Julio López
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Artículo sobre minería "El fundamentalismo ambiental"
Por Mario - Tuesday, Sep. 07, 2004 at 5:42 PM

¿qué pasó con un artículo muy interesante donde se debatía con un tipo que equiparaba a quienes no queremos la minería con miembros de al qaeda?

¿por qué no aparece mas este artículo y tampoco se lo puede ubicar con el buscador de google?

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¿y gente de indymedia?
Por Mario - Saturday, Sep. 11, 2004 at 1:38 AM

¿qué respuesta tienen a mi pregunta?

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Encontre varios
Por Desmistificador - Saturday, Sep. 11, 2004 at 1:46 PM

Busque "fundamentalismo ambiental" y encontre el que creo que te referias. ¿No era el de Marino?. Esta en: http://www.google.com/search?q=%22fundamentalismo+ambiental%22&sourceid=opera&num=25&ie=utf-8&oe=utf-8

Aparece un link a la sospechosisima "Sociedad de Ecologia Cientifica". Ferreyra, quien la anima, es sindicado como de la CIA y es sin duda un fundamentalista "del progreso". Me resulta sumamente desagradable casi todo lo que esa persona escribe (en realidad sufro de alergia estomacal a los integristas, fanaticos y fundamentalistas de cualquier religion, secta politica o color que sean)

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Paremos la desiformacion
Por burkina faso - Saturday, Sep. 11, 2004 at 11:49 PM

Siguiendo tu consejo acabo de repasar dichos sitios y esos tipos no tienen nada de "ambientalistas" ni de fundamentalistas de cualquier lucha ecologica.
Se trata de tipos que estan al servicio del mercado, de los proyectos empresariales y de algunas "mejoras" en los mecanismos de control.
Basta de hablar al pedo denunciando el llamado "fundamentalismo ecologico" de quienes luchan radicalmente por un planeta durable.
Se es ecologista o no se es. Punto.

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hay grises
Por Laura - Sunday, Sep. 12, 2004 at 12:15 AM

Burkina, no es como decis "se es ecologista o no se es.", hay muchas variantes dentro del movimiento ecologista, y una de las variantes es la fundamentalista. No es lo mismo un John Zerzan que WWF o Greenpeace. Las diferencias son brutales.

Eso de blanco o negro esta a un paso del maniqueismo. El mundo no es blanco o negro en nada. ay grises y matices por todos lados.

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¿Grises? que no te ahogue una nube
Por Burkina Faso - Sunday, Sep. 12, 2004 at 1:03 AM

Laura, no se cual sera tu experiencia ideologica, practica, militante.
Cuando puse "se es ecologista o no se es" quise decir en los Objetivos Politicos, en la practica, en la definicion de lo que es la ecologia politica, tanto como en la perspectiva y el alcance del proyecto.
Temo contradecirte en un terreno en el que entras tocando de oido. Ya que hasta nueva orden la WWF nunca fué considerada seriamente como una organizacion ecologista. En cambio si es ambientalista. Y no me explayaré sobre un tema que supera ampliamente la presente discusion. te diré nada mas:
Sos vos la que confunde matices ( y conceptos ) amalgamando Ecologismo y Ambientalismo.
Ademas, la expresion "fundamentalismo ecologico" tiene un origen reaccionario ideado por los medios afines a las multinacionales extractoras de materias primas.
La misma recurrrida nocion de "ambientalismo" pertenece al ideario de las clases medias y altas como asi de nuestra rancia oligarquia limpita y prolija.
No es casual que el ambientalismo porteño (el que mas conozco) haya nacido a principio de los sesenta en la zona norte del gran Buenos Aires (Olivos, Martinez, San Isidro, etc.).
Obviamente las diferencias con el ecologismo ( en tanto planteo politico y de formalizacion estratégica ) son brutales.
Por lo tanto, la estrategia ecologista debe ser tan "fundamentalista" y global como la posicion sin matices defendida por el capitalismo destructor.
Eso de "blanco y negro maniqueista" son palabras en el momento de zanjar que mundo queremos.
Con los matices que vos quieras: se es lo que se dice o no se es. Lo demas son palabras

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preguntas
Por Laura - Sunday, Sep. 12, 2004 at 12:01 PM

Me desconcertaste Burkina. Te cuento algo de lo que se para que te situes en mi vision de las cosas.

1) He visto que en America del Nrote (Canada y EEUU) donde el movimiento contra la depredacion del planeta es muy fuerte (notá que no use ni la palabra ecologista/ambientalista ni ambiente) y variado no hay ecologistas, solo "enviromentalists". Mejor dicho hay ecologists pero el termino se refiere a una especialidad de la biologia, la matematica etc. Es decir a una disciplina que se estudia en la universidad. Es posible por supuesto que un profesor de ecologia este en la calle manifestando o protestando por alguna lucha ecologica/ambientalista pero este rol es un "ambientalista". En resumen, en el norte de america vale esto:

ambientalista => lucha politica
ecologista <=> academia, universidad

2) Como ves tengo clara las definiciones alla, pero no me pasa lo mismo aqui. Hasta leer lo que pusiste yo pensaba que aqui solo hay "ecologistas" y me hacia esta composicion de lugar,

"ecologista argentino" = "ambientalista EEUU y Canada"

y se que aqui tambien se estudian fenomenos ecologicos en la universidad pues he visto a ecologos de universidad diciendo "yo soy ecologo, pero no pienses que es lo mismo que ser ecologista" o cosa similar. En cambio alla no como confundir las actividades pues una tiene la raiz "enviro" y la otra "ecolo".

Me podes dar las caracteristicas que diferencian a los ambientalistas de los ecologistas en argentina?, y ejemplos de cada grupo.

Gracias
Lau.

p.d. definitivamente no coincido con tu maniqueismo. Yo no soy maniqueista ni veo que el mundo sea binario. Te digo mal me parece grave esa vision que tenes que puede rastrearse hasta Jesus pasando por Bush que dice "los que no estan a favor de lo que estoy yo estan contra mi", o "hay dos bandos, el bien y el mal, yo estoy en el bien, si no estan en mi bando estas en el bando del mal". Y la encuentro grave porque desde el omento en caracterizas al otro como "el mal" a pedir una solucion final hay un trecho muy corto que la humanidad ha recorrido una y otra vez.

Espero que no te violente mi postura pues otra cosa que tengo por un hecho es que cada vez que presento mi vision negociadora, "transista" de lo que creo son mejores metodos para verselas con los conflictos recibo mucha agresion de los maniqueistas, integristas o fundamentalistas que no gustan de los grisis sino de los platos fuertes y "puros" preferentemente regados con sangre llego a pensar.

