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La ruptura del PTS
Por Prensa Obrera 860 - Saturday, Jul. 24, 2004 at 10:56 AM

Gabriel Solano

Hace varias semanas, unos 50 militantes del PTS, encabezados por dos miembros de su Comité Central, rompieron con su partido y formaron el grupo Praxis. La escisión, dice Praxis, se funda en los rasgos “sectarios y abstencionistas” del PTS, en su “ideología obrerista” y en la falta de democracia en el régimen interno del partido. Ninguna fracción o tendencia “duró dentro del partido más de mes y medio o a lo sumo dos meses”, y esto porque la “dirección actúa no como dirección de Partido, sino de fracción”.

La falta de democracia interna sería “la continuidad de la política externa, en la que sobresalen los rasgos sectarios y defensivos”. Este sectarismo manifiesto lleva al PTS a atacar a todo grupo que no comparte sus posiciones como “centrista incurable”.

Las críticas al PTS

Sobre el movimiento piquetero, la crítica de Praxis es que “el abstencionismo del PTS en el movimiento de desocupados estuvo acompañado por una caracterización donde siempre tendimos a exagerar sus momentos de crisis y a devaluar la influencia que este fenómeno tenía sobre otros sectores, muy a pesar de la política de sus direcciones”. La crítica abarca la conducta del PTS en la ANT. Praxis considera progresiva a la ANT frente a las otras tendencias, colaboracionistas, del movimiento de desocupados.

Acerca de las asambleas populares, Praxis señala que el PTS tuvo “una línea sectaria al no dar a las asambleas la jerarquía suficiente desde la dirección para influir sobre un fenómeno altamente progresivo”. Praxis critica la justificación obrerista del PTS de no intervenir en las asambleas populares por la ausencia en ellas de la “materialidad” del movimiento obrero.

Otro capítulo va dirigido a cuestionar la actividad del PTS en el movimiento estudiantil. Denuncia la falta de política para intervenir en el proceso que llevó al derrumbe de Franja Morada y al ascenso de la izquierda (y de la UJS-PO en particular) en varios centros de estudiantes y en la dirección de la Fuba. “Esta falta de política se expresó las más de las veces como abstencionismo y sectarización, redundando en el fortalecimiento de nuestros competidores y en nuestro estancamiento (e incluso retroceso) salvo contadas excepciones”.

Praxis encuentra los fundamentos de su crítica en lo que llama las concepciones “espontaneístas” y “sovietistas” del PTS. Plantea que éste despreció o no comprendió que “existe una esfera de la acción política relativamente independiente de la lucha, y que sólo desde esa concepción se puede avanzar en la construcción partidaria, retomando la idea leninista de Partido, y revalorizando, frente a la moda autonomista de la lucha social como esfera única de la acción de masas, la importancia estratégica de la acción política”. Esta política se manifestó, según Praxis, en una especie de “movimientismo sectario”, que se expresa en el impulso a un movimiento difuso y sin programa para recular luego hacia el sectarismo más brutal que liquida cualquier posibilidad de acción de frente único.

Por último, Praxis hace un balance negativo de la acción internacional del PTS. Acusa a la dirección de contentarse con “su pequeñísima fracción internacional”, mientras, dice, el “PO se adelantó varios cuerpos”. Aquí también denuncia que la dirección del PTS es presa del sectarismo y que cae en el subjetivismo al no partir de las necesidades de las masas y de la crisis mundial.

Estas críticas, por más limitadas que sean, coinciden con las que el PO siempre señaló. Lo que, para muchos, obedecía a una lucha faccional, ahora está planteado por militantes y dirigentes del propio PTS.

El movimiento piquetero

Pero los integrantes de Praxis parecen dispuestos a recorrer el mismo camino que le critican al PTS. Reiteran las acusaciones del PTS a la ANT, de no “luchar por la unidad del movimiento de desocupados y de los trabajadores ocupados”, y el ataque al PO por “autoproclamatorio”. Critican al PTS por no haber estructurado un bloque dentro de la ANT contra el PO, de la mano de la FTC. Es decir que los que denuncian al PO y a la ANT, pretenden actuar en la ANT para dividirla (con quería el PTS).

El divisionismo que atribuye Praxis al PO es el caballito de batalla de todos lo que cuestionan la existencia del movimiento piquetero y quieren hacerlo “desaparecer” tan pronto como sea posible. Denunciar divisionismos del PO, después de seis asambleas nacionales, parece una burla. Lo peor es que Praxis no sabe de lo que habla. El movimiento piquetero debutó como expresión nacional en las asambleas de La Matanza, a mediados del 2001, o sea como frente único, agrupando a la casi totalidad de las tendencias piqueteras existentes. La división en dos grandes bloques, posteriormente, obedeció a los apoyos de la CTA y la CCC al gobierno.

Cuando Praxis denuncia el “piqueterismo” del PO repite lo que ‘aprendió’ de Emilio Albamonte, para encubrir con frases el sabotaje del PTS al movimiento piquetero. El “piqueterismo” del PO expresa la defensa de un movimiento de lucha concreto y real, para el cual pretendemos un rol histórico en la tarea de desarrollar una clase obrera revolucionaria.

La dictadura del proletariado

Praxis no acabó de fundarse y ya realizó un acuerdo sin principios con el MAS. El MAS milita en el campo de los que repudian la dictadura del proletariado. Rechaza la crítica del PO al SU, el cual integra el gobierno de Lula en Brasil, en el Ministerio de Agricultura. El SU demuestra que el abandono de la dictadura del proletariado obedece siempre a un pasaje al campo del capitalismo.

El MAS rechaza la dictadura del proletariado en nombre de la “autoorganización de las masas”. Pero cualquier movimiento u organización de masas más o menos autoorganizadas, que no está dirigido a la destrucción del Estado burgués (dictadura del proletariado) sirve de apéndice a la dictadura del capital.

En estos términos, la escisión del PTS por Praxis no tiene perspectivas.

La IV Internacional

Praxis señala que el PO habría aventajado al PTS en la lucha por la refundación de la IV Internacional, pero esto no significa que Praxis haya entendido el método y la política del PO.

Praxis repite que el PO (y la CRCI) es “autoproclamatorio”, cuando nuestro método ha sido oponernos a crear una tendencia “made in Argentina”. El PO plantea la refundación de la IV a todas las organizaciones revolucionarias, sin condiciones, sobre la base de un debate político y la clarificación de las diferencias, como forma de construir la organización internacional común.

Adónde va Praxis

La respuesta es: de una secta a otra; de una corriente democratizante a otra que lo es aún más. La ruptura del PTS muestra a las claras su fracaso. Un partido revolucionario que le ha dado la espalda al movimiento piquetero no merece siquiera ese nombre. Los compañeros de Praxis han denunciado esta política pero vuelven a cometer los mismos errores. Los acuerdos realizados con el MAS significarían incluso una gran involución de características estratégicas. La alternativa realmente progresiva pasa por la lucha por la construcción de un partido revolucionario, lucha que en nuestro país está corporizada por el Partido Obrero.