas aisladas y afectadas por el conflicto en áreas rurales cada vez más inseguras, donde carecen de acceso a los servicios más básicos de salud y son más vulnerables a enfermedades curables y a la desnutrición crónica.

LAS DIEZ CRISIS HUMANITARIAS MÁS OLVIDADAS DEL 2003
Por: La Organización Médicos sin Fronteras.
http://www.colombiauniversal.com/reportajes_view-v2.asp?id=565

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QUE PLAN COLOMBIA NI QUE VAINAS!
Por Luz Mahecha - Tuesday, Mar. 30, 2004 at 2:39 PM
azneg@yahoo.com

Me facina saber que los colombianos estamos juntos en contra de esto. Definitivamente los Estados Unidos no cambian, pero que va!, que con Colombia no se metan!....
Yo vivo en Estados Unidos, pero es algo supremamente injusto e inhumano lo que estan haciendo, entre todos podemos pararlos.

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pierden "la guerra"
Por jua jua - Saturday, Apr. 02, 2005 at 2:03 PM

Detienen a cinco militares de Estados Unidos por tráfico de cocaína desde Colombia
http://eltiempo.terra.com.co/judi/2005-04-01/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2024295.html


Datos muestran EEUU pierde costosa guerra antidrogas: analistas
(...)Uribe es el más cercano aliado de Washington en América Latina y sus golpes

""""" contra las guerrillas izquierdistas"""""

es uno de los pocos resultados positivos de los que se puede jactar la política regional de Estados Unidos, dijo Shifter.
http://about.reuters.com/dynamic/countrypages/colombia/1112304623nN31272908.ASP

Detenciones masivas y arbitrarias se están presentando en los más diversos sitios del país: Valle, Cauca, Tolima, Caquetá, Sucre... En Cajamarca (Tolima) cinco de los detenidos fueron asesinados y otros 18 están desaparecidos. Como lo ha denunciado Amnistía Internacional en Colombia son frecuentes las torturas de los detenidos por parte de agentes del estado. Inclusive se ha dejado morir sin atención médica a detenidos enfermos como el caso del joven Ortigoza Mayorga. Las detenciones masivas son seguidas de sentencias mediáticas: integrantes de la fuerza pública señalan a los retenidos como terroristas o auxiliares de la guerrilla. Parte de los arrestados son liberados ante la falta de pruebas y hasta de acusaciones, aunque se ha tratado de presionar con destituciones a fiscales y jueces para mantenerlos en la cárcel.(...)

Denuncian que el 90% de las detenciones masivas son arbitrarias
por EFE • Thursday February 20, 2004 at 02:07 PM



BOGOTA. —Un grupo de organizaciones defensoras de los derechos humanos de Colombia afirmó este miércoles que el 90% de las detenciones masivas de presuntos colaboradores de las guerrillas son "arbitrarias" y "están llenando las cárceles de inocentes".
http://colombia.indymedia.org/features/dh/index.php

mentirosos; narcotraficantes y genocidas

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Mate la Sed con glifosato (Iso 9002)
Por Ee.uu. y el lacayo Uribe - Wednesday, Apr. 27, 2005 at 3:30 AM

Científicos de la OEA aseguran que el glifosato no representa riesgo para los seres humanos...
El Tiempo (Colombia) - 22 Abr 2005
El químico usado para la fumigación de cultivos ilícitos sólo tiene efectos "moderados" en organismos acuáticos, concluyó la investigación.
http://eltiempo.terra.com.co/coar/NARCOTRAFICO/narcotrafico/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2046601.html

(...)'luchar contra el narcotráfico significa en Colombia arrasar la biodiversidad colombiana a favor de la industria bélica y química norteamericana', ya que estas fumigaciones cuentan con un apoyo económico de la Administración estadounidense que ha supera los 3.000 millones de dólares (2.200 millones de euros) en los últimos cuatro años.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de los Andes en Bogotá, en Colombia hay 42 áreas naturales protegidas dentro del Sistema de Parques Nacionales, con una extensión global superior a nueve millones de hectáreas, cerca del 9% del territorio nacional, y una de las más grandes del mundo en proporción al tamaño del país.