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Si el ecologismo no es politico, es verso
Por Burkina Faso - Monday, Sep. 13, 2004 at 12:53 AM

Si el ecologismo no es politico, es verso.
Tampoco en EEUU ( o mas bien en el Inglés ) existe una palabra especifica para definir el derecho. Va contenida en la palabra "ley" que resume todas las nociones del derecho. No voy a repetir lo ya expuesto.
Soy parte del mundo latino y "lo que vale en el norte de américa" me tiene sin cuidado cuando se trata de distinguir, por ejemplo: lo "sociologico" del "socialismo", lo ecologico del ecologismo, la confusion del "Confusionismo"... ( Ji, Ji )
Desde la observacion ( politica ) mas basica veo que seguis sin tener clara las definiciones.
La raiz "Enviro" quiere decir que rodea y engloba todo aunque los debates académicos y terminologicos al respecto me interesan muy poco. Mas la conceptualizacion no da forzozamente una postura de combate.
Pero vayamos al fondo politico del término.
Por donde vayas en el mundo (India, Malasia, Japon, Africa, Europa, América Latina, Rusia) veras que la definicion aglutinante de los que pelean contra el orden productivista es la de ECOLOGISTAS, en toda su diversidad: llamese ecologia social, capesina, urbana, libertaria, segun la naturaleza de los movimientos que la impulsan en un contexto dado. Eso es el actuar desde las mismas fundaciones sociales en favor de una logica interactiva global en lo que atañe a la preservacion de los eco-sistemas.
Un investigador de fenomenos ambientales o cosmicos no es obligatoriamente "ambientalista". Ni éste, en su lucha parcial, admite las implicaciones sociales de la crisis ecologica generada por el desarrollo duro y la tipica irresponsabilidad capitalista. Ello siginificaria poner en tela de juicio a la sociedad de clases.
¿Estamos?. Aca se dibuja la gran linea de ruptura con los promotores de una Ecologia Politica, al asumir que la "crisis ambiental" es la crisis del sistema en su conjunto y no solamente del modelo productivo.
Después viene el origen de clase. Por lo general ( y muy especialmente ) en Argentina, el "ambientalismo" tiene origenes profundamente burgueses. Con esto no quiero decir que sus reclamos "ecologicos" sean injustos y debamos impugnarlos. Desde entonces el nivel de consciencia se fué ampliando a las clases populares urbanas y campesinas. Pero la condicion de clase de sus principales promotores y su atadura (sui generis) al sistema capitalista marcan a fuego los limites a cualquier proyecto superador (de fondo).
Si debiese prestar atencion a todos los que se dicen "ambientalistas" o guardianes del planeta deberia terminar sentandome a negociar entonces con los cuatro idiotas de la secta Humanista que usurpan el nombre de "los verdes" en Argentina. Asi cualquiera es ambientalista, organizando un campamento en la sierra Cordobesa o dejando de fumar.
Por ultimo diré, a tu disgusto, que en toda lucha hay dos bandos fundamentalmente opuestos. Y los que estan contra nosotros, saben muy bien porqué.
Yo, estoy en el Bando del Mal...porque no pido soluciones. Las busco.
Si el bien existe sera culpa de los gobiernos. Y si no, mira como estamos de tanto bien que nos hacen. Solo les pediria que dejen de gobernar haciendo el bien.
Y a proposito de tu brumosa vision para vértelas con los conflicto...
"Los grises" solo sirven para tapar la irremplazable y majestuosa gama de azules, blancos, verdes, rojos y violetas.

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lo lamento
Por detector de nabos - Monday, Sep. 13, 2004 at 4:06 PM


"Tampoco en EEUU ( o mas bien en el Inglés ) existe una palabra especifica para definir el derecho. Va contenida en la palabra "ley" que resume todas las nociones del derecho. No voy a repetir lo ya expuesto.
Soy parte del mundo latino y "lo que vale en el norte de américa" me tiene sin cuidado cuando se trata de distinguir, por ejemplo: lo "sociologico" del "socialismo", lo ecologico del ecologismo, la confusion del "Confusionismo"... ( Ji, Ji ) "

te tiene sin cuidado pero los que te precedieron en la secta clasista en que estas decian, hace unos pocos años nomas, que el ecologismo era cosa de burgueses. A todo esto en el norte practico y sin anteojeras ideologicas recetadas por ideologos de cuarta hacia decadas que los ecologistas crecian y luchaban. Ahora te sumaste vos, ignorante de la historia, con tu mochila de ideas claras pero pese a todo el blablabla no le has dado a Laura las definiciones que te pidio, solo la agrediste elipticamente.

Se concreto asi por lo menos se te leera por completo.

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1° nabo caido en trampera
Por Burkina Faso - Monday, Sep. 13, 2004 at 10:01 PM


¿A que te referis cuando hablas del "norte practico"? (acaso, no habra un "sur practico") Citame casos, paises, movimientos, fechas. Si hace décadas, deci también desde cuando y quienes, ya que tu sed de saber parece haberte puesto al borde del deshidratamiento.
Ojo flaquito tierno que después de los insultos no queda nada, disolviéndote en espumita.
Antes de querer hacer pata ancha en un debate tan serio que ignoras completamente te sugiero, como minimo, el tratar de entender las diferencias basicas entre capitalismo verde y ecologia politica. Porque para saberlo, hay que haber estado ahi dentro desde mucho y no por un bañito de ambientalismo en las secciones culturosas de Pagina 12 y Clarin Rural.
Por ahora, tu mensaje muestra una falta de intervencion y experiencia practica total.
Admiro eso si tu gran capacidad intuitiva para detectar sensibilidades y pertenencias ideologicas. ¿Como era eso?... Ahh: "los que te precedieron en la secta clasista en que estabas hasta hace unos pocos años nomas"... decias arriba ¿no?.
Pobre zangano, si la seguridad de cualquier organizacion popular dependiese de tus agudas observaciones ya habrias hecho matar a todos tus compañeros
De haber estado en cualquier secta clasista ni siquiera te contesto, gilastro.
A ver como contestas vos, si te da el mate. Y sino, cucha.
Y no metas a la llamada "Laura" de por medio. Aca el unico jeton que no pinta nada sos vos

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Decepcionada
Por Laura - Monday, Sep. 13, 2004 at 10:12 PM

Burkina

te mandaste un espiche notable pero, con todo respeto no te enojes, no me contestaste nada o perdi tu respuesta en el farrago de palabras.

Si tenes ganas de contestarme lo que te pregunte (Me podes dar las caracteristicas que diferencian a los ambientalistas de los ecologistas en argentina?, y ejemplos de cada grupo) hacelo y sino no hay problemas. Pero no discursies como antes, me cuesta horrores seguirte y no saco nada en limpio.

