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BOLETÍN Nº 150
Por Tomas - Friday, Aug. 06, 2004 at 7:06 PM
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Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea

Fue publicado en el boletín de la “Asociación de Afiliados de la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios”

BOLETÍN Nº 150 de mayo 2004

Montevideo-Uruguay

Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea el 8 de febrero 2002.

Con lenguaje simple, que era transmitido en traducción simultanea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea, el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc logró inquietar a su audiencia cuando dijo:

“Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante.

Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para descubrir a los que me descubrieron.

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses auque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.

Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llevaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata proveniente de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Explotación? ¡Guárdame Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín matan y niegan la sangre de su hermano.

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a las calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o como Arturo Uslar Piertri, que afirma que el capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinado al desarrollo de Europa. Lo contrarío sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no solo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron mas que el inicio de un plan “MARSHALLTESUMA”, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrarse el Quinto Centenario del Empréstito, podemos preguntarnos:

¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

Deploramos decir que no.

En lo estratégico lo dilapidaron en la batalla de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino de terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y le provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman, según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, mas el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado solo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total de la Tierra.

Muy pesadas son estas moles de oro y plata.¿Cuánto pesarían, calcularlas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta Intención que dicipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización de Europa, que nos permita entregárnola entera, como primer pago de la deuda histórica...”

Cuando el Cacique Guaicaipuro Cuatemoc dio su conferencia ante la REUNIÓN DE JEFES DE ESTADO DE LA COMUNIDAD EUROPEA, no sabía que estaba exponiendo una tesis de Derecho Internacional para determinar LA VERDADERA DEUDA EXTERNA, ahora solo resta que algún gobierno latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los Tribunales Internacionales.

Ningún medio de comunicación publico este discurso...

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