Julio López
está desaparecido
hace 6429 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

InSubordiNación conTra la poLicía como AdmiNisTrador del ExceDente SociaL
Por NUEVO PROYECTO HISTORICO - Friday, Aug. 13, 2004 at 8:46 PM
nuevproyhist@hotmail.com

Envíos anteriores en la página de Clajadep-La Haine: http://clajadep.lahaine.org

¿Hay posibilidad de una nueva dictadura militar en la Argentina? ¿Kirchner es de derecha? ¿Se acabó el movimiento mundial anticapitalista? ¿La acción directa es un comportamiento autónomo? ¿El sistema político global está mas fuerte o mas débil? ¿El capital-parlamentario es un nuevo genocidio silenciado? ¿Quiénes sostienen el capitalismo? ¿Cuál es el rol de la policía en el posfordismo? ¿La seguridad de la multitud es una seguridad antiestatal? ¿Avanza el poder constituyente?

 

Colectivo Nuevo Proyecto Histórico (NPH)
htpp://nuevproyhist.tripod.com.ar
nuevproyhist@hotmail.com

 


10º envío:

Insubordinación contra la policía como administrador del excedente social.

Parte del material: Capital-Parlamentario, posfascismo y anticapitalismo

(primicia para Indymedia)

  

"Con la resistencia no alcanza,
sin contraataque, no hay victoria".
Jhon William Cooke.
 
"La fuerza principal de cohesión en las organizaciones
es el pensamiento. Si las instituciones estatales
sabían, las instituciones fluidas se definen por su
capacidad de pensar".
Ignacio Lewkowicz.
 
"Patria es Humanidad"
José Martí.

 

 

Nota para las compañeras y compañeros: publicaremos por partes en indymedia todo el material. La mayoría de las cifras se redondean para facilitar su lectura.

 

Trazos y devenires:
1) La acción directa y el orden capitalista.
2) Progresismo, peronismo, transversales, nacionalismo popular y la izquierda sistémica.
3) Cruje el sistema político.
4) El estado burocrático policial revisita a Thomas Hobbes.
5) Capital-parlamentario y endeudamiento. La guerra imperial como biopoder.
6) El coro variopinto que sostiene el sistema.
7) Con Kirchner estamos peor.
8) Delito, mercancía y Capital-criminal.
9) Acción y potencia. Seguridad y movimiento. La multitud contra el estado.
10) Insubordinación contra la policía como administrador del excedente social.
11) Desvalorización del capital, inseguridad y trabajo posfordista. La guerra como anomalía ordenadora.
12) La nueva derecha.
13) La multitud constituyente y la canalización estatal. 
 
 

A la resistencia Irakí. A las mujeres y varones, niños y ancianos, jóvenes y adultos, a quienes les debemos desde hace un año que el imperio no pueda afianzar, por medio de la guerra, su dominio global. A la resistencia mundial, que con su lucha, en cada rincón del planeta debilita la invasión contra Irak. 

 

 

10) Insubordinación contra la policía como administrador del excedente social.  

 

"Policía-Matagente-Gatillo Fácil".

Pancarta contra la comisaría 31 de Palermo, 13-6-04.

"Estamos haciendo justicia y le vamos a respirar en la nuca".

Palabras de un familiar de Diego Lucena, muerto por la policía, 20-7-04.

"Policía Asesina".

Pintada en las paredes de la comisaría 2ª de Hurlingham, tras el homicidio de Cristian Marcelo Bogado, 25-7-04.

"No se esconde en el mercado central / No vino de Taiwan / es el miedo real/ el monstruo de la Bonaerense / el momento en el que laten los dientes / ¡Ya escuché reviente quién reviente! / ¡Vos gil presidente Gerente! / Superlógico semen, turro, épico, político bizarro / Charlot tiempos modernos, mirar conquién fue mas viejo / Jugando al límite te podes lesionar / ¡Pero te morís jugando light!".

Andrés Calamaro.

