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"Confiamos en la imaginación del proletariado..."
Por Contraimagen - Tuesday, Aug. 03, 2004 at 3:23 PM

Entrevistamos a Carlos Broun, realizador del documental “Mineros, tragedia en Río Turbio”, miembro de Contraimagen y militante del PTS.

"Confiamos en la imaginación del proletariado..."

Cómo fue ir a filmar a Río Turbio…

Todavía seguimos trabajando. Lo que es claro es que hoy la imagen que está oculta es la del verdadero drama que viven los trabajadores. Toda la verborrea por los Derechos Humanos del presidente y su “nueva dirigencia” puede ser constatada en Río Turbio. A los obreros los mandaron a la muerte para satisfacer la soberbia de los jefes, y los “negritos de adentro de mina” ya habían denunciado lo que pasaba ahí. Hacer esta película fue difícil no sólo por los problema de trabajar sin financiamiento sino porque el tema es jodido. Un pueblo con una gran tradición combativa, sufrir la muerte de sus compañeros así, es un golpe muy duro. Pero a la vez la película tuvo gran repercusión, miles de personas se acercaron a las casas socialistas a ver el documental. Hasta salió en el diario. Esto también es parte de la realidad, la gente quiere saber, los trabajadores buscan y buscan. Nosotros como documentalistas también. De esto se trata el proyecto que impulsamos junto al colectivo Kino-Nuestra Lucha. En esta coincidencia queremos trabajar. Por eso también la edición final queremos que sea hecha en común con los trabajadores.

¿Qué se plantean a partir de ahora?

Queremos terminarla bien para mostrarla en Río Turbio. Una de las cosas más interesantes para desarrollar son las proyecciones en las casas socialistas que estamos impulsando desde el PTS. Tenemos que encontrar la forma más precisa e imaginativa de profundizar las noticias obreras combinado con el retrato documental. En la historia del cine hay muchas experiencias para inspirarse. Siempre recalco la influencia de Gleyzer ya que especialmente en Argentina este cineasta fue muy importante. Pero hay muchas experiencias a lo largo de la historia del cine, como Vertov, Alain Resnais, Joris Ivens, Godard ó Guy Debord… cientos. También en la actualidad hay muchas expresiones de esta “búsqueda”. Por eso la película se puede pasar en sindicatos recuperados, en fábricas, en la base, como hicimos la semana pasada en Zanon. Ahora de lo que se trata es de ir un poco más a fondo. Porque hacer cine político también es buscar una estrategia política, no es sólo mostrar a un obrero trabajando, luchando o muriendo, sino indagar también en cuál es la salida a la crisis que vivimos, indagar en las cabezas de los trabajadores y en las nuestras. En un sentido es investigar sobre el futuro. Esta búsqueda se contrasta con la realidad y en la construcción de imágenes o símbolos se van planteando “instancias de superación virtual” de los frenos que impiden que la clase obrera muestre su fuerza, hay escenas o situaciones que muestran en chiquito lo que puede ser enorme si se desarrolla, y este elemento es muy importante, la imaginación tiene mucho poder. ¿Qué pasaría si los trabajadores empiezan a usar su imaginación y astucia política para pensar una salida de fondo? Su fuerza se multiplicaría por millones. Hay que buscar una nueva sensibilidad narrativa para interpretar la realidad que registramos y esta también es una tarea política.
Hacer una película en video es plantear un deseo y el deseo tiene mucho que ver con la revolución. Hoy puede estar un poco de moda el “cine político” o “social” ¿pero de qué sirve ir y mostrar algo si no lo explicás ni entendés, o si esto no implica poner una gran cuota de deseo en que lo potencial se transforme en real? O peor aún, como en el caso de Pino Solanas, mostrar una realidad terrible para tratar de fundamentar que un mejor futuro para los trabajadores y el pueblo será de la mano de Kirchner y los “capitalistas nacionales”.
Lo que quiero decir es que además del documento en sí mismo hacemos películas porque confiamos en la imaginación del proletariado para terminar de una vez por todas con el capitalismo. Esta fuerza se tiene que materializar en una organización política, un partido. Este es el leitmotiv de las películas de Contraimagen en esta etapa. Según palabras de Trotsky: “El proletariado debe encontrar en el arte la expresión de un nuevo punto de vista espiritual que es sólo el comienzo de lo que empieza a producirse en su interior, y a lo que el arte debe ayudar a dar forma. Esta no es una orden de ningún Estado, sino una demanda histórica. La fuerza de esta demanda yace en su objetiva necesidad histórica. No se puede pasar esto por alto, ni escapar a su fuerza…”
Estamos haciendo experimentos que van dando sus frutos, hay que tener la cabeza y los ojos abiertos para ayudar a preparar las condiciones de un verdadero cambio revolucionario, esa es la verdad de porqué hacemos cine militante. Ya hemos aprendido que sirve. Y ahora no vamos a parar.

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