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Si querés saber
Por Burkina Faso - Monday, Sep. 13, 2004 at 11:05 PM

Aprendé buscando, estudiando, leyendo, creando vinculos.
Te mando algunas pistas de "lideres", teoricos y luchadores.
Entre los mas representativos y legendarios pongo a:
-Teddy Golsmitth. fundador de la mitica publicacion The Ecologist en 1969 ( también editada en castellano y francés ) y del Green Parti britanico en 1974)
- André Gorz (autor entre otros de Ecologia y Politica y Adios al Proletariado)
-René Dumont, padre y teoricode la ecologia como del movimiento Verde Francés.
-Vandana Shiva. Activista y lider del movimiento ecologista campesino en India.
- Jean-Marie Pelt, Jeremy Rifkin, Ralph Nader (candidato de los Verdes y la izquierda alternativa USA)
Y por supuesto de entre los nuestros propongo visitar al pionero Miguel Grinberg (fundador de Mutancia) de quién recomiendo leer principalmente "Introduccion a la ecologia social", uno de sus mas interesantes ensayos, editado creo a prrincipios de los 90.
Por lo demas, no deseo entrar aca en posturas denunciativas sobre tal o cual grupo para ver cual es mas radical o la tiene mas grande.
No intento satisfacer tampoco tu expectativa. Apenas ofrecer elementos que te iran dando parametros y distintas vias de acceso a una comprension cabal del paradigma politico ecologista.
Casi todos los citados tienen libros y textos publicados en Argentina
Saludos atentos a la decepcionada (¿ambientalista?) Laura
desde la radicalidad ecologista.

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Para el "detector" de si mismo
Por reenvio // de Kenshi Tokitsu - Tuesday, Sep. 14, 2004 at 12:17 AM

La ecología política, ¿remedio a la crisis de lo político?
por Alain Lipietz

Introducción.
Desde los años ochenta, un sentimiento de impotencia se difundió por todo el globo, pero en particular en los países que venían de una experiencia democrática. El voto parece no tener sentido: después de la elección, todos los dirigentes adoptan, a pesar de las promesas, "la sola política posible, dictada por las exigencias de la globalización". Y ésta lleva a la mayoría una serie de problemas: inseguridad, pobreza, exclusión...
Este sentimiento de "vaciamiento de lo político" tiene una doble dimensión: en los contenidos de lo que se llama la "política", o sea "lo que se hace", las estrategias y los objetivos parecen reducirse a la infrapolítica, a la simple optimización de la competencia, que parece traducirse en el abandono de toda pretensión social; en las formas y los espacios -lo que se llama "lo político", o sea "cómo y con quién se hace"- la definición misma de la polis de los hombres y las mujeres parece reducirse a una serie de individuos en competencia, apenas atemperada por reglamentaciones abstractas caídas del cielo (de Bruselas, de la OMC) y, en general, desfavorables.
Pero la sociedad no es un mercado. El deseo, la necesidad de sociedad, se traducen en reacciones identitarias: integralismos en el Tercer Mundo, populismos autoritarios y xenófobos en el Norte. En Francia y mas todavía en Austria, la mayoría de los países europeos conoce desde los años ochenta y noventa tendencias de este tipo.
El ascenso del Frente Nacional en Francia parece haber sido bloqueado por sus propias contradicciones y sobre todo por las esperanzas suscitadas por los éxitos de la izquierda plural en Francia. En las elecciones europeas de 1999, los Verdes franceses conocieron un crecimiento espectacular, como si, después de quince años de desesperanza, la "necesidad de política" renaciera y se dirigiera hacia la ecología política.
Extraña elección, pensarán muchos. ¿No es comunmente percibida la ecología como un rechazo simplista de la política y de lo político, una atracción íntima hacia las flores y los pájaros? Vamos a rectificar esta imagen y redefinir lo que es la ecología como política, para después analizar que aporta una respuesta a la crisis de la política y de sus contenidos, a la crisis de lo político y de sus formas.

¿Qué es la ecología política?

La palabra "ecolo", de uso corriente en Francia, se refiere a la visión reductora y caricaturesca de la ecología por una  gran parte de la opinión pública. Se pasa además de la derisión a la perplejidad cuando a la palabra ecología se añade el término política. No hay duda de que la ecología política, a los ojos de esta opinión pública por lo menos, no adquirió un status de "noción clara y distinguida". ¿Qué es entonces la ecología? ¿Y qué es la ecología política?
¿Qué es la ecología ?
Según el Petit Robert, este término aparece en la segunda mitad del siglo XIX. Término de biología, la ecología es -en su origen- una disciplina científica. Es la ciencia que estudia la relación triangular entre los individuos de una especie, la actividad organizada de esta especie, y su medio ambiente, que es a la vez condición y producto de esta actividad, condición de vida de esta especie. El ecologista que se interesa por los castores se dedicará a analizar su relación con el medio en donde viven: el bosque, los ríos, pero también las barricadas que construyen, o sea la naturaleza transformada por su actividad. Mirará la capacidad de ese sistema de subvenir a las necesidades de la población de castores, la manera como esa población se reproduce, se organiza, etcétera. Aplicada al hombre, la ecología se vuelve el estudio de la relación entre la humanidad y su ambiente, o sea la manera cómo la primera transforma al segundo y éste permite a la primera sobrevivir. Así como el ambiente de los castores no se reduce a los bosques y a los ríos, el ambiente de los hombres no es simplemente la naturaleza salvaje, sino que incluye también la naturaleza transformada por su actividad. La ecología humana es, entonces, el análisis de la interacción compleja entre el medio ambiente (medio de vida de la humanidad) y el funcionamiento económico, social y político de las comunidades humanas.
En eso reside la diferencia significativa entra la ecología de la especie humana y la ecología de las demás especies animales. Los hombres, en efecto, son animales no solamente sociales sino también políticos. Desde su origen la ecología humana tiene otra característica específica que se remonta al principio de la humanidad, al homo habilis: la capacidad de producir utensilios. Aunque algunos chimpansés mostraron su capacidad de transformar ciertos objetos en utensilios, éstos siguen siendo muy rudimentarios. El hombre, al contrario, no ha dejado de mejorar sus utensilios y por ende su capacidad de acción y de transformación de su medio, por la vía de la "domesticación" de plantas y animales desde la revolución neolítica. Durante miles de años, se trató simplemente de luchar contra el hambre y la intemperie. Vivir lo más posible en armonía con el orden del mundo, tal parecía ser la sabiduría de esos hombres. Pero desde alrededor de cuatro siglos ocurrió un viraje radical: antes se trataba de someterse al orden de la naturaleza, después de doblegarla a nuestros deseos. La marcha de la ciencia y de sus aplicaciones técnicas no han terminado desde entonces para fomentar el sentimiento de los humanos de ser realmente "maestros y propietarios de la naturaleza". En el curso de la segunda mitad del siglo XX, después de la Segunda Guerra Mundial, este movimiento de emancipación llegó a sus límites. Los milagros de la técnica y de la tecnología empezaron a mostrar lagunas; accidentes "imprevisibles" se multiplicaron y extendieron sus efectos a la escala planetaria (mareas negras, Chernobyl). Mientras que los primeros gritos de alarma del Club de Roma, en los años setenta, ponían todavía el acento en la insuficiencia de los recursos naturales, los trabajos científicos más recientes ponen énfasis en los graves desequilibrios ecológicos que generan las contaminaciones industriales (destrucción de la capa de ozono, efecto sierra, crecimiento de los océanos, calentamiento del clima). La toma de conciencia de los efectos perturbadores de la actividad humana y del progreso técnico -fuera de los accidentes- creció y se extendió. El crecimiento de esta nueva inquietud llevó a cierto número de observadores a intentar discernir mejor los mecanismos económicos y políticos generadores de desequilibrios ecológicos.
Es sobre esta base conceptual e histórica de la ecología como se constituyó la ecología política; ésta se profundizó después en un análisis crítico del funcionamiento general de las sociedades industriales avanzadas, análisis que dio lugar a una reflexión paralela acerca de los medios necesarios para avanzar hacia otra forma de desarrollo.
De la ciencia a la política
El paso de la ciencia a la ecología política introdujo la cuestión del sentido de lo que hacemos, lo cual implica una serie de interrogaciones: ¿en qué medida nuestra organización social, la manera en que producimos, en que consumimos, en qué medida estos diversos factores modifican nuestro medio ambiente? Con más precisión, ¿cómo pensar la combinación, la interpenetración, de estos factores en su acción sobre el medio ambiente? ¿Los efectos de estas modificaciones sobre los individuos son favorables o no? La ecología política nos dice cuáles son los efectos de nuestros comportamientos y prácticas. Aclara los enredos, pero no toca a ella sino a los hombres escoger el modo de desarrollo que desean, en función de valores que evolucionan en el debate público.
Tomando en serio los desequilibrios ecológicos generados por la actividad humana, la ecología política es llevada a cuestionar la modernidad y a desarrollar un análisis crítico del funcionamiento de nuestras sociedades industriales. Este análisis pone en causa un conjunto de valores y de conceptos claves sobre los cuales descansa nuestra cultura occidental.

