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INDIGENAS EXPULSAN POR CORRUPTOS A MISIONEROS RELIGIOSOS
Por Mariano - Thursday, May. 06, 2004 at 2:46 AM

Gral. Mosconi, 4 de Mayo) Cinco Comunidades aborígenes del territorio Wichi que habitan en inmediación de la ruta 34, en Gral. Mosconi provincia de Salta, determinaron en asamblea destituir de territorio Indígena a la misionera Margarita Filipini y al sacerdote Aguirre

Derechos Soc y Ec: INDIGENAS EXPULSAN POR CORRUPTOS A MISIONEROS RELIGIOSOS
Enviado por copenoa el Martes, 04 mayo a las 20:24:18
GRAL. MOSCONI
Lo determinaron en asamblea cinco comunidades Wichi
INDIGENAS EXPULSAN POR CORRUPTOS A MISIONEROS RELIGIOSOS

(Copenoa. Agencia de Noticias. Gral. Mosconi, 4 de Mayo) Cinco Comunidades aborígenes del territorio Wichi que habitan en inmediación de la ruta 34, en Gral. Mosconi provincia de Salta, determinaron en asamblea destituir de territorio Indígena a la misionera Margarita Filipini y al sacerdote Aguirre por considerar que aumentaron la miseria y el despojo no permitiéndoles capacitarse, viviendo en casas precarias, sumidos a las decisiones de los misioneros los cuales viven en casas confortables en territorio Indigena. “pedimos que Margarita Filipini se retire en forma total conjuntamente con el cura Aguirre y nos deje tranquilo para que nosotros podamos trazar un futuro y el futuro de nuestros hijos, por eso decimos vasta de opresión queremos ser verdaderamente libres.” Expresaron en un petitorio los indígenas Wichi, que denunciaron a Copenoa que los misioneros cobran dinero de las petroleras por los gasoductos que pasan por la Misión indígena sin dar cuentas a la comunidad Wichi. Los indígenas se encuentran al costado de la ruta nacional 34 exigiendo que los misioneros se retiren de la Misión aborigen.

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¡¡¡¡POR FIN!!!!!
Por Mario - Friday, Jun. 18, 2004 at 11:39 PM

ojalá sea el comienzo de una DES-EVANGELIZACION, ya era hora...

¡QUE FALTA QUE NOS HACE, A TODOS LOS QUE LLEVAMOS SANGRE DE ESTA TIERRA EN NUESTRAS VENAS!

¡AGUANTE EL PUEBLO WICHÍ!

¡Una patada en el orto a todos estos eunucos y pervertidos que vienen robándoles su espíritu desde hace 511 años!

Y que los demás pueblos (qom, pilagá, iofwaha, nivaklé) procedan de la misma forma

¡NECESITAMOS VOLVER A SER NOSOTROS, DESCOLONIZAR NUESTRAS MENTES Y ESPIRITUS!


¡Basta de incupo, pastorales aborígenes y todas esas m...s de las iglesias bíblicas perversas!

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Indios malos
Por Morena - Saturday, Jun. 19, 2004 at 11:18 AM

Tiene razón Lorena,
Lo más triste es que la monja y el cura apuntaban para ser canonizados dentro de 30 años "por su lucha en defensa del desaparecido pueblo Wichi"...

¡¡¡¡¡¡VAMOS WICHIS TODAVIA!!!!!!!

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Versiones contrapuestas
Por L.M. - Saturday, Jun. 19, 2004 at 11:34 AM

1) VERSION Nº 1

Extraido de Liberación, órgano del Partido de la Liberación, AÑO 19 - Nº 160 17/1/2001


