Julio López
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¿A DONDE VA CUBA?
Por PARTIDO OBRERO - Thursday, Aug. 05, 2004 at 3:51 PM

PO 862. EL STALINISTA CASTRO RESTAURA EL CAPITALISMO EN CUBA.

Adónde va Cuba
"LOS CAMARADAS INVERSORES"


LUIS OVIEDO


Como parte de su campaña electoral de corte terrorista, Bush decretó la restricción de los viajes a la isla de los cubanos exiliados en Estados Unidos y la reducción de las remesas que pueden enviar a sus familiares. Las remesas provenientes de las familias cubanas en el exterior superan los 1.200 millones de dólares anuales y son la principal fuente de dólares de Cuba.

El tiro por la culata

Aunque con las nuevas sanciones Bush busca asegurarse el voto de los cubanos exiliados en Miami, las medidas despertaron una rebelión en su contra entre los exiliados, que las califican como “un ataque a la familia”. La Iglesia (en Miami y en Cuba), la mayoría de las organizaciones de exiliados y los opositores dentro de Cuba salieron a pedir su derogación.

“Hay ira contra Bush en la ciudad” (Miami Herald, 22/6). Según el mismo diario, existe la posibilidad, catastrófica para el presidente, de que los exiliados que hasta ahora no se habían registrado para votar, lo hagan “en masa” contra él.

Tampoco es clara la efectividad de las medidas dictadas por Bush. En la actualidad casi todas esas remesas (95%) llegan a Cuba por fuera de los circuitos bancarios (El País, 3/7). Lo más probable es que su impacto sea temporalmente limitado, hasta tanto se armen las redes que permitan “triangular” las remesas hacia terceros países y de allí hacia Cuba. Un armado que, según el diario madrileño, “Bush no podrá controlar”.

Golpe a las masas

El gobierno cubano respondió a estas medidas con un aumento del 15% de los precios en las llamadas “tiendas del Estado”, a las que recurren los cubanos cuando se acaba la ración de la “libreta”. En las tiendas, los precios ya eran prohibitivos para la mayoría de los cubanos antes del aumento.

El aumento de los precios entró en vigencia de inmediato, mucho antes de que se hicieran sentir los efectos de las medidas de Bush. Provocará una restricción del consumo, que irá más allá del que impondrían, por sí mismas, las medidas de Bush. Algunos cubanos de la calle resumen así la situación: “menos dólares para comprar alimentos más caros” (El País, 22/6). No se trataría, por lo tanto, de una “contramedida”, sino de un “ajuste” para equilibrar el presupuesto del Estado. Son muchos los que sostienen, dentro y fuera de Cuba, que las medidas de Bush sirvieron al gobierno cubano como una excusa para aumentar los precios de los productos de primera necesidad.

Diferenciación social

El aumento de los productos de primera necesidad agravará la diferenciación social existente en la isla, que se viene acentuando desde la instauración del “período especial” en 1993.

“Existe una población en situación precaria cuya salud está amenazada. Algunas categorías sociales –las mujeres solas con hijos, los ancianos– sufren penuria alimentaria (...). Según la economista cubana Angela Ferriol, en las ciudades, la población en condiciones de pobreza ronda el 20% (...). Las desigualdades regionales también se agravaron: en la región oriental de la isla la población vulnerable se calcula en el 22% y algunas municipalidades atraviesan una situación difícil” (Janette Habel, en Le Monde Dipló, junio de 2004).

“La socióloga cubana Mayra Epina destaca tres factores que agravan las desigualdades y el aumento de la pobreza: la creciente diferencia entre los ingresos, la territorialización de las desigualdades y la nueva jerarquía social vinculada con la riqueza material que simboliza el éxito” (ídem).

Según los propios investigadores cubanos, la diferenciación social provocada en estos diez años tiende a consolidarse: “Además del enriquecimiento de los pequeños campesinos privados, de los trabajadores independientes, de los dueños de los “paladares” (restaurantes privados) y de los beneficiarios del turismo, la investigadora Juana Conejero evoca “las transformaciones en la estructura de clase” y “la posibilidad de que nazca una nueva clase social de empresarios asociada al sector de las inversiones extranjeras”...” (ídem). Son los que otro investigador cubano, Haroldo Villa, define como “camaradas inversores”.

Los beneficiarios de la diferenciación social son funcionarios del Estado, militares, y los sectores sociales ligados a ellos; cuentan con la protección del aparato del Estado (y del PC y de las Fuerzas Armadas). Es dentro del aparato del propio Estado donde anida la principal tendencia de la restauración del capitalismo.

Restauración

Los síntomas del crecimiento de las tendencias restauracionistas son evidentes.

Es llamativo el sistemático elogio de China en el diario oficial, Granma. Estas alabanzas han continuado incluso después de que China estableció el derecho constitucional de propiedad privada de los medios de producción.

El Ejército cubano juega, de una manera creciente, un papel clave en la economía y en la dirección política del país. Las FAR dirigen la agricultura, la industria, el transporte, las comunicaciones y la electrónica. Y, desde el año pasado, el turismo. Aunque el Ejército, que acumuló tanto poder económico y político, es una estructura del Estado, sus propiedades no son propiedades de éste; así opera como una entidad separada, lo que significa que tiene sus propios intereses sociales. Particularmente en China, la intervención “empresaria” del Ejército fue uno de los motores decisivos en el proceso de la restauración.

El Ejército fue puesto a la cabeza de la “lucha contra la corrupción”, que constituye así una nueva vuelta de tuerca de la militarización de la sociedad cubana. Los oficiales que van a llevar adelante esta “lucha”, “recibieron una formación económica y comercial inspirada en normas de gestión capitalista (...). Esos militares fueron los que diseñaron las reformas mercantiles y el ‘perfeccionamiento’ de las empresas estatales, reestructuración que apunta a aumentar su rentabilidad y eficacia otorgándoles mayor autonomía” (ídem).