La naturaleza

Ya hemos mencionado el sentimiento de potencia y de dominación sobre la naturaleza que se ha desarrollado progresivamente a partir del siglo XVII. Tal exaltación narcisista construyó un forma de oposición, de antagonismo, entre el hombre y la naturaleza, así el hombre -participando de la naturaleza- parecía de alguna manera haberse separado de ella. En particular, la comparación del hombre con las otras especies animales permitía hacer manifiesta la diferencia, explicitando su metamorfosis. El desprecio a la naturaleza hacía de golpe banales las prácticas más degradantes hacia ella, hacia los animales y también hacia los pueblos indígenas, que los europeos descubrían y juzgaban "no civilizados". La ecología política considera que han sido largamente superados los limites de lo aceptable y  que llegó la hora de una reconsideración general de la prácticas pero también de las representaciones, unas y otras relacionadas entre sí. Los hombres hacen íntimamente parte de la naturaleza, la respiran y se alimentan de ella. No hay tampoco que caer en el exceso opuesto de una sacralización de la naturaleza. La ecología política retoma la oposición  entre naturaleza y cultura relativizándola. Nos parece más fecundo interesarse en la complejidad del mundo vivo, más que en la oposición entre hombre y naturaleza. El hombre y su medio ambiente no cesan de transformarse mutuamente; es por ende importante convencerse que ambos están envueltos en una evolución permanente (coevolución).
El progreso
Después de Hiroshima, Chernobyl y los agujeros de la capa de ozono, o más recientemente la crisis de las vacas locas, hay que reconocer que el progreso ya no aparece lineal y sin limites: el progreso técnico no es necesariamente sinónimo de emancipación humana ni de mejoramiento del medio ambiente. A pesar de esto, la ecología política no trata de rechazar la idea de progreso ni de caer en el catastrofismo antitécnico, trata de volver a dar al progreso técnico su lugar, porque nada permite considerarlo virtuoso "por naturaleza".
Para los ecologistas, el desarrollo de las capacidades humanas no es un valor en sí. La tecnología se introdujo en nuestro mundo cotidiano trayendo consigo una nueva vulnerabilidad, una nueva dependencia. La técnica no llegará nunca a eliminar todos los riesgos, en cambio, provocará nuevos. Después de haber intentado domesticar a la naturaleza, necesitamos ahora aprender a domesticar el progreso mismo. Lo cual implica tener siempre presente las dos caras del progreso: solución a las crisis, por un lado, y generación de crisis ecológicas, por otro.
El progreso de las técnicas nos dice lo que se puede hacer, no nos dice si esto es bueno o dañino. No es debido a que en el mañana la ciencia y la técnica nos permitirán, sin duda, escoger el sexo, el color de los ojos y del cabello de nuestros hijos y de las generaciones futuras, que la elección de estas manipulaciones se impone a nosotros. Para la ecología política, la cuestión de los valores es independiente del cambio técnico y anterior a su aplicación. Si el progreso de la humanidad ya no debe ser juzgado a partir de los avances de la técnica, nos damos cuenta que entre la razón ecológica y ecología política falta un eslabón: principios superiores capaces de orientar nuestras elecciones y nuestras acciones, que tengan la fuerza y la contundencia del "no matarás".
La ecología política avanza sobre problemas que ningún contrato social o pacto fundador entre individuos libres regula. Obliga a redefinir los valores que guiarán el proyecto de sociedad ecologista. Redefinir la vía de una moral para el siglo XXI, pensarla, difundirla y ponerla en práctica no es una cuestión simple. Se pueden esbozar algunas líneas. La vía debe buscarse del lado de una unión entre fraternidad y responsabilidad extendida a la naturaleza y a las generaciones futuras. Escogiendo anteponer algunos valores más que definir un modelo de sociedad, en la construcción de la sociedad ecológica futura, es claro que la ecología política espera que el camino a recorrer sea largo, incierto y constantemente en definición. Pero allí reside la dinámica de un movimiento que vive en contacto directo con la realidad de las sociedades modernas, la de las sociedades en devenir.

La responsabilidad
La fuerza de las tecnologías actuales es tal que las consecuencias sobre el medio natural, sobre las otras especies vivas, vegetales o animales, se multiplican. Más allá de los accidentes ecológicos, el simple funcionamiento de muchas industrias se sitúa en un nivel tal que la mayor parte produce efectos dañinos sobre el medio ambiente.
Más allá de la elección de circular en coche o en tren, el calentamiento producido por ambos influye sobre el clima. Degradamos el ambiente que nos hace vivir. Hay algo milagroso en nuestra tierra, hay también horror, pero la belleza del mundo es uno de estos milagros; si la sacrificamos, ¿qué quedará? Este ambiente que nos hace la vida posible, que puede ser fuente de felicidad, o mejor dicho de felicidad de estar en el mundo, este ambiente es lo que hacemos de él, es también lo que dejamos a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, es la cuna y la casa que preparamos para acogerlos. Desear hijos, darles luz sin preocuparnos de un mundo degradado que les fabricamos: ¡qué contradicción!

