Julio López
está desaparecido
hace 6423 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Politica revolucionaria REAL ante el fenomeno K.
Por Pablo Patriota - Monday, Jul. 12, 2004 at 9:12 PM
soulfree@ubbi.com --- ---

---

La mayoría de ustedes afirma que la política internacional de Fidel es contrarevolucionaria; ¿cómo pedirles un análisis de un gobierno como el de K surcado de contradicciones?.

Analicemos la política internacional K: No se hicieron los ejercicios Aguila3, no se votó contra Cuba, no se enviaron tropas ni se apoyo la guerra de Irak, no se firmó el ALCA ni el acuerdo con la Unión Europea, No se les dió inmunidad a las tropas norteamericanas, no se extraditó a Josu, se reiniciaron los reclamos por Malvinas, se trabajo para el ingreso de Venezuela Bolivariana al Mercosur, con la cual se firmaron acuerdos de integración, se reprueba publicamente a Roger Noriega, etc, ¿En serio piensan, más allá de la pose opositora, que este gobierno es igual a Menem?.
Ello solo es posible a través del siguiente método de análisis: Si el vasco Josu es extraditado es por la podredumbe del gobierno K, si no es extraditado es gracias a la masiva lucha popular...
Con esa impunidad de la profecía autocumplida es fácil hacer política... Si la única respuesta que admite la realidad es o mi programa o la traición, la correlación de fuerzas y la lucha de clases son un chiste del siglo XIX.

Con esa misma impunidad que los lleva a decir que K es igual a Menem alumbraban a las masas en diciembre del 2001 repitiendo que estábamos en una "situación prerevolucionaria". Para poner en valor aquel (y este) análisis hagamos un cálculo:
¿Quién maneja la mayoría del movimiento obrero, los revolucionarios o el enemigo?, ¿Y las fuerzas armadas?, ¿y las policías?, ¿Y el movimiento estudiantil?, ¿Y las gobernaciones e intendencias?, ¿y el Congreso?, ¿y la justicia?, ¿y las empresas estratégicas?, ¿y enormes porciones del aparato del Estado?, ¿y los medios de comunicación?, ¿Y a Boca, River y la selección?...
Nuevamente, si prescindimos de este análisis, las correlaciones de fuerzas y la lucha de clases no existen...
Los mismos que a Lenín y Trotsky le reconocen como una jugada táctica genial la paz con los ejércitos de las potencias imperialistas debido a la desfavorable correlación de fuerzas (aun con ejercito rojo, gobierno de soviets y auge de masas) le exigen a un gobierno que subió con el 22% de los votos, sin fuerza propia, en medio de una crisis de representatividad enorme y con el enemigo metido entre sus propias filas (demostración de su escaso poder y su origen) que Rompa con el FMI, declare ya el no pago de la deuda, haga la reforma agraria y estatice (con control obrero) hasta el mismísimo Jockey Club...

El gobierno de K no es, ni más ni menos, que el reflejo de diciembre de 2001: donde se alcanzó a decir NO al neoliberalismo pero la acumulación de organización y conciencia del campo popular no dieron para una salida política autónoma.

Si, si, aquí viene vuestro ataque sosteniendo que en esta situación en vez de apostar a la burguesía se debe unir a los piqueteros, las fabricas recuperadas y los obreros ocupados y desocupados para luchar por el programa político del proletariado, es decir el socialismo.
Ante ello, algunas precisiones:
1- Hablar de unidad cuando por lo menos el MST está virtualmente dividido, en el PC conviven distintos sectores con posiciones políticas contrapuestas, el PCR está en proceso de debate, el MTL se dividió, Los MTD también, la IU está paralizada... es, lamentablemente, hablar de ciencia ficción: La izquierda argentina no tiene hoy puntos de acuerdo ni en la amplitud del bloque contrahegemónico, ni en el modelo de país suceptible de unirlo, ni en sus herramientas organizativas en lo político y lo social.
2- "La cuestión de la unidad no puede ser tomada en abstracto, sino que debe enmarcarse en las condiciones concretas en que se desenvuelven los actores sociales. Es imprescindible para éllo, un ajustado análisis de la estructura económica, social y cultural del país, una interpretación de su proceso histórico junto a una lectura de la realidad internacional que permita calibrar las posibilidades, alternativas y limitaciones que tal situación impone a los proyectos populares. Este análisis concreto de la situación concreta permitirá elaborar una estrategia de poder y las formas organizativas (entre ellas la unidad necesaria) que se ajusten a la misma".
Y aquí (sin querer entrar en la guerra de citas) recordaremos el pensamiento de Lenin: "Sólo se puede vencer a un enemigo más poderoso poniendo en tensión todas las fuerzas y aprovechando obligatoriamente con el mayor celo, minuciosidad, prudencia y habilidad la menor 'fisura' entre los enemigos, toda contradicción de intereses entre la burguesía de los distintos países, entre los diferentes grupos o categorías de la burguesía en el interior de cada país: hay que aprovechar asimismo las menores posibilidades de lograr un aliado de masas, aunque sea temporal, vacilante, inestable, poco seguro, condicional. El que no comprende esto, no comprende ni una palabra de marxismo ni de socialismo científico contemporaneo, en general. El que no ha demostrado en la práctica, durante un lapso bastante considerable y en situaciones políticas bastante variadas, su habilidad para aplicar esta verdad en la vida, no ha aprendido todavía a ayudar a la clase revolucionaria en su lucha por liberar de los explotadores a toda la humanidad trabajadora".