Pero es precisamente esa “autonomía”, junto con la penuria y la dualidad monetaria (legalidad del dólar), lo que –según Janette Habel– promueve la corrupción, que es una forma de acumulación privada y la primera etapa de cualquier restauración de la propiedad privada capitalista. El oligarca ruso Berezhorsky lo sintetizó de esta manera: primero se privatizan los beneficios, luego se privatiza la propiedad, al final se privatiza la deuda pública. Habel dice que esta acumulación “puede hacer prosperar una base social mucho más temible para el régimen que todos los grupos disidentes” (ídem). Pero no para el régimen sino para la revolución y sus conquistas; una parte del régimen impulsa la restauración. Es decir que el régimen se encuentra en disgregación.

Los reclamos de modificar el régimen para abrir paso a la propiedad privada ya han comenzado. Pedro Monreal y Julio Carranza, dos economistas “heterodoxos” del PC, que “critican la ‘ambivalencia’, por no decir la incoherencia, de las posiciones oficiales fundadas en la posibilidad de ‘una coexistencia estable entre diferentes alternativas’, consideran poco probable una reorientación exitosa de la estructura económica sin transformaciones significativas de las instituciones económicas y de la relación de propiedad...” (ídem). El reclamo de la “alteración de la relación de propiedad”, ya tiene sus voceros públicos en el propio seno del aparato del Estado.

Dentro del propio aparato estatal –insiste la castrista Habel– existe “una izquierda reformista que pone el acento en el desarrollo económico en el seno de un programa policlasista”. Armando Chaucenaga, de la Universidad de La Habana, reclama que esta ‘izquierda’ defensora de la propiedad privada (“policlasismo”), una sus fuerzas a la “izquierda épica, internacionalista y antimercado” para enfrentar lo que califica “el ascenso conservador en el aparato del Estado” (ídem).

Para favorecer la “democracia”, Habel propugna que la izquierda “internacionalista” se una a la “restauracionista”. De nuevo, la consigna de la democracia formal, no la de la democracia obrera y la dictadura del proletariado, sirve de pantalla para la restauración del capital

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El PO es la derecha internacionalista
Por Cintia - Thursday, Aug. 05, 2004 at 4:04 PM

Es de un bajisimo nivel politico esta payasada de Luis Oviedo...es lamentable que el articulo coincida con una tipica editorial del Miami Herald o del diarion La Nacion. Me pregunto tienen vocacion de poder esta seudo organizacion llamada Partido Obrero. Hay que caminar mucho para criticar ala Revolucion Cubana...ustedes partido obre...ustedes que marchan con Blumberg y hacen un acto sionista por la AMIA.
PEQUEBUSES

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que no sorprenda
Por polo - Thursday, Aug. 05, 2004 at 4:18 PM

no es de sorprender, son como K, con un ojo guiñan a la izquierda y con el otro cacarean tal cual derecha reaccionaria blumberga...... Se cagan en todo, y despues quieren sindicalizar a la cana....
A ver si ponen los huevos donde hay que ponerlos....estoy arto de chicaneo, las pelotas las tienen muy chicas.

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propuesta para Luis Oviedo
Por juan salvo - Thursday, Aug. 05, 2004 at 4:55 PM

No sé si habrás leído algo de marxismo y habrás sacado conclusiones de las revoluciones del siglo XX, pero por las dudas te lo aclaro: NO ES POSIBLE LLEGAR AL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS.

A ningún marxista le puede caer de sorpresa la restauración del capitalismo en Cuba. Es una revolución aislada y ha sufrido agresiones militares y económicas de parte del imperialismo yanqui desde hace 40 años.

La restauración del capitalismo es algo que va más allá de la voluntad de Fidel y la burocracia del PCC.

Un partido marxista debería dedicar todo su esfuerzo intelectual a ver por qué en 40 años no hubo más revoluciones triunfantes en Latinoamérica. Eso sería mucho más útil.

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Ah!
Por juan salvo - Thursday, Aug. 05, 2004 at 4:56 PM

PD: todavía me sigue pareciendo lamentable el artículo democratizante de Altamira sobre los fusilamientos.

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reflexion
Por Yo - Thursday, Aug. 05, 2004 at 7:43 PM

Leer el artículo de Luis Oviedo me llevo a pensar que quizá sería apropiado entablar un sano y productivo debate con algunas fuerzas de izquierda sobre la teoría y la praxis, el problema estratégico para la continuidad de la Revolución cubana que se desprende del bloqueo, la capacidad para organizar a las masas y llevar adelante una revolución, sobrevivir a los palos por derecha pero también por izquierda, etc.

Pero la verdad, realmente la verdad, solo puedo atinar a una respuesta primitiva, aunque no poco efectiva...
Oviedo: Por qué no te haces cojer por un burro? Burgues pelotudo, cabeza de chapa.

Gracias

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¡Oviedo, que al pedo!
Por columna norte - Thursday, Aug. 05, 2004 at 8:10 PM

Muy buena y excepcionalmente breve tu respuesta, Salvo. ¿Qué te paso,? ¿Seguis un tratamiento especial?.
Ojala sigas curandote hasta lograr una definitiva recuperacion. Y por nada del mundo dejes de tomar el aceite de bacaleo.
Aliento desde este foro a Luis Oviedo y XR para que adopten el mismo tratamiento. Una buena dieta de bacalao hace milagros en la cabeza.
De onda Calvo, me alegra sinceramente comprobar que por lo menos tenés claro el tema Cubano. Que lo importante no mate la urgencia de entender.

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y como anda lo que nosotros organizamos ???
Por humildemente... - Thursday, Aug. 05, 2004 at 8:29 PM

Me cuesta creer que el sentido de la critica sea aportar al debate y a la solución de problemas reales.
Creo que hay mala leche.
Me duele decir esto: conozco a mucha gente del P.O. que no ve este método de " crítica " como válido. No todos son verticalistas, por suerte.
Realmente, si recorremos en los barrios la trayectoria del PO, podemos decir que todo lo hace le sale de mil maravillas???. Esto no sería motivo para acallar una postura crítica hacia cualquiera, solo que se debería ser un poco menos soberbio, pues de la soberbia a la estupidez hay un solo paso. Cual es la experiencia positiva que se tiene con éste método ?.
Creo en la crítica, pero cuando no hace falta recurrir a datos del enemigo para "darle credibilidad" a lo dicho.
De seguro no ha de ser todo tan bello, ni " pulcro ", pero lo es dentro del P.O. ?.
Fraternalmente


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che, columna...
Por juan salvo - Thursday, Aug. 05, 2004 at 8:31 PM

¿Y vos modificaste tu postura con el gobierno de Kirchner o seguis en la boluda?