La solidaridad
El principio de propiedad y el poder económico que se deriva no deberían dar a sus detentores el derecho de gravitar sin medida sobre la vida de los demás. Peor es lo que pasa ante nuestros ojos. Ese poder llega a veces, indirectamente pero de manera determinante, hasta un derecho de vida o muerte. Empuja a muchos hasta la desesperación porque se sienten incapaces de encontrar un lugar en la sociedad, ganarse la vida, sobrevivir dignamente, sea que hayan sido dejados de lado desde la juventud, sea que hayan sufrido un despido a los cuarenta años, a esta edad crítica donde las reconversiones se vuelven para algunos infranqueables pero donde las obligaciones familiares se hacen aplastantes. En el Derecho y su funcionamiento implacable, en su carácter algo sacralizado, hay un riesgo de pérdida de sentido profundo. La riqueza de los individuos se constituye siempre a partir de la cooperación social. Un individuo aislado sin lazo con sus congéneres no llegaría a sobrevivir. Si un individuo se enriquece, lo debe a toda la cadena de sus similares que han construido el mundo donde nació y a sus contemporáneos que han participado directamente o indirectamente a su enriquecimiento. ¿No llevaría esto a un deber de reciprocidad que se traduciría en un deber de solidaridad mínimo? Una sociedad que tiende a eliminar el principio del dono, ¿no corre el riesgo de deshacerse, de descomponerse? La simple solidaridad pero también la deuda directa nos impone el deber de no quedar sordos a los males de un continente entero. Africa se desangra y no somos inocentes.

La autonomía
La responsabilidad sería sólo aparente si no se acompañara de la autonomía. Esta implica la reconquista por lo individuos y las colectividades humanas del control de sus actividades de producción, de su vida cotidiana y de sus decisiones públicas. Se trata de traducir en actos cierto número de fórmulas: "tomar en mano sus actividades", "participar", "ver las consecuencias de nuestros actos". Es en distintos niveles donde pueden situarse las implicaciones: a nivel de la empresa, a nivel de la vida ciudadana local, regional, nacional.
II
Volver a poner el contenido en el centro de la política
De los enunciados precedentes surge una evidencia: la ecología es una inmensa oferta de contenidos nuevos, o más bien un gran llamado a ocuparse del contenido. Fija objetivos, redefine medios y estrategias, cosas que parecían haber desaparecido de la "política", reducida a la competencia por el poder entre hombres y partidos intercambiables y "alternantes".
La esperanza revolucionaria se disolvió, el comunismo fracasó, el proyecto socialista decepcionó. Portadora de grandes ambiciones a lo largo de todo el siglo, la política se encuentra hoy debilitada. Que de esto gane modestia no sería un mal, pero su impotencia actual y su desdibujamiento frente a la economía son extremadamente peligrosos. Una sociedad sin proyecto político, dejada a las simples fuerzas del mercado, envuelta en la espiral del "producir más", no puede sino conducir a un crecimiento de las desigualdades y la multiplicación de las crisis ecológicas. Es, entonces, urgente volver a dar sentido y contenido a la política.

El impasse del productivismo

Las revoluciones agrarias e industriales capitalistas han hecho posible poner fin a las crisis de carencia (hambrunas). Han permitido al Occidente alimentar, dar un hogar, vestir, siempre más individuos con siempre menos trabajo. El modelo capitalista primero ha ofrecido la garantía de la supervivencia y después, concluida la Segunda Guerra Mundial, con el nacimiento de una nueva variante de capitalismo, que muchos economistas llaman fordismo, la de poder "vivir bien" o más bien aumentar el poder de consumo. El modelo capitalista conoció diferentes variantes, pero todas se caracterizan por un rasgo común: el productivismo. Este productivismo, con su dinámica de producir siempre más, alcanzó hoy sus límites.
Después de treinta años (1945-1975) de crecimiento económico, el modelo fordista entró en crisis: crisis económica que desemboca en los años ochenta en una variante mucho más liberal de capitalismo, pero también, paralelamente, en una crisis ecológica. Esta última, no tan directamente perceptible por la opinión pública, no es menos amenazante. La búsqueda de la economía del trabajo y de la acumulación de capital, dos pilares del fordismo como del liberalismo, se hizo a costa de la Tierra. Cuando el regreso del liberalismo ha resucitado las crisis ligadas a la pobreza (enfermedades ligadas al hambre y la insalubridad, no solamente en el Tercer Mundo sino también en los países ricos), en el corazón mismo del sistema capitalista se dibujó un nuevo tipo de crisis ecológicas: las crisis de abundancia, herencia envenenada de los milagros técnico-económicos de la posguerra. Este nuevo tipo de crisis es mayormente amenazante porque sobrepone efectos locales (destrucción del paisaje, contaminación del aire, envenenamiento de las capas freáticas) y efectos globales, es decir, que se perciben en todo el mundo cuando provienen de disfuncionamientos localizados en sociedades particulares.
El sistema productivista respondió al problema de la carencia con la cantidad. Empujó hasta el exceso esta respuesta cuantitativa produciendo un problema de calidad. Hay que cambiar de dirección: retomar el control de la economía, establecer las condiciones de un nuevo desarrollo domesticando las fuerzas de mercado y de la ciencia; repensar nuestro modelo de desarrollo partiendo de un reexamen de nuestras necesidades. Llegó la hora de poner la pregunta esencial: ¿producir para qué?

Un nuevo modelo de desarrollo: el desarrollo sustentable

Según la definición adoptada por la ONU, el desarrollo sustentable es el que permite satisfacer las necesidades de la generación actual, empezando por los que menos tienen, sin comprometer la posibilidad para las generaciones futuras de satisfacer las suyas.
La idea de desarrollo sustentable tiene una doble dimensión. En el tiempo presente, supone que este modelo de desarrollo responde a las necesidades de cada uno. En perspectiva, supone que este modelo pueda durar. El desarrollo sustentable incluye también la idea de redistribución (o de justicia social) porque propone un orden en la satisfacción de las necesidades: empezar por lo que menos tienen.
Pero ¿cómo hacerlo? ¿Cómo reorientar nuestro desarrollo para hacerlo sustentable? El primer imperativo es economizar el factor Tierra, dando prioridad a las tecnologías que economicen energía y sean más respetuosas del medio ambiente. El segundo imperativo consiste en establecer nuevas regulaciones añadiendo a la protección social la protección del medio ambiente. Las herramientas existen, desde los medios reglamentarios (leyes y normas), medios económicos (ecoimpuestos, permisos negociables) pasando por los acuerdos de autolimitación y los códigos de buena conducta. Algunos permiten revertir los daños; otros, indemnizar por los daños y algunos más, prevenir mediante la disuasión. Es sin duda la vía del impuesto disuasivo la más prometedora porque, además del efecto protector para el medio ambiente, proporciona a la colectividad recursos nuevos que pueden ser destinados a otras políticas, por ejemplo para bajar el costo del trabajo, en el cuadro de una política de empleo, lo que nos lleva al efecto redistributivo del modelo de desarrollo sustentable. Los pobres no tiene en general los medios de contaminar y son también, en muchos casos, los más afectados por los múltiples efectos de la contaminación; por eso, serán los grandes beneficiarios de una reorientación general hacia el desarrollo sustentable. Los perdedores, en el corto periodo, podrán ser las clases medias, para las cuales las restricciones al uso libre y gratuito del medio ambiente harían desvanecer el sueño de una generalización del modelo de la sociedad de consumo, cuando no perciben el carácter insostenible y peligroso de este modelo para su propia salud. Es entonces necesario acoplar las nuevas políticas ecologistas a las reformas sociales, sin las cuales las primeras no serían legitimas.
Desde el punto de vista del interés general, razonando a largo plazo, el desarrollo sustentable se vuelve una evidencia. Desgraciadamente, esto no se impone y más bien triunfa la formula "después de mí, el diluvio". ¿Cómo hacer que las fuerzas sociales y políticas lo tomen en cuenta? Seguramente podrá hacerse por medio de un intenso debate ideológico y cultural dirigido a modificar la percepción de los riesgos y de las ventajas, hacer progresar los valores y las normas de la ecología. Mas allá de la política y sus contenidos, es lo político, su campo y sus métodos lo que hay que reconstruir.
(....) sigue

