UNA VERGUENZA LO DE CASTELLS
Por INDIGNADO. - Saturday, Jun. 19, 2004 at 10:17 PM

CASTELLS UNA VERGUENZA PARA EL MOVIMIENTO PIQUETERO.

NO SOLO SE CORTO SOLO, SINO QUE REALIZA ACCIONES SOLO PARA LAS FOTOS Y BASADAS EN EL APRIETE CONSTANTE, EN VEZ DE PELEAR POR TRABAJO GENUINO.
ADEMAS, NO SE CAGO EN LO VOTADO EN LA ANT?



LA PROTESTA SOCIAL: UN RECLAMO SORPRESIVO DE LOS SECTORES MAS DUROS
Los piqueteros estuvieron cuatro horas en las mesas de McDonald's






Los grupos de Castells tomaron locales de Capital y el Gran Buenos Aires. Un centenar fue al de Corrientes y 9 de Julio. Pedían leche y libros, pero se fueron sin obtener nada. La Policía no intervino.





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Jorgelina Vidal.
jvidal@clarin.com






Con sincronización estudiada, los piqueteros del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), que lidera Raúl Castells, tomaron ayer durante cuatro horas varios locales de la cadena de hamburguesas McDonald's de Capital y el Gran Buenos Aires.

Pedían alimentos y libros para escuelas sin recursos y lograron vestir de piquetero por un día, con el chaleco amarillo y negro que los identifica, a Ronald McDonald's, el muñeco que identifica a la cadena de hamburguesas de origen estadounidense.

El reloj marcaba las 15 cuando los piqueteros irrumpieron dentro del McDonald's de Corrientes y 9 de Julio. Sorprendidos, la mayoría de los clientes que almorzaban sólo atinaron a juntar sus cosas e irse. Otros prefirieron terminar sus consumiciones antes de retirarse.

En pocos minutos, las sillas quedaron ocupadas por piqueteros que, desafiantes ante la mirada curiosa de la gente que pasaba por la esquina, se acomodaban las gorras y chalecos amarillos impidiendo el ingreso al local.

El accionar de los piqueteros sorprendió al personal de seguridad del local. Luego llegó un grupo de agentes de la Policía Federal, todos vestidos de civil y encabezado por un subcomisario, pero al final no intervinieron porque —dijeron— no tenían orden.

"Exigimos que McDonald's ayude a la Argentina, donde hay miles de chicos que mueren de hambre", sentenció Nina Pelloso, la mujer de Castells, que comandaba al grupo. Al tiempo que aseguraba, "tomamos 66 locales de Capital y Gran Buenos Aires, y unos 325 en todo el país".

A esa altura, ya no había empleados en el negocio, que quedó con las máquinas apagadas, sin aire y con las persianas bajas. El gerente de Operaciones de la firma, Jorge Espina, comenzó entonces a negociar con Nina.

La postura de la empresa fue firme y clara: "Nos comprometemos a recibir el petitorio y hacemos una reunión la semana que viene para discutirlo y ustedes me desalojan los locales ".

La respuesta piquetera pareció tajante. "Queremos que ustedes hagan un gesto. Nos dan dos mil litros de leche y levantamos todo ya. La semana que viene, discutimos el resto", dijeron. Espina intentó destrabar la negociación llamando por teléfono a Castells, de viaje en Tucumán, pero éste dejó el acuerdo en manos de Nina.

Después de tres horas de desgaste, finalmente el diálogo dio frutos. El piquetero Julio Tejerina anunció que "la empresa acordaba una reunión para el martes, con el compromiso de aceptar el petitorio si se liberaban los locales". La medida se puso a votación de la asamblea y, por sólo dos votos, se decidió desalojar los locales. Sin embargo, la empresa negó que haya existido ese compromiso y aclaró que la toma fue sólo en nueve locales.

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