Julio López
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El ALCA y el TLC ante la crisis economica de EEUU.
Por Taller de Estudios Anarquistas TEA - Friday, Jul. 30, 2004 at 8:30 PM
tallerdeestudiosanarquistas@yahoo.es

La tesis leninista del poder (centros y periferias) es refutada cuando analizamos el ALCA y TLC a partir de la crisis economica por la que atravieza EE.UU, señalando como el pais del norte depende economicamente de America Latina.



El ALCA ante la crisis economica de EE.UU.


(Texto construido colectivamente por el Taller de Estudios Anarquistas)



EL ALCA EN LA CRISIS DE EE.UU
Creemos que para comprender el origen, el objetivo y la importancia vital que guarda el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) para la economía de EE.UU como, de igual manera, para adquirir un horizonte claro sobre las inmensas dimensiones y posibilidades transformativas que encierra la acción directa y constante de oposición y resistencia en contra de este proyecto de dominación económica, es completamente necesario develar el carácter deficiente del sistema productivo norteamericano, su incapacidad competitiva frente a los monopolios de los países mas industrializados que lo han puesto ante la necesidad inaplazable de super-explotar y dominar militarmente a los países mas pobres del globo, como la única herramienta que tiene para conservar su posición hegemónica mundial. Necesidad de apropiarse de las inmensas reservas petroleras del medio oriente a través del respaldo al exterminio del pueblo Palestino y de la cruenta guerra en Irak para, de este modo, ganar una ventaja económica con el control del petróleo que abastece a Europa. Necesidad de devastar la producción agrícola, manufacturera e industrial de América Latina inundando a nuestros pueblos de sus mercancías para, de este modo, solventar la crisis competitiva por la que atraviesa, salvando así su sistema productivo.
Pese a que EE.UU se presenta como una economía fuerte y en crecimiento la realidad es bien distinta, las reglas de juego del libre comercio que el mismo impulsa y defiende para los países latinoamericanos no le resultan tan benéficas cuando se aplican, en igualdad de condiciones y en determinadas ramas de la producción, frente a la competencia económica que le presenta Europa, Japón e incluso Brasil, Argentina y Asia, para darse cuenta de esto solo basta entrar a conocer el lugar que ocupa EE.UU a el mercado mundial. En el Epilogo a su libro “Guerra Global, Resistencia Mundial y Alternativas” Samir Amin expone, de manera reveladora, la verdadera situación de EE.UU en el mercado global; este país padece un deficiente sistema productivo que lo a llevado a un creciente déficit comercial que para 1.989 era de 100.000 millones de dólares, mientras que para el año 2.002 había aumentado a 500.000 millones de dólares. A finales de los ochenta EE.UU mantenía en el mercado de productos de alta tecnología una ganancia neta considerada alrededor de 35.000 millones de dólares anuales para luego, en el transcurso de la década de los noventa, entrar en un déficit económico en esta rama de la producción. El sistema productivo de EE.UU no se encuentra en la capacidad de competir con Europa y Japón en producción de tecnologías de punta, ni en la producción de mercancías banales frente a China, Corea y otros países industrializados de Asia y América latina, como tampoco resiste la competencia económica en el sector agrícola con Europa y los países del sur latinoamericano.
El carácter deficiente de su sistema productivo a dejado rezagado a EE.UU frente a sus competidores, por lo cual a puesto en marcha una estrategia bélica y económica global que emplea diversos mecanismos de superexplotación y dominación que, en el caso de América Latina, han sido llevados acabo solo gracias al papel que a jugado el Estado y las oligarquías que lo componen, como instrumentos jurídicos y militares efectivos de EE.UU y del capital financiero internacional, en donde el ALCA aparece como una de los mecanismos mas importantes para salvar su sistema productivo. En este sentido es posible identificar tres mecanismos fundamentales de dominación para América Latina, de los cuales sus políticas económicas constituyen la medula de lo que, desde finales de los ochenta, se conoce como el “consenso de Washington”. 1- la incesante aplicación de las políticas de ajuste institucional impuestas por el FMI para recoger el lucro que se desprende de la especulación del capital financiero 2- el ALCA, como mecanismo económico que se encuentra destinado a impulsar su sector productivo a través de la destrucción de los sectores productivos latinoamericanos que no se encuentran en la capacidad de competir con EE.UU, adquiriendo por esto una importancia vital para la economía de este país 3- la estrategia militar, represiva y genocida de EE.UU en nuestro continente. Todos estos mecanismos se auto legitiman en la política neoliberal y en la defensa de la democracia representativa y excluyente del Estado autoritario y militar, sin embargo, como ya se resalto, su verdadero origen se encuentra en los propios problemas económicos norteamericanos.
DEL CAPITAL FINANCIERO.