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Ustedes son pelotudos o se hacen?
Por El Yorch - Thursday, Aug. 05, 2004 at 8:36 PM

Chicos, una cosa es decir que el gobierno K es un gobierno de derecha porque, además que lo comparto, hay bastantes elementos para sostener el argumento. Otra cosa es que Pitrola entre como pancho por su casa por el Canal 9 de Hadad, porque viste, es como el puto del Huevo Ceballos pero al revés.

Pero, dejense de joder, ¿acusar al proceso Cubano de stalinista restaurador del capitalismo?. No se cansan de jugar para la derecha peleandose con los putos de Patria Libre, abandonen un poco la lectura de Trosky - que ojo, es bastante interesante - y traten de meterse un poco en la realidad

Castells - Pitrola - D'Elia - Ceballos
SON LA MISMA BOSTA CON DISTINTO OLOR

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No, todavia no la modifiqué
Por columna norte - Thursday, Aug. 05, 2004 at 8:48 PM

Dejo esas cosas para gente como vos que votò a Ibarra. Sos una escuela de dialéctica invertida, pibe. De la anti-tesis se aprende un monton.
Y mañana no nos vengas a contar que tuviste que votar a Macri para impedir que triunfe Blumberg.
La proxima, me conformaria con que no votes.

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ah, no la modificaste?
Por juan salvo - Friday, Aug. 06, 2004 at 1:16 AM

entonces cerrá el orto, viejito.

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La política del castrismo
Por Leonardo Mir - Friday, Aug. 06, 2004 at 2:49 AM
leonardomir@msn.com

LA POLÍTICA DEL CASTRIMO

Extractado de ¿Qué Hacer? Nº 10, febrero 1994. (Publicación del PBCI, Partido Bolchevique por la Cuarta Internacional)

…mientras la Unión Soviética se hallaba embargada por las potencias imperialistas luego de la invasión a Afganistán, y no podía comprar cereales y granos a los principales productores mundiales. En medio de las negociaciones entre el Kremlin y la dictadura militar argentina, surgió en la ONU una iniciativa de condena al genocidio que se llevaba a cabo en éste país. Tanto la URSS como Cuba se negaron a discutir la cuestión de los derechos humanos argumentando que era parte de la ofensiva de Carter contra los países [mal llamados] ‘socialistas’. Si bien es cierto que la bandera de los derechos humanos fue utilizada de un modo abiertamente contrarrevolucionario por Carter contra los Estados *[burocráticos], no menos cierto es que las dictaduras latinoamericanas estaban masacrando a la vanguardia de ese continente. La negativa a discutir el punto no se vincula sólo a las intenciones de Carter, sino además a la necesidad de privilegiar la relación económica con los genocidas por sobre todas las cosas. Tanto la burocracia estalinista soviética como la cubana, llegaron a esa instancia amenazados por el brutal retroceso de la producción agraria e industrial, desarrollando las condiciones materiales para nuevas y crecientes capitulaciones al imperialismo y a los distintos gobiernos capitalistas por parte del estalinismo. Por consiguiente, [el gobierno de] Cuba dio la espalda a los trabajadores argentinos y apoyó la matanza de sus elementos de vanguardia porque su supervivencia dependía en esos momentos de los acuerdos que la diplomacia soviética lograra cerrar con los exportadores de cereales argentinos a instancias de la dictadura militar.

…la culminación del comercio subsidiado por el derrumbe de la URSS y los estados [burocráticos] de Europa Oriental a manos de camarillas procapitalistas, ha significado una caída a pique del intercambio comercial cubano. Por la falta de petróleo y maquinarias y repuestos para las mismas, la producción azucarera cayó estrepitósamente. Las consecuencias de esta cadena de degradación de la economía cubana la están pagando fundamentalmente los trabajadores, ya que la burocracia mantiene buena parte de su nivel de vida anterior y sus viejas prebendas, fundamentadas en “las necesidades de gobierno”,

Tal degradación, sin embargo, tiene su origen muchos años antes de la caída de los estados [burocráticos] mencionados y el mismo hay que buscarlo en la concepción estratégica del estalinismo, que a la vez que llevó al Estado [burocrático] cubano a traicionar a los trabajadores de la región (y también de África, donde el ejército cubano intervino en Angola para defender una camarilla burocrática y no para extender la revolución mundial), lo condenó a la producción agraria de tipo primaria en el marco de la coexistencia pacífica con el imperialismo y la pretensión de un desarrollo económico autónomo supeditado al bloque de países [mal llamados] “socialistas”.

Un subsidio anual de entre 4 y 5 mil millones de dólares permitió al gobierno de Castro garantizar estas conquistas esenciales a toda la población, como no podrían soñarlo todos los trabajadores de cualquier país capitalista. Pero Cuba era incapaz de desarrollar por sus propios medios y por el atraso del que venía, los problemas relacionados con el desarrollo de la producción intensiva de bienes manufacturados –con la excepción de la industria medicinal-, manteniéndose en el retraso técnico de quienes le asistían con productos de baja calidad.

Durante tres décadas, el significado político de esa peculiar relación económica fue el papel complementario que la burocracia cubana jugó en el equilibrio estratégico-militar entre las dos potencias mundiales principales y bajo la dirección de la URSS. Así actuó como garante del “statu-quo” en Latinoamérica y el Caribe, controlando en base a su ingerencia y popularidad en la región, todos los procesos revolucionarios que se produjeron durante ese lapso. El estalinismo cubano contribuyó en desarmar políticamente a los trabajadores chilenos en la década del ’70 apoyando a la Unidad Popular de Allende y el PCCh en su utopía reaccionaria de “avanzar hacia el socialismo por la vía chilena”. Vía que para la UP significaba respetar al Estado burgués y a sus instituciones, llamando luego a los campesinos y trabajadores nicaragüenses a “no hacer una nueva Cuba” en su país: dominando más adelante al Farabundo Martí de Liberación Nacional en El Salvador y arrastrándolo a una bochornosa capitulación a los “escuadrones de la muerte” de la “democracia” salvadoreña.