Colombia es también un caso 'excepcional' en materia de biodiversidad, según Indepaz. Es el segundo país del mundo en especies vegetales (49.000 especies), frente a Brasil, que ocupa el primer lugar y alcanza 55.000, aunque en un territorio siete veces más grande.

En avifauna el país cuenta con l.754 especies, el 19,4% del total mundial, mientras Brasil alcanza el 17,62% y África entera el 15%. 'Todo ello está en peligro si las fumigaciones siguen realizándose', insiste Indepaz.
http://actualidad.terra.es/internacional/articulo/colombia_ong_sufrira_catastrofe_ambiental_262465.htm

(16:13) Colombia pide nueva base aérea antinarcóticos
El Comercio (Ecuador) - hace 51 minutos
El funcionario señaló que la petición está encaminada a intensificar el programa de fumigación aérea en el suroeste del país, y expresó que, para ello ...
http://www.elcomercio.com/noticias.asp?noid=126530

Mejor piojoso que decapitado


Daniel Samper Pizano
http://www.ecolombia.org


El Gobierno quiere cambiar la legislación de parques nacionales a fin de fumigarlos con glifosato para combatir en ellos la proliferación de cultivos ilícitos. Así lo anunció hace una semana, y todos quedaron tan tranquilos. El ministro de Gobierno se atrevió a decir que “la mayor riqueza de la nación son sus reservas ecológicas y no se puede permitir que sean contaminadas con químicos por la producción de droga”.
Tenemos, entonces, que el Gobierno se propone envenenar los parques para protegerlos. Con la misma desfachatez habrían podido anunciar que, ante la epidemia escolar de piojos, y movido por su aprecio del cuero cabelludo de los estudiantes colombianos, procederá a decapitar a los apestados. No sabíamos del hondo cariño del ministro de la política por los parques: un cariño que lo impulsa a matar lo que más ama. Pero teníamos la idea, a fuerza de oírsela a voceros oficiales, de que estábamos ganando la batalla contra los cocales. Ahora resulta que no. Que, para vencer, será necesario modificar las leyes ecológicas de inspiración universal a fin de introducir en los parques sustancias químicas contaminantes.

Esta historia tiene tres patas, y los colombianos están en su derecho de conocerla completa. Deben saber, en primer lugar, que la fumigación no ha sido esa herramienta victoriosa contra los cultivos ilícitos que quieren vendernos. Segundo, que el sacrificio de nuestros parques se hará por presiones de la embajada de Estados Unidos y el sometimiento de nuestras autoridades. Y, tercero, que, aunque se han extendido los cultivos ilícitos en zonas naturales, es posible combatirlos sin acabar con los parques.

Vamos por partes y examinémoslas todas.

Éxito, pero poco. La guerra contra las drogas no avanza. Las más optimistas cifras hablan de un menor número de hectáreas cultivadas, pero la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, órgano de la ONU, ya señaló cómo “la reducción de la superficie total en Suramérica parece neutralizada por aumento del rendimiento agrícola”. Asesores colombianos han dicho que el modelo no sirve. Fumigar envenena, pero no derrota. Sin embargo, pretenden que insistamos en la fórmula equivocada y que la hagamos aún peor.

¡Qué dirá la Embajada! Si algún día abriera sus actas el Consejo Nacional de Estupefacientes, organismo que dirige la lucha contra la droga en Colombia, veríamos hasta qué punto la embajada de Estados Unidos ha ejercido presión para conseguir algo que en su país le acarrearía un escándalo nacional: fumigar los parques con glifosato. Yo entiendo a la embajada: al fin y al cabo, los parques colombianos no son problema suyo, y quienes salen perdiendo con la fumigación no son los ciudadanos estadounidenses sino los de aquí. Lo grave es que ante esas presiones se han plegado casi todas las instituciones representadas en el Consejo: desde el ministerio de Gobierno hasta la Procuraduría. Solo los organismos ambientales se oponen a la fumigación, y por eso se les mira en el Consejo como una especie de parias. Si no empezaron aún los bombardeos de veneno sobre los parques, es debido a que la ley lo prohíbe. Pero el Gobierno, que tiene la costumbre de cambiar las leyes que le estorban, como ocurrió con la reelección, parece decidido a dar el paso nefando y consagrar en el estatuto orgánico de parques la posibilidad de que las propias autoridades esparzan sustancias químicas expresamente diseñadas para provocar alteraciones botánicas.

