Julio López
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Hace 20 años la CIA protegió vuelos de aviones colombianos-Tolera EE.UU. paso de droga
Por medio mexicano - Tuesday, Jan. 13, 2004 at 11:23 AM

El Cartel de Medellín contó con la colaboración de autoridades estadounidenses para despachar vuelos cargados de droga hacia aeropuertos de Estados Unidos

Tolera EE.UU. paso de droga
Hace 20 años la CIA protegió vuelos de aviones colombianos


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Steadman Fagoth, líder misquito de Nicaragua, cuatro años antes de robar cocaína colombiana en Yucatán

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El Cartel de Medellín contó con la colaboración de autoridades estadounidenses para despachar vuelos cargados de droga hacia aeropuertos de Estados Unidos, desde la Península de Yucatán y otros puntos del Caribe y Centroamérica, de acuerdo cn documentos de la CIA que se hicieron públicos recientemente.

Entre 1984 y 1986, esa agencia de espionaje arregló de 50 a 100 vuelos de aviones de ese Cartel a terminales aeroportuarias norteamericanas, sin que fueran inspeccionados por el Servicio de Aduanas de ese país, como parte de un acuerdo de la CIA y los colombianos, según se asienta en un informe de 410 páginas del inspector general de la CIA en esa época, Frederick Hitz, recientemente desclasificado.

Ese informe confirma la tolerancia de la CIA al tráfico de droga del Cartel a Estados Unidos, a condición de apoyar financieramente a los líderes de la “contra” nicaragüense en su campaña de “intensidad reducida” para derrocar el gobierno sandinista en los años ochenta.

El Cartel de Medellín fue fundado por los narcotraficantes Fabio Ochoa y Pablo Escobar y duró hasta 1993, con la muerte de Escobar. Ochoa cumple actualmente una condena de 30 años de prisión en Estados Unidos. El Cartel fue considerado “una de las organizaciones criminales más despiadadas y violentas del mundo”. Según un reporte de la DEA, incluido en el conjunto de documentos oficiales desclasificados y relacionados con el caso “Irán-Contras”, los narcotraficantes colombianos usaban el Canal de Yucatán y el Paso de la Mona, cerca de Puerto Rico, como su principal ruta aérea y marítima para trasladar drogas a Estados Unidos a principios de la década de los ochenta.

Como las autoridades concentraron en esos puntos sus esfuerzos antidrogas, los colombianos cambiaron de ruta y escogieron la Península yucateca. Aquí armaron una base de recepción de drogas y de almacenamiento y reabastecimiento de combustible de sus aeronaves, en tránsito a Estados Unidos.

La Península y varios países de Centroamérica se convirtieron entonces en puntos importantes para el transbordo de la droga procedente de Sudamérica, tanto por vía aérea como marítima.

Su proximidad geográfica a los países productores y a EE.UU convirtió a la Península en una ruta natural para el transporte de drogas. Los millares de kilómetros de costas sin vigilancia, pistas de aterrizaje clandestinas y las fronteras, generalmente sin vigilancia, facilitaron la operación.

En esa época los cargamentos de cocaína iban de la Península de Yucatán a Georgia, Luisiana, Texas, Colorado y Nueva York.

Según la DEA, los colombianos que usaban la ruta de la Península en los ochenta controlaban flotas de aviones pequeños, muchos con comunicaciones complejas y apoyados por una red de campos de aviación, algunos de los cuales tenían pistas de concreto pero otros eran simples caminos de terracería.— H.C.C.
http://edicion.yucatan.com.mx/noticias/noticia.asp?cx=11$0000000000$2563636

Yucatán, escala del narco
Con el apoyo de la CIA el Cartel de Medellín abrió aquí una base en 1984


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Steadman Fagoth, líder misquito de Nicaragua, cuatro años antes de robar cocaína colombiana en Yucatán

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El Cartel de Medellín, poderosa organización de narcotraficantes colombianos, levantó a mediados de los ochenta en Yucatán una completa estructura para trasladar cocaína a Estados Unidos que incluyó la adquisición de un rancho de 16,000 hectáreas, según se sabe ahora por documentos desclasificados recientemente por el gobierno norteamericano.