La orientación económica y política proporcionada por la estrategia del socialismo en un solo país y la coexistencia pacífica con el enemigo, ha echado un doble cerrojo sobre la revolución cubana, ya que luego de aislar a la isla de la región de su influencia más cercana y de la revolución mundial al abortar los procesos revolucionarios gestados durante 30 años, ha dejado a Cuba mortalmente aislada y amenazada.

La estrategia castrista socavó las bases económicas del Estado [burocrático] cubano al estrangular su papel como impulsor de la revolución a escala mundial, y preparando en el plano interno las condiciones para que cualquier repliegue táctico tuviera serias implicancias estratégicas a causa del atraso económico y el aislamiento. La NEP leninista estaba concebida en base al mantenimiento de la propiedad estatal [y social] de los medios de producción y los resortes fundamentales de la economía, la vigencia plena del régimen soviético y la estrategia de la revolución internacional.

En Cuba, en cambio, las “previsiones teóricas” han dado lugar a reformas jurídicas y políticas que dan lugar a la propiedad capitalista (…) la concepción económica de Castro no es la NEP leninista, sino la importación de la coexistencia pacífica al terreno interno. (…) No sólo se ha comenzado a entregar la propiedad a los capitalistas sino que además la Constitución elimina el monopolio sobre el comercio exterior, auspiciando el fortalecimiento del mercado negro y el crecimiento de las tendencias restauracionistas.

Aquellas medidas eran acompañadas por las declaraciones de Castro en noviembre de 1991, quien afirmaba: “todos queremos ser empresarios, todos queremos elevar la productividad, todos queremos competir y vender más”, lo que sin duda se asemeja bastante más al llamado bujarinista de “enriqueceos” que a las premisas leninistas, que consideraban a las medidas de mercado y a las concesiones al capitalismo como un repliegue táctico y temporario obligado por el doble carácter del Estado Obrero y la lucha por la revolución mundial.

Somos conscientes de que en la situación a que ha sido llevado el Estado [burocrático] cubano, el triunfo de una revolución política encabezada por un partido trotskista, obligaría a adoptar medidas de concesiones al capitalismo para evitar el colapso de la economía y la asfixia de la revolución. Una diferencia fundamental existiría con la política que está llevando adelante la burocracia, porque como hemos dicho: “En si mismo, medidas de mercado no significan siempre y en todos los casos, restauración capitalista. Lenin cuando impulsó la NEP (nueva política económica), lo hizo ante el reflujo de la revolución en Europa y apoyándose en la democracia de los sóviets. Lo hizo consciente de que las medidas a tomar eran riesgosas y que estaban subordinadas al desarrollo de la revolución mundial.

Todas las tácticas (y las maniobras tienen ese carácter) [Nota: el texto se refiere al apoyo de Castro al gobierno de Gaviria en Colombia, al apoyo a la pretensión del gobierno de Menem de ocupar un lugar en el Consejo de Seguridad en la ONU, y a distintas declaraciones acerca de un “capitalismo humanizado” y otras por el estilo] están subordinadas a una estrategia, y en ese sentido las tácticas que utiliza “sesudamente” el castrismo no difieren de las viejas tácticas estalinistas que llevaron a enormes derrotas a los trabajadores, y que en el caso de Cuba, no hacen más que pavimentar el camino para la contrarrevolución. Luego de trasladar la coexistencia pacifica al plano interno, ahora en el plano internacional se ha ido más lejos que nunca antes haciendo profesión de fe no ya de la “democracia” o de algún gobierno “socialista y democrático” (como Allende en Chile en los ’70), sino que se llama a los trabajadores a confiar en todo tipo de asesinos y criminales al servicio del imperialismo. Es a ese punto que ha llegado la estrategia del castrismo, enfrentada a los intereses históricos del proletariado desde siempre, y por ello, contrarrevolucionaria.

Al mismo tiempo, mientras deja abierta la huella a la oposición proburguesa en el interior de la isla, Castro se ocupa de ponerse a la cabeza de los frentepopulistas del continente. Según reseñaban los diarios unos días antes del comienzo del Foro de San Pablo en La Habana: “Fidel Castro encabezará este miércoles la cuarta reunión del Foro de San Pablo, que nuclea a partidos y corrientes de Izquierda de América Latina.”

Las declaraciones de “Lula” han sido lo suficientemente gráficas y elocuentes… “Hace veinte años –dijo- la lucha armada era la única salida, pero ahora nos hemos organizado en partidos políticos y a través de nuestras chances electorales vamos a acceder al gobierno”.

“Lula” no podría haber sido más claro (…) no solo desdeña la posibilidad de que la clase obrera tome el poder de un modo revolucionario (el único modo que cabe para que éste sea verdaderamente poder y no una ilusión suicida), sino que legitima a las instituciones burguesas y las considera como reformables mediante programas “factibles de ejecutar”. Además, lejos de hacer un balance de los errores criminales cometidos con la política foquista de hace dos décadas [de los ‘70], adjudica el fracaso de la misma –en forma sutil, claro- a la incapacidad de los trabajadores y no al carácter pequeñoburgués de aquellas direcciones, que actuaban por encima de la maduración política del proletariado, al cual niegan como sujeto revolucionario.

Si a estas declaraciones de “posibilismo” pequeñoburgués le agregamos que habitualmente en los encuentros propiciados por el Foro de San Pablo, las declaraciones emitidas identifican al imperialismo con la política de los Estados Unidos mientras se echa un piadoso manto de silencio sobre sus rivales, está bastante claro que la intención es sacar tajada de las fracciones interimperialistas. El problema principal, sin embargo, es que aunque los monopolios se enfrenten rabiosamente por el reparto del mercado brasilero, a la hora de recolonizar a éste país y avanzar sobre los trabajadores no dudarán en actuar de manera de producir una profunda derrota aplastando al proletariado aprovechando a los reformistas como freno de las masas. La experiencia histórica reciente ha demostrado en Chile entre 1970 y 1973, cuán trágico es para los trabajadores dar crédito a las promesas reformistas de llegar al “socialismo” por la vía de la democracia burguesa y sin expropiar a los capitalistas.