 

Junio de 2004 fue un mes de explosión comunitaria antirrepresiva. Gérmenes de una justicia popular surgida de la desobediencia civil. Continuación de un ciclo de democracia directa que se abre paso como nuevo imaginario, a veces de manera subterránea, y otras explotando en la superficie. No son las cenizas del 19 y 20 sino las brasas asamblearias que nunca se apagaron completamente. El domingo 13 de junio en Palermo, el jueves 24 en Isidro Casanova, el viernes 25 en Villa Tesei, el domingo 27 en La Boca y el lunes 28 en tres Arrollos, diferentes expresiones de la multitud dijeron una vez mas: ¡Ya basta!

Después de un nuevo homicidio del estado perpetrado por la Policía Federal en la Ciudad de Buenos Aires contra Lisandro Barrau, el domingo 13 de junio, se produce una movilización contra la seccional 31 en Palermo. No fue un villorrio marginal el que se convulsionó, no es un activista social el acribillado. Es un joven rugbyer de 24 años, estudiante de la UBA y vecino del barrio de moda Las Cañitas. Pero las pancartas de los jóvenes movilizados no dejan lugar a una ambigua interpretación de a quienes se condena. En ellas se puede leer: "Policía-Matagente-Gatillo Fácil". El mismo repudio, contra la misma institución, que asesina chicos y chicas en cualquier asentamiento, villa y barrio pobre bonaerense y neuquino, rosarino y jujeño, salteño y cordobés, se hizo presente en la Ciudad de Buenos Aires.

Los insultos contra las fuerzas del orden y los cascotazos contra la comisaría, que obliga a sus efectivos a autoacuartelarse, no provino de los resabios del ERP o de una célula de Al Qaeda. Sino de un grupo de singularidades de la multitud que hicieron una acción directa violenta. Una bomba molotov se estrellaba contra el frente de la comisaría, el cazador resulta cazado y se encierra en su guarida.

Una manada resuelta deja de ser un rebaño que va al matadero. Enfrenta a los lobos de azul y los desborda. Unidos y decididos, son de temer, aún para la policía criminal de Buenos Aires. La descarga antipolicial demuestra que seguir interpretando a la clase media con los parámetros de las décadas pasadas es no comprender el cambio de época que se abrió al transponer el umbral del 19 y 20.

Hay un magma latente de reclamos y violencia social contenida, que cruza clases y diferentes pertenencias políticas, que ante la menor provocación abiertamente homicida, explota y se desborda. El volumen de la ira comunitaria reprimida ha llegado a un límite cuya sujeción para el poder resulta cada vez mas dificultosa. Cuando la última gota de hartazgo desborda el vaso institucional, no cae la gota que sobra, sino que se vuelcan todas las insatisfacciones contenidas en la copa.

Gonzalo Ferretti, de 18 años, fue asesinado a la salida de un boliche en Tres Arroyos. La desidia policial desató la acción directa. Con una marcha como reconquista del espacio público y no como paseo dominguero, "la calle", el territorio de los comunes, de la multitud, obliga al fiscal y al juez a que los acompañen en su lucha. Es una demanda llevada: 1) hacia, 2) contra y 3) a pesar de las instituciones respectivas. Reclaman seguridad insultando a la policía y apedreando la Comisaría 1º. Para los mas de 2.000 vecinos movilizados, queda claro, quién es el que genera la mayor inseguridad comunitaria. Tanto con sus actos, como por sus omisiones cómplices.

En Palermo y en Tres Arrollos el despliegue se da sin previas mediaciones. Sin pedir permiso o de manera autodeterminada. No hay postergaciones, etapismo, ni transiciones. No hace falta aguardar los trámites burocráticos para saber quién es el culpable; ni cosechar las firmas de un petitorio para concientizar al barrio; tampoco son necesarios los partidos enseñando a los protagonistas como manejarse; ni se espera la cobertura de los medios buscando el "rebote" informativo.