Al parecer la organización contó con el apoyo de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), que, a su vez, protegió encubiertamente a los opositores del régimen sandinista de Nicaragua, con dinero procedente del tráfico de armas y de estupefacientes.

En esa época, los colombianos adquirieron por lo menos un rancho para almacenar cocaína traída de Colombia por mar y aire y reenviarla a Florida y Georgia en pequeños aviones.

La operación fue conocida e incluso auspiciada por la CIA, según documentos hechos públicos recientemente por el gobierno estadounidense, relacionados con el caso “Irán-Contras”.

En esos escritos aparece el nombre de Barry Seal, uno de los espías más famosos de Estados Unidos, como uno de los informantes principales de la conexión colombiana en Yucatán.

Seal, narcotraficante y espía a la vez, fue acusado de introducir mil millones de dólares de cocaína a su país, antes de morir asesinado pocos meses después de informar de la participación de ese organismo en el tráfico de drogas y de las actividades de los colombianos en Yucatán El caso “Irán-Contras”, como se le llamó, fue el mayor escándalo político del gobierno de Ronald Reagan (1981-1989).

El Congreso de Estados Unidos bloqueó en ese tiempo la entrega de dinero a los “contras”, como se conocía a los combatientes antisandinistas, y también la venta de armas al Ayatola Jomeni, líder espiritual de Irán.

La CIA, sin respetar al Congreso, desarrolló una estrategia para suministrar armas a los iraníes y traspasar parte de las ganancias a la “contra” nicaragüense mediante una triangulación con empresarios de Arabia Saudita y Brunei. Esta operación la coordinó el teniente Oliver North.

Posteriormente, los apoyos financieros a la “contra” vinieron de narcotraficantes colombianos que financiaron a los combatientes a cambio de recibir facilidades de la CIA y de otras autoridades norteamericanas para introducir drogas a Estados Unidos.

Seal, experimentado piloto de aviación, trabajó estrechamente con el Cartel de Medellín y conoció de cerca a sus principales dirigentes. El mismo realizó innumerables vuelos a Estados Unidos con cocaína.

En lo más álgido del escándalo “Irán- Contras”, Seel hizo revelaciones sobre la presunta participación de la CIA en el financiamiento a la “contra” con recursos del narcotráfico. Luego apareció muerto, en 1986.

Dos años después, cuando la Cámara de Representantes de Estados Unidos inició una investigación sobre el caso, el agente de la DEA Ernest Jacobsen reconoció ante los congresistas que Seal era un agente del gobierno inmiscuido en el Cartel de Medellín y que estaba al tanto de las operaciones de ese grupo criminal en la Península de Yucatán.

De acuerdo con el testimonio de Jacobsen, hecho público recientemente por el gobierno norteamericano, Seal participó en una operación de la DEA calificada como “la más importante investigación en la historia de la DEA”, que pudo llevar al arresto de los principales líderes del Cártel de Medellín “si a Oliver North no se le hubiesen escapado los detalles de la operación”.

En su testimonio, Jacobsen dijo que Seal había revelado a la DEA que entre 1984 y 1986 el Cartel de Medellín “tuvo en Yucatán un rancho de 40,000 acres (16,184 hectáreas, pero el documento no precisa la ubicación), para almacenar la cocaína colombiana y reenviarla a Estados Unidos en pequeños aviones. Estas naves podían cargar de cuatro a quinientos paquetes de droga”.

El informe de la DEA no dice cuando fue desmantelado ese rancho como base de operaciones del narcotráfico, pero hay indicios de la presencia de los colombianos en Yucatán hasta 1990.

Según Jacobsen, los colombianos querían mostrarle a la CIA su base de operaciones en Yucatán y sus bodegas en Georgia y Florida, habilitadas para almacenar cocaína, para congratularse con los Estados Unidos, habría dicho el agente Seal.