Si las declaraciones que hemos citado no alcanzaran para ayudar a comprender el carácter de la política impulsada por el castrismo en la región y en la propia Cuba, nos remitiremos entonces a documentos que hemos citado en otros artículos. Nos referimos, más precisamente, a un documento de 1989 que firmara por el Comité Central del Partido Comunista Cubano, Antonio Ruiz Diaz, del cual hemos extractado el concepto central. En el mismo se afirmaba: “Estamos convencidos que en la lucha por la paz es necesario aunar el mayor número posible de clases y capas de la sociedad, INCLUYENDO UNA PARTE DE LA BURGUESÍA IMPERIALISTA, para enfrentar al complejo militar-industrial y a los sectores más reaccionarios y guerreristas del imperialismo.” Esta declaración política, y en particular este pequeño y significativo párrafo, muestran cómo el estalinismo concibe la posibilidad de reformar al capitalismo mediante acuerdos parciales y de palabra, cómo se subordina a los trabajadores y a sus acciones a estas mortales ilusiones. En realidad, si algún castrista quiere justificar la apremiante situación que padece Cuba sólo por el bloqueo yanqui –la burguesía “más reaccionaria”- lo hace para ocultar la responsabilidad que le ha cabido a la dirección del PCC en el estrangulamiento y aislamiento de Cuba y su revolución.

El sector que encabeza Fidel Castro y que por el momento aparece como el hegemónico dentro del PCC es por su estrategia, objetivamente restauracionista, ya que al sostener la política del socialismo aislado y la coexistencia pacífica con el enemigo, prepara las condiciones para el derrumbe del Estado [burocrático]. Aunque su intención sea conservar el Estado [burocrático], la defensa del mismo es contrarrevolucionaria en tanto es la defensa de las prebendas de la casta dirigente que la burocracia obtiene del mismo.

(Lo entre paréntesis y los enfatizados son propios) * En el original figura “estados obreros”, de acuerdo a la caracterización del PBCI

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la restauracion empezo hace mucho
Por Brutus - Friday, Aug. 06, 2004 at 3:33 AM

Otro punto negro de la politica Cubana que mereceria todo un capitulo aparte es la linea de "reserva absoluta" mantenida por la burocracia (entre 1976 y 1983) durante la campaña genocida desatada por las fuerzas armadas Argentinas. Ni una palabra en GRAMMA sobre los treinta mil detenidos-desaparecidos
De todos modos muy lucido y veraz el analisis, Leonardo.
Pero divergencias aparte ¿sabés cuantos son los del Partido Bolchevique por la IV Internacional?... En algunas pocas ocasiones tuve la oportunidad de cruzarme con ellos y creo haberlos conocido a todos.
Asi que a veces la pura verdad no alcanza, desgraciadamente.
saludos anticapitalistas.

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Toskerío pequebú
Por Mastín - Friday, Aug. 06, 2004 at 10:35 AM

TROSKOS HIJOS DE PERRA=QUINTACOLUMNA DEL IMPERIALISMO YANQUI.
ADEMAS LOS TROSKOS HIJOS DE PERRA DEL PO DEL PTS Y DE DO SACAN SUS PERIÓDICOS CON LA GUITA QUE COBRARON DE LAS REPARACIONES ECONOMICAS POR LOS DETENIDOS DESAPARECIDOS.
¡¡VIVA RAMON MERCADER MUERA EL TROSKISMO PEQUEBU!!

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para juan salvo
Por marcos - Friday, Aug. 06, 2004 at 11:27 AM

che, a vos te parece que no podría haber hecho otras cosas Castro más allá de las grandísimas limitaciones por ser una islita?? no podría haber hecho otras políticas?? fue correcto lo que hizo en nicaragua?? cuando vino acá lo que dijo?? etc, etc?
No se puede suscribir todo al hecho de su aislamiento, el tema es, justamente si lo que hizo sirvió para salir de aquél o no. A mi me parece qu lo que hizo la burocracia castrista se equivocó de lleno

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por supuesto que si
Por juan salvo - Friday, Aug. 06, 2004 at 1:38 PM

Criticas a la politica exterior del castrismo hay para hacer y muchas. Pero no se le puede dar mas importancia a esas criticas que a las que cabe hacerles a las direcciones de los demas paises que no hicieron la revolucion. Los principales responsables de lo que paso en Nicaragua fueron los sandinistas, no Fidel.

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¿y la critica dònde està?, Marcos
Por Cupa - Friday, Aug. 06, 2004 at 5:21 PM
auto_gobierno@yahoo.com.ar

A ver Marcos, parà la moto y explicame, ya que parecés manejar tanto dato que desconozco. ¿Qué fué "lo que hizo Castro en Nicaragua" de malo?. O criticàs lo bueno y entonces deberàs admitir, como minimo, tu confusiòn ideològica. Ya que Cuba no mandò mercenarios a Nicaragua, como lo hicimos nosotros por mandato Norteamericano. La burocracia Cubana mandò gratuitamente médicos, enfermeros, alfabetizadores, ingenieros, asistentes y profesionales de toda indole, ayudando a sacar a la gente del atraso y la miseria.
¿No te parece que aludir a "lo que hizo" alguien sin exponerlo es como hablar de "otras politicas posibles" sin saber cuales?. Eso por un lado.
Por otro, las criticas justas a la politica exterior pierden consistencia si no se las analiza en profundidad; eso es yendo al modelo de desarrollo (pesado y dependiente) adoptado por la direcciòn Cubana en detrimento de un programa econòmico auto-sustentable con basamento en el sector agricola. Lo que signicaba poner en marcha -desde el vamos- una lògica propia de producciòn orientada a la conquista de auto-suficiencia alimentaria. El desarrollo y la diversificaciòn del campo hubiese obrado sin duda en àquel sentido
La dirigencia Cubana prefiriò en cambio vivir cegada en la "eternidad del socialismo" sin contemplar un solo instante que los vinculos indisolubles con el mundo comunista se derrumbaran de la noche a la mañana. Dicha visiòn explica en gran parte la encerrona "econòmica" actual.
Ser una islita no justifica el que tras 40 años de socialismo, la revoluciòn no haya aprendido a plantar un rabanito y producir alimentos bàsicos. Es màs, resulta inconcebible.
Solamente desde esta critica fundamental ( la crisis de modelo ) podemos extraer a la vez el origen del llamado "desabastecimiento" y las lecciones necesarias para las generaciones actuales de revolucionarios que aspiren a edificar un nuevo tipo de socialismo sin privaciones. Ahora si. Recién al explicar esto estamos en condiciones de afirmar que Cuba podia haber hecho otras politicas. En vez de entregarse, como lo hace hoy, al desenfrenado turismo para sobrevivir a cualquier precio.
Cordialmente

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DE TERROR
Por Logos - Friday, Aug. 06, 2004 at 7:35 PM

No sé si habrás leído algo de marxismo y habrás sacado conclusiones de las revoluciones del siglo XX, pero por las dudas te lo aclaro: NO ES POSIBLE LLEGAR AL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS.

esto es una declaracion de imperialismo y de guerra contra la diversidad que ni los yankees se han atrevido a hacer.

hermano si vos sos gobierno algun dia otra que Bush y sus halcones!!.

