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"ignos de trasnformación"
Por Guillermo José Tagliotti -
Friday, Mar. 19, 2004 at 11:46 AM
tagliottiguillermo@hotmail.com Chill Pozo - San Martín
En tiempos que presagian cambios es importante abordar las cuestiones de fondo que sostienen el sistema feudal, si se quiere recrear un Santiago republicano, productivo e integrador-
ATENCION
ARTICULO ESPECIAL PARA INDYMEDIA -
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ANTICIPOS
«SIGNOS DE TRANSFORMACION»
por Guillermo José Tagliotti
La franca disposición de JUSTICIA debe ser el valor rector en una sociedad republicana; en la Provincia el restringido acceso se está forzando a fuerza de impactantes revelaciones, fundamentadas presentaciones y multitudinarias marchas. Más no sobrevendrá un Santiago desfeudalizado, ecuánime y progresista, si las propuestas regeneradoras no se sustentan en proyectos de desarrollo realizables y se insertan indeleblemente en los programas de gobierno de las partidocracias establecidas. Incorporar al debate el medular tema de la producción e industria es un real avance sobre el modelo clientelar, tan caro a mandantes y mandados. También es hora que el «inconsciente colectivo» evolucione hacia una Conciencia Colectiva en asuntos de políticas de Estado (saber de qué se trata y exigir control republicano) y, dentro de un marco de equidad y oportunidades, cada quién se haga cargo de sí mismo.
La escalada de pronunciamientos a que estamos asistiendo (virulentos en el caso de recientes conversos) y realineamientos ( los más, extemporáneos), es inversamente proporcional a la reducción del juarismo a una acotada, blanda y crispada expresión de manejo del Poder. Entregar cabezas, otorgar y conceder es hoy la herramienta más utilizada para sostenerse y mantenerse en funciones. La exposición de actos y omisiones de Gobierno por los medios nacionales y, de rebote, ante la opinión pública local, ha debilitado el discreto y normal funcionamiento de la aceitada maquinaria estatal...
Si bien múltiples pedidos de Intervención Federal y oportunistas alzamientos presagian el principio del fin de un extendido ciclo, convalidado por los votos y el beneplácito de mayoritaria parte de la población vernácula durante medio siglo, la conclusión de la saga de los Juárez por aquí no será mérito cívico de ninguna «oposición» en regla, ni directa consecuencia de una generación de dirigentes esclarecidos que naturalmente lo desplace, ni de camaleónicas colegiaturas, ni menos fruto del sincero convencimiento popular de que cualquier cosa que venga será mejor...
De una sociedad concedente apacentada en la resignación confesional (las excepciones, para confirmar la regla), templada en la hipocresía ejercida desde sus estamentos «superiores», apenas un ramillete de comprovincianos alevosamente agraviados (de allí su reacción), unos pocos ciudadanos enteros de trayectoria coherente, algunos referentes sociales y francotiradores virtuales - respaldados por una muchedumbre marchante y por funcionarios nacionales de alto peso específico- podrían llegar a adjudicarse el irremisible acortamiento de los plazos.
El régimen pseudodemocrático instaurado por Carlos Juárez está más cerca de desmoronarse por meras razones gerontológicas y maritales, antes que por exhumaciones vinculantes, acosos judiciales y «traiciones» partidarias. Claro qué, como es de estilo, si el Caudillo-Patriarca llega a ser destronado es probable que los efectores de la corporación asociada y hasta sus apóstoles más cercanos lo nieguen tres veces antes de que cante el nuevo gallo...
Derechos adquiridos y Derechos Humanos
Expuesto lo antedicho en son de prever sorprendentes reacomodamientos y fabulaciones postreras, resulta auspiciosa la aparición de un ingrediente poco usual, incorporado al debate abierto en los umbrales del posjuarismo. Dentro del petardeo entre «insurgentes progresistas» y «conservadores retrógrados», mientras la guardia pretoriana defiende a ultranza el statu quo que la acamala pontificando la cementada entidad de las obras de Gobierno y la imprescriptibilidad de los «derechos adquiridos» (léase concesiones, excénsiones, cargos y jubilaciones de privilegio), la sogueada vanguardia activista rechaza el modelo vegetativo de «construcción pública» y «planta permanente», y destaca la producción y la industria como revulsivos en aras de una transformación social. Enhorabuena...