Este acordó reunir a todos los miembros del Cartel de Medellín en un lugar donde podrían ser arrestados.

“Y estábamos en el proceso de hacer eso, cuando estalló la tormenta y Seal murió”, manifestó Jacobsen en su testimonio.— Hernán Casares Cámara.
http://edicion.yucatan.com.mx/noticias/noticia.asp?cx=11$9001010000$2554918

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Mérida, en el “Irán-Contras“
Por medios - Monday, Mar. 08, 2004 at 6:39 PM

La CIA llevó armas a los antisandinistas en 1985 desde el aeropuerto de esta ciudad
También fue centro de abasto de drogas a Estados Unidos


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El avión DC-4 matrícula N90201 de Hondu Carib, involucrado en el tráfico de armas a la “Contra”, permanece abandonado en un aeropuerto de los EE.UU.


El Aeropuerto Internacional de Mérida sirvió de base para trasladar armas a la “contra” nicaragüense desde Estados Unidos hasta Centroamérica y drogas de esa región, y al parecer de Yucatán hacia territorio estadounidense entre 1985 y 1987, según documentos publicados recientemente.

Las operaciones fueron auspiciadas al mismo tiempo por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, (CIA por sus siglas en inglés) y narcotraficantes suramericanos.

Ellos contrataron al piloto estadounidense Frank Moss, vinculado con el tráfico de drogas, propietario de la empresa de carga aérea Hondu Carib.

Esta compañía realizó múltiples viajes de Estados Unidos a Mérida y de aquí a Centroamérica, principalmente a Honduras, con armas y drogas. La empresa aprovechó el interés de algunos empresarios yucatecos de exportar pescado fresco a la Florida por avión entre 1985 y 1987, para ofrecer sus servicios de flete aéreo y disfrazar las verdaderas operaciones de la compañía.

Varios aviones de esa empresa fueron detenidos por el Servicio de Aduanas de Estados Unidos bajo la sospecha de traficar drogas y armas, pero nunca se comprobaron las acusaciones.

Sin embargo, las autoridades recabaron evidencias de la relación de Moss con el teniente coronel Oliver North, el artífice del tráfico de armas a la “contra” nicaragüense con financiamiento del narcotráfico.

Estas acusaciones aparecen en documentos de varios organismos gubernamentales de Estados Unidos desclasificados recientemente y obtenidos por el Diario gracias a la intervención de funcionarios de ese país.

Los datos que ligan a Yucatán con el tráfico de armas y drogas en esa época fueron conocidos muy de cerca en 1987 y 1988 por el subcomité de Terrorismo, Narcóticos y Operaciones Internacionales del Senado de Estados Unidos, encabezado por John Kerry, hoy virtual candidato demócrata a la presidencia de ese país.

Esos documentos reproducen especulaciones de funcionarios norteamericanos sobre la posibilidad de que en ese tiempo Yucatán se haya convertido en una importante base de almacenamiento de drogas procedentes de Suramérica, que luego eran trasladadas a Estados Unidos en pequeños aviones y en aeronaves de carga, como las de Hondu Carib.

Al Cartel de Medellín, poderosa organización de narcotraficantes colombianos, se le atribuyó la propiedad de un rancho de 16,000 hectáreas en alguna parte de Yucatán, a mediados de los ochenta, según un reportaje que publicamos el pasado 12 de enero.

En esa ocasión este periódico reprodujo testimonios de la Drug Enforcement Administration (DEA) rendidos al subcomité presidido por Kerry, donde agentes de esa corporación revelaron la existencia de ese rancho, presuntamente usado por los colombianos para almacenar temporalmente cocaína destinada al mercado de Estados Unidos, con la aparente complicidad de la CIA.

