Venezuela: Debilidades compartidas
Por Manuel Isidro Molina - Thursday, Jul. 08, 2004 at 8:15 PM

Ni oficialistas ni opositores pueden negar que el grueso de la población venezolana está asqueada de los gobernantes, políticos y pseudoempresarios asociados en el robo de los dineros públicos. Sentimos asco por tanta corruptela compartida, y nos negamos a seguir en manos de tanto irresponsable e incapaz en funciones públicas

DEBILIDADES COMPARTIDAS
Manuel Isidro Molina

La fortaleza moral del gobierno -aquella que motivó en 1998, junto a la justicia social, la base de la oferta electoral y estratégica del enterrado "Polo Patriótico"- está destruida. Con el respeto que merecen los funcionarios honestos (civiles y militares), el de Chávez se ha hecho un gobierno de pilletes, ladrones y aprovechadores, testaferros y comisionistas, negociantes descarados y prepotentes agentes de "vacunación" de burócratas, como ocurrió con la mafia de los "primos Velásquez", en el ministerio del Interior y Justicia (MIJ) con notarios y registradores; o en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), con la famosa martilladora, guapa y apoyada por un ministro trisoleado, cuyo nombre es ocioso citar, pues ya está asentado en actas parlamentarias de investigación.

Claro está, son debilidades compartidas por buena parte de voceros opositores -no se les puede llamar "dirigentes", porque en realidad no lo son-, que en el pasado hicieron lo mismo y contribuyeron a profundizar la nefasta cultura de la corrupción y el dispendio de los dineros públicos; y en el presente, muchos de ellos, desde gobernaciones, alcaldías, consejos legislativos regionales y consejos municipales, no hacen más que repetir el modus operandi que los corruptos del "chavismo" (reitero: no incluyo a la gente honesta del chavismo, sin comillas) han llevado al paroxismo.

Otra debilidad compartida por "oficialistas" y "opositores" es el grado de irresponsabilidad con el que vienen actuando en la vida pública. Y cuando hablo de "opositores", no sólo me refiero a los "políticos", como bien quieren hacer ver los interesados dueños de medios y propietarios de empresas en diversas ramas de la economía. Van de la mano, políticos irresponsables, dueños de medios irresponsables y empresarios irresponsables, porque junto con el fracasado gobierno del presidente Hugo Chávez, han triturado nuestras potencialidades de desarrollo con justicia social.

Aunque no se les puede igualar, también comparten responsabilidades quienes desde el oficialismo mantienen un trasnochado aferramiento al primitivismo izquierdoso-historicista (mecanicista) que nos ubica en realidades internacionales y venezolanas de los siglos XVIII, XIX y comienzos del XX; y desde la Coordinadora Democrática, posiciones revanchistas de corte neoliberal absurdo, como si nada hubiese ocurrido en esta sufrida Venezuela, a partir del 27 de Febrero de 1989, en la Argentina de Menem, y en el mundo entero, en cuanto a los fracasos de las políticas públicas asociadas a los intereses del imperio capitalista mundial (ICM) en detrimento de inmensas masas sociales empobrecidas y excluidas.

Esas debilidades compartidas, los convierten en factores disociativos. "Chavismo" ("No") y "antichavismo" ("Sí") no calan en la mente y el corazón de la mayoría de nuestro pueblo. Son minorías radicalizadas y polarizantes que se creen condueños del país, tanto como los agentes bipartidistas en el pasado reciente. La mayoría rechaza el neo-bipartidismo, y eso los atormenta y descuadra. Le temen al rechazo masivo de la población, materializado en la abstención, que es la diferencia. La única salida diferente a las opciones impuestas por las corrientes propagandísticas de ambas minorías.

Ni oficialistas ni opositores pueden negar que el grueso de la población venezolana está asqueada de los gobernantes, políticos y pseudoempresarios asociados en el robo de los dineros públicos. Sentimos asco por tanta corruptela compartida, y nos negamos a seguir en manos de tanto irresponsable e incapaz en funciones públicas. Aunque les duela a ciertos"ofendidos" y "ofendidas": no queremos más gobernantes corruptos e irresponsables, del presente o del pasado.

agrega un comentario