Otras maneras de matar piojos. El argumento de fumigar los parques para impedir que los químicos de los cocaleros los contaminen merece responderse con el eslógan que esgrimieron los jóvenes gringos en los años sesenta: “Luchar por la paz en Vietnam es como fornicar por la virginidad”. Sobre todo porque hay maneras más eficaces y delicadas de combatir los cultivos ilícitos, particularmente en territorios privilegiados por su condición natural. No se trata de permitir que los productores de droga hallen un enclave en los parques, porque sus sembrados son dañinos y porque la ley obliga a perseguirlos. Sino de luchar contra ellos de manera que no acabemos con la que el ministro Jorge Alberto Uribe llama, con una sonrisita, “la mayor riqueza de la nación”. En muchas zonas de Colombia el desarraigo manual de las plantaciones ilegales ha producido benéficos efectos, y en el Perú y Bolivia la primera opción no es fumigar, como entre nosotros, sino erradicar manualmente. Cuesta algo más de dinero, es menos sencillo que soltar una flotilla de aeronaves cargadas de glifosato y no beneficia a ciertas empresas químicas, pero resulta mejor que bañar los parques con un diluvio de veneno,

Estamos advertidos. Para dar gusto a Washington, el gobierno colombiano se propone impulsar una ley que permita la fumigación en los parques nacionales. Hay que impedirlo. Hay que decirle que estamos en la obligación de proteger un patrimonio perteneciente a las futuras generaciones de colombianos.

cambalache@mail.ddnet.es

Si busca glyphosate en Google hallará 347.000 menciones de esta tema; si escribe glifosato descubrirá 53.600. Allí reposan documentos de universidades y entidades que señalan los peligros de esta sustancia para el medio ambiente. No entraré en detalles por falta de espacio, pero algunas investigaciones señalan que “es preocupante el uso extensivo de glifosato en programas para erradicar coca, opio y marihuana” (Action Network); que es perjudicial para plantas, roedores, organismos acuáticos y aves (American Bird Conservancy); que en bosques tratados con glifosato ha decrecido en un tercio la población de pájaros (National Toxic Network); que “la aspersión aérea de este herbicida como parte del Plan Colombia de erradicación de droga plantea muchas inquietudes sobre daños irreversibles a la salud, la vida silvestre y el ecosistema” (World Wildlife Fund); que “el glifosato deteriora o reduce la población de muchos animales, incluyendo insectos benéficos, peces, pájaros y lombrices” (Going Native, California); que “para sustentar las bondades del glifosato se refiere su baja toxicidad para la salud humana, pero se omite aclarar que la toxicidad crónica no se puede catalogar de igual forma” (Foro sobre plaguicidas, U. de Antioquia); que en Australia está prohibido aplicarlo cerca del agua por sus efectos letales en batracios y anfibios (Pesticide News); que “existen sólidas pruebas de investigadores independientes que demuestran que el glofosato es un peligroso químico” (Buffin y Jewell)…

En fin, hay que dar muchas vueltas y aterrizar en páginas de los fabricantes de plaguicidas para encontrar literatura tan benévola como la que nos regaló el estudio de la CICAD. Casi nos receta el glifosato bien helado para calmar la sed.(...)
http://eltiempo.terra.com.co/opinion/colopi_new/danielsamperpizano/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2049872.html

a colacion : "De visita en Itapúa, entrevistando a los padres de un niño muerto por intoxicación con glifosato, no vemos otra cosa que soja"
http://argentina.indymedia.org/news/2005/04/285387.php

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niños con malformaciones en la Sierra Nevada
Por medio - Wednesday, Jun. 22, 2005 at 1:26 PM

Según estudios realizados por especialistas en la ciudad de Santa Marta, en los últimos siete años se han venido presentando con una frecuencia inusitada casos de malformaciones congénitas en recién nacidos de madres aparentemente sanas.
http://www.terrelibere.it/terrediconfine/index.php?x=completa&riga=01206