Es que en ésta batalla contra el abuso practicado desde los entrelazados poderes públicos (que a debida distancia deberían afianzar las garantías constitucionales), la corrupción legalizada mediante escuetas publicaciones en el Boletín Oficial, expedientes cajoneados y crímenes impunes, poco se viene especificando con respecto a la histórica y amañada distribución de los Bienes Sociales : el usufructo particular de la propiedad pública (tierras fiscales, bosques, aguas) y el minero aprovechamiento de los recursos naturales. Adrede se instaló en el «inconsciente colectivo» la falacia de que Santiago no cuenta con riquezas silvestres dignas de ser cultivadas, para poder distribuirlas a gusto y conveniencia de unos pocos...
Se han violado tantos Derechos Humanos en la aislada y bucólica ruralidad como en la mercantilista urbanidad, con secuelas potenciadas en el grueso de la comunidad campesina : postergación, pobreza, enfermedades crónicas, desmembramiento familiar y éxodo definitivo (ergo : subdesarrollo).Como contrapartida se observa una obscena concentración de riqueza en pocas manos en cabeceras del interior y en palacetes capitalinos, y la incesante desvastación de los remanentes del otrora opulento bosque nativo, poniendo en peligro de desertificación desnudadas superficies. Este es el resultado de administraciones feudalezcas y desaprensivas que en Santiago han precedido largamente a los Juárez, y que urge impedir se perpetúen sin solución de continuidad en la figura de algún próximo e impostado gerente de la Provincia.
Viejos proyectos y nuevos enfoques
Además del avanzado (y hoy añejado) Proyecto de Urbanización Rural de la Asociación de Productores Agropecuarios de Robles (*), perviven equipos de capacitados profesionales que disponen -desde hace tiempo- de proyectos terminados para el desarrollo del interior santiagueño (Canal del Oeste, Dique de Jume Esquina, de Tuhama, agroindustrias varias, reforestación, etc.).
Felizmente en la judicializada actualidad la Fepuse (5-3-2004) nos habla de «una provincia inviable si no se cambia el sistema que no tolera la producción», procuran soluciones con futuro los grupos adscriptos a la Economía Social, y el intelectual Julio Carreras -en su inspirado artículo «Símbolos de transformación» (6-3-04)- memora a la familia Secco, que supo montar una industria en Santiago con el benigno correlato de empleados, obreros y abastecedores no dependientes de la férula estatal. Y hubo varias más, abortadas, que no recibieron a tiempo el aliento de las esferas gubernamentales...
Nobleza obliga reconocer que el tío Néstor (*), antes de ver el filón de los negocios sin riesgo con el Estado Patrón (tradicionalmente explotados por testaferros del gobernante de turno, católicas familias y endemoniados grupos tradicionales de Santiago), invirtió jugosos honorarios profesionales en una industria lechera y hasta sembró tomate. A poco andar el protozar entendió qué, en una economía colonial y subsidiaria, apostar al trabajo y destinar capitales a la creación de recursos genuinos son aventuras para la gilada...Mäs redituable es captar inertes fondos públicos a bajo interés y prestarlos al público a tasa usuraria en épocas de Convertibilidad, y más ético que producir a pérdida es fomentar el juego...
Por todo ello promover en Santiago el DESARROLLO ECONOMICO (**) INTEGRAL es una meta tan altruista y «revolucionario» como lograr que se respeten los Derechos Humanos y las legítimas prescripciones veinteañales . Así la energizante y multiplicadora actividad productiva -primaria e industrial- nos hará tan libres como al millón de santiagueños que se autoevacuó o exilió de su Provincia durante el siglo XX. Disponer de los medios para enseñar a pescar es la premisa, y si éste pueblo quiere cambiar de veras es hora que deje de pensar en la filiación partidaria como una salida laboral.
(*) Favor de dejar de presentar denuncias contra el Zar en los actuales tribunales, donde tiene asegurada una rápida y completa absolución, y los demandas devienen en Cosa Juzgada. Máxime que dispone de los servicios del señor Presidente del Colegio de Abogados y paladín de la ética, doctorazo Luis Lugones.
