denunciar, denunciar y denunciar
Por el pts y venezuela - Saturday, Sep. 04, 2004 at 12:42 AM

el petesiano venezolano, es mas sectario que sus hermanos argentinos. en las notas que escribe no mete una sola exigencia, habla de vangurdia sin mencionar d equienes habla y en la declaración anterior critica a chavez por vender petroleo a eeuu, una critica insolita .

Venezuela después del referendo
Chávez busca pactar con la burguesía opositora
Fecha: 2/9/2004
Autor: Mario López
Fuente:


Mario López es miembro de la JIR –Juventud de Izquierda Revolucionaria de Venezuela. Especial para LVO.

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El referéndum del 15/08 fue un importante triunfo político para Chávez y una derrota política seria para la oposición nucleada en la "Coordinadora Democrática" (es la tercer derrota en sus intentos por desplazar a Chávez: el primero fue el golpe de abril del 2002, el segundo el lockout patronal y petrolero de diciembre de ese año y enero del 2003). También, significó un traspié en las pretensiones del gobierno de Bush hacia Venezuela.
La importante movilización de masas, reflejada en las calles en las semanas anteriores y en la asistencia masiva a las urnas, garantizó la derrota de la oposición derechista. Pero como advertimos en nuestra declaración ante el referendo, cuando llamábamos al "no, crítico" (un no al imperialismo y la reacción que no era un sí a Chávez), una vez ratificado en la presidencia, Chávez, fortalecido por el respaldo de 5 millones de votos y el reconocimiento de su triunfo por el imperialismo, utiliza esta relegitimación en la jefatura del Estado para abrir una negociación con la burguesía opositora y parte de sus dirigentes políticos, exhortándolos a que lo reconozcan como jefe del gobierno y acepten el brazo que les tiende, pues "en este país y en este proyecto cabemos todos".

El reconocimiento del imperialismo y el "tejemaneje" con Fedecámaras1

La OEA y el Centro Carter reconocieron los resultados horas después de haberlos dado el Consejo Nacional Electoral -aunque Gaviria a última hora haya dejado escapar alguna crítica-, exhortando a la oposición a reconocerlos. El gobierno Bush dijo a través de un vocero que reconoce los resultados, aunque con reservas. Un semanario venezolano atribuye a John Maisto, ex embajador en Caracas y consejero de Condoleezza Rice, haber reconocido que el gobierno "ha respetado nuestros intereses…es así como hemos convivido con Chávez, y seguiremos conviviendo con él…". Son muestras de que el imperialismo estadounidense, en medio del atolladero de Irak, en vísperas de las elecciones presidenciales en ese país y luego de derrotados sus intentos de derrocar a Chávez, se resigna a convivir con éste y busca una negociación.
Chávez declaró que "con Clinton nos podíamos entender, podíamos debatir… los ministros de uno y otro país discutían los problemas bilaterales, sin mayores contratiempos", reiterando el pedido de semanas atrás: "ojalá pudieran mejorarse las relaciones con el gobierno de los EEUU"; en un mensaje a una posible administración demócrata en la Casa Blanca.
Mientras, el gobierno y la cúpula empresarial de Fedecámaras se entregan a un juego de tender puentes y presiones. Ante los llamados de Chávez a los empresarios, Albis Muñoz (que tras desplazar de la presidencia del organismo a Juan Fernández -líder del paro y residenciado ahora en Miami- dijera que la institución se dedicaría más a "su rol económico") respondió pidiendo al gobierno "un clima amigable para invertir", aunque luego matizó esta apertura afirmando que "no puede llamarse a un diálogo si se está descalificando a la oposición, el gobierno no puede decidir quién es la oposición…". Tobías Nóbrega, ministro de finanzas, declaró que "celebra la disposición de los empresarios a asumir una posición menos activa en el escenario político (aunque) no tiene pautado nada con Fedecámaras por los momentos, porque ésta, como miembro de la coordinadora opositora, es un factor político que será considerado en su oportuno momento...", así como que "la filosofía del gobierno es recoger las expectativas del sector desde la base", presionando a la cúpula empresarial a que se distancie de la coordinadora de oposición y abriendo un camino hacia los empresarios más dialoguistas.

¿"Revolución en la revolución", con Cisneros y Venamcham2?

