Por una Asamblea Constituyente Soberana
Por Partido Obrero - Sunday, Jul. 04, 2004 at 8:18 PM

Postura del PO ante la Constituyente

La Intervención Federal se ha instalado en Santiago del Estero motivada por el colapso de un régimen histórico como lo fue el juarismo, que durante 50 años dominó la vida política de la provincia. En ese marco, las luchas populares habían alcanzado tal dimensión que amenazaban con reeditar un segundo “santiagueñazo”. La función, entonces, de la Intervención es la de poner en pie un nuevo régimen de carácter continuista, o sea basado en las viejas bases sociales y política. Esto se ve cotidianamente en su política de gobierno. La Intervención se ha limitado a remover alguna que otra camarilla dirigente y a destinar millonarias partidas para pagarle al Banco de Nueva York la fraudulenta deuda contraída por el gobierno de Juárez. La burocracia estatal y el aparato de punteros no sólo siguen vigentes, sino que están siendo reforzados con distintas prebendas. La Intervención pretende armar un juarismo sin Juárez. Ninguna aspiración de fondo de las masas populares ha sido resuelta, ya sea la falta de trabajo, los bajos salarios, el reclamo de la tierra de los campesinos pobres. Eso explica la ola de reclamos y lucha que vuelven a surgir a lo largo y ancho de la provincia.
Es en este contexto que se realiza la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Forma parte del plan político de la intervención dirigida a perpetuarse en su cargo, tiene una función distraccionista porque plantea como salida a los problemas del hambre, la desocupación y de la tierra, la modificación de la letra constitucional, cuando esos reclamos no admiten ningún tipo de postergación. La constituyente que se convocara no será democrática ya que se hará con el procedimiento de la ley de Lemas, estará restringida a un temario y desde ya no será soberana porque deberá coexistir con otros poderes, o sea que no tendrá poder (Lanusse ya se encargó de aclarar que la Intervención le dará un “libreto” a los Constituyentes).
La crisis santiagueña requiere de una Constituyente soberana, o sea con poder para resolver nuevas sociales que la crisis la paquen los poderosos, por eso planteamos la necesidad de acabar con el latifundio, entregando la tierra a los campesinos trabajadores, un salario minino que cubra el costo de la Canasta Familiar, reducción de la jornada laboral a 6 horas, sin disminución del salario, para terminar con la desocupación; expropiación de los grandes grupos económicos y reapertura del Parque Industrial para poner esos recursos en función de un plan productivo bajo gestión del pueblo trabajador; la triplicación del Presupuesto para Salud y Educación, un Plan Popular de Viviendas bajo control obrero; la disolución de todos los aparatos represivos, la elección popular de los jueces y de todos los funcionarios políticos, elegibilidad y revocabilidad de todos los cargos públicos, salario de los funcionarios que no supere el salario de una directora de escuela




Partido Obrero

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