La contradicción: institución represiva del capital versus fuerza viva de trabajo, se produce en el territorio subsumido en la mercancía y cuerpo a cuerpo. Un acontecimiento que no espera para actuar los análisis alambicados sobre las correlaciones de fuerzas. La propia práctica pone en acto una composición de fuerzas que se co-relacionan. Un accionar de las diferentes expresiones de la multitud, urbanas y suburbanas, repudiando y agrediendo directamente a la policía.

Las fuerzas del orden, son el dispositivo topográfico centinela que se fagocita todo aquello que se mueva y resulte considerado peligroso para el orden social vigente. Palermo y Tres Arroyos demuestra que si Blumberg y sus fogoneros creen que los sectores medios son un todo protofascista, dispuestos a impulsar y sostener otro 24 de marzo del ‘76, se equivocan.

El domingo 20 de junio en Isidro Casanova, Diego Lucena de 22 años, militante de la FTC, apareció muerto a la salida de la disco Invasión Tropical. Luego de ser expulsado por los ‘patovicas’ a Diego se lo encuentra sin vida, lo que transforma a los dueños del boliche en facilitadores del crimen. El muchacho aparece con la marca de las esposas en sus muñecas, el cráneo partido y rastros de tortura por las quemaduras de un cigarrillo en su rostro. Típicos métodos de una policía, que no cambió en nada, desde la época de Ramón Camps.

Una movimiento de protesta por el homicidio de Diego se dirigió a Invasión Tropical, lo destruyó e incendió. Cuando la policía quiso intervenir fue repelida a piedrazos y golpeada. Tras su huida abandonaron el patrullero que fue volcado, prendido fuego y posteriormente desarmado. Como dijo un familiar de Diego "Estamos haciendo justicia". Luego la manifestación encabezada por los padres cortó la Ruta 3. Pasadas las dos de la tarde la protesta que había empezado a las 11 de la mañana finalizó. En el aire flotaban los gritos de una juventud harta de tanto genocidio silenciado "Les vamos a respirar en la nuca".

En Villa Tesei, la antagonía en acto, surgió contra el homicidio del limpiavidrios de 20 años Cristian Marcelo Bogado. Para el poder un nadie mas. La policía lo bajó del auto en el que viajaba el miércoles 26 de junio, lo tiró al piso, lo esposó y le pegó un tiro en la nuca. Mas de 200 personas marcharon pidiendo justicia. Luego de tirar el vallado que rodeaba la seccional se enfrentaron con la guardia de infantería. Apedrearon y rompieron los vidrios de la comisaría 2ª de Hurlingham. Para que no quedaran dudas de quienes no esperan seguridad, sino la muerte, dejaron pintada la leyenda "Policía Asesina".

Tras el asesinato del "Oso" Cisneros, militante social de la FTV-CTA de La Boca, se tomó la comisaría de la zona. Se expulsa a sus efectivos y se la destruye. Estos son síntomas de una multitud que no está dispuesta a dejar avanzar el estado de sitio policial encubierto. Una doctrina que considera a los jóvenes como desobedientes potenciales a destruir, a los pobres como descarte, y al activismo social como instrumento del sadismo estatal y tiro al blanco policial. Esta nueva filosofía política del estado genocida va mal allá, del ya grave, gatillo fácil ‘al servicio de la comunidad’. Es una forma expeditiva de control demográfico contra quienes el poder político considera sujetos peligrosos al orden instituido, excedente social, y lacras del sistema.

El despliegue iniciado por Blumberg se sabe cómo empezó pero no cómo termina. La demanda por mayor protección es una potencia bioafectiva que se despliega en actos. Al mismo tiempo que se demanda al estado se lo invalida. Toda capacidad abarca infinitos actos, por lo tanto, uno, varios y muchos acciones de Blumberg no abarca los infinitos actos potenciales de la multitud. Sirva como referencia recordar, que de la procesión con velas y el coro Kenedy en abril, a la toma de la comisaría en La Boca y la bomba molotov en Palermo, transcurrieron apenas dos meses.

