Julio López
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Romper con el Cerco Anti-Obrero del Gobierno.
Por O.R.A.-Organización Anarquista Revolucionaria - Monday, Oct. 04, 2004 at 12:03 PM
resistencia_ora@yahoo.com.ar

El Salario Obrero sólo lo puede garantizar la lucha obrera

Mientras que el Gobierno lanza la Comisión del Salario Mínimo Vital y Móvil con la integración de las burocracias sindicales y las Patronales (algo así como una conciliación obligatoria pero para el debate del salario), se multiplican por la extensión del país tanto las luchas obreras, como la creación de las listas sindicales opositoras, que son el correlato político de la lucha económica que la Clase libra.

La lucha fundamental que atañe a la Clase es la respectiva a la solución de sus contradicciones direccionales. El Gobierno de Kirchner, reaccionario y pro-imperialista, se ha mostrado en favor de la continuidad a la cabeza del Movimiento Obrero de las burocracias sindicales, en contrapartida de las respuestas que emanan de la Clase (como producto de la relación entre su vanguardia y retaguardia), o sea, se ha declarado abiertamente en contra del camino que ésta sigue...

¿Por qué se necesitan mutuamente las burocracias sindicales y el Gobierno reaccionario de "K"? Para contrapesar a un enemigo común que es el que representan las tentativas clasistas e independientes que surgen desde las bases.

Ahora, si el Gobierno actual fuera uno de la "burguesía nacional" como se dice, y esto es al precio de su contradicción, mayor o menor, con la intervención odiosa del imperialismo... ¿no debiera recostarse por ello mismo sobre las estructuras productivas internas, esto es, sobre la Clase Obrera...? Por que sabemos que en un país oprimido como el nuestro no existe realmente un proyecto burgués de nación independiente, por cuanto ésta es el resultado de la confluencia de las fuerzas exógenas del imperialismo y las estructuras peculiares integrantes del mismo, en un marco de características objetivas específicas.

Para la solución de las tareas democráticas -por la construcción de un país independiente- se vuelve necesaria la derrota del imperialismo y la construcción del andamiaje productivo interno. Lo consiguiente es la afección de la concatenación que resulta el sistema capitalista/imperialista a nivel mundial (puesto que no está en debate el nivel de interdependencia logrado por la progresión histórica de la sociedad clasista -internacionalizada- en esta etapa).

La pregunta, entonces, más específicamente es: ¿Se puede enfrentar al imperialismo y derrotarlo, con las solas fuerzas de la burguesía? ¡Pues NO! ya que para hacerlo debe acabarse con sus bases de apoyo materiales de intervención y filtración: toda su injerencia económica (y por ello política) dentro del territorio nacional. Allí reside la Clave: se le deben expropiar sus tierras y capital. No nos referimos, mucho cuidado, a la "expropiación" tímida con indemnización de que hacen profesión las burguesías "nacionales" sino que a la más cruda y única real, que corresponde con la utilización de todos esos recursos en abierta ruptura con los lazos de dependencia, para la construcción de las fuerzas nacionales; todo ello sólo se corresponde a su vez con la destrucción de la acción perniciosa del imperialismo.

Si lo fundamental del asunto es el trastocamiento más radical de los principios y fundamentos de la propiedad, a su alienación en función de los intereses de la nación1 toda, cómo pues podemos poner como entente del mismo a una Clase que es su resultante.



Mientras más aténte contra el principio de la propiedad, en este caso específico la del imperialismo, tanto mayor será el triunfo sobre éste y tanto más podremos garantizar las condiciones para la construcción independiente próxima. Esto vuelve imposible la vuelta a la situación anterior en que la burguesía detentaba usufructuosa el derecho de propiedad sobre las amplias masas tanto por el factor político que dicha práctica plantea, como por el económico: el proletariado y las Clases oprimidas necesitarán poner al país de cabeza para confrontar la guerra económica y política que le declaran las fuerzas super-desarrolladas imperialistas; deben, en un acto que es eminentemente estructural