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La Naturaleza Responde
Por Jorge Carlos Mondoñedo - Saturday, Oct. 22, 2005 at 3:17 PM
jorgecms20@hotmail.com

Los problemas del medio ambiente causados por la accion del hombre esta teniendo sus consecuencias. La destruccion de la amazonia por causa de los Estados Unidos es unas de las razones que contribulle a la incrementacion de los fenomenos naturales, es paradojito porque Estados Unidos destruye la amazonia colombiana en la supuesta guerra contra el narcotrafico, no firma los protocolos a favor de la conservacion de la biodiversidad, ni el protocolo de kioto y la naturaleza los castiga con la intensificacion de los huracanes.
Tenemos que reflexionar y no dejar permitir que los capitales extrangeros tan poderosos en este mundo glovalizado atenten contra lo mas presiado en el mundo, que es la vida, tenemosa ejemplos que tenemos que seguir, personas que dieron su vidad como CHICO MENDEZ, que nos enseñaron que la vida es lo primero y tenemos que defenderla si es posible hasta con la muerte.

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Tres décadas de una guerra perdida
Por un - Sunday, Oct. 30, 2005 at 11:49 AM

Drogas y democracia en América Latina (Octubre 28 de 2005)

es tiempo de preguntar si el remedio ha sido peor que la enfermedad.

Hay un consenso internacional según el cual el perjuicio causado por el tráfico de drogas ilícitas es considerable. Genera criminalidad, exacerba la violencia criminal y política y atiza a los grupos armados. En toda la región, la corrupción relacionada con el tráfico de drogas ha debilitado a los gobiernos nacionales y locales, al poder judicial y a las fuerzas policiales. El uso ilícito de drogas destruye individuos, familias y comunidades.

Sin embargo, después de varias décadas de la llamada guerra contra las drogas, ni siquiera estamos cerca de una victoria. Mientras tanto, el daño colateral de esta guerra es extenso. Ya es tiempo de preguntarnos si el supuesto remedio ha sido peor que la enfermedad.

Una investigación publicada hace pocos días, Drogas y democracia en América Latina, evalúa el impacto de las políticas de los Estados Unidos para el control internacional de drogas sobre las tendencias de la democracia y los derechos humanos en América Latina y el Caribe. Concluye que tales políticas desestabilizan los gobiernos democráticos en una multitud de formas.

Contribuyen a confundir las funciones militares con las de los organismos de aplicación de la ley, militarizando a las fuerzas policiales locales y a su vez insertando a las fuerzas militares en actividades de seguridad interna.

Exacerban los problemas de derechos humanos y conducen al deterioro de las libertades civiles a través de la adopción de duras leyes antidrogas que a menudo incumplen con mínimos parámetros del debido proceso.

Generan conflictos sociales significativos e incluso inestabilidad política, especialmente la erradicación forzada.

Han llevado a autoridades de los Estados Unidos a perseguir metas antidrogas de corto plazo aliándose con personajes infames e incluso criminales –tales como Manuel Noriega en Panamá y Vladimiro Montesinos en el Perú– en perjuicio del desarrollo democrático de largo plazo.

Y, con mucha frecuencia, los peores efectos de la política se dejan sentir en los sectores más pobres de la sociedad: tanto en los Estados Unidos como en América Latina, la guerra contra las drogas es más que todo una guerra contra los pobres.

El daño colateral de esta guerra podría ser considerado como consecuencias no deseadas pero necesarias para reducir la oferta y consumo de drogas ilícitas. Sin embargo, hasta ahora no hay ninguna evidencia de que las políticas actuales hayan tenido un impacto positivo significativo.

Los gestores de políticas estadounidenses apuntan a una gama de estadísticas para mostrar el éxito de dichas políticas, incluyendo las hectáreas de cultivos erradicadas, laboratorios de producción de drogas destruidos, traficantes arrestados y cocaína y heroína interceptadas. Tales estadísticas muestran cómo los fondos antidrogas están siendo gastados y apuntan a éxitos tácticos de corto plazo. Sin embargo, no suministran evidencias de que las políticas estén logrando la deseada meta de reducir el consumo de drogas ilícitas.

