Julio López
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La necesidad de un proyecto politico de las asambleas
Por asambleista de Pque Chacabuco - Saturday, Sep. 27, 2003 at 3:40 PM

Algunos reflexiones sobre porque es necesario tener un proyecto politico propio de las asambleas

nacimiento de las asambleas

Las asambleas nacen de un hecho político: el argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001, que reflejó (aunque sea transitoriamente) la profunda desconfianza de la población en la casta de políticos del sistema.

Las asambleas son organizaciones políticas surgidas de esa lucha. Mientras el fascista diario La Nación advertia a su buen lector que las asambleas eran gérmenes de soviets, muchas personas hacían su primera experiencia política, tenian su primer acercamiento con la izquierda, y hasta su primer acercamiento con el vecino.

Qué nos pasó en el 2002

Obviamente hemos tenido un reflujo en cuanto a la cantidad de integrantes y además no hemos logrado articularnos como movimiento. Por supuesto que han influído otros factores, pero se puede decir que las dos fallas principales de las asambleas fueron: la falta de organización y la carencia de un objetivo politico.

¿Se piensa acaso que los que volvieron a sus casas lo hicieron por la politización extrema de las asambleas? Si bien no puede descontarse el papel nocivo que tuvo la falta de unidad de la izquierda y sus consecuentes peleas por espacios de poder, el elemento fundamental que influyó para el desánimo fué que la posibilidad de unidad tras un objetivo político propio (que debía partir del “que se vayan todos”) se tornó cada vez más lejana, y que la inexperiencia de los militantes asamblearios conspiró contra la posibilidad de frenar en debates democráticos los manijazos y los oportunismos.

Para qué tener una definición política

Por dos razones. Primero para tener una coherencia hacia el exterior (el resto de la sociedad) y saber hacia donde queremos llegar. Algunos compañeros dirán que el camino ya está más o menos marcado por nuestras propias acciones (apoyo a los piqueteros, a las fábricas recuperadas, a los cartoneros, a los trabajadores de la salud, manifestaciones contra la guerra, contra los tarifazos, contra el ALCA, etc.). Eso es en parte verdad. Pero eso no basta. Para tener la certeza del camino que estamos recorriendo se deben establecer como mínimo dos puntos: el de partida y el de llegada. El de partida ya lo tenemos mas o menos claro, pero ¿a dónde queremos llegar? ¿Dejaremos siempre librado a la espontaneidad el camino a recorrer, o es mejor planificarlo y adecuarlo según la coyuntura? ¿Dejaremos que se repita la pregunta del “despues qué” del QSVT?

La segunda razón para tener un proyecto politico propio es para partir desde una posición de fortaleza en nuestra articulación con otras fuerzas del campo popular. La no conformación de un proyecto político propio es lo que no termina de conformar la identidad política de las asambleas, lo cual no es una virtud, sino una debilidad que puede ser (fue) explotada por el sistema y por algunos grupos de izquierda.

La desventaja de carecer de un objetivo común

Por no tener nosotros definiciones políticas, se las dejamos a los que sí las tienen. De esta manera, les hacemos el juego porque a ellos no les conviene que tengamos nuestras propias definiciones políticas, así imponen las de ellos. Si las tuviéramos, les resultaría mucho más difícil incidir en nuestras políticas para su propio beneficio. Fue justamente nuestra falta de experiencia organizativa y política lo que facilitó las intervenciones mezquinas de otras fuerzas en nuestro movimiento.

El programa de la primera Interbarrial Nacional es una muestra de que cuando nosotros no logramos definiciones propias, tomamos (o nos son impuestas) las definiciones de otros. El programa de la 1ª IB Nacional contiene varias consignas que ni siquiera fueron discutidas en las asambleas. Esas consignas fueron, obviamente, introducidas por grupos que sí tenían definiciones políticas y se aprovecharon de que nosotros no las teníamos.

Mas allá de si se coincide o no con la nacionalización de la banca (por poner un ejemplo), si esta consigna no fue discutida y aprobada conscientemente por las asambleas (y eso no quiere decir una hora de discusión y resolverlo votando a mano alzada), entonces no tendrá un sustento real en las asambleas.