Como EE.UU no es en verdad una potencia productiva indiscutible a nivel mundial, con excepción de la producción de armas, impulsa su economía a través del lucro incesante que le proporciona el capital financiero, esto es, a través de la exportación de capitales en la forma de préstamos para el desarrollo otorgados por el FMI. Las ganancias de EE.UU por concepto del capital financiero son tan altas que para el 2.002 la deuda de todos los países latinoamericanos giraba al alrededor de los 760.000 millones de dólares, dinero suficiente para amortiguar las inconsistencias de su sistema productivo. Pero ¿de donde surge todo este dinero?. El FMI ha exigido, con la complicidad de los Estados nacionales, la venta paulatina de todas las instituciones publicas que han sido creadas y sostenidas con el trabajo colectivo de todos, dejando sin ninguna seguridad social a nuestros pueblos empobrecidos,( por lo cual la USO se encuentra en una constante e importante lucha sindical que se opone de manera digna e insumisa a la disolución privatizadora de ECOPETROL). La reducción del tamaño del Estado a través de los despidos masivos ha sido otra iniciativa del FMI, dejando sin empleo a millones de personas, incrementando dramáticamente la inequidad y la pobreza. Endeudar a los próximas generaciones con los pactos de cumplimiento de la deuda, pactos que han sido realizados exclusivamente por las oligarquías nacionales pero que están respaldados con el trabajo vital de todos, es la herencia de los gobiernos de turno y el costo que pagamos por sostener a la economía mas depredadora del mundo.
DEL ALCA.
Otra forma de sustentar su economía se encuentra en las políticas de “libre mercado” que encuentran su máxima realización en el ALCA. En junio de 1.990, después de la caída del muro, cuando EE.UU no tenia ya un contrapeso significativo a nivel militar, George Bush I proclamo la necesidad de la integración económica americana, visualizando un mercado “libre”, sin fronteras ni restricciones para la competencia económica de los diferentes sistemas productivos desde Alaska hasta la Patagonia, luego, en la Cumbre de las Américas realizada en Miami en diciembre de 1.994, se diseño el primer bosquejo de lo que ahora conocemos como el ALCA, de aquí en adelante se deja en claro que el proyecto consiste en implantar el monopolio productivo norteamericano, esto es, en inundar el mercado con la producción de EE.UU, eliminado los aranceles que tradicionalmente cobraba cada país con el fin de proteger su producción interna, poniendo a los pequeños y medianos productores en un juego competitivo claramente desigual que genera su irremediable quiebra. La estrategia es jugosa para los monopolios industriales norteamericanos; competir de manera abierta solo con los países y solo con los sectores productivos más atrasados y débiles para imponer sus mercancías, pero proteger y oponer restricciones y subsidios a su sector productivo cuando se trate de economías más fuertes. Con el ALCA los países latinoamericanos mas pobres recibimos a cambio del fortalecimiento económico de EE.UU la destrucción del sector agropecuario, de la industria y una constante fuga de capitales hacia el país del norte, lo que necesariamente desemboca en la agudización del desempleo y la pobreza a través de la completa destrucción de los mercados nacionales latinoamericanos.
Ahora, la estrategia Norteamericana, en un principio, planteaba una negociación en bloque con todos los países latinoamericanos, pero dada las fortalezas y debilidades disímiles de los distintos sistemas productivos de los países latinos entre si, el proyecto original tubo que dar un giro en la Cumbre de las Américas realizada en Miami a finales del año pasado, en esta ocasión se decidió abandonar la negociación en bloque por la realización de acuerdos bilaterales con el país del norte como, además, se definió que cada país puede excluir de las negociaciones determinadas ramas de la producción nacional. Muchos consideran que este cambio demuestra la debilidad de EE.UU para negociar según su voluntad unilateral y que representa, además, el inicio del fracaso del ALCA. Pero si bien el cambio operado en la Cumbre de Miami es la manifestación de la debilidad económica norteamericana, esta lejos de representar el fracaso del ALCA, todo lo contrario, la negociación unilateral le permite al país del norte realizar acuerdos desde todo punto de vista desiguales y nocivos para las economías mas débiles, sin que la capacidad competitiva de los países mas industrializados, como Brasil o Argentina, beneficien de ninguna forma a estos países, una muestra clara de esto es el caso brasileño; EE.UU no puede competir con Brasil en la producción de acero, azúcar y cítricos, no puede por tanto abrir de manera completa sus fronteras para estos productos, este poder competitivo le permite a Brasil poner condiciones en la negociación que solo fortalecen a la gran burguesía de este país, obviamente EE.UU no esta dispuesto a beneficiar a todos los países latinoamericanos por las ventajas brasileñas, la solución de ambos países es clara: negociación bilateral. Ahora, la posibilidad de excluir determinados sectores de la producción favorece a los monopolios económicos norteamericanos y a las elites del sur, pero nunca a los pequeños y medianos productores. EE.UU no puede dominar a Latinoamérica sin la ayuda de las oligarquías productivas y estatales de nuestros países no puede, por tanto, afectar sus intereses económicos, lo que se propone entonces es destruir a los pequeños y medianos productores, concederle EE.UU el dominio absoluto sobre los sectores productivos en los que las grandes elites latinoamericanas no tienen ningún interés simplemente por que no se desarrollado una económica fuerte y monopolica en estos sectores, en este sentido las oligarquías nacionales imponen restricciones arancelarias a sus productos, protegiéndose a si mismos de la industria norteamericana, pero abre las fronteras para que EE.UU se expanda en los otros sectores, este es el caso de INCAUCA que, como premio por financiar el paramilitarismo en el Valle, cuenta con protección priviligieda en el mercado a través de las restricciones estatales para la importación de azúcar.