*Alain Lipietz, Economista, Euro-diputado y Secretario Nacional de "Los Verdes" (Francia)
-Publicado originalmente en AGIR, Revue générale de stratégie, No. 3, marzo de 2000. Traducción del francés por Massimo Modonesi.

ESPERO LA PRESENTE LECTURA HAYA LOGRADO SU EFECTO PRODUCTIVO. QUE LOS "DETECTORES DE NABOS" SEAN MENOS NABOS, ZAPALLOS, ZANAHORIA O CUALQUIER OTRA VERDURITA DE POTRERO.

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mi culpa
Por Lali Huerta - Tuesday, Sep. 14, 2004 at 9:42 AM


"Africa se desangra y no somos inocentes"

vivo en un pueblo de 8.000 habitantes de la provincia de Formosa, ¿me podria explicar algun exegeta del texto de arriba cual es mi culpa o responsabilidad en la tragedia de Africa?.

Me parece que mucho de lo que dice ese texto vale para los franceses (y para algunos mas que otros) solamente.

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Chau
Por Laura - Tuesday, Sep. 14, 2004 at 9:52 AM


si, decepcionada con vos.

Ambientalista o ecologista yo?, no se contestarte, son categorias que manejas vos y no quisiste (no entiendo porque) o no pudiste (si creo entender porque) contestar mi pregunta "Me podes dar las caracteristicas que diferencian a los ambientalistas de los ecologistas" definir cada categoria. Hayas no querido o hayas no podido no quedas bien parado ante mi mirada, no digo mal parado desde un punta de vista intelectual sino desde un punto de vista etico en relacion a como te relacionaste conmigo. Aprovechaste mis preguntas para escribir lo que querias y expresarte pero a mi, como persona que te preguntaba, me ignoraste.

Chau

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Desvirgarse
Por para Laura - Tuesday, Sep. 14, 2004 at 1:57 PM

Laura, con perdon de la palabra te digo que me parece que sos muy tierna en discusiones y que jamas habias topado con alguien como Burkina, con el tiempo los iras reconociendo y, creo, llegaras a la misma conclusion que llega la mayoria: no dialogan y establecer una discusion con aquellos que confunden el modelo (su modelo para colmo) con la realidad no tiene sentido y es solo darles pie para que larguen su eterna cantinela de hiperclaros.

Creo que Burkina no va a contestar tus preguntas. Con mas tiempo te doy mi respuesta, no se si sera lo mismo que piensa Burkina pero yo tambien diferencio "ambientalistas" de "ecologistas", lo que si no te puedo dar nombres de grupos porque no conozco tanto.

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Petitorio para legisladores de la Cdad de Bs As
Por Petitorio - Tuesday, Sep. 14, 2004 at 5:16 PM

El jueves se vota un proyecto por la forestación con especies autóctonas en la Ciudad de Buenos Aires.

Adjunto la dirección de los legisladores y mas abajo el modelo de carta.

_________________________________________
Listado de mail de legisladores de la Ciudad de Buenos Aires.

dmouzo@legislatura.gov.ar, lamoresi@legislatura.gov.ar, mmorando@legislatura.gov.ar, smolina@legislatura.gov.ar, gmichetti@legislatura.gov.ar, jomercado@legislatura.gov.ar, fmelillo@legislatura.gov.ar, smajdalani@legislatura.gov.ar, jlynch@legislatura.gov.ar, edborocato@legislatura.gov.ar, slarufa@legislatura.gov.ar, nlaporta@legislatura.gov.ar, dkravetz@legislatura.gov.ar, rherrerabravo@legislatura.gov.ar, agonzalez@legislatura.gov.ar, mgodoy@legislatura.gov.ar, jpgiorno@legislatura.gov.ar, ferrero@legislatura.gov.ar, cferrero@legislatura.gov.ar, ifariasgomez@legislatura.gov.ar, setchegoyen@legislatura.gov.ar, mestenssoro@legislatura.gov.ar, jorgenriquez@legislatura.gov.ar, sadosch@legislatura.gov.ar, tdevoto@legislatura.gov.ar, rdevoto@legislatura.gov.ar, jdegiovanni@legislatura.gov.ar, sadeestrada@legislatura.gov.ar, roycortina@legislatura.gov.ar, alcaruso@legislatura.gov.ar, ribusacca@legislatura.gov.ar, fcantero@legislatura.gov.ar, mborrelli@legislatura.gov.ar, hbidonde@legislatura.gov.ar, mbianchi@legislatura.gov.ar, dbetti@legislatura.gov.ar, pbertol@legislatura.gov.ar, sbergenfeld@legislatura.gov.ar, abello@legislatura.gov.ar, bebaltroc@legislatura.gov.ar, caraujo@legislatura.gov.ar, cameijeiras@legislatura.gov.ar, despacuna@legislatura.gov.ar

_________________________________________
Estimados Sres.:

Dado que se está por debatir el Proyecto de forestación con especies
autóctonas en nuestra ciudad de Buenos Aires, les envío este pedido
a favor del proyecto. Escribo desde mis propias vivencias como ciudadana y habitante de esta tierra y con conceptos y
datos del investigador y especialista en plantas autóctonas, el Prof. Ricardo Barbetti.

Por qué forestar con plantas autóctonas de la ciudad de Bs. As.?

Es útil, hermoso y bueno usar especies autóctonas en el arbolado y
parquización porque ellas forman parte (desde hace millones de años)
del ordenamiento natural de nuestra región.



Porque es el único modo de que vuelva el paisaje típico de cada
región (lo ideal es que en cada región del país se foreste con autóctonas) y con él, la hermosa variedad de pájaros de nuestra región que comen sus frutos (las especies exóticas los alejan porque no constituyen su comida. Solo sobreviven en las ciudades gorriones y palomas, que son plagas).