Y de hecho no lo tuvo, la realidad lo ha comprobado. ¿Cuántas asambleas se han pronunciado específicamente a favor de la nacionalización de la banca? ¿Cuántas asambleas han hecho un trabajo consecuente por la nacionalización de la banca? Seguramente un número mucho menor que las que concurrieron a la IB Nacional y votaron la consigna a mano alzada.

Los prejuicios son una debilidad

Algunos asambleístas temen a la uniformidad del pensamiento, a la jerarquización de las discusiones, a la imposición de las ideas “desde arriba”. Yo les pregunto: ¿cuál es el arriba del movimiento asambleario? ¿Hay un arriba, hay un abajo? ¿Desde cuando el movimiento asambleario renunció a la democracia directa como método de funcionamiento? Si logramos un proyecto político propio y mantenemos la democracia directa, de ninguna manera podrán imponerse ideas que no sean realmente comprendidas y deseadas por la mayoría.

Algunos asambleístas siguen temiendo a los aparateos y de alguna manera asumen que los que tienen ideas marxistas utilizan los mismos métodos de la izquierda partidaria. Ese prejuicio también se extienden a los asambleístas que mencionan la importancia de coordinar y tener un objetivo político propio. Esos prejuicios que, supuestamente, protegen contra los aparateos, no hacen más que debilitar a las asambleas. Acostumbrarse a los prejuicios es acostumbrarse a no hacer un análisis objetivo de la realidad.

Los prejuicios son una forma de debilidad intelectual, pues remplazan la fortaleza y la responsabilidad de un razonamiento objetivo por meros actos reflejos gatillados por ciertas palabras o actitudes. Una de las palabras claves para activar los prejuicios sn “anticapitalismo”, “trabajadores”, “tomar el poder”, “organización”, “clase dominante”, “burguesía”, “imperialismo”, “programa”. Entonces, en base a los prejuicios, se suele reaccionar irracionalmente. Pareciera que esas palabras y/o la ideología marxista son propiedad exclusiva de los partidos de izquierda, por lo tanto, deben ser rechazadas para mantenernos “puros” y “seguros contra el aparateo”. Tal es el pensamiento de algunos compañeros, y ese pensamiento los lleva a posiciones reaccionarias.

El deber de los asambleístas que siguen activos es superar críticamente las experiencias anteriores. Si a las malas experiencias se las estigmatiza y se las convierte en “cucos” permanentes (“Parque Centenario”, “los partidos”), no se las supera, lo que se hace es perpetuar el malestar, profundizar los rencores, dividir, desmovilizar y, por lo tanto, hacerle un gran servicio a la clase dominante.

La defensa de nuestro movimiento no pasa por identificar a las posiciones que vengan “del exterior” y aislar o romper para que esas posiciones “no ganen”. La defensa de nuestro movimiento pasa por plasmar nuestra política en un proyecto al que podamos defender consecuentemente frente a cualquiera. Y, más importante, ofrecer ese proyecto a toda la población, para que se dé cuenta de que un cambio es posible, no sólo necesario. Y, por supuesto, ese proyecto no sera monolítico ni eterno, sino que se irá contrastando con la realidad y con el aporte y la confrontación de ideas. El primer debate sobre ese proyecto debe darse en las mismas asambleas (respetando sus tiempos), no en un grupo de asambleístas “iluminados”.

Si en el día de mañana las asambleas vuelven a convertirse en factores referentes para la gente en general y nosotros no hemos llegado algunas definiciones políticas, es muy probable que los vecinos armen nuevas asambleas al lado de las nuestras, o quizás reeditaremos los problemas que tuvimos en el 2002 con otras organizaciones.

De ahora en adelante

De lo que estamos hablando, a fin de cuentas, es de la unidad. Pero unidad verdadera, ni uniformidad impuesta ni exaltación del individuo.

No es suficiente juntarnos para temas puntuales. No es suficiente la solidaridad espontánea. Para constituír un movimiento (que no es lo mismo que un partido) debemos alcanzar la unidad política. La situación defensiva en la que estamos no durará para siempre. Las asambleas se fortalecerán, o se extinguirán. De no formar un proyecto político propio nuestra extinción es segura. Si no coordinamos AHORA para defender lo alcanzado, también. Debemos saber combinar el esfuerzo militante en articularnos para la defensa y para nuestro crecimiento en los barrios, pero también prepararnos organizativa y políticamente para el ataque a las cuestiones nacionales y tener un objetivo político.