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Apuesta complicada
Por Logos - Friday, Aug. 06, 2004 at 7:46 PM


ademas de ser de terror lo veo dificil sino imposible. El requerimiento de uniformidad ("todo el mundo debe ser socialista") le da fragilidad al proyecto y lo hace de remota factibilidad.

El capitalismo no afirma ni afirmo jamas que la existencia de Corea, Cuba o Vietnam o China hacen imposible al capitalismo.

No se, es como ir a un planeta y preguntar ¿porque no llueve nunca aca? y que un nativo conteste "aqui llueve, pero cuando llueve llueve en todo el planeta a la vez". En un lugar asi uno puede pasarse siglos esperando la lluvia... ¿no es eso lo que ha pasado con el socialismo?, todo lo que se ha obtenido son regimenes mas o menos terrorrificos de los cuales se despegan los socialistas utopicos (no por los del siglo XIX que critico Carlitos sino los del siglo XX) con el lugar comun de "eso no es socialismo".

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¿... ?
Por Cupa - Friday, Aug. 06, 2004 at 8:00 PM

¿De qué està hablando, paquidermo?. ¿Quién dijo que el socialismo es posible o deseable en un solo pais?.
¿Asi que la bùsqueda de autonomia es una "declaraciòn de imperialismo"?.
¿Te falta un jugador o cargàs algùn resentimiento personal?
Incluso como provocador de reparto sos malisimo Charly.

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che pibe autista
Por Cupa - Friday, Aug. 06, 2004 at 8:09 PM

En realidad, cada vez se te entiende menos. ¿A quién carajo te dirigis?: a los que te preceden, a los remotos hombrecitos de la estrella Alfa-Centauro o a vos mismo?. Creo màs bien esto ùltimo.
¡Parà con el escabio si no sabés tomar!

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Sí, la restauración empezó hace mucho
Por Leonardo Mir - Saturday, Aug. 07, 2004 at 2:15 AM
leonardomir@msn.com

Creo que se entiende mejor si dividimos un poco las cuestiones, es decir, tomarlas haciendo abstracción de otras para mejor dominarlas. Finalmente hay que recorrer el camino inverso y unir los distintos elementos para comprenderlos en un plano superior.

Vamos por partes, entonces.

Brutus comparte el análisis extractato y presentado por mí, de autoría del ex PBCI,  y enfatiza algo que aquel documento ya señalaba:

“Otro punto negro de la politica Cubana –dice Brutus- que merecería todo un capitulo aparte es la línea de "reserva absoluta" mantenida por la burocracia (entre 1976 y 1983) durante la campaña genocida desatada por las fuerzas armadas Argentinas. Ni una palabra en GRAMMA sobre los treinta mil detenidos-desaparecidos”

 

Pero pareciera que finalmente le resta algo de valor al documento basándose en que:


”… a veces la pura verdad no alcanza…”, ya que los compañeros del PBCI conocidos por él –por Brutus-, eran muy pocos.

Para tu desgracia tengo que decirte que el PBCI no existe más. Sin embargo quizás sea útil recordar que en épocas de Marx y Engels los materialistas dialécticos al principio eran solo dos, y que en épocas de Lenin, eran no más que un puñado a fines del siglo IXX y solo unos cuantos luego de derrotada la revolución de 1905.

Esa existencia minoritaria no fue más que un momento de la existencia orgánica del materialismo dialéctico, que no impidió el triunfo revolucionario de 1917. Hoy día estamos en un momento semejante a aquellos días de soledad. El reconocimiento de esta situación debe servirnos para permitirnos mantener los pies en la tierra y no desvariar con discursos facilistas y exitistas. Es más, asumir esa realidad es comenzar a adoptar el punto de arranque adecuado para la gran tarea revolucionaria por venir.

“El capitalismo no caerá si no se lo hace caer”. Pero para ello es necesario prepararse ANTES de que llegue una nueva oportunidad.

Marcos, luego, confronta la idea de la “escasa responsabilidad” del castrismo que se trasluce en el discurso de Juan Salvo y enfatiza acerca del papel jugado por el castrismo en la arena política internacional.

“fue correcto lo que hizo en nicaragua?? cuando vino acá lo que dijo?? etc, etc?
No se puede suscribir todo al hecho de su aislamiento, el tema es, justamente si lo que hizo sirvió para salir de aquél o no. A mi me parece que lo que hizo la burocracia castrista se equivocó de lleno.”

Cupa no comparte esta opinión sino que coincide con Salvo:

“¿Qué fué "lo que hizo Castro en Nicaragua" de malo? (…) Cuba no mandò mercenarios a Nicaragua, como lo hicimos nosotros [ la Argentina]. La burocracia Cubana mandò gratuitamente médicos, enfermeros, alfabetizadores, ingenieros, asistentes y profesionales de toda indole, ayudando a sacar a la gente del atraso y la miseria.
¿No te parece que aludir a "lo que hizo" alguien sin exponerlo es como hablar de "otras politicas posibles" sin saber cuales?”