(**) Proyecto elaborado por Raúl Oscar Farré, Pablo Cáneva y Guillermo José Tagliotti
Postulados innovadores
En esa pilifacética brega, donde se entrecruzan intereses de toda índole, debemos congratularnos que desde deliberativos foros del llano no se peticione, como otras veces, que se «democratice» y amplíe la receptividad del sistema clientelar, sino que directamente se lo cuestiona como factor de molicie y atraso : ¡ Eureka, le estamos encontrando el agujero mate !
Más que nunca, en las presentes circunstancias es apropiado discutir el fondo de la cuestión (las causas) si se quiere acabar con las perniciosas rémoras (los efectos). Por el contrario, seguiremos estancados si echamos leña al fuego sólo para que cambie de mano la sartén y sigamos friéndonos los de abajo y del costado, mientras los de arriba renuevan sus tranzas... .
El singular enfoque de las «fuerzas vivas», postular la producción y la industria como factores de cambio, reconforta a quienes desde un ámbito autónomo y campesino hace tiempo bregamos por incorporar la creación de recursos genuinos a proyectos políticos en los cuales, más que propender a agrandar la torta pública, exclusivamente se planteaban nuevas formas de repartirla...
Hasta hace muy poco, pretender innovar en foros citadinos presididos por organizaciones gremiales saturadas de reivindicaciones sectoriales, suponía pasar por desubicado : el árbol de fin de mes no les dejaba ver el monte de la próxima década. Ayer nomás, cuando viniendo del lego interior (*) y desde un lugar vinculado con la modesta iniciativa privada - como la combativa APAR- uno manifestaba objeciones a la pura ideologización de los reclamos y pretendía incluir tópicos inherentes al desarrollo económico integral, recibía como respuesta la indiferencia de aquellos que no relacionan la productividad con las conquistas sociales y el bien común.
En ésta instancia de cambio, que no debemos dejar pasar, sería de ingenuos esperar que las partidocracias establecidas vayan a cambiar su arraigada modalidad clientelar y distriubcionista por fuerza de una renuncia o Intervención Federal, o que los prebendarios se abstengan y que los posibles ocupantes de los pocas sillas y sillones que deje libres el juarismo (por aquello de la efectivización) estén dispuestos a revertir la impronta desde una recién estrenada función pública...
(*) Si mal no recuerdo, en 1995 no fueron los simplones del campo los que repusieron al juarismo en el Gobierno, sino la T.V, los empleados públicos y los doctorcitos de la ciudad Capital, donde nunca antes había ganado.
Control ciudadano
A saber, contamos con repitentes dirigentes de todas las extraccionnes que exhiben una extensa trayectoria en cargos públicos: han sido concejales, intendentes, diputados, senadores, convencionales constituyentes (gracias a la sábana partidaria), y directores, secretarios, ministros, jueces, etc.(gracias al dedo tutelar), y muy poco han hecho por desmantelar la oprimente estructura feudal que nos contiene...Y con referencia a los renovadores y transversales que hoy se ofertan habrá que medirles el paso y averiguar si tienen suficientes convicciones para luchar contra el modelo antiproductivo y parasitario desde el Poder Político...
OJO, así como el Santiagueñazo se aguó cuando los empleados públicos volvieron a percibir sus sueldos al día , se acomodaron las cargas y en sustancia nada cambió...si no se produce una regeneración republicana ancha y profunda será otra derrota de las ideas fuerza y sobrevendrá más de lo mismo
El alerta es para quienes no deseamos ser parte alineada del aparato de cualquier facción, que gatopardístamente pretenda la sucesión con el objetivo de dar de nuevo...eligiendo entre cartas marcadas. Ante un eventual proceso electoral de apuro, las fuerzas vivas y la ciudadanía participativa deben reservarse ante todas las expresiones políticas en pugna el derecho de controlar el estricto cumplimiento de las demandas populares que hicieron lugar al acto, so pena de justificada rebeldía popular...(el pueblo en la calle).
(*) La Economía no es sólo finanzas, es una ciencia abarcante de múltiples disciplinas.
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