Porque el paisaje de cada región está grandemente formado por su
Naturaleza: sus árboles, que le dan sus colores y perfumes; sus
aves, con sus cantos. Todo esto forma en grande parte el carácter, el estilo propio de una región (nuestra ciudad, en este caso), lo que la hace diferente de otros lugares en el mundo, lo que cada habitante ama y reconoce como propio, una parte de las vivencias fuertes de un ser humano: su Tierra.
De esta manera, podemos darnos cuenta de que las plantas y árboles no
son
solamente adornos sino que tienen que ver con la experiencia vital
del ser humano.




Porque su mantenimiento es simple ya que todas las características
ambientales son las mejores para ellas en sus lugares de origen.
Esto significa que no necesitan riego, ni poda, ni fertilizantes. Siendo parte del ordenamiento natural de la naturaleza, se cuidan sin que el ser humano las ayude. Sólo debe observarse de NO plantar grandes extensiones con una sola especie, eso favorece plagas y epidemias en las especies. Esto redundará en una mejor calidad de vida para toda la comunidad.




Porque las plantas nativas sirven como alarma ambiental. La fauna y
flora completas de cada lugar indican cuando algo anda mal en el ambiente, antes de que nos demos cuenta por otros medios. Las plantas traídas de otras regiones y las conseguidas por cruzamiento pueden ser más resistentes a las condiciones de una ciudad, pero son menos eficaces como alarma ambiental porque no están en sus regiones de origen y así, sus reacciones son
inadecuadas.

Porque las plantas nativas no se hacen plagas ya que tienen
predadores naturales (pájaros e insectos que comen parte de sus frutos, semillas).
Las plantas exóticas (traídas de otros continentes) crecen demasiado y
se hacen malezas invasoras ya que pueden ser venenosas o incomestibles para los animales nativos.
Por favor, Sres. Diputados, hagan que NO se planten más álamos,
fresnos, plátanos, paraísos y tantas otras especies extranjeras. Hagan que las plantas nativas vuelvan al lugar que siempre les perteneció: estas tierras.
Hacer esto es hacer algo valioso también por nuestra identidad
cultural, algo que los argentinos necesitamos mucho defender en estos
tiempos.


Desde ya, muchísimas gracias.


Firma:

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No es para tanto, che
Por Kenshi Tokitsu - Tuesday, Sep. 14, 2004 at 5:25 PM

Tenés razon, Lali. ¿Cual es nuestra culpa en la tragedia de Africa?. Ninguna. El ejemplo sirve nada mas que para mostrar la responsabilidad del imperialismo y sus mandantes en todas partes, inclusive en Formosa, donde reina una situacion comparable a la de muchos paises Africanos.
Vivimos en un mundo cada vez mas chico y nada de lo que pase en otras partes nos puede ser indiferentes o sin consecuencias mutuas. Hay cosas, como vos decis, que seran validas unicamente para los Europeos, pero la direccion general del texto da las mecanicas y tendencias comunes por las que nos vemos arrastrados a escala mundial.
Y a "Laura" le pediria humildemente no juzgar siguiendo las apariencias virtuales de un medio desencarnado y frustrante que impide muchas veces reconocer las virtudes humanas de cada quien.
Seria una pena que por cuestiones de orgullo dejes de intervenir. En tu lugar yo seguiria el consejo del que escribe arriba. Con el tiempo iras reconociendo a unos y otros. A veces los dialogos empiezan tambien por choques frontales como la suma de ambos y estupidos orgullos que poco a poco la inteligencia va disipando. Eso deseo yo al menos
Que siga la discusion

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mi explñicacion
Por para Laura - Wednesday, Sep. 15, 2004 at 10:33 AM

Laura,

me impuse contestarte lo que no te contesto Burkina; esta es mi idea:

ambientalista: enfasis en la naturaleza en detrimento del ser humano llegado el caso. Omision de criticas politicas al estado de cosas que lleva -por necesidades economicas de la dinamica capitalista con la actual regulacion de la misma, no olvidemos que el capitalismo es una abstraccion, lo que existe es un capitalismo real que es capitalismo+regulacion- a la depredacion del ambiente y pone en riesgo el ecosistema.

ecologista: enfasis en la naturaleza y el ser humano que tambien es parte del ecosistema. Criticas politicas al sistema economico.

Es decir

ecologista = ambientalista + inteligencia (por entender) politica.


esta es mi idea, no se si sera la de Burkina, pero estas diferencias yo las veo.

Claro que hay casos que no puedo explicar, por ejemplo los "deep ecologists" que consideran al ser humano un animal mas que no importa mas que otros componentes del ecosistema e incluso parece que ven con simpatia una eliminacion en masa de los humanos pues los consideran un factor que atenta contra el planeta. Earth First! es uno de esos movimientos. Y lo que no puedo explicar es que esos grupos son los mas antisistema y politizados.

En fin. No soy experto y hasta aqui llego lo que se. Queria cumplir con la expectativa que puedo haberte creado Laura sin vas a pensar que aca son todos unos chantunes.

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muchas gracias "para laura"
Por Laura - Wednesday, Sep. 15, 2004 at 3:38 PM


Gracias por tus definiciones. La verdad es que me cuesta creer que existan ambientalistas, todo lo que pasa se debe a decisiones politicas, las cosas son como son porque -como vos decis- hay regulaciones que lo permiten o, voy mas alla, lo propenden.

Creo que el problema es politico. Vivimos en un mundo en donde las regulaciones son hechas por los regulados, es decir se hacen las regulaciones a su medida. Me refiero al gran capital a las multinacionales a las grandes finanzas etc. El mundo seria muy otro con otras regulaciones y estas deben tener origen y motivacion politica. Puede haber zorros en el gallinero pero permitirles que esten a cargo de las leyes es demasiado... ni siquiera nos quedan herramientas legales para luchar contra ellos! y todo lo que una gallina haga para evitar ser comida esa noche la inculpa!!!. Absurdo!!!.

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¡Apoyen la vuelta de los ecosistemas naturales!
Por Mario - Wednesday, Sep. 15, 2004 at 10:25 PM

es muy piola esa idea

Imaginar a BA poblado de Árbol (Prosopis sp), ceibos, talas, sauces colorados (NO EL LLORON NI EL MIMBRE) y mbuibés...

¡¡¡¡¡ GENIAL !!!!

ESTO TAMBIEN ES LUCHA SOCIAL, NO SOLO EL CORTE DE CALLES.

PARA CONCRETAR ESTO SE NECESITAN VIVEROS, GENTE QUE PLANTE, QUE HAGA CANTEROS, QUE RIEGUE...

TODOS TRABAJOS QUE NO PRECISAN TENER UN TITULO DE DOCTORADO EN INGENIERIA GENETICA PARA HACERSE

Y MUCHO MAS SANO QUE ANDAR REVOLVIENDO TACHOS DE BASURA

Y MIREN QUE A B.A. LE FALTAN ARBOLES DE ACA A LA CHINA...

VALE LA PENA. DENLE EL RESPALDO QUE SE MERECE.