Comunidad wichi de Mosconi, Salta
HERMANOS DE PIN UET

Parte del territorio indígena wichi está ubicado en la ciudad de Mosconi, Salta y tiene 250 habitantes de los cuales 70 son niños entre 1 y 16 años. La comunidad se denomina PIN–UET, que en dialecto wichi quiere decír “la casa del viento”. Llegamos al territorio porque un hermano aborigen nos comentó que había niños que no concurrían a la escuela y necesitaban aprender el español para mejorar su relación con la sociedad criolla. Vamos todos los sábados y dictamos clases elementales porque hay niños que nunca fueron a la escuela y otros, aunque fueron un tiempo, ya se olvidaron lo aprendido. El lugar es muy precario: troncos como asientos y por techo los árboles. Pero los chicos nos esperan ansiosos todos los sábados. Llevamos azúcar, yerba, harina y aceite para desayunar con ellos. Mientras damos clases, las madres preparan las tortillas y el mate cocido. Hay una escuela en la comunidad, pero no envian a sus hijos porque la “monja Margarita” que está allí desde hace 30 años, provocó una división entre los indígenas y según dichos textuales del cacique; “tenemos a un Colón dentro del territorio, ella separa a los hermanos fisica y espiritualmente, dividió a la comunidad mediante postes y alambres de púa”. La monja se llama Margarita Filippini, parece que ya no es monja pero permanece en la misión, entre las causas de estas luchas está el hecho de que las tierras donde están asentados los aborígenes pertenecen a la firma León y Chibán. Los hermanos están en el litigio con esta firma pero ahora se paró todo porque la “monjita” quiere poner la tierra a nombre de la iglesia y los hermanos wichis la quieren a su nombre, como corresponde. La comunidad, representada por un cacique, el caciquejo y dos miembros consultivos, nos solicitaron la confección de notas al gobernador Juan Carlos Romero pidiendo la creación de una escuela, comedor escolar y comedor comunitario. Las realizamos y fueron entregadas al gobierno en el mes de agosto de 2000. Hasta hoy no hubo respuesta a nada de lo solicitado. Por otro lado, conseguimos ropa y alimentos donados por gente solidaria para pelear contra la gran miseria en la que está inmersa la comunidad. Sabemos que eso no soluciona el problema pero de a poco, hemos estrechado filas con los aborígenes y hoy, luego de la nota publicada en Clarín el 4/10/2000, los hermanos aborígenes salieron a defendernos por los medios de comunicación cuando el cura Juan Martín Aguirre, de la ciudad de Mosconi, nos declaró “personas no gratas” en la misión. A raíz de lo publicado por Clarín, la comunidad tuvo la visita de un miembro del AIRA (Asociación de Indígenas de la República Argentina). Aunque se sintieron tocados por la nota, tampoco trajeron solución esta vez. Mientras tanto, seguimos firmes los sábados enseñando a los niños, charlando y programando acciones con los adultos. Los pueblos indígenas estan en estas condiciones desde hace más de 500 años; peleando por la propiedad de una tierra que siempre fue de ellos y donde ya no pueden cazar ni recolectar porque las empresas madereras han convertido en desierto aquellas selvas donde tenían todo lo necesario para vivir. Los hermanos son discriminados porque no hablan ni entienden bien el español y nuestras pautas culturales. La de ellos es una cultura diferente, es cierto, pero sólo eso: diferente, y no por eso mejor o peor que la nuestra. La ley de educación pregona el respeto a las diferencias pero en la práctica, 70 niños wichis no tienen escuela; los adultos no tienen trabajo, como la mayoría de los argentinos. Parece que sólo en este punto el gobierno nos considera iguales: wichis y criollos son desocupados por igual; wichis y criollos son reprimidos por las “fuerzas del orden” por igual, como ocurrió en el corte de ruta de mayo de 2000 cuando la policía ingresó a la mision tirando gases, llevando a nuestros hermanos presos y reprimidos como la policía salteña sabe hacerlo.


2) VERSION Nº 2

EMBARRANDO LA CANCHA EN LA COMUNIDAD WICHI MISIÓN TOLABA
por Rodolfo Viano Sunday May 30, 2004 at 02:44 PM
rhviano@yahoo.com.ar 03875-460121 José Mármol s/n° - Aguaray
Publicado en http://argentina.linefeed.org/news/2004/05/199740.php

Aunque los hechos que en el adjunto describo ya tienen un mes de sucedidos, creo que vale la pena tenerlos en cuenta. Se trata de injerencia externa en la vida de una comunidad wichi, Misión Tolaba, muy cerca de Mosconi, en la inminencia de una sentencia judicial que debería serles favorable en 1253 hectáreas, en un juicio iniciado hace 16 años.