El asesinato de una joven, una mas entre tantas, en los dominios catamarqueños de los Saadi terminó con su gobierno. El crimen del conscripto Carrasco concluyó con el servicio militar obligatorio. Es asesinato de Cabezas, la masacre de Ramallo y el reclamo subsiguiente de justicia, fue la puntada final para sentenciar la derrota electoral de Duhalde en 1999. Ninguna de estas tres luchas sabían de ante mano hasta donde llegarían. Sólo el sujeto movilizado enfrentando al poder, y la autoconciencia que adquiere con su antagonía, es el que decide hasta dónde está dispuesto a llegar.

Después del 19+20 la multitud determinó que le alcanzaba con derrocar a De la Rúa. En tanto que, construía 300 asambleas, invalidaba a la corte suprema de justicia menemista, se ocupaban 150 empresas, y confraternizaban en la calle caceroleros y piqueteros. Haciendo de su consiga "Piquete y cacerola la lucha es una sola" la glosa que le otorgaba entidad de clase al grito plebeyo "Que se Vayan todos". En abril de 2003, y ante la segunda vuelta electoral, buena parte de esa multitud se recostaba cínicamente en Lupín para cerrarle el paso a Menem. Pero la multitud de Kirchner nunca se enamoró y de Blumberg tampoco. El nuevo sujeto histórico tiene cada vez mas en claro que nadie va realizar su tarea. Nadie lo va a venir a liberar de sus verdugos.

El presente es acto y el futuro es potencia. El presente de Blumberg está en su imaginario instituido, en su discurso de sentido común capitalista y en sus convocatorias ceremoniales. El futuro de la multitud ante su necesidad de autoseguridad irrenunciable, puede devenir, o no, en la coagulación de un imaginario radical instituyente. En una biopolítica con sentido fundante, tributaria de las movilizaciones destituyentes que protagonizó el 19y20. En el tránsito del imaginario destituyente y el reforzamiento del instituido, juega su partida, la potencia de la multitud constituyente.

Si la multitud quiere seguridad represiva será la responsable de alumbrar una nueva dictadura absolutista, en cambio, si quiera justicia será la que puje permanentemente por el cambio social.

Ninguna dictadura llega de un día para otro y ningún poder militar, por mas poderoso que sea, se sostiene mucho tiempo sin el consenso activo y pasivo de las mayorías. Para ejemplo basta ver como le está yendo al posfascismo posfordista de EE.UU en Irak. No hay guión preestablecido. No hay teleología que garantice resultados. El futuro es aleatorio, tanto para el capitalismo como para el anticapitalismo.

Los medios, tras la figura de la gente, esconde y disfraza el contenido de clase de las concentraciones. En sentido contrario, la multitud, es un concepto de clase que no se oculta. Una clase productora de valor. Una clase que engloba a la obrera y contiene a los asalariados, al mismo tiempo que los desborda.

No hay gente que se movilice de manera radical, hay multitud. La gente es una muchedumbre indiferenciada donde conviven patrones y productores de valor, en cambio, la multitud es una clase de singularidad social de la fuerza de trabajo. Lo común en cada uno es la necesidad de salvaguardar la vida de manera personal y colectiva, una tarea en la que cada persona no podrá evadir su responsabilidad. La gente delega en el estado la seguridad, por lo tanto, se autocondena a la inseguridad generada por el mismo sistema capitalista, por el contrario, la multitud anticapitalista la entiende como una forma mas del autogobierno asambleario que preserva a la especie humana.

 

Colectivo Nuevo Proyecto Histórico.

13 de agosto de 2004 

 

InSubordiNación conTra la poLicía como AdmiNisTrador del ExceDente SociaL. 

  

Informate por Indymedia
http://www.argentina.indymedia.org

 

Próximamente: Desvalorización del capital, inseguridad y trabajo posfordista. La guerra como anomalía ordenadora.

 

 

agrega un comentario