Es –aparentemente- un buen planteo. Pero no pone en su justo lugar la importancia del prestigiado discurso político del castrismo. Hay que tener en cuenta el impacto que ejerce sobre la conciencia de las masas el discurso ideológico de Fidel. Gráficamente podríamos decir que el apoyo de Fidel a cualquier gobernante o político es equivalente en el plano ideológico al poderío de un portaaviones yanqui o de una flotilla de F-16. Además, ese apoyo es tanto más pérfido en la medida en que se expresa elípticamente, disfrazadamente, en una acción permanente de contrabandeo ideológico, lográndose una acción sinérgica por efecto de la combinación del apoyo a un agente enemigo de la clase obrera mediante el empleo sistemático del bombardeo de ideología frentepopulista y estalinista; es decir, basándose en premisas falsas pero que coinciden con el atraso de la conciencia de las masas, de modo tal que se fortalece ante las masas la imagen de un enemigo y se fortalece a un mismo tiempo  la  ideología atrasada de las masas, todo en un mismo discurso que lleva el valor agregado de ser expresado con la autoridad de un “auténtico” revolucionario.

No se puede entender todo esto sin acercarse a conocer esa prédica permanente de Fidel. Pero a modo de ejemplo quizás se pueda uno aproximar a ese accionar tomando en cuenta que en medio de lo más álgido de la situación nicaragüense Fidel recomendó a los sandinistas y a las masas nicaragüenses “No hacer una nueva Cuba”. ¿Qué significado tiene ese llamamiento? Para la conciencia de las masas en ese momento un llamamiento a “Hacer una nueva Cuba” hubiera significado, realizado por boca de Fidel, la luz verde necesaria para emprender el camino de la expropiación de la burguesía que podría haber desembocado en la conformación de un estado proto-socialista. En cualquier caso, su consejo de “No hacer una nueva Cuba” significó echar a las masas en la hoguera del oportunismo sandinista que consumió el fervor potencialmente revolucionario de las masas nicaragüenses en pocos años.

 

En cuanto al “modelo de desarrollo” elegido por los cubanos, lo que esa elección está demostrando más que una cuestión de “incomprensión” está revelando el carácter de clase del castrismo y su afinidad hacia el estalinismo.

“La dirigencia Cubana prefirió en cambio vivir cegada en la ‘eternidad del socialismo’ sin contemplar un solo instante que los vínculos indisolubles con el mundo comunista se derrumbaran de la noche a la mañana. Dicha visión explica en gran parte la encerrona ‘económica’ actual.
Ser una islita no justifica el que tras 40 años de socialismo, la revolución no haya aprendido a plantar un rabanito y producir alimentos básicos. Es más, resulta inconcebible.
Solamente desde esta critica fundamental (la crisis de modelo) podemos extraer a la vez el origen del llamado ‘desabastecimiento’ y las lecciones necesarias para las generaciones actuales de revolucionarios que aspiren a edificar un nuevo tipo de socialismo sin privaciones. Ahora si. Recién al explicar esto estamos en condiciones de afirmar que Cuba podía haber hecho otras políticas. En vez de entregarse, como lo hace hoy, al desenfrenado turismo para sobrevivir a cualquier precio.” (Cupa)

Finalmente Logos recuerda que:

“NO ES POSIBLE LLEGAR AL SOCIALISMO EN UN SOLO PAÍS.”

Y, al mismo tiempo, no se puede defender al castrismo por los defectos ajenos a él:

 

“El requerimiento de uniformidad ("todo el mundo debe ser socialista") le da fragilidad al proyecto y lo hace de remota factibilidad.” (Logos)



Aunque concluye con:

”¿no es eso lo que ha pasado con el socialismo?, todo lo que se ha obtenido son regímenes más o menos terroríficos de los cuales se despegan los socialistas utópicos (no por los del siglo XIX que critico Carlitos [Marx] sino los del siglo XX) con el lugar común de "eso no es socialismo". (Logos)

Es que efectivamente “eso no es socialismo”.

Que el socialismo, en última instancia, ha de ser un sistema mundial no elimina la cuestión de que en el camino hacia él, los países o regiones del planeta con gobiernos proto-socialista deban dotarse de una política acorde con ese objetivo y no bajo la utopía estalinista del “socialismo en un solo país”.

La crítica al castrismo es una crítica al estalinismo del que es parte subordinada. Y conlleva la afirmación materialista dialéctica de que ambos ni son socialistas o comunistas ni posen un carácter de clase obrero.

La reivindicación abstracta de la “revolución cubana” sin el necesario señalamiento de clase es antimarxista.

No se trata de hacerle las “justas críticas” al castrismo, del mismo modo que tampoco le hacemos las “justas críticas” a ningún sector burgués “progresista”,  ni tampoco se trata de criticar su particular “política exterior” o a su “política interior”. Al que hay que sentar de una vez por todas en el banquillo de los acusados es al castrismo entero -como entidad política y social que es separadamente de la clase obrera- y eso solo puede hacerse desde el materialismo dialéctico y sin pretender separarlo del estalinismo basándose en cuestiones metafísicas.

 

 

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prioridades
Por juan salvo - Saturday, Aug. 07, 2004 at 9:39 PM

Me parece que hoy el enemigo no es el castrismo sino el imperialismo. Me parece que hoy la influencia ideologica que mas repercute en las masas no es la de Fidel, sino la de la burguesia. Seguramente, la mitad de los que fueron a Derecho a escuchar a Fidel (yo hubiera ido pero no pude) reivindican a Cuba como "bastion de dignidad ante los yanquis", pero se horrorizarian ante la propuesta de hacer la revolucion socialista aqui en Argentina. Esto lo que muestra no es la influencia ideologica del castrismo, sino la de la burguesia.

Fidel, con los años, se ha ido acomodando dentro de la ideologia burguesa con un discurso martiano y no marxista, con expresiones como "viva la humanidad!" que remplazan a la combativa "socialismo o muerte!". De manera que el discurso ideologico de Fidel no es algo independiente al discurso de la burguesia, mas bien se ha subordinado a el.

Combatamos, entonces, al verdadero enemigo. A los que tenemos que sentar en el banquillo de acusados (como preludio a una rapida ejecucion) no es a los castristas sino a la burguesia y a sus mercenarios. Cuantos mas paises hayan hecho la revolucion menos espacio habra para cualquier burocracia. Por lo tanto la prioridad es hacer la revolucion en nuestros paises, no lograr la "revolucion politica" en Cuba.

Eso no significa lavarse las manos o decir "si, Fidel", "no, Fidel" como hacen los oportunistas. Pero tampoco se lo puede poner en el mismo nivel que la burguesia.

