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Rosario: procesan a militar por atacar a militante de HIJOS
Por José Maggi - Rosario 12 - Friday, Aug. 13, 2004 at 2:36 PM

El juez Digerónimo procesó a Fernando Carabajal -miembro del Destacamento de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército- como autor del ataque al cybercafé de Eduardo Toniolli, militante de HIJOS. El magistrado lo encontró responsable del delito de amenazas coactivas agravadas por ser anónimas.

El juez federal Omar Digerónimo procesó ayer a Fernando Conrado Carabajal -miembro del Destacamento de Inteligencia del batallón de Comunicaciones 121- como autor del ataque al cybercafé propiedad de Eduardo Toniolli, militante de HIJOS y uno de los querellantes en la causa Quinta de Funes donde desapareció su padre. El magistrado encontró al agente de inteligencia responsable del delito de amenazas coactivas agravadas por ser anónimas, y tiene un pena que va desde los 3 años hasta los 8 años de prisión. Carabajal está libre y va a continuar en ese estado ya que el delito es excarcelable.

El atentado ocurrió el 6 de noviembre de 2003, alrededor de las 5.15, cuando una granada FMK 2 modelo 0 año 1976, carente de poder ofensivo con propósito intimidatorio, fue arrojada contra los cristales del frente del cybercafé de Mitre 1187. Según el fallo la acción tuvo el objetivo de "que su porpietario Toniolli desista o cese el impulso de la querella que tiene iniciada antes el juzgado federal por la desaparición de su padre durante el gobierno militar".

Carabajal había sido detenido en el Batallón de Comunicaciones 121 de Lamadrid y Ayacucho, en el marco de un allanamiento realizado por las Tropas de Operaciones Especiales, que cumplieron un procedimiento similar en el Comando del Segundo Cuerpo en Sarmiento al 1300. Los investigadores habían llegado por datos de un testigo que había identificado a una motocicleta la noche del atentado: una Yamaha Virago 125 cc, que fue individualizada por su patente CCB 230.

El dictamen de Digerónimo consideró entre las pruebas el testimonio de quien aseguró haberlo visto luego de cometido el ataque a borde una moto Custom de alta cilindrada dominio 203 CCB, que pertenecía a Carabajal.

El militar negó en todo momento ser el autor, aunque esto no bastó para el juez de la causa, que calificó como amenazas coactivas su acción porque "el proyectil utilizado para la rotura de la vidriera ha sido una granada lo que de por si representa un poderosa amenazas más allá de que luego se comprobara que carecía de poder explosivo".

El agente de Inteligencia había sido detenido el 2 de diciembre por orden del juez que instruyó en un primer momento la causa Osvaldo Barbero. Carabajal, patrocinado por Ariel Tamagno, había negado cualquier relación con el episodio que se le imputaba. Y aseguró que las tareas de inteligencia que realizaba eran "de tipo administrativas, en la sección Ambiente Geográfico". Le dijo al juez que la noche del atentado "estaba durmiendo", y que esa mañana había salido temprano del batallón donde residía para dirigirse a una actividad pública en la que fue visto por varias personas.

Para Digerónimo el carácter coactivo de la amenaza resulta de "la conocida militancia de Toniolli en la agrupación HIJOS y del rol de querellante que asumiera en la investigación de la desaparición de su padre, por lo que la amenaza producida ha tenido la intención de disuadir a Toniolli de la continuación de la querella".

Pero el ataque del 6 de noviembre no había sido ni el primero ni sería el último. El 17 de octubre los vidrios del mismo comercio habían sido destruidos con un curioso elemento: la placa que identificaba al Bosque de la Memoria, ubicado en el parque Scalabrini Ortiz. El hecho también había ocurrido en horas de la madrugada y en el lugar de la placa las mismas manos anónimas habían colocado otra placa que rezaba: "Feliz Día de la Madre. 'Todos somos hijos de las Madres de Plaza de Mayo'... por eso somos hijos de puta".

En aquella oportunidad Toniolli relató que "los vecinos escucharon el estallido de los vidrios y llamaron a la policía, que llegó al lugar y se retiró sin darnos aviso". El que encontró los vidrios rotos fue uno de sus socios que abrió el comercio a las 8 de la mañana. El militante de HIJOS asentó la denuncia en sede judicial y allí le preguntaron si tenía una sospecha de quiénes pudieron haber sido los autores. "Le contesté que en primer término a todos los que están involucrados en la Causa Feced". El tiempo le dio la razón.

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