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Porfiados
Por Enrique - Sunday, Sep. 28, 2003 at 3:48 PM

Loco, siguen intentando construir algo a partir de las asambleas? pero no se dan cuenta? que proyecto politico podes llegar a construir, a ver, decime? hasta ahora no hicieron nada, solamente funcionaron como aguantaderos, como lugares de encuentro de loosers, perdedores.
Ahora sin el envion que ya paso de diciembre de 2001, cada vez mas lejos ese dia, que carajo quieren? proyecto politico.......................

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Aporte al debate
Por Juanka de Pza. Congreso - Monday, Sep. 29, 2003 at 12:26 PM

En primer lugar, quiero expresar mi satisfacción por confirmar lo que nunca puse en duda y siempre defendí, aunque debo reconocer que a veces me encontré con pocos argumentos ante otras opiniones sobre el fenómeno asambleario. Siempre creí que a partir del 20 de diciembre de 2001 se plantó una nueva semilla (o germen, como dijo “La Nación” según el compañero asambleísta) que aún en épocas desfavorables conservan vida y experiencia genética . Solo hay que tener la decisión de regarla un poco para que germine nuevamente.

Ya en enero de 2003 luego de producida la desintegración definitiva de la Interbarrial de Pque. Centenario, la Asamblea Popular de Plaza Congreso publicó un documento en el cual intentamos opinar sobre una caracterización y balance de lo ocurrido y lo que podría ser una propuesta de salida para la crisis del movimiento.

Este documento titulado APORTE PARA LA DISCUSIÓN SOBRE LA CRISIS
INTERASAMBLEARIA precisamente se presentaba parafraseando a Séneca: “Cuando no hay rumbo preciso, todos los vientos son adversos”
En él decíamos:

“Con el desmembramiento de la Interbarrial queda a la vista, en definitiva, la esterilidad de los planteos que defienden la unidad por la unidad misma, como si ella constituyera de por sí un logro político.
De los objetivos y de la estrategia política que adopte el movimiento asambleario, o que adopten sectores del mismo, se desprenderá una u otra modalidad de organización, y no a la inversa: Insistir en adoptar como eje del debate las cuestiones organizativas, no sólo no resuelve la crisis de “coordinación” y “aparateo” del movimiento, sino que forma parte del verdadero problema. Y el problema es que no hay organización que pueda avanzar si no existe un verdadero acuerdo sobre en qué dirección debe hacerlo y cuál es la meta política de ese avance
En cambio, el ocultamiento de las profundas divergencias en lo relativo a cómo instrumentar una salida popular a la crisis actual, muestra el enfoque puramente de aparato, puramente organizativo y formal, de quienes insisten en impulsar la “unidad” sin priorizar la adopción de objetivos políticos de fondo, que orienten la intervención del movimiento asambleario en la lucha contra el régimen político y social en vigencia.

Así fue como, en casi un año de vida de las asambleas populares, no fructificó un debate acerca de la unificación de objetivos políticos del movimiento. Ese ha sido el pecado capital del movimiento asambleario, y la disgregación de la Interbarrial no hace más que sancionar, en el terreno de la organización, la frustración política del mismo”.