“EMBARRANDO LA CANCHA EN LA COMUNIDAD WICHI MISIÓN TOLABA”
(de una conversación reciente con Margarita Filippini y p. Juan Martín Aguirre, en Misión Tolaba)

La comunidad wichi “Tolaba”, muy cercana a la ciudad de Mosconi, a ambos lados de la ruta nacional n° 34, ha sido, en los primeros días de mayo, ha sido agredida, manoseada, usada y engañada. Cosa que no es de extrañar, si tenemos en cuenta que esta comunidad está a la espera, hace tres años, de la sentencia del juicio que mantiene con la firma que pretende ser dueña de las 1253 has. en disputa, en las que habitan los wichi, desde tiempo inmemorial, obrando a favor pruebas incluso científicas de presencia humana y de tal cultura, que datan de varios siglos atrás.

Últimos antecedentes a los hechos sufridos

Ante la inminencia de cumplirse los plazos en que el Juez Nelson Aramayo, de Tartagal, debe dictar sentencia que, a todas vistas, debiera ser íntegramente favorable a la comunidad wichi, durante la última Semana del Aborigen (19 al 25 de abril de 2004), promovida por el Equipo Nacional de Pastoral Aborigen y el Equipo Diocesano de Orán, miembros de aquella comunidad, acompañados de Margarita Filippini, misionera cristiana que viene entregando su vida por defender su causa y su dignidad, visitaron varias radios de Mosconi y Tartagal, para explicar su situación y pedir el apoyo de todos. También hablaron con Alba Silva, de la agencia noticiosa Télam, para pedir públicamente al Juez que dicte sentencia justa.
Días atrás, el martes 13 de abril, alrededor de las 16.00, visitó Tartagal Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz y comprometido defensor de los derechos humanos, quien, en la sede de ATE, pidió apoyo a los caciques de unas 58 comunidades aborígenes de la zona, que firmaron una adhesión al pedido de sentencia justa a favor de la comunidad Tolaba. Allí Adolfo prevenía de posibles instigaciones y “filtraciones” que muchas veces amenazan la unidad y, por lo tanto, la fuerza de la causa indígena.
Estos hechos ponían una vez más al descubierto de la opinión pública de qué lado está la razón, pero “pasó lo que pasó, como cada vez que avanzamos”, dijo Margarita.