El teniente Oliver North coordinó la operación. Posteriormente, narcotraficantes colombianos ofrecieron apoyos a la “contra” a cambio de facilidades para introducir drogas a Estados Unidos. El caso “Irán-Contras”, como se le llamó, fue el mayor escándalo político del gobierno de Ronald Reagan (1981-1989). El Congreso de Estados Unidos había bloqueado la entrega de dinero a los “contras”, como se conocía a los antisandinistas, y también la venta de armas a Irán. La CIA, sin respetar al Congreso, vendió armas a los iraníes y traspasó las ganancias a los antisandinistas.

Mérida jugó un papel fundamental en la estrategia de North porque su posición geográfica le permitió el envío de armas a Centroamérica desde Estados Unidos, y a los narcotraficantes colombianos mandar drogas a ese país en vuelos indirectos, a través de la capital yucateca.

El 31 de marzo de 1984, según documentos oficiales del gobierno norteamericano, agentes de la DEA informaron a los mandos superiores de ese organismo de la presencia en Mérida de un avión DC-4 propiedad de la empresa Hondu Carib y tripulado entre otros por el piloto Frank Moss, quien era señalado como sospechoso de tráfico de armas y drogas a Centroamérica desde la capital de Yucatán.

El avión reportado por la DEA, matrícula N90201, realizaba vuelos de Estados Unidos a Honduras o Guatemala y de allí a Mérida.

En esta ciudad “ostensiblemente” recogía carga de pescado congelado para trasladarlo a Tampa, Florida.

Los aviones de Moss, creía la DEA, salían con armas para la “contra” desde algún punto de la Florida, desembarcaba las armas en Honduras o en la zona fronteriza de este país con Guatemala y, rebosando de cocaína, volaba a Mérida. El avión, aparentemente con doble fondo, cargaba aquí pescado congelado para desviar la atención del Servicio de Aduanas de Estados Unidos.

Sin embargo, la misma DEA especulaba sobre la posibilidad de que la cocaína fuera cargada no en Centroamérica sino en Mérida, donde los colombianos presumiblemente almacenaban la droga destinada a Estados Unidos en un rancho de miles de hectáreas.

Algunos exportadores yucatecos de pescado que contrataron los servicios de Moss, sin conocer sus vínculos con el narcotráfico, dijeron que nunca vieron en sus operaciones nada anormal, aunque la Procuraduría General de la República (PGR) cateó varias de sus aeronaves.

En 1986 agentes de la Policía Judicial Federal inspeccionaron un avión de Hondu Carib en el aeropuerto de Mérida cuando estaba a punto de partir a Florida, recuerda un empresario.

“Nos hicieron bajar todo el pescado congelado para revisar la bodega y los conductos inferiores del avión en busca de droga, pero no encontraron nada”, declaró el empresario, quien pidió no ser identificado.

Los aviones de Moss fueron también detenidos por el Servicio de Aduanas de Estados Unidos. Según el informe de Kerry, oficiales de ese servicio interceptaron un avión de Hondu Carib en marzo de 1987 y lo obligaron a bajar en Port Charlote, Florida.

Frank Moss llegó a Yucatán por primera vez justo cuando algunos empresarios progreseños comenzaban la venta de pescado congelado a Miami y otras ciudades de La Florida. Hasta entonces eran escasos los servicios de carga aérea en el Estado. Moss se presentó como dueño de una empresa especializada en el traslado de frutas de Centroamérica a Estados Unidos y propuso incluir a Mérida en su ruta de carga para llevar pescado a La Florida.

“Sus aviones era muy antiguos. Algunas veces volaba con un DC-4 y otras con un DC-3, habilitados para carga”, manifestó un empresario que lo conoció.

“No sé cuál haya sido su experiencia como piloto, pero era muy hábil, indudablemente. Recuerdo cuando levantaba vuelo el avión. Estaba tan cargado, suponía yo que de pescado, que para alcanzar la altura suficiente daba varias vueltas en espiral sobre la ciudad, dejando una cola de humo negro, como si no tuviera suficiente potencia para subir”.