Lamentablemente hace 9 meses, cuando intentamos debatir estas cosas, solo tuvimos eco en un grupo de asambleas y algunas otras organizaciones con las que creamos el bloque “Piquete y Cacerola”, del resto, entre las que se encontraba el asambleísta de Parque Chacabuco precisamente, rehuyeron el debate con el solo argumento de tildarnos como voceros de determinado partido político. Sin embargo hoy afortunadamente nos damos la oportunidad de debatir estas cuestiones no solo por internet, sino cara a cara y fraternalmente dentro del espacio de coordinación de asambleas, lo que demuestra que más allá del tiempo perdido, los desencuentros nos sirven también para madurar y confirma lo que afirma el compañero de Pque. Chacabuco en su nota: Los prejuicios son una debilidad.
Más allá del debate Inter.-asambleario existe uno intra-asambleario, es decir como construimos asambleas fuertes y representativas de los barrios; claro que cada uno de ellos tiene características particulares, y es sobre la base de ellas que hay que tratar de construir organizativa y políticamente. Ese es precisamente el punto más flojo del artículo del compañero de Pque. Chacabuco, el que dice: DE AHORA EN ADELANTE.
El compañero da algunas ideas de lo que hay que hacer y que puede pasar, pero no dice como llevarlo a cabo. Habla de la unidad pero no dice con quienes y para que. Dice que si acordamos políticamente podemos defendernos e incluso fortalecernos en los barrios. Yo creo que es una visión limitada de la realidad, y la realidad es que hoy el movimiento asambleario es casi una superestructura sin base de sustentación. Las pocas asambleas que lograron mantener una base social, un lazo de pertenencia con el barrio o un sector de los vecinos de ese barrio, son los que lograron mantener comedores, asistencia alimentaría con bolsones de comida, apoyo al trabajo de los cartoneros, etc., es decir, territorialmente si queremos construir va a ser en base a la necesidad concreta. En la medida que demos respuesta a lo urgente, a las necesidades básicas podremos demostrar lo imprescindible que es estar organizados, que no es lo mismo la salida individual que la colectiva, este estado de conciencia no se logra con los libros ni la retórica, sino con la experiencia concreta. Esto no es asistencialismo como pueden decir algunos, es lograr que los vecinos de carne y huesos se identifiquen con su asamblea como un puesto de lucha para para conseguir aunque sea pequeños logros que les permita vencer la desesperanza y la inmovilidad y depresión que esta produce. Una vez logrado esto, si se puede pensar en una construcción política más avanzada, con objetivos más avanzados por lo menos en lo territorial.
Ya de por si el lograr un crecimiento en los barrios y lograr una inserción en el mismo, que la asamblea pueda ser un referente para los vecinos, sería una situación muy favorable para la autodefensa, pero no es suficiente, los últimos desalojos y agresiones a asambleas (Lezama Sur, Haedo, Villa Crespo, Villa Pueyrredon, etc., nos demuestran el estado de debilidad y la falta de reacción como para contrarrestar los ataques. Si algo no somos, es autosuficientes. Por eso las asambleas y el movimiento asambleario en su conjunto no podrá avanzar, ni desarrollarse ni protegerse sin una política de alianza o unidad de acción con las demás organizaciones del campo popular. Me refiero a los movimientos piqueteros, organismos de derechos humanos, partidos de izquierda, organizaciones estudiantiles y sindicales antiburocráticas, etc.
¿Quien puede negar que los posibles agresores a cualquiera de estas organizaciones no son los mismos que nos pueden agredir a nosotros? ¿Acaso no fue la unidad de acción de todas las organizaciones nombradas la que paró el mayor plan represivo organizado para contrarrestar la protesta desde la caída de al dictadura?, el mismo que produjo los crímenes de Santillán y Kosteki.
¿O acaso no fue el desencuentro de todas estas organizaciones (entre la que nos incluimos las asambleas populares) y el abandono de esa unidad de acción la que posibilitó la recomposición política del régimen y que se queden todos?

La APPC planteo la estrategia de unidad de acción con los sectores en lucha en el documento citado anteriormente:

Creemos que el modo de organización que se ha dado el movimiento piquetero combativo, manifiesto en las asambleas nacionales de trabajadores, es el idóneo, tanto para marchar en pos de nuestra meta política como para mensurar el acierto o desacierto de lo ejecutado, y la calidad y cantidad de lo avanzado en cada tramo. Creemos que este modo de organización asamblearia-piquetera es la única coherente con nuestra apreciación de que el Bloque Piquetero Nacional y, más en general, la estrategia plasmada en las asambleas nacionales de trabajadores, es el elemento más dinámico y consecuente en el campo de los que luchan contra el gobierno y el régimen, apreciación que nos llevó a reiterar la propuesta de la formación de un Bloque Asambleario que cuente con autoridad convocante para la realización de las Asambleas Nacionales de Trabajadores Ocupados y Desocupados por venir.

En su momento se nos acusó de proponer diluir el movimiento asambleario en el Bloque Piquetero o querer transformar a las asambleas en apéndices de organizaciones políticas y cosas por el estilo. Después de todos estos meses, no solo no fuimos absorbidos por nadie sino que sostenemos con la misma vehemencia de siempre el orgullo de ser una asamblea popular nacida del Argentinazo donde tuvieron un rol protagónico los sectores medios de la Cdad. de Bs. As. que históricamente le dieron la espalda a los sectores más desprotegidos de la sociedad y a partir del 20 de diciembre de 2001 identificaron al enemigo común y produjeron una crisis política sin precedentes en Argentina. En cambio muchas asambleas si fueron absorbidas por el Gobierno de la Ciudad o simplemente por la abulia y la inacción.
En función de esta experiencia histórica es nuestra participación en la construcción de la Asamblea Nacional de Trabajadores como opción de poder para que se vayan todos y gobierne el pueblo.