Los hechos

El jueves 29 de abril unos 6 aborígenes, no oriundos de la Misión Tolaba, pero que viven allí hace no más de 10 años ( Víctor Rojas de Ballivián, Patricio Pérez de Cornejo, José Lucio, Mario, Corrales y Altamirano, este último llegó unos pocos días antes), juntamente con sus familias, hicieron un piquete al costado de la ruta bloqueando la entrada a la misión, acusando al cacique Pedro Tolaba de robar madera de la Misión, cuestión que se aclara cuando el camión sospechado muestra una guía autorizada. Julio Cáceres y Juan Méndez, que son oriundos de la Misión Tolaba, no participan del piquete pero son interlocutores y representantes del grupo disidente.
Cada una de estas personas se han auto-nombrado caciques de “porciones” de la Misión Tolaba: Víctor de la comunidad Tres Paraísos, Patricio Pérez de la comunidad Misión Pérez, Mario de Misión El Cebilar, Corrales de la Misión Nueva Esperanza, Julio Cáceres de Misión Pijuet (significa “remolino” ó “retorno del viento”) ... ; cada uno ha sido cooptado políticamente poco tiempo antes de las últimas elecciones, proveyéndoles de recursos para un comedor infantil en cada “comunidad”, pero que terminan siendo “comedores uni-familiares”; también les han provisto una personería jurídica provisoria.
El viernes 30 de abril, alrededor de las 11 de la mañana el mismo grupo cuestiona a la “señora” Margarita – como la llaman cuando se enojan con ella – y no le permiten salir de la Misión con la camioneta que maneja; conversan durante unas 4 horas en las que Margarita les advierte que “el problema es que nos quieren dividir”, varios wichís levantan los palos y ramas, los disidentes los vuelven a poner, la policía se hace presente y se permite el paso de la camioneta. Quedaron unos tres policías en el piquete, parece que algunos sugerían “rajuñen y mechoneen a Margarita”, también hablaban de incendiar la casa de Margarita (que está en tierras de la Misión). Habían puesto un cartel que decía “los wichí protestamos que se vaya ya la sra. Margarita Filippini”. La misma gente, por momentos decía “Margarita te queremos”, manifestaba una gran ambigüedad.
El sábado 1 de mayo el grupo corta los tres accesos de entrada a la Misión, nuevamente impiden el paso de la camioneta, astillan su parabrisa delantero, el p. Juan Martín Aguirre que debe llegar al templo parroquial en la ciudad – distante unas 15 cuadras - no tiene más alternativa que ir en muletas caminando. Margarita les advierte “todo el mundo los va a odiar por esto”, ellos recapacitan: “llevalo pero no volvés a entrar”. Para entonces, el Juez había ordenado a la Policía que se mantuvieran a distancia del lugar sin intervenir.
Desde el día antes que se armara el piquete, se lo veía a Ramón Agüero, movilero de Radio Mosconi, que asesoraba al grupo, y ya desde tiempo atrás se lo veía reunirse con las mismas personas en la plaza de Mosconi. También venían Pepino y Hippie Fernández de la UTD, después otros miembros de la UTD, se decía que había unos tres armados. Aparecía una mujer joven inglesa rubia, que supuestamente anda por la zona hace unos 4 años por una tesis en antropología, de la que se dice que ha estado en Perú y Colombia con la guerrilla. Ella siempre ha estado presente en todos los piquetes “fatales” – en los que hubo muertes – en Mosconi. Margarita habló con ella: “Supongo que estás buscando el bien de los aborígenes, esta desunión no sirve en el momento que estamos por ganar las tierras”; ella le respondió “no estoy acá para mandar ni soy secretaria de Pepino Fernández”. Pero una y otra vez los miembros del grupo le consultaban a ella. Al conversar solos con Margarita, con el cacique Pedro Tolaba, con el cacique Andrés Lopez, se disponían a levantar el corte, pero luego, consultando a Pepino ó a la inglesa, se volvían atrás.
El cacique Pedro y otros, Margarita, el p. Juan, empezaron a contar lo que estaba pasando en las radios, una de ellas la radio Alba de Tartagal. Catalina Buliubasich, antropóloga de la UNSA que ayudó en el informe de antropología que se presentó en el Juzgado a favor de los wichis, se puso a disposición de Margarita y de Pedro; otro tanto hicieron el grupo SERPAJ, al que pertenece Pérez Esquivel, la periodista Alba Silva de Télam, y varios caciques wichi de otras comunidades. Dos de estos últimos, junto con los ancianos de la comunidad Tolaba, se acercan a hablar varias veces con el grupo disidente, por momentos parecen aceptar una Asamblea para dirimir la cuestión, pero al rato, pareciera que responden a órdenes de no suspender el corte y negarse al diálogo.