DE LA ESTRATEGIA BÉLICA

Su estrategia bélica para el continente se reduce a su política antidrogas y a su política antiterrorista. La militarización de Colombia, Bolivia, Perú y Ecuador se explica, en primer lugar, por la multimillonaria fuga de capitales hacia Latinoamérica en virtud del consumo de cocaína en EE.UU, “¡ viva el libre comercio!, pero no aquel que descapitaliza nuestra economía” es la máxima comercial y militar de EE.UU en la economía globalizada, los intereses económicos de EE.UU; su afán por mantenerse en su papel hegemónico mundial como economía del derroche y el consumo, sosteniendo , sin embargo, un deficiente sistema productivo le ha costado a millones de campesinos cocaleros empobrecidos ser objeto de una sistemática persecución en términos de asesinatos, encierros y fumigación nociva con glifozato bajo la mascara moral y trillada de la “lucha contra las drogas” que mejor seria llamarla “lucha contra la descapitalización de Norteamérica”.

¿Que pasa con los millones de campesinos y comerciantes empobrecidos en virtud de los “fabulosos beneficios” del ALCA? ¿Que sucede con los otros millones de trabajadores “favorecidos” con el desempleo producido por políticas del FMI? ¿Y que con la población latinoamericana, con excepción de las minorías de elite que no representan ni el 10 por 100 de la población total, que en virtud de la venta de las empresas publicas no cuentan con ningún tipo de seguridad social y que en virtud de la destrucción casi absoluta de el mercado nacional se encuentran en la miseria?. La estrategia bélica antiterrorista es la respuesta que nos presentan los Estados nacionales, entre ellos la potencia bélica mundial: EE.UU. Los movimientos sociales luchan y resisten, no por que asuman ningún tipo de línea política, lo cual es una ventaja liberadora indiscutible, su insumisión proviene de su experiencia económica y política vital. Desde la aplicación de las políticas neoliberales en América latina se han desarrollado múltiples movimientos autónomos en resistencia que hacen palidecer al país del norte, este ultimo no puede poner en peligro sus proyectos súper explotadores para los países del sur pues, dadas sus insuficiencias económicas, la no realización de las políticas del FMI y el fracaso del ALCA, implican su derrumbe como potencia económica mundial. En este sentido la actual guerra antiterrorista no es otra cosa que la reedición de la estrategia monroe, todo el mundo, incluido Latinoamérica es en verdad un problema de seguridad para EE.UU y con razón, la liberación del yugo EE.UU implica el derrumbe de la superpotencia. Realmente EE.UU se encuentra aterrorizado. La eliminación de los derechos civiles, la militarización de la sociedad, las masacres, la perfección de los sistemas jurídicos estatales como mecanismos de persecución política no son otra cosa que la manifestación de la debilidad política norteamericana, su falta de legitimad y la incapacidad para contener los movimientos sociales de una manera no violenta toman forma en la política genocida antiterrorista.


Las características económicas del ALCA y del capital financiero dan lugar a una conclusión en extremo paradójica: EE.UU depende de las economías más débiles para continuar como potencia hegemónica mundial. En este sentido debemos cambiar la visión leninista que señala que el capitalismo monopolico construye una geografía del poder global en términos de centro y periferia, en donde el centro determina la periferia y la periferia no puede hacer otra cosa que someterce al centro,la verdadera situación de EE.UU señala la viabilidad de la tesis contraria: no existe ni centro ni periferia, las potencias económicas dependen tanto de las ganancias que pueden extraer de los países mas pobres, como de que los movimientos sociales de estos países no logren una articulación tal que la violencia política no pueda frenar su avance liberador. El poder por tanto no se encuentra en ningún centro y los territorios que se supone pertenecen a una débil e impotente periferia están lejos de carecer de un poder capas de transformar el orden económico, político y militar a nivel global.





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