MARIO

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Kenshi Tokitsu
Por Laura - Thursday, Sep. 16, 2004 at 9:51 PM


Kenshi, gracias por tus palabras, no dejare de participar por un Burkina aparecio con su ego pedante dijo lo que se le ocurrio y desaparecio. Entiendo que no todo el mundo es igual e incluso Burkina por ahi tuvo un mal dia y puede dialogar ¿no?.

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Muy bien Mario y Burkina
Por Cupa - Friday, Sep. 17, 2004 at 12:03 AM

Los dos razonamientos se completan. Lei completamente las intervenciones de "Burkina Faso" y no veo en ellas signo alguno de pedanteria o egocentrismo. Interpreta correctamente desde su forma de hacer. Aunque parezca no haber respondido a las preguntas de Laura, a mi entender si contesta màs que ampliamente postulando traducciones politicas organizativas de caras al imperativo ecologista
Mario lo encara de otro modo, aunque en idéntico sentido. El compromiso es ante todo una relaciòn directa con las cosas. Casi siempre tenemos al lado "el pié de arranque" que no vemos. A todo momento podemos actuar generando "politica" desde pràcticas bàsicas al alcance de la mano en las cuales ni se nos habia ocurrido pensar.
saludos fraternos

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definiciones
Por Laura - Friday, Sep. 17, 2004 at 9:22 AM

Hola Cupa,

¿cuales son para vos las definiciones de ambientalista y la de ecologista?, ¿que te parecen las de "Para Laura"?.

Yo no saco mucho en limpio sobre el tema de lo que puso Burkina, me parece mucho discursear generalista y que no respode concretamente lo que le habia preguntado.

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Concretar!
Por Laura - Friday, Sep. 17, 2004 at 9:30 AM

Cupa la verdad que yo no entiendo que quiere decir Burkina. Cuando dije "pedanteria" me referi al hecho de que en vez de contestar concretamente lo que le pregunte me hizo un discurso que no contiene ninguna definicion de las categorias que usa (ambientalista y ecologista) y que yo no se a que se refieren, mucho menos ejemplos de cada grupo, y esa falta la lleno con discursos que mas parece la actitud del pavo real estirando las plumas para seducir a una hembra que otra cosa. La verdad es que no me gustan los "guitarreros" y Burkina parece Parlalanga.

¿Que te parecieron las definiciones de "Para Laura"?¿Cuales son las tuyas?



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Mas humildad y compromiso, Laura
Por Burkina Faso - Friday, Sep. 17, 2004 at 9:40 PM

Cuando intervengo a distancia y con gente de la cual ignoro todo, no acostumbro a estamparle sellos (pedante, pavo real, guitarrero parlalanga y cuantos mas). Reservo tus usanzas para el trato de mis verdaderos enemigos.

Muy curiosa tu forma de pedir definiciones. Firmas "Laura" expresandote como un hombre (guarango) privado de afecto y consideracion. Te lo subrayo ya que siendo mujer no me siento aludida por tu moraleja de los "pavos reales" llamando la atencion de una hembrita.

Si pensas que mi "discurso" no contiene ninguna definicion de las mencionadas categorias ¿porqué no trabajas las tuyas propias y las exponés aca, en vez de estar reclamando por lo que vos misma no sabés hacer?.
No obstante te brindaré un minimo de elementos que espero te lleven a nuevas preguntas.

"Ambientalista" se dice historicamente (en casi todo el mundo) de los que luchan exclusivamente por el medio ambiente sin hacerse cargo de las cuestiones sociales y de clase levantadas por la izquierda. De hecho, el movimiento ambientalista nacio y se desarrollo por fuera de la izquierda, desde la clases pudientes. No es prejuicio mio. Asi fué. Son "ecologicos sinceros" que podras hallar en cualquier partido, de izquierda, de derecha y ultra derecha.

En el ecologismo, o lo que se entiende hoy por ecologia politica y social, hallaras en cambio una infinidad de posturas y sensibilidades, pero todas como expresion de un pensamiento global ( en ruptura con el modelo ) que se integra en menor o mayor grado a la lucha contra el liberalismo y el capitalismo (izquierda critica, libertarios, reformistas, anarkos, alternativos, feministas, comunidades indigenas, ex-comunistas, reformistas, etc... y hasta ex-peronistas como Jorge Rulli)

Como ves, el ambientalista no se identifica obligatoriamente -digo para no ser prejuiciosa - con la lucha de clases o de "géneros" que, casi siempre, le resulta ajena y tan "negativa" como cualquier otra ideologia "venga de donde venga".
Inversamente, los ecologistas politicos son naturalemnte ambientalistas con pensamiento social y de liberacion.

Ahora saca tus conclusiones. Y deci lo que pensas, de una vez por todas.

Pero qué tonta soy. ¡Si ya lo dijiste en tu primer mensaje!. Vos preferis transar y negociar por las buenas, entendiéndote con los depredadores y los mismos hipocritas que destruyen en nombre del bien y la democracia.

¡ Y mas humildad... Arrrrrgentinita !
Te lo dice una Porteñita

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del dicho al hecho
Por Laura - Saturday, Sep. 18, 2004 at 8:30 AM

Burkina, antes que nada te digo que ahora si has dado definiciones y segun tus definiciones me considero ecologista. Como para que veas la importancia que la politica tiene para mi en las cuestiones ambientales esto puse mas arriba (15 de septiembre):

"Creo que el problema es politico. Vivimos en un mundo en donde las regulaciones son hechas por los regulados, es decir se hacen las regulaciones a su medida. Me refiero al gran capital a las multinacionales a las grandes finanzas etc. El mundo seria muy otro con otras regulaciones y estas deben tener origen y motivacion politica. Puede haber zorros en el gallinero pero permitirles que esten a cargo de las leyes es demasiado... ni siquiera nos quedan herramientas legales para luchar contra ellos! y (ademas) todo lo que una gallina haga para evitar ser comida esa noche la inculpa!!!. Absurdo!!!."


Definitivamente no soy ambientalista. Lo que si no soy una persona fundamentalista politica y creo en la democracia. Por eso hablo de negocio y transa y grises: no hay otra opcion en democracia cuando otros sectores tienen otras ideas. Hay cosas que son intransables por supuesto, pero es otro tema.

Etiquetas: coincido con vos en que no hay que estampar etiquetas. Reconozco que elipticamente dije que eras egocentrico ("no dejare de participar por un Burkina aparecio con su ego pedante dijo lo que se le ocurrio y desaparecio") y reconozco tambien que no te conozco como para decir eso, no tengo fundamento para decirlo y retiro lo dicho. Lo dije enojada porque varias veces no habias contestado concretamente lo que te pregunte.


Despues dije "parece la actitud del pavo real estirando las plumas para seducir a una hembra que otra cosa. La verdad es que no me gustan los "guitarreros" y Burkina parece Parlalanga" que no es ninguna etiqueta o sello sino un juicio sobre tu discurso aprovechando mis ingenueas preguntas. Lo de pavo real viene de aspaviento: tome tus discursos como un floreo inutil, un show o algo asi, escribias y escribias y no contestabas concretamente. Me exasperé.


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