Así se llega al martes 4 en que unos 400 miembros de la comunidad Tolaba rodea al grupo que está cortando los accesos a la Misión, con golpes, forcejeos y empujones de parte de quienes se sienten superados en número. En el contra-piquete pacífico, participan Margarita Filippini y el p. Juan Martín Aguirre, que permanecen allí toda la noche. También unas 7 veces se acercó al piquete Enrique Martínez, representante de la firma León y Chibán s.a. (nieto de León), de él se comenta que le pagó a Agüero para hacer el piquete, y él personalmente hacía circular la versión de que los expedientes judiciales estaban a nombre de Margarita Filippini, que, si ganaban el juicio como es muy probable, las tierras pasarían a ser propiedad de Margarita. Hubo que mostrar al periodismo los expedientes originales, en los que consta la carátula: “Misión Wichi Mataco – Misión Tolaba vs. León y Chibán s.a. s/ prescripción adquisitivade dominio ...”.
Al día siguiente la gente de la Misión permanece ya no rodeando al grupo sino a los dos lados del principal camino de acceso, situación que da pie a que las personas del grupo volvieran a ser visitadas y asesoradas por gente de la UTD. Por la noche, se acerca al cacique Pedro Tolaba y a Margarita Filippini, Enrique Martínez para hablarles de un “arreglo”. Margarita le responde: “ahora que ya sale la sentencia el arreglo es que Uds. se allanen y reconozcan que los indígenas son dueños de las 1253 has.”, Martínez: “¡qué gracioso! ¿y qué ganamos nosotros?”, Margarita: “Van a ganar que tendrán que pagar menos costas a los abogados porque el juicio se termina”.
Mientras tanto el SERPAJ se comunica con el Ministerio de Gobierno de la Pcia. de Salta, solicitando su intervención ante la escalada de los acontecimientos. Desde dicho ministerio enviaron a Ricardo Echenique, junto con el interventor del IPPIS (Inst. Pcial. De Pueblos Indígenas de Salta), Luis Gómez Almaraz y el abogado Walter Mioni, delegación que llegó el 6 de mayo. Se reúnen primero con el grupo disidente, y luego hablan con la mayoría de la comunidad. Entonces comentan que el representante de Chibán les insistía a la gente del grupo que el juicio estaba ganado pero a nombre de Margarita, y que el cura estaba también metido en eso, que la única manera de hacer un arreglo era echando a Margarita y al cura . También la delegación insinúa que el Ministerio de Gobierno está informado de la situación a través de Indalecio Calermo, wichi muy vinculado con la senadora Sonia Escudero. Desde aquí, los wichi de Misión Tolaba no se sienten representados por un hombre que se autoproclamó “cacique general”, y perciben que hay otros dirigentes más autorizados que Calermo, con menos intereses políticos. Es el caso de Andrés López, cacique de 8 comunidades de esta zona, que constituyen la organización “Zlacá Tainí” (Nuestro Monte), en condiciones de interpretar mejor las necesidades y los intereses del pueblo wichi.
El viernes 7 de mayo se realiza una Asamblea, convocada por el cacique Pedro Tolaba, de la que participan los ancianos de la comunidad, los representantes del IPPIS, y Juan y Julio que representan al grupo disidente, a quienes se les muestra los expedientes originales en los que consta el nombre de la comunidad wichi. Los ancianos expresan su oposición a que se vaya la hermana Margarita, que tanto los ayudó. Finalmente se labra un Acta, en la que hay un compromiso “a resolver en forma amistosa y a través del diálogo los eventuales conflictos que se pudieran suscitar internamente en la comunidad, y especialmente a no realizar acciones violentas ó agresivas que perturben la convivencia pacífica y cordial de la comunidad ... y a no aceptar la intromisión de personas ajenas a la comunidad que intenten influenciar, perjudicar ó sacar provecho de las cuestiones internas de la misión”.
Al término de la gestión de Echenique, Gómez Almaraz y Mioni, los mismos se comprometieron a entregarle al gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, una carta firmada por el Cacique Pedro Tolaba, Margarita Filippini, y el cura párroco de Gral. Mosconi, p. Juan Martín Aguirre, entre otros, agradeciéndole su mediación “en busca de una solución pacífica para el conflicto que algunos integrantes de la comunidad instigados por personas foráneas intentaban prolongar indefinidamente y tal vez llegando al derramamiento de sangre”, a la vez que le solicitan “su mediación con respecto a la obtención del título de nuestras tierras. No queremos recurrir a cortes de ruta, ni piquetes, sabemos cómo estas medidas perjudican a nuestros pueblos y a nuestra zona, dejándola cada vez más empobrecida y aislada. Queremos actuar de acuerdo al derecho”.

Rodolfo Viano
franciscano de Aguaray

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