Moss se alojaba en hoteles del centro cuando estaba en Mérida. Vestía de mezclilla y camiseta y usaba barba y pelo largo. Hablaba poco pero era amable, dijo un pilo-to yucateco que lo trató. Pese a las sospechas sobre su trabajo, nunca tuvo problemas porque, según las investigaciones del subcomité Kerry, recibía protección de la CIA.—
http://edicion.yucatan.com.mx/noticias/noticia.asp?cx=11$0000000000$2664796


Moss, protegido de la CIA
Además, experto en burlar los controles del tráfico aéreo

Frank Moss trasladó drogas y armas entre Estados Unidos y Centroamérica, vía Mérida, sin ser descubierto, gracias a la protección de la CIA, según documentos oficiales.

Este dependencia desoyó advertencias de la DEA sobre el pasado sospechoso de Moss en el tráfico de estupefacientes y bloqueó incluso una investigación judicial en su contra iniciada por la FBI.

Moss fue uno de varios pilotos norteamericanos expertos en volar a Centroamérica contactados por Oliver North para llevar armas a la “contra” nicaragüense. A cambio, North ofreció dinero e impunidad para viajar a Estados Unidos con aviones cargados de droga del Cartel de Medellín.

Algunos funcionarios no encontraron evidencias de la relación de Moss y la CIA y creyeron que éste volaba a Centroamérica a cuenta de los benefactores privados de la “contra”.

Las investigaciones de John Kerry revelaron que en la parte final de la operación “Irán-Contras”, el financiamiento a los antisandinistas provino del narcotráfico.

En esta época, por ejemplo, el gobierno estadounidense permitió el aterrizaje de aeronaves con droga en la base aérea de Homestead, Florida, según se asienta en el Informe Kerry, aunque en el caso específico de Moss, no obstante las advertencias de la DEA y del Servicio de Aduanas en su contra, nunca comprobaron la participación del piloto en el tráfico de drogas.

Respecto a las pruebas para involucrarlo en el traslado de armas, el reporte de Kerry asienta: “En la inspección a una aeronave de Hondu Carib, en Port Charlote, Florida, oficiales del Servicio de Aduanas encontraron los teléfonos de dos agentes de la CIA y de Mr. Owen, asistente personal de Oliver North”.

North destinó decenas de millones de dólares de origen ilegal a financiar las operaciones del ejército antisandinista en contra de las disposiciones del Congreso norteamericano.

Desde sus tiempos de piloto en SETCO, dice el informe, Moss trabajó para la CIA y el Frente Nacional Democrático, opuesto a los sandinistas, en el traslado de armas y pertrechos a sus fuerzas estacionadas en Honduras.

Estos viajes, concluye el informe del senador Kerry, casi siempre pasaron por el aeropuerto de Mérida, Yucatán.— H.C.C. http://edicion.yucatan.com.mx/noticias/noticia.asp?cx=11$0000000000$2667972



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Mérida, en el “Irán-Contras“
Por medios - Monday, Mar. 08, 2004 at 6:43 PM

La CIA llevó armas a los antisandinistas en 1985 desde el aeropuerto de esta ciudad
También fue centro de abasto de drogas a Estados Unidos


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El avión DC-4 matrícula N90201 de Hondu Carib, involucrado en el tráfico de armas a la “Contra”, permanece abandonado en un aeropuerto de los EE.UU.


El Aeropuerto Internacional de Mérida sirvió de base para trasladar armas a la “contra” nicaragüense desde Estados Unidos hasta Centroamérica y drogas de esa región, y al parecer de Yucatán hacia territorio estadounidense entre 1985 y 1987, según documentos publicados recientemente.

Las operaciones fueron auspiciadas al mismo tiempo por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, (CIA por sus siglas en inglés) y narcotraficantes suramericanos.

Ellos contrataron al piloto estadounidense Frank Moss, vinculado con el tráfico de drogas, propietario de la empresa de carga aérea Hondu Carib.

Esta compañía realizó múltiples viajes de Estados Unidos a Mérida y de aquí a Centroamérica, principalmente a Honduras, con armas y drogas. La empresa aprovechó el interés de algunos empresarios yucatecos de exportar pescado fresco a la Florida por avión entre 1985 y 1987, para ofrecer sus servicios de flete aéreo y disfrazar las verdaderas operaciones de la compañía.