Sigamos debatiendo y organizándonos, porque más allá de los derrotistas como el tal Enrique que escribió anteriormente, en diciembre de 2001 se produjo un quiebre en la historia de este país, y la historia tiene marchas y contramarchas, triunfos y derrotas, alzas y bajas, pero nunca nada de esto es en vano y como he escuchado decir a las Madres de la Plaza en innumerables ocasiones: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”.

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tiene razon juanka de Congreso
Por asambleista de Pque Chacabuco - Monday, Sep. 29, 2003 at 2:22 PM

Yo antes estaba lleno de prejuicios y reaccione de forma reaccionaria (valga la redundancia).

Esta autocritica que me hago la hago por dos razones:

1- Como ejemplo hacia los demas compañeros (asambleistas y militantes de izquierda), que deben hacer una autocritica publica cuando se equivocan en sus declaraciones o hechos publicos.
2- Para que deje algo valioso hacia los que tienen la posicion que yo tenia entonces y le de mayor sustento a lo que sostuve con el articulo.

Hace varios meses yo todavia estaba muy dolorido y rencoroso por el horrible aparateo que habian hecho el PO y el MST en la ultima edicion de la Interbarrial (para diciembre del año pasado). Los antecedentes de esos aparateos, la actidud hipocrita que se tuvo en los encuentros previos de Cid Campeador, y la completa falta de autocritica que siguio, me dejo con mucho rencor y muchos prejuicios. No solo a mi, sino a muchos compañeros.

Y eso no me dejo pensar con claridad, como le sigue pasando a muchos compañeros. Ademas, yo en ese momento no era consciente de la terrible crisis historica de los partidos de izquierda en Argentina, pensaba que lo habian hecho puramente por "malos". No es tan asi, lo que pasa es que los compañeros tienen las mismas dirigencias sectarias desde hace varios años y muchos piensan honestamente que ayudan a la revolucion siendo completamente obsecuentes y sumisos con la linea de su partido. Incluso uno nota en sus campañas donde la cuestion del socialismo ni siquiera se menciona, sino que se exacerba puramente el parlamentarismo.

Los militantes de base de esos partidos, sin embargo, son siendo compañeros de lucha, pues luchan por una sociedad mejor.

En esta epoca, yo extendia mi prejuicio hacia los partidos hasta el Bloque de asambleas "Piquete y Cacerola", ya que participaban en la ANT y me parecian que tenian una grand dependencia del PO. Hablando con el compañero Juanka personalmente, me di cuenta que no era asi, al menos con la asamblea a la que el pertenece (Plaza Congreso).

Sin embargo lo que yo si critico del Bloque Piquete y Cacerola es que no dio la lucha politica dentro del espacio de asambleas autonomas cuando este espacio era numeroso. Quizas se dejaron intimidar por la palabra "autonomas" o por el ambiente anti-partidista que se fomentaba en ese encuentro.

Estas actitudes de los dos lados contribuyeron al aislamiento entre las asambleas, y lamentablemente eso contribuye a la poca solidaridad que se observa cuando una asamblea es hostigada o desalojada.

Y volviendo a algo que dije en el articulo: las asambleas no se protegen con macartismo, con prejuicios, o tapandose los oidos mientras habla el otro. Se protegen, justamente, construyendo definiciones politicas propias y construyendo estructuras organizativas bien determinadas. De esa manera se combate la bajada de linea y el aparateo. De esa manera, se genera un ambiente donde las opiniones de todos pueden expresarse, y los militantes de izquierda estaran invitados a venir y a exponer sus ideas y las de su partido. Y si sus ideas son comprendidas y aceptadas, tendran la mayoria. Sino, no, y tendran que bancarsela.

Asi como cada asambleista o asamblea debe bancarse ser minoria en un espacio donde la mayoria tira para otro lado (aunque depende cual sea ese otro lado).


En cuanto al reclamo que me hace el compañero de Congreso (que no especifico mas en el "de ahora en adelante") le respondo que lo que yo pretendo es:

-Que las asambleas se constituyan como movimiento politico independiente a escala nacional, con un objetivo politico y una estructura organizativa bien definidas. Preferentemente, un objetivo politico anticapitalista.
-Que este movimiento siga conservando como rasgo organizativo fundamental la democracia directa y los mandatos.
-Que si hay diferencias dentro del movimiento, no se rompa sino que se formen tendencias.
-Que ese movimiento este en condiciones de articular transversalmente con las demas fuerzas del campo popular.
-Que la direccion de este movimiento mas grande sea realmente representativa y responda a las bases.

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y lo ultimo...
Por asambleista de Pque Chacabuco - Monday, Sep. 29, 2003 at 2:27 PM

Que los dirigentes respondan a las bases no es solo un requerimiento "asambleario", sino para que no pase lo que paso en Bolivia y lo que puede llegar a repetirse: la conciliacion con el gobierno.

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Propuesta para los partidos.
Por asambleista de Palermo - Monday, Sep. 29, 2003 at 4:10 PM

Un gran paso adelante seria que de constituirse este movimiento, herramienta o como lo quieran llamar los partidos, movimientos piqueteros, fuerzas que se reclaaman del anticapitalismo se disuelvan en su estructura.

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Completamente de acuerdo
Por asambleista de Pque Chacabuco - Monday, Sep. 29, 2003 at 4:18 PM

Con lo que dijo el compañero de arriba.

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muy de acuerdo
Por Nicolás - Tuesday, Sep. 30, 2003 at 7:42 AM

Estoy muy de aucerdo con lo que aquí se plantea, mi visión de un Movimiento Político Asambleario es muy similar a lo que se plantea al inicio. Igualmente me remito a los documentos sobre el Movimiento Asambleario, números 13 y 14 de próxima publicación en este espacio, donde trato de explicar tanto lo que me pasaba antes por la cabeza, como lo que ahora pienso del Movimiento Asambleario y su futuro.

Un abrazo revolucionario,
Nicolás

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ah si?
Por Tom - Tuesday, Dec. 23, 2003 at 7:55 PM
notanhot@hotmail.com

No compañeros, todo muy bien y muy lindo hasta que empezamos a hablar de de dirigentes representativos y encima, a nivel nacional. No aprendimos nada de la democracia republicana que tenemos desde hace años? La representacion no existe, es una mentira, nadie puede representar a otro fidedignamente. Las asambleas estan basadas en la no verticalidad, cada uno tiene voz y voto. Al menos yo pense que ese era el metodo asambleario. El principio de nacion historicamente estuvo relacionado y es complementario con el estado capitalista, no tenemos que basarnos en esa fuente de identidad que es antinatural e interesada.

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Tom
Por un forista - Tuesday, Dec. 23, 2003 at 9:52 PM

nacional en su forma no quiere decir nacional en su contenido.

sobre lo de la representacion: la verdad que es todo muy lindo pensar en una sociedad horizontal donde no se delegue nada, pero no estamos en esa sociedad. a esa sociedad queremos llegar, pero estamos en otra muy diferente.

las formas organizativas que nos demos no tienen que estar dictadas por nuestros principios horizontalistas. tienen que estar dictadas por la coyuntura. ¿cual es la mejor manera de derrotar a una clase dominante con mecanismos de coordinacion bien aceitados? ¿con miles de asambleas horizontales aisladas? ¿o con una centralizacion de todo ese poder, que funcione en democracia obrera (de abajo hacia arriba con mandatos, de manera que los representantes hacen lo que les dice la base y no lo que quieren ellos, como en la democracia representativa).

no es adecuado simplificar la democracia sovietica (me refiero a la democracia obrera de los soviets en la primer epoca de la revolucion rusa, no al gobierno burocratico) con la democracia representativa burguesa. por lo menos no es lo que yo quiero.

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Preguntas para los sabios
Por Tom - Wednesday, Dec. 24, 2003 at 4:27 PM

Bien, basicamente decir que las formas organizativas las dicta la coyuntura es decir que el fin justifica los medios. Ya que estas tan convencido de tu metodo Forista, me gustaria preguntarte: ¿Como se logra que tu organización centralizada no se convierta en un Estado autónomo con intereses corporativos como ocurrió en URSS? ¿Como evitas que maneje discrecionalmente recursos e información? ¿que se enfrente comercial y militarmente a los otros Estados-Nación? ¿Cómo evitas convertirte en una clase dominante en vez de derrotarla? Finalmente, ¿Cuál es el sentido de un forma organizativa nacional de un movimiento que no tiene extensión territorial ni alcance nacional?

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respondiendo
Por un forista - Thursday, Dec. 25, 2003 at 6:38 PM

Si, el fin justifica los medios. Pero primero hay que justificar al fin. Si el fin es una sociedad justa, el medio es una revolucion social (violenta) que derrote a la clase dominante. Si se justifica el fin de una sociedad justa, se justifica el fin de la revolucion violenta. ¿O somos pacifistas, ahora?

¿Queremos acaso caer en las trampas de la moral burguesa? Porque si terminamos en eso no tendriamos que hacer la revolucion ya que eso "enfrentaria a argentinos contra argentinos".

Para una revolucion social tiene que haber una organizacion que, al menos en algunos momentos, centralice la accion. Pensar que se puede derrotar al Estado sin ninguna clase de coordinacion es vivir en un mundo de fantasias.

"¿Como se logra que tu organización centralizada no se convierta en un Estado autónomo con intereses corporativos como ocurrió en URSS?"
Primero, que hubo factores objetivos nacionales e internacionales que derivaron en el colectivismo burocratico de la URSS. El colectivismo burocratico no es un producto exclusivo del bolchevismo, afirmar eso es subjetivista. El destino de la revolucion en Argentina estara firmemente relacionado con la revolucion mundial y las cuestiones geopoliticas.

La manera de combatir cualquier deformacion burocratica es con un fuerte control desde las bases, con una fuerte tradicion de democracia obrera. Sin embargo, nunca hay garantias de exito. Si no queremos equivocarnos, directamente no hagamos nada, es lo mas facil.

"¿Cómo evitas convertirte en una clase dominante en vez de derrotarla?"
Esta pregunta no tiene sentido. Para derrotar completamente a la burguesia y transformar la sociedad el proletariado DEBE convertirse en la nueva clase dominante, y guiar a la sociedad a la extincion de las clases.

"¿Cuál es el sentido de un forma organizativa nacional de un movimiento que no tiene extensión territorial ni alcance nacional?"
Te podria responder con la siguiente pregunta: ¿Cual es el sentido de ser revolucionario si la mayoria de la sociedad no es revolucionario?
Si nos quedamos en "lo concreto" y "lo practico" y no pensamos a futuro jamas avanzaremos.

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esto no vale la pena
Por Tom - Tuesday, Dec. 30, 2003 at 6:49 PM

Bien, gracias por recordarnos las recetas eternas de los partidos de izquierda argentinos con su bolchevismo dogmatizado. Realmente me canse de que pongas cosas en mis comentarios que nunca escribi y que hagas de cuenta que respondes mientras discurris tu remanido panfleto. Tus paternales suposiciones sobre mis basamentos teoricos solo dejan en claro que no expusiste tu marxismo ninguna critica importante desde que se cristalizo en ese dogma maximalista que adoptas. Tu negacion a adoptar un enfoque problematico de la filosofia y la metodologia revolucionaria hacen que esta discucion haya sido una perdida de tiempo. Tengo que darte las gracias por contestar? Gracias

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es muy facil para vos
Por un forista - Friday, Jan. 02, 2004 at 8:57 AM

cuando no podes contestar con argumentos, acusas al otro de dogmatico.
Y si es marxista mejor, sumemonos a la derecha y llamemoslo anacronico.

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No se dan cuenta?
Por es como coger con una momia. - Friday, Jan. 02, 2004 at 11:01 AM

¿no se dan cuenta estos entristas trasnochados?, operar sobre las asambleas es como coger con una momia: posible pero no deseable.

Las asambleas "fueron". Ya esta, ya pasó y no pasó nada. Basta de empujar al carro con los caballos!!.

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BIP BIP
Por DETECTOR DE SERVICIOS - Friday, Jan. 02, 2004 at 11:32 AM

ALARMA DE LOS SERVICIOS! ALARMA DE LOS SERVICIOS! ATRAPEN AL NECROFILICO DE ARRIBA!

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