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Para Leonardo M.
Por Cupa - Sunday, Aug. 08, 2004 at 12:19 AM

Tu articulo està cortado. Solo puede leerse el titulado y un renglon suelto que me atribuye coincidencias con "JUAN SALVO". Lei su comentario y no me resulta escandaloso.
Pero de alli a coincidir es mucho decir.
Para no hacerla muy larga con el tema Cubano, resumiré diciéndote al respecto, que me identifico totalmente con el comentario de "Brutus".
No puede haber lucha limpia por un proyecto alternativo al capitalismo sin previa identificaciòn de "los errores" cometidos.

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El articulo esta completo
Por ¿Va a algun lado? - Sunday, Aug. 08, 2004 at 1:08 AM

Cupa,

el articulo esta completo pero una parte en color negro (sobre fondo negro); cambia el colordel fondo a blanco o rojo con los cuadraditos de arriba a la derecha

.

Antes de contestar adonde va Cuba creo que hay que preguntarse si es que va a algun lado.

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Para Cupa
Por Leonardo Mir - Sunday, Aug. 08, 2004 at 1:18 AM
leonardomir@msn.com

Cupa:
He revisado el artículo y no está cortado. Si te sigue apareciendo cortado avisame. Me gustaría conocer tu opinión una vez lo hayas leido entero.
Saludos.

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Por la independencia de clase
Por Leonardo Mir - Sunday, Aug. 08, 2004 at 2:03 AM
leonardomir@msn.com

Juan Salvo: “Me parece que hoy el enemigo no es el castrismo sino el imperialismo.”

Leonardo Mir: El imperialismo es enemigo de la clase obrera desde que existe el imperialismo. De todos modos, decir “imperialismo” en vez de decir “capitalismo” introduce un sesgo diferenciador innecesario, desde que el imperialismo es la fase superior del capitalismo y por lo tanto -desde esta comprensión-, serían casi sinónimos.
Emplear el término “imperialismo” en vez de “capitalismo” permite que se introduzca por allí la falsa idea del “capitalismo bueno” en contraposición al “capitalismo malo” o imperialismo.
Por lo tanto que el enemigo es el capitalismo es algo que no es necesario reafirmar entre marxistas; con lo cual tu frase lo que viene a querer decir es: “que el castrismo no es nuestro enemigo”.

El castrismo es hijo putativo del estalinismo, y ambos representan políticamente a la contrarrevolución mundial, entendiéndose por “contrarrevolución mundial” a todos los intentos por mantener a la clase obrera en la explotación frenando mediante el engaño y la acción política sus intentos por liberarse del yugo capitalista y burocrático como fue el caso en Hungría, Checoslovaquia y Tien-an-men. No se trata de si en el marco “nacional” cubano la clase obrera es menos explotada que en los países capitalistas, sino que el castrismo y el estalinismo han cumplido históricamente un rol contrarrevolucionario a nivel mundial. En cuanto al castrismo en particular sostengo que su revolución, en cuanto al aspecto de la expropiación, fue realizado a pesar de sus deseos, y que esta voluntad no socialista del castrismo es un hilo que atraviesa toda su existencia hasta nuestros días. El castrismo no se ha hecho inocuo por arte de magia. A lo sumo hoy día no es tan escandalosamente contrarrevolucionario como en ocasiones donde sus servicios eran requeridos con mayor
urgencia. Mas eso no significa que hoy podamos lavarle la cara o dejarlo en paz, pues él no va a dejar en paz a la clase obrera, y hoy mismo, dentro de Cuba, es el elemento principal en el proceso de restauración capitalista. Del propio castrismo están saliendo ya –en realidad ya hace varios años- los elementos precapitalistas que van a hundir al actual sistema burocrático cubano que en relación al capitalismo resulta de algún modo progresivo. Entonces, el castrismo es hoy enemigo de la clase obrero. El castrismo además, no es sólo un agente político sino que es el representante de una capa social ajena al movimiento asalariado. No se trata de una “burocracia obrera” sino de una capa social que vive a expensas del trabajo obrero. El castrismo es en el plano interno cubano el mayor enemigo de la clase obrera cubana y a nivel mundial, enemiga del proletariado internacional.
Por lo tanto: el castrismo estalinista y la burguesía capitalista y las burguesías nacionales y la pequeño burguesía son todas clases opresoras y explotadoras y por lo tanto ENEMIGAS de la clase obrera asalariada.

Juan Salvo: “Me parece que hoy la influencia ideológica que más repercute en las masas no es la de Fidel, sino la de la burguesía.

Leonardo Mir: Además de “las masas” también está “la vanguardia”. En esta última influye infinitamente más el castrismo que la burguesía; y también influye más la pequeño burguesía que la burguesía; y también influye más la “burguesía nacional” que la burguesía (a secas). En la vanguardia la influencia de la burguesía es menor, por ello estamos hablando de vanguardia. Pero inclusive sobre las masas el poder mistificador del castrismo tiene largo alcance; y lo tiene en dos sentidos, en un sentido positivo a través de sus nefastas recomendaciones oportunistas y pacifistas; y, en un sentido negativo, ensuciando el nombre del socialismo al presentarse como socialista siendo como en verdad es, una caricatura putrefacta del verdadero socialismo.

Juan Salvo: “Fidel, con los años, se ha ido acomodando dentro de la ideología burguesa con un discurso martiano y no marxista, con expresiones como "viva la humanidad!" que remplazan a la combativa "socialismo o muerte!". De manera que el discurso ideológico de Fidel no es algo independiente al discurso de la burguesia, mas bien se ha subordinado a él.”

Leonardo Mir: Fidel a través de los años se acomodó a la política del estalinismo: revolución en un solo país y coexistencia pacífica.

Combatamos, entonces, a todos los enemigos. El castrismo es tan verdaderamente enemigo como el resto de los aparatos, cada cual en su medida y calidad.
Opongámonos a la restauración capitalista en Cuba, opongámonos a las intenciones yanquis en Venezuela; pero no cedamos ni por un instante nuestra confianza ni en Castro ni en Chávez. Estamos por la autoorganización y la independencia del movimiento asalariado y por la formación de una vanguardia política socialista. Unidad en las luchas. Independencia de clase.




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