Varios aviones de esa empresa fueron detenidos por el Servicio de Aduanas de Estados Unidos bajo la sospecha de traficar drogas y armas, pero nunca se comprobaron las acusaciones.

Sin embargo, las autoridades recabaron evidencias de la relación de Moss con el teniente coronel Oliver North, el artífice del tráfico de armas a la “contra” nicaragüense con financiamiento del narcotráfico.

Estas acusaciones aparecen en documentos de varios organismos gubernamentales de Estados Unidos desclasificados recientemente y obtenidos por el Diario gracias a la intervención de funcionarios de ese país.

Los datos que ligan a Yucatán con el tráfico de armas y drogas en esa época fueron conocidos muy de cerca en 1987 y 1988 por el subcomité de Terrorismo, Narcóticos y Operaciones Internacionales del Senado de Estados Unidos, encabezado por John Kerry, hoy virtual candidato demócrata a la presidencia de ese país.

Esos documentos reproducen especulaciones de funcionarios norteamericanos sobre la posibilidad de que en ese tiempo Yucatán se haya convertido en una importante base de almacenamiento de drogas procedentes de Suramérica, que luego eran trasladadas a Estados Unidos en pequeños aviones y en aeronaves de carga, como las de Hondu Carib.

Al Cartel de Medellín, poderosa organización de narcotraficantes colombianos, se le atribuyó la propiedad de un rancho de 16,000 hectáreas en alguna parte de Yucatán, a mediados de los ochenta, según un reportaje que publicamos el pasado 12 de enero.

En esa ocasión este periódico reprodujo testimonios de la Drug Enforcement Administration (DEA) rendidos al subcomité presidido por Kerry, donde agentes de esa corporación revelaron la existencia de ese rancho, presuntamente usado por los colombianos para almacenar temporalmente cocaína destinada al mercado de Estados Unidos, con la aparente complicidad de la CIA.

El teniente Oliver North coordinó la operación. Posteriormente, narcotraficantes colombianos ofrecieron apoyos a la “contra” a cambio de facilidades para introducir drogas a Estados Unidos. El caso “Irán-Contras”, como se le llamó, fue el mayor escándalo político del gobierno de Ronald Reagan (1981-1989). El Congreso de Estados Unidos había bloqueado la entrega de dinero a los “contras”, como se conocía a los antisandinistas, y también la venta de armas a Irán. La CIA, sin respetar al Congreso, vendió armas a los iraníes y traspasó las ganancias a los antisandinistas.

Mérida jugó un papel fundamental en la estrategia de North porque su posición geográfica le permitió el envío de armas a Centroamérica desde Estados Unidos, y a los narcotraficantes colombianos mandar drogas a ese país en vuelos indirectos, a través de la capital yucateca.

El 31 de marzo de 1984, según documentos oficiales del gobierno norteamericano, agentes de la DEA informaron a los mandos superiores de ese organismo de la presencia en Mérida de un avión DC-4 propiedad de la empresa Hondu Carib y tripulado entre otros por el piloto Frank Moss, quien era señalado como sospechoso de tráfico de armas y drogas a Centroamérica desde la capital de Yucatán.

El avión reportado por la DEA, matrícula N90201, realizaba vuelos de Estados Unidos a Honduras o Guatemala y de allí a Mérida.

En esta ciudad “ostensiblemente” recogía carga de pescado congelado para trasladarlo a Tampa, Florida.

Los aviones de Moss, creía la DEA, salían con armas para la “contra” desde algún punto de la Florida, desembarcaba las armas en Honduras o en la zona fronteriza de este país con Guatemala y, rebosando de cocaína, volaba a Mérida. El avión, aparentemente con doble fondo, cargaba aquí pescado congelado para desviar la atención del Servicio de Aduanas de Estados Unidos.

