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Santiago del Estero / Sobre la situación política
Por Revista En Marcha 215 - Monday, Oct. 04, 2004 at 9:06 AM

Santiago del Estero / Sobre la situación política

Santiago del Estero ha sido noticia nacional en más de una oportunidad en los últimos meses.
Las masivas movilizaciones del pueblo como reacción a los "crímenes de la Dársena", marcaron un punto de inflexión en la historia y la vida de la Provincia: miles de santiagueños ganaron las calles exigiendo justicia, y enfrentando la impunidad de los sospechosos, ligados al poder local, representado por el régimen juarista.

Paulatinamente fueron tomando estado público y desnudándose 50 años de impunidad y férrea concentración del poder económico y político. Quizás como no haya existido en otras provincias del país,  en Santiago se había instaurado una política represiva y de persecución contra toda forma de oposición, propia de los tiempos de la dictadura, al punto de haberse cobrado las vidas de Iturre (ex gobernador) y del Obispo Gerardo Sueldo, muertos en "extrañas circunstancias". Todo ello en el marco de la implementación del modelo económico neoliberal de la década del '90, conduciendo a la Provincia al atraso durante años, y la mayoría de la población a la pobreza y la exclusión, al hambre, y la emigración permanente (se calcula que un 40 %, o más de los compatriotas nacidos en Santiago, viven en otras provincias) en la búsqueda de trabajo y mejores condiciones de vida.

La crisis política e institucional desatada por el clamor de un pueblo que dijo basta, desembocó en la Intervención Federal que, de la mano del gobierno de Kirchner, tomó nota de la situación, y no sin resistencia de los personeros del juarismo y sus aliados, quienes durante años convivieron con el mismo, a cambio de una porción del monopolio político-económico; fue desandando un camino de debilitamiento de la vieja estructura juarista. Hoy Santiago se debate entre el pasado que se resiste a morir, y lo nuevo que intenta nacer, ese es el significado del proceso abierto desde las masivas marchas a la actualidad, y tendrá un punto de definición en las elecciones convocadas para marzo de 2005.
El pueblo tiene la oportunidad histórica de derrotar un pasado oscuro.




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