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BOLIVIA HUELE A INSURRECCIÓN (Corregida)
Por Redaccion de Econoticiasbolivia.com - Monday, Oct. 13, 2003 at 4:09 AM
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www.econoticiasbolivia.com.- Tras resistir 48 horas plenas de masacre, metralla y muerte, la rebelión de los pobres, que tiene su epicentro en la ciudad de El Alto, comenzó a agigantarse en toda la región altiplánica, arrastrando detrás de sí a trabajadores, cocaleros y campesinos de otras zonas de los valles y del oriente. Bolivia huele a insurrección, los pobres se están levantando

Ya en las primeras horas de hoy, lunes, miles de vecinos colgados de los cerros y alturas de la ciudad de La Paz se enfrentaban, con piedra y hondas, a efectivos militares y policiales que custodian la autopista de 12 kilómetros, que une las ciudades de La Paz y El Alto. Hay barricadas, ráfagas de ametralladoras y sobrevuelo de helicópteros.

En medio de las hogueras aún llameantes, encendidas durante la noche para prevenir el ataque de las tropas leales al presidente Gonzalo (Goni) Sánchez de Lozada, los vecinos, que exigen su renuncia, se organizaban para bajar al centro de la ciudad sede de gobierno.

"La Portada se ha levantado en apoyo de nuestros hermanos de El Alto", dice una vecina, mientras suena la bala y un enorme amplificador hace oír un vals de caballería. Hay aire de insurrección.

Sin transporte público, por la escasez de combustible y la huelga de choferes, las calles de la ciudad de La Paz lucen semidesiertas, aunque ya se nota que tiene éxito la convocatoria de los maestros, comerciantes, estudiantes y trabajadores para concentrarse en sus fuentes de trabajo y estudio, para posteriormente copar el centro.

En las zonas populares hay indignación por la masacre. "Todos tenemos que bajar al centro, a San Francisco, a San francisco", "Que se vaya Goni", grita la multitud.

A las 9:30 de la mañana, en San Francisco, en pleno centro de la ciudad, caía un joven herido a bala. "Son civiles armados, agentes del gobierno, los que están disparando", dicen testigos que presenciaron la atentado. Dos cuadras más arriba, en la Garita de Lima, se comienzan a levantar barricadas.

En la ciudad de El Alto, donde este domingo murieron a bala 26 vecinos y otro centenar y medio cayó herido por la metralla del Ejército, proseguían las escaramuzas. En la zona de Alto Lima, otro joven caía destrozado por la metralla y tres heridos en la víspera pasaban a engrosar la fila de los muertos en defensa del gas y del petróleo, en defensa de la vida y dignidad de los pobres.

En centros comunitarios y casas particulares, los vecinos, muchos de ellos inmigrantes del área rural, velan a su muertos con coca, dolor y rabia. Allí, a cuatro mil metros de altura, no hay perdón para Goni, el hombre más maldecido por los pobres. La gente sigue combatiendo, con lo que tiene a mano.

Arrinconado por la protesta, que crece y se multiplica, al Presidente se le acaba el tiempo y el margen de maniobra. Un decreto presidencial, lanzado a las dos de la madrugada, por el que se compromete a no dar vía libre al proyecto privado de exportación de gas a Estados Unidos, por lo menos hasta fines de diciembre y en consulta y debate con los sectores sociales, ha sido rechazado de inmediato.

"Todo El Alto, con todos sus distritos, con todas sus organizaciones, ya ha dicho su última palabra para que renuncie Goni y vaya a la cárcel. Que se vaya al diablo con su decreto", dijo el máximo dirigente de la rebelión alteña y ejecutivo de la Central Obrera Regional, Roberto de La Cruz.

"El país se está levantando para tirar abajo a este asesino y recuperar el gas y el petróleo para los bolivianos, para industrializar en Bolivia el gas que es nuestro", agregó.

Los primeros reportes que se tienen en la mañana de hoy, muestran que se estrecha aún más el cerco sobre la ciudad de La Paz, que se mantiene por cinco días consecutivos.

Desde la vecina Viacha, en el camino a Oruro, se informa de la salida de cientos de vecinos rumbo a El Alto, para reforzar la lucha. Otras comunidades del Altiplano también están mandando a sus hijos, con la misma consigna, con el mismo objetivo: tirar abajo al millonario que gobierna al país más pobre del Sur de América.

"Los mineros han dicho que van a tomar las minas de Sánchez de Lozada", dice desde Cochabamba, el cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo Morales, que instruye a sus bases en el Chapare, en el centro de Bolivia, para entrar de lleno al bloqueo de caminos, que aún es esporádico al igual que el corte de rutas en el valle por los campesinos leales a dirigentes ligados al MAS.

Hasta ahora, la participación de los cocaleros y campesinos ha sido mínima, lo que ha generado muchas críticas sobre Morales.

Otros cocaleros, mucho más radicales, los de Yungas de La Paz tienen cortado totalmente otro de los accesos principales a la sede de gobierno hace dos semanas.

En esta ruta, el bloqueo comenzó a intensificarse, al igual que otras en el Altiplano, dejando a La Paz sin vinculación con sus provincias ni con otros departamentos, y menos con regiones fronterizas de Perú y Chile.

El cerco terrestre es total y desde esta mañana también está suspendido el transporte aéreo. La ruta que une el aeropuerto con La Paz, que estaba en manos de los militares, ha sido tomada por jóvenes y vecinos. Los pasajeros que llegaron anoche a la terminal área no pueden bajar a la ciudad, por lo que se aprestaban a retornar en avión a sus distritos.

Otros despachos hablan de nuevos bloqueos y marchas en el sur del país y en el oriente. Comunicados de organizaciones sindicales y populares están convocando al pueblo a las calles para terminar de derrumbar, a piedra y coraje, el gobierno del millonario presidente de Bolivia, que hizo fortuna en las minas de Oruro y Potosí, convertidos ahora en socavones de angustia y pobreza. La insurrección de los pobres está en marcha.

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