La pregunta crucial en estos momentos es: desde donde se profundiza los niveles de organización popular y de conciencia para modificar la correlación de fuerzas existente en un sentido positivo para los intereses populares.
Respondiendo esta pregunta escribíamos: La Argentina es un país capitalista dependiente con una tremenda crisis estructural. Los causantes de esta situación, y por ende el enemigo a derrotar, son el imperialismo, en particular el yanqui, y sus socios nativos, es decir, el gran capital industrial, financiero, comercial y terrateniente. Los que de una u otra forma han manejado siempre los pricipales resortes políticos económicos y militares; en síntesis: los dueños del poder.
En la vereda opuesta están los que soportan, de distinta forma, las consecuencias de la rapiña de aquellos: los trabajadores urbanos y rurales, los desocupados, el campesino pobre, los sectores medios empobrecidos, los pequeños y medianos empresarios, los chacareros e, incluso, sectores de esa burguesía nacional no monopolista, cada día más débil y golpeada.
Sólo en la medida en que sepamos unir a todas estas clases y sectores sociales de intereses diversos, y al mismo tiempo comunes, en un poderoso haz compuesto por centenares de miles de personas y apoyado por millones, podremos derrotar a quienes nos oprimen.
Definido el enemigo principal (el bloque de poder conformado por el imperialismo norteamericano, el capital financiero, las empresas transnacionales y la grupos económicos más concentrados), aparecen con nitidez los marcos de unidad necesarios para enfrentarlo con posibilidades de éxito. La unidad efectiva de este heterogéneo entramado de intereses, tiene como prerequisito la elaboración colectiva de un modelo de país opuesto al de las clases dominantes y visualizado como posible de ser implementado a través de esa gran acumulación de fuerzas: un proyecto nacional.
Y aquí es donde entra la actuación del presidente Kirchner, quien ha puesto en el centro del debate nacional muchos de los ejes principales de ese proyecto: temas como la deuda externa, el ALCA, los militares, la represión de la dictadura, los jueces de la Corte, las cúpulas policiales, las privatizadas, la integración latinoamericana, la necesidad de una nueva fuerza política, etc.
La derecha argentina ha interpretado el peligro y se lanzó a desestabilizar al gobierno buscando retomar la iniciativa política a través de temas funcionales a sus intereses (como la seguridad) que limen el conseso del presidente en la sociedad. Las organizaciones populares no debemos ser indiferentes en esta disputa, tenemos que apostar muy fuerte a la movilización, participación y organización para mantener abiertos y profundizar los debates e iniciativas que apunten a consolidar la conciencia sobre la necesidad de un modelo de país opuesto al neoliberalismo y para apoyar y defender al gobierno del presidente Kirchner. La historia argentina tiene en sus distintas etapas sobrados ejemplos de las consecuencias que acarrea equivocar el enemigo principal de los pueblos.

Sin organización y movilización popular este gobierno no podrá modificar la correlación de fuerzas y la derecha lo desestabilizará. De ocurrir esto (uno de los desenlaces posibles) no llegará la aurora roja de un amanecer socialista sino, posiblemente, algún gobierno de transición como la Carrio hasta que la derecha encuentre (via de disciplinar a todas las fracciones de la burguesía detrás de las más concentradas y antinacionales) su representante.

La izquierda puede completar la estrategia de pinzas del establishment, no sería algo novedoso en nuestro país, pero también puede -y a nuestro entender debe- acompañar el proyecto K desde la exigencia de una agenda que apunte a una redistribución del ingreso que, a su vez, destrabe la construcción de una masa crítica para profundizar el proceso.

Estamos en un momento trascendente y nuestra responsabilidad, en tanto militantes y dirigentes populares, es grande; la discusión de "quien la tiene más larga" cargada de insultos no es la mejor demostración de que estemos a la altura de las circunstancias (digo esto para propios y extraños). Aceptar nuestras diferencias es parte del análisis de la realidad que queremos cambiar y ello no implica dejar de debatir y de confrontar (si es preciso). La vida (es decir la lucha) es el único criterio de verdad.

agrega un comentario


ULTIMOS COMENTARIOS SOBRE ESTE ARTICULO
Listados aquí abajo estan los últimos 10 comentarios de 3 escritos sobre este articulo.
Estos comentarios son enviados por los visitantes del sitio.
TITULO AUTOR FECHA
no sean gorilas con el gobierno popular Pablo Idiota Monday, Jul. 12, 2004 at 11:19 PM
Ustedes nunca entendieron nada Pablo Idiota Monday, Jul. 12, 2004 at 11:13 PM
K no es igual a Menem Beto Monday, Jul. 12, 2004 at 10:21 PM