En las últimas semanas antes del referendo, mientras en discursos de campaña prometía la "revolución en la revolución" y la "profundización del proceso" a las masas que le apoyan, el Presidente hizo varios actos públicos con grupos de empresarios, asumiendo importantes compromisos con ellos. La Asamblea Nacional aprobó la eliminación del impuesto a los activos empresariales, se asomaron planes como un Fondo de Garantía de 52 millones de U$$ para los empresarios que necesiten préstamos de la banca privada o el reintegro de impuestos a los exportadores. Estos son "puentes" que el gobierno tiende a los empresarios nacionales, pero no sólo a éstos. En la inauguración de la Plataforma Deltana (de explotación de gas), entregada a la multinacional yanqui Chevrón-Texaco, Chávez habló de EE.UU. como "socio y aliado estratégico" y llamó a "aplaudir a esta empresa, porque demuestra que confía en el proyecto que se lleva adelante en el país".
Estos días, ya ratificado, concretó mejor ese llamado "a los empresarios, al sector emprendedor venezolano, a hacer una alianza estratégica con el Estado, para afrontar los retos de ahora y los que se presenten en el futuro, como debe ser". Reconociendo que "todo el mundo sabe que me reuní con Cisneros3, pero esa fue, digamos, la más emblemática, yo he sostenido otras reuniones…", incluso con representantes de Venamcham.
El Presidente aprovecha la crisis en la oposición para meter una cuña entre los sectores "duros" y los más "dialoguistas", también entre los políticos de la oposición. Dice el presidente en entrevista a la CNN, "yo tengo estos 6 años tendiéndoles puentes a los dirigentes de la oposición…" buscando conversar con "interlocutores válidos" de la "oposición seria" y avanzar en la "unidad nacional".

Chávez se acomoda mejor en su rol de árbitro de la nación

Ya lo dijimos, "las masas logran la victoria y Chávez la administra... para conciliar". Tras el referéndum, Chávez se erige con más autoridad como el "hombre fuerte" capaz de gobernar el país, al que todas las clases y sectores sociales deben reconocer y con el que los empresarios, las transnacionales y el imperialismo deben negociar.
Mientras abre canales de negociación con la derecha empresarial y el imperialismo, se sostiene en el apoyo de masas demostrado en el referéndum, con discursos sobre la "profundización del proceso", que "hay que iniciar los cambios estructurales", "que no se puede dejar intactas la base económica del capitalismo, del neoliberalismo", y que "dejaremos la vida en este intento", en un intento de reforzar su peso entre las masas y contener a los sectores más activos o críticos. Cuenta a su favor con la mejoría de la situación económica, con los fuertes ingresos provenientes de la renta petrolera que le permiten ampliar el gasto público, financiando planes sociales en gran escala (como la Misión Barrio Adentro) y hacer algunas concesiones a los sectores populares que esperan una mejoría de su dura situación.
Hasta qué punto tendrá éxito Chávez en estabilizar duraderamente la situación está por verse. Su política de conciliación con la oposición derechista, los empresarios y el imperialismo sólo permite que éstos recuperen fuerza política para seguir presionando y ganar en el "diálogo" lo que no pudieron lograr con el golpe, el lockout ni el referéndum. Además, lograr acuerdos firmes con la derecha y Washington significa frustrar las expectativas de las masas obreras y populares que viven un nivel de politización y movilización importante y que seguramente presionaran por la satisfacción de sus demandas.

Por la organización y movilización independiente de los trabajadores

La derrota definitiva de la reacción burguesa sólo se podrán obtener mediante la movilización y está íntimamente ligada a la satisfacción de las demandas obreras y populares No hay razón alguna para postergar la lucha por el salario, el empleo, la tierra, la vivienda y contra los terratenientes, empresarios e intereses imperialistas que hunden al país, mientras el gobierno negocia con éstos y les hace concesiones de todo tipo.
Es necesaria la realización de encuentros y congresos regionales y nacionales de trabajadores, donde debatir una posición obrera ante la situación nacional, para discutir cómo ir hasta el final en la lucha contra la oligarquía y el imperialismo, las demandas fundamentales de los trabajadores y el pueblo humilde y un Plan Nacional de Lucha para imponerlas.
Los trotskistas estuvimos junto a las masas, contra el golpe de abril y el paro patronal y en esa ocasión llamamos a votar críticamente NO en el referéndum, sin dar en ningún momento apoyo político a Chávez y peleando por una política obrera independiente. Hoy este combate es aún más urgente, para reagrupar a la vanguardia en torno a una alternativa de clase, políticamente independiente del chavismo, es decir, una oposición obrera revolucionaria, que tenga como base un programa de lucha consecuente contra la reacción y por las demandas de los trabajadores venezolanos, contra el imperialismo y la burguesía venezolana en su conjunto. Es en esta lucha donde podrán sentarse las bases de un genuino partido revolucionario de los trabajadores, socialista e internacionalista.

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