Sin embargo, la misma DEA especulaba sobre la posibilidad de que la cocaína fuera cargada no en Centroamérica sino en Mérida, donde los colombianos presumiblemente almacenaban la droga destinada a Estados Unidos en un rancho de miles de hectáreas.

Algunos exportadores yucatecos de pescado que contrataron los servicios de Moss, sin conocer sus vínculos con el narcotráfico, dijeron que nunca vieron en sus operaciones nada anormal, aunque la Procuraduría General de la República (PGR) cateó varias de sus aeronaves.

En 1986 agentes de la Policía Judicial Federal inspeccionaron un avión de Hondu Carib en el aeropuerto de Mérida cuando estaba a punto de partir a Florida, recuerda un empresario.

“Nos hicieron bajar todo el pescado congelado para revisar la bodega y los conductos inferiores del avión en busca de droga, pero no encontraron nada”, declaró el empresario, quien pidió no ser identificado.

Los aviones de Moss fueron también detenidos por el Servicio de Aduanas de Estados Unidos. Según el informe de Kerry, oficiales de ese servicio interceptaron un avión de Hondu Carib en marzo de 1987 y lo obligaron a bajar en Port Charlote, Florida.

Frank Moss llegó a Yucatán por primera vez justo cuando algunos empresarios progreseños comenzaban la venta de pescado congelado a Miami y otras ciudades de La Florida. Hasta entonces eran escasos los servicios de carga aérea en el Estado. Moss se presentó como dueño de una empresa especializada en el traslado de frutas de Centroamérica a Estados Unidos y propuso incluir a Mérida en su ruta de carga para llevar pescado a La Florida.

“Sus aviones era muy antiguos. Algunas veces volaba con un DC-4 y otras con un DC-3, habilitados para carga”, manifestó un empresario que lo conoció.

“No sé cuál haya sido su experiencia como piloto, pero era muy hábil, indudablemente. Recuerdo cuando levantaba vuelo el avión. Estaba tan cargado, suponía yo que de pescado, que para alcanzar la altura suficiente daba varias vueltas en espiral sobre la ciudad, dejando una cola de humo negro, como si no tuviera suficiente potencia para subir”.

Moss se alojaba en hoteles del centro cuando estaba en Mérida. Vestía de mezclilla y camiseta y usaba barba y pelo largo. Hablaba poco pero era amable, dijo un pilo-to yucateco que lo trató. Pese a las sospechas sobre su trabajo, nunca tuvo problemas porque, según las investigaciones del subcomité Kerry, recibía protección de la CIA.—
http://edicion.yucatan.com.mx/noticias/noticia.asp?cx=11$0000000000$2664796


Moss, protegido de la CIA
Además, experto en burlar los controles del tráfico aéreo

Frank Moss trasladó drogas y armas entre Estados Unidos y Centroamérica, vía Mérida, sin ser descubierto, gracias a la protección de la CIA, según documentos oficiales.

Este dependencia desoyó advertencias de la DEA sobre el pasado sospechoso de Moss en el tráfico de estupefacientes y bloqueó incluso una investigación judicial en su contra iniciada por la FBI.

Moss fue uno de varios pilotos norteamericanos expertos en volar a Centroamérica contactados por Oliver North para llevar armas a la “contra” nicaragüense. A cambio, North ofreció dinero e impunidad para viajar a Estados Unidos con aviones cargados de droga del Cartel de Medellín.

Algunos funcionarios no encontraron evidencias de la relación de Moss y la CIA y creyeron que éste volaba a Centroamérica a cuenta de los benefactores privados de la “contra”.

Las investigaciones de John Kerry revelaron que en la parte final de la operación “Irán-Contras”, el financiamiento a los antisandinistas provino del narcotráfico.

En esta época, por ejemplo, el gobierno estadounidense permitió el aterrizaje de aeronaves con droga en la base aérea de Homestead, Florida, según se asienta en el Informe Kerry, aunque en el caso específico de Moss, no obstante las advertencias de la DEA y del Servicio de Aduanas en su contra, nunca comprobaron la participación del piloto en el tráfico de drogas.

