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CARTA ABIERTA A LA INTERVENCION
Por Exequiel Fernandez Moreno - Friday, Jul. 30, 2004 at 2:43 PM
exequielfernandezmoreno@yahoo.com.ar 4391734 Libertad 1121

La orfandad ejecutiva de le Intervencion Federal de Santiago del Estero preocupa a una inmensa cantidad de santiagueños. El Partido de la Victoria en una carta abierta exhorta al gobierno a cambiar de rumbo.




CARTA ABIERTA A LA
INTERVENCION FEDERAL

No está en el ánimo de nuestro partido sumarnos al resentido y perverso coro de detractores de vuestra gestión. Tampoco la intención de unirnos al grupo de medios de difusión que -a traves de la difamación sistemática- tratan de preservar malhabidos intereses recurriendo a mercenarios devenidos en analistas políticos, periodistas, locutores, abogados y, en muchos casos, ciudadanos que -en el contexto de un montaje vil- son inducidos a denostar toda acción de gobierno.
Realizada esta aclaración, a la que asignamos superlativa importancia, queremos expresarles la total y absoluta seguridad de que nuestras observaciones y cuestionamientos son y serán siempre bienintencionadas, constructivas, y formuladas desde la honestidad con el solo afán de ayudar a esa Intervención Federal a concretar plenamente la misión encomendada desde la mas alta magistratura de la Nación. Este noble propósito tiene singular importancia para esta fuerza política porque de todo cuanto ustedes generen diariamente y del resultado final que obtengan, los santiagueños podremos gozar de una provincia reconstituida o padecer la reimplantación del reino del terror en su peor versión.
No se nos mal interprete. No venimos a pontificar ni nos sentimos rectores infalibles. Simplemente asumimos el rol que en su Artículo 39º nos confiere la Constitución Nacional cuando reza que “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático.”. Desde esa condición primordial; como fieles receptores de las inquietudes de un importante sector de la comunidad y desde nuestra ineludible responsabilidad ciudadana, no podemos menos que manifestarles la gran preocupación de nuestro partido por la ostensible orfandad ejecutiva de vuestra gestión en temas esenciales inherentes nada menos que a la restauración republicana.
Lo decimos con total y absoluta tranquilidad de conciencia y nada resultaría mas inexacto que calificar de apresurados nuestros conceptos. Porque en varias oportunidades y con total benevolencia, la dirigencia de este partido se ha inclinado a colegir que los infortunados desaciertos de esa Intervención Federal eran consecuencia de transitar a tientas el terreno desconocido de una provincia sumamente compleja políticamente. En otras ocasiones inferimos que los yerros cometidos obedecían a que algunos funcionarios habían sido sorprendidos en su buena fe por aquellos inescrupulosos que siempre logran acercarse a los círculos de poder para cometer sus fechorías. Ante otras instancias de igual tenor y la morosidad de definiciones, reaccionamos tambien con gran generosidad y las justificamos argumentando que eran parte de una planificación estratégica que iría cumpliéndose gradualmente. Las excusas fueron sucediéndose hasta que nuestra inteligencia se sintió ofendida y no nos permitió que siguiéramos ensayando nuevas alternativas. Fue una lógica y justa reacción porque resultaba hasta indigno seguir en esta tesitura mientras los equívocos se reiteraban hasta alcanzar el rango de insólitos.
Es lamentable que todo esto esté sucediendo porque toda la ciudadanía se había esperanzado en que los caballeros cruzados enviados por el Presidente no descansarían hasta extirpar toda amenaza de rebrote del infierno juarista y se confortaba con la idea de que igual suerte correría el poder económico cómplice. Pero las cosas no están sucediendo conforme a estas expectativas y, lógicamente, la preocupación popular va in crescendo.
Con esta presentación el Partido de la Victoria hace suya esta inquietud ciudadana que denuncia una inexplicable reiteración de errores y una inocultable y exasperante parsimonia en ciertos actos de gobierno que reclaman urgente resolución.
Podrán ustedes reclamarle a la gente una exagerada ansiedad y argumentar que los tiempos de este gobierno no son los mismos que los gobernados exigen desde el llano. Es verdad. Pero tambien es verdad que los gobernantes están obligados a interpretar las inquietudes del pueblo que gobiernan y a no desatender los espasmos del cuerpo social. Porque como las convulsiones orgánicas, las sociales son síntomas inequívocos de afecciones de mayor severidad y gravedad.
Siguiendo la línea de este razonamiento sería aconsejable que la Intervencion Federal pusiera los oidos en un gran sector de la población que considera que el doctor Pablo Lanusse y su elenco -bajo no se sabe que pretexto, interés, acuerdo o conveniencia- no están actuando con el rigor que la situación exige.
No es poca la gente que se muestra muy preocupada porque fundadamente estima que a los enviados del Presidente Nestor Kirchner les falta ejecutividad en temas que requieren definiciones categóricas. La misma gente tambien infiere que la Intervención se muestra ingenuamente complaciente y crédula con cuadros políticos de inquebrantable raigambre juarista que de puro acomodadizos y como fieles cultores de la hipocresía le falsean su adhesión mientras desde sus madrigueras conspiran en contra de cualquier remozamiento político.
Alli están los intendentes que, obedientes hasta el servilismo, hicieron de sus comunidades bastiones del juarismo y –mediante la dádiva- cotos de caza electoral; allí está la ancha franja de empleados jerarquizados (categorizados por el régimen anterior en premio a su obsecuencia), entorpeciendo aviesa y sistemáticamente los trámites ordenados desde los estamentos ejecutivos; allí están asesorando y aconsejando, varios de los impresentables personajes que hasta ayer nomás serpentearon a los pies del ex gobernador y su esposa; allí está un banco rehén que el día después de la Intervención Federal seguirá manejando las finanzas provinciales y como nefasta consecuencia, esquilmando la economía de las familias santiagueñas con la inclemencia y voracidad que todos conocemos.
Ante este panorama desolador y a esta altura de los acontecimientos, los santiagueños tenemos sobrados motivos para temer por los resultados de esta gestión. Porque aterra tanta laxitud en un momento en que, precisamente, lo que mas se necesita es cirugía de precisión, máximo rigor ejecutivo y total severidad normativa. Amedrenta tanta inconsistencia en las decisiones. Tanta fragilidad directiva despierta intrigas y aflige a miles de comprovincianos que entienden que el imperativo de la hora es luchar sin desmayos y sin concesiones hasta erradicar todo cuanto represente el régimen que asoló a esta provincia hasta convertirla en la cuna de la pobreza, el miedo y la indignidad.
Frente a esta insoslayable situación que -cuanto menos- inquieta a miles de comprovincianos, nuestro partido ha considerado que no puede permanecer indiferente y ha decidido manifestarle a esta Intervención Federal, su mas profunda preocupación. Al mismo tiempo, viene a exhortar admonitoriamente a sus funcionarios para que de inmediato impriman al gobierno un nuevo curso político que contemple no solo el desalojo total y definitivo de todo aquello que represente el régimen depuesto, sino tambien el concurso real, concreto y efectivo de las fuerzas políticas que sinceramente anhelan la construcción de un Nuevo Santiago.-



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