Carta del Obispo Pagura a Busch
Por Obispo (E) Federico Pagura - Tuesday, Sep. 28, 2004 at 9:08 AM
fjpagura@hotmail.com

El obispo (e) Federico Pagura remitió una Carta Abierta a George W. Bush teniendo en cuenta que “somos miembros de la misma confesión religiosa, nacida dentro del Anglicanismo del siglo XVIII” pero que “estamos hoy ubicados en las antípodas de una visión ético religiosa de la vida y de esa misma historia que nos está tocando transitar y hacer”

CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE
DE LOS ESTADOS UNIDOS DE NORTE AMERICA
Obispo € Federico Pagura


Señor Presidente George W. Bush

Me atrevo a escribirle esta carta Sr. Presidente porque somos miembros de la misma confesión religiosa, nacida dentro del Anglicanismo del siglo XVIII. Habiendo vivido en medio de las luces y sombras que la revolución industrial arrojaba, en esa hora decisiva de la historia, estamos hoy ubicados en las antípodas de una visión ético religiosa de la vida y de esa misma historia que nos está tocando transitar y hacer. Estudie pues la historia del verdadero Movimiento Metodista, al que usted dice pertenecer, y recuerde la lucha inexorable de Wesley contra la esclavitud, contra el amor al dinero y la práctica de la usura, así como a favor de una genuina defensa y transformación de la vida, en su dimensión personal y social.

Algunos de nosotros somos simples espectadores o actores en el llamado “Tercer Mundo”, o tal vez mejor “el sur que también existe” (conforme a la feliz expresión de uno de nuestros poetas); otros como usted, se han constituido en protagonistas de algunas de las páginas más tristes, bochornosas y sangrientas de esa historia. Páginas que en ésta etapa, se abrieron con el monstruoso terrorismo que derrumbó las torres gemelas de Nueva York, pero se prolongan como respuesta con el horroroso terrorismo del imperio que UD. preside y representa.

Ese terrorismo ya tenía su antecedente en otro 11 de setiembre de 1973, en Chile, que acabó con el gobierno constitucional del presidente Dr. Salvador Allende, y así intensificó la cadena de sangrientas dictaduras en toda América Latina y el Caribe, que nos sumió finalmente, en la larga noche de la ideología neo-liberal, con sus secuelas de desocupación, miseria, involución social, corrupción y violencia sin límites.

Por eso oramos fervientemente por el fin de este atroz y escandaloso período que la humanidad ha tenido que soportar. También rogamos por la iluminación de la conciencia de su pueblo, Sr. Presidente, para que se sacuda al fin de la nefasta doctrina de la “Seguridad Nacional” y de la soberbia imperialista, que van siendo crecientemente repudiadas por la mayoría de los pueblos contemporáneos. Rogamos para que su pueblo, que como nación ha perdido el rumbo marcado por sus próceres más nobles y visionarios, pronto llegue a rechazar, humilde penitencial y definitivamente, esa ideología y esa política. A menos que ciega y tercamente prefiera optar por el exterminio o el suicidio de toda la familia humana.

Mientras tanto, Sr. Presidente, en lugar de persistir en esas mentiras que se han puesto de manifiesto, tanto en la elección presidencial como en su política colonialista, basada en la falsedad y el terror, le urgiría volverse honestamente a las páginas de la Biblia, recordar la palabra aguda y luminosa del profeta Habacuc, cuando dice:
“… ¡Ay de ti, que te haces rico con lo que no te pertenece!
¿Hasta cuando seguirás amontonando las riquezas que tomaste?
Cuando menos lo esperes, llegarán tus acreedores, despertarán los que te harán temblar, y serás despojo para ellos. Las naciones se unirán en contra tuya y te saquearán como tú las saqueaste a ellas. Te harán pagar todos tus crímenes, las violencias que cometiste en el país, contra la ciudad y sus habitantes.
¡Ay de ti, que has llenado tu casa con el producto de tus robos…!
De ese modo has cubierto tu casa de vergüenza, y has causado tu propia destrucción, al destruir a numerosas naciones... Aún las piedras de los muros y las maderas de las vigas gritarán en contra tuya.” (Cap. 2: 6-11).

Y no olvide las afirmaciones de Evangelio cuando advierte:
“No todos los que me dicen Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente los que hacen la voluntad de mi Padre Celestial.” (Mateo 7: 21)
“Bienaventurados los que trabajan por la Paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” (Mateo 5: 9)
Así como la significativa palabra final de la Primera Carta de San Pedro:
“Ya ha llegado el tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios, y si primero comienza por nosotros, ¿Cómo será el fin de los que no obedecen al mensaje de Dios?” (Cap. 4:17)

He tratado de hacer lo imposible, Señor Presidente: dirigirle una carta a UD., cuyo gobierno se ha caracterizado por una invariable arrogancia, una ambición sin medida, una constante belicosidad y hostilidad, y un marcado fundamentalismo religioso. Esas actitudes le han llevado a rodearse de falsos profetas, que dicen; “paz, paz, cuando no hay paz” (Jeremías 6: 14), y a hacer oídos sordos a las mayores voces proféticas de su país. Como Michael Moore (ese genio del séptimo arte, mundialmente reconocido) y las voces más sabias y autorizadas dentro de la iglesia a la cual UD. dice pertenecer.

¡ Qué Dios tenga misericordia de todos nosotros, y por amor a los más pobres, oprimidos y excluidos de nuestra generación, que son los más privilegiados, de acuerdo al evangelio, podamos abrir nuestros ojos y volvernos verdaderamente a Dios, de modo que veamos Su Luz y abandonemos nuestros caminos tenebrosos que solo producen muerte y desolación !

Esa es nuestra oración y nuestra esperanza.

Rev. Federico J. Pagura
Obispo Emérito de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina.

Rosario, Argentina, Setiembre del 2004.+

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