La política actual busca reducir el suministro de sustancias ilícitas conteniendo la producción de drogas y, de este modo, volviendo el comercio ilícito de drogas más peligroso y costoso. A su vez, se supone que al reducir la producción, los precios aumentarían y en última instancia desanimarían el consumo de drogas ilícitas.

Sin embargo, la información reunida hasta mediados de 2003 confirma que los precios de la cocaína y la heroína han continuado cayendo y se encuentran actualmente en sus puntos históricamente más bajos. Además, a mayor gasto de los Estado Unidos en programas antidrogas, incluyendo el Plan Colombia, más se han reducido los precios de drogas ilícitas. Existe una brecha enorme –y hasta inversa– entre los objetivos deseados y los resultados concretos que se han logrado hasta ahora.

Debemos buscar políticas alternativas menos dañinas y más eficaces, orientadas a reducir el daño o consecuencias negativas causadas por la producción de drogas ilícitas y las políticas que pretenden erradicarlas. Esto requiere un cambio fundamental en la ubicación de recursos de los Estados Unidos para países extranjeros, y poner mucho más énfasis en la promoción de un desarrollo económico equitativo y la construcción de instituciones democráticas.

Sin embargo, lo que realmente tendría un mayor impacto en el tráfico y la producción de drogas es la reducción de la demanda. El consumo de narcóticos se ha convertido en un problema en todo el hemisferio, pero es el mercado estadounidense el que continúa impulsando el tráfico de drogas. Estados Unidos debe ponerse seriamente en la tarea de reducir la demanda de drogas en su interior, destinando recursos a programas de educación y rehabilitación. Un enfoque centrado en la demanda de drogas ilícitas sería, en última instancia, más efectivo y más humano.

* Senior Fellow de Washington Office for Latin America
http://eltiempo.terra.com.co/opinion/colopi_new/columnas_del_dia/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2587110.html



Para algunos de los más reconocidos expertos, la lucha contra las drogas está perdida y hay que hacer borrón y cuenta nueva.

Treinta y cinco años después de que el presidente estadounidense Richard Nixon anunció la primera gran guerra contra las drogas ilícitas, el veredicto es contundente: se perdió y por goleada. A esta conclusión llegaron reconocidos expertos de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

El Centro de Estudios Socioculturales e Internacionales de la Universidad de los Andes (Ceso) realizó un seminario internacional sobre el tráfico de drogas en el que participaron algunos de los más reconocidos investigadores de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

La exposición dio mucho de qué hablar y la conclusión es que la guerra contra el narcotráfico se está perdiendo y la legalización no es necesariamente la alternativa.

El francés Georges Estivenart, quien durante más de una década fue el director del Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías. Dice que cuando se aborda el tema de la lucha contra las drogas, los colombianos desconocen la realidad de este tema en Europa, el cual está lleno de mitos.

El panorama que presenta Estivenart muestra que el mercado europeo ha sido el responsable del fortalecimiento del tráfico de drogas en el mundo. Dice que las políticas de varios de los países de la Unión Europea son confusas y esto ha causado un aumento en el consumo de cocaína, heroína y drogas sintéticas.

Lo más grave es que junto con esto también se está presentando el fenómeno del policonsumo entre los jóvenes y un notorio incremento de adictos en los países bálticos. Estos fenómenos, según él, son el resultado de una falta de políticas claras y unificadas, ya que cada país de la Unión Europea enfrenta el problema de acuerdo con sus intereses particulares y no en conjunto.

Otro francés, Alain Labrousse, es todavía más contundente al afirmar que el tema del combate al narcotráfico realmente no es un asunto prioritario de Europa y que de hecho la política europea en general es bastante débil.

No faltaron, obviamente, las críticas a la lucha represiva contra la droga impulsada por Estados Unidos. En ese sentido, uno de los puntos de vista más severos y contundentes es el de Coletta Youngers, de la Oficina en Washington para América Latina (Wola), una influyente ONG de Estados Unidos.

Durante el seminario, Youngers afirmó que Estados Unidos, con el pretexto de combatir el terrorismo, ha militarizado la lucha contra el narcotráfico y esa política ha tenido un efecto bastante perverso en América Latina, y en particular en Colombia, ya que ha desencadenado un deterioro en la situación de derechos humanos, ha incrementado la guerra y ha estimulado la corrupción en las autoridades encargadas de librar la lucha contra las drogas.

Otro de los más críticos frente al tema de las drogas y la política de Estados Unidos es otro norteamericano, Peter Reuter. No duda en afirmar que lo único que ha conseguido la estrategia represiva implementada en Colombia es profundizar los problemas del país.

Reuter cuestiona al Congreso de su país ya que, según él, los legisladores miran la guerra contra las drogas desde el punto de vista de sus intereses políticos y burocráticos y no van a cambiar esa posición. Dice que aunque los congresistas saben que parte de la solución real es enfocar y fortalecer las políticas para combatir el consumo en Estados Unidos, no van a cambiar su estrategia porque es mucho más 'taquillero' para ellos señalar a los países productores, como Colombia, y no enfrentar al demonio en su propia casa.

Esto, sin duda, reabre el debate sobre el consumo 'desenfrenado' en los países industrializados y la necesidad de analizar otras opciones como la legalización. Este es el punto de vista de Ethan Nedelmann. Considerado uno de los gurúes internacionales sobre narcotráfico, afirma que ante el evidente fracaso de la política represiva frente a las drogas, es necesario que Colombia empiece a contemplar otras alternativas diferentes a la agenda impuesta por Estados Unidos.

Como ejemplo cita el caso de Canadá en donde, según él, el debate sobre la legalización no es político, sino que está basado en pruebas científicas y no en prejuicios abstencionistas. También dice que es necesario que Colombia mire hacia algunos países de Europa (Holanda, Suiza) o Australia y Nueva Zelanda. Según Nedelmann, en esas naciones la estrategia, al considerar que ni la represión o la legalización abierta han funcionado, optaron por manejar el problema de las drogas como una estrategia de salud pública.

Un país como Colombia, que ha sufrido como ningún otro las consecuencias del crimen organizado asociado al tráfico de drogas, no debería tomar a la ligera las recomendaciones de estos expertos. Este seminario fue en un catalizador para que en Colombia se realice un verdadero debate sobre si la manera como se está librando la guerra contra el narcotráfico es la más apropiada. http://www.terra.com.co/actualidad/nacional/28-10-2005/nota255705.html



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NO cre en ninguno de los dos lados
Por INFO - Tuesday, Oct. 07, 2008 at 5:53 PM
ikaro@lycos.es

No creo en los que fumigan, como los que dicen que legalizar es la solución.

Razones:

- So más culpables los consumidores por su incapacidad de negarse a algo que ni siquiera es una necesidad, como el alimento o el agua.

-Y los que fumigan por que no se preocupan si no por cifras, olvidadndo el factor humano y la naturaleza.

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no saben de lo que hablan
Por el que dice la verdad - Wednesday, Nov. 17, 2010 at 4:14 PM
xxxxxxxxx@hotmail.com 5555554 argentina

la fumigacion ha reducido drasticamente la produccion de cocaina que ustedes se fuman, solo quema la hoja de coca lo que deja el suelo apto para la agricultura, pero como ustedes ONG buena para nada, critican sin tener fundamentos, ni siquiera saben que la amazonia colombiana es la más intacta, tenía que ser una ong argentina, no se metan donde no les han llamado, el narcotrafico ha dejado un cruel sufrimiento en la vida y corazon de los colombianos como para que ustedes ong de mierda se pongan a hacer satiras asquerosas de un presidente que ha trabajado duro por colombia y todos los colombianos,exepto los que estan con las farc, piensan igual

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.
Por . - Wednesday, Nov. 17, 2010 at 11:45 PM

Cayate izaguirre la puta que te pario

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OJO con los chemtrails
Por Ambientalista - Thursday, Nov. 18, 2010 at 12:00 AM

En caso de saber.haber visto o le haya parecido ver un chemtrail no dude en llamar.Denunciar es prevenir.

Coordinadora ambientalista del MMV

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