Respecto a las pruebas para involucrarlo en el traslado de armas, el reporte de Kerry asienta: “En la inspección a una aeronave de Hondu Carib, en Port Charlote, Florida, oficiales del Servicio de Aduanas encontraron los teléfonos de dos agentes de la CIA y de Mr. Owen, asistente personal de Oliver North”.

North destinó decenas de millones de dólares de origen ilegal a financiar las operaciones del ejército antisandinista en contra de las disposiciones del Congreso norteamericano.

Desde sus tiempos de piloto en SETCO, dice el informe, Moss trabajó para la CIA y el Frente Nacional Democrático, opuesto a los sandinistas, en el traslado de armas y pertrechos a sus fuerzas estacionadas en Honduras.

Estos viajes, concluye el informe del senador Kerry, casi siempre pasaron por el aeropuerto de Mérida, Yucatán.— H.C.C. http://edicion.yucatan.com.mx/noticias/noticia.asp?cx=11$0000000000$2667972



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El presidente electo de Colombia es un narcoterrorista
Por . - Saturday, Apr. 03, 2004 at 11:04 AM

Un periodista de la revista Newsweek ha demostrado que Álvaro Uribe trabajó para Pablo Escóbar, jefe del Cartel de Cali. Su padre , que fue asesinado por las mafias, fue hombre del clan Ochoa y varios de sus colaboradores fueron apresados por traficar cocaína.
(...) http://argentina.indymedia.org/news/2003/12/161993.php

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soldados yankis traficantes
Por imperio mentiroso - Saturday, Apr. 02, 2005 at 3:53 PM



Datos muestran EEUU pierde costosa guerra antidrogas: analistas (........)
(...)En la perspectiva inmediata no se ve un cambio en la estrategia de Estados Unidos.

Uribe es el más cercano aliado de Washington en América Latina y sus golpes contra las guerrillas izquierdistas es uno de los pocos resultados positivos de los que se puede jactar la política regional de Estados Unidos, dijo Shifter.
http://www.cannabiscafe.net/foros/showthread.php?s=107aefb381b2792d74812b8ce7063890&threadid=27711


Detienen a cinco militares de Estados Unidos por tráfico de cocaína desde Colombia
http://eltiempo.terra.com.co/judi/2005-04-01/ARTICULO-WEB-_NOTA_INTERIOR-2024295.html
(mas casos de "corrupcion" http://www.cannabiscafe.net/foros/showthread.php?s=107aefb381b2792d74812b8ce7063890&threadid=23738&goto=lastpost)

""""" contra las guerrillas izquierdistas""""" ;
como si diera derecho a violar sistematicamente los derechos humanos:

¡es contra la humanidad!

Detenciones masivas y arbitrarias se están presentando en los más diversos sitios del país: Valle, Cauca, Tolima, Caquetá, Sucre... En Cajamarca (Tolima) cinco de los detenidos fueron asesinados y otros 18 están desaparecidos. Como lo ha denunciado Amnistía Internacional en Colombia son frecuentes las torturas de los detenidos por parte de agentes del estado. Inclusive se ha dejado morir sin atención médica a detenidos enfermos como el caso del joven Ortigoza Mayorga. Las detenciones masivas son seguidas de sentencias mediáticas: integrantes de la fuerza pública señalan a los retenidos como terroristas o auxiliares de la guerrilla. Parte de los arrestados son liberados ante la falta de pruebas y hasta de acusaciones, aunque se ha tratado de presionar con destituciones a fiscales y jueces para mantenerlos en la cárcel.(...)

90% de las detenciones masivas son arbitrarias
BOGOTA. —Un grupo de organizaciones defensoras de los derechos humanos de Colombia afirmó este miércoles que el 90% de las detenciones masivas de presuntos colaboradores de las guerrillas son "arbitrarias" y "están llenando las cárceles de inocentes".
http://colombia.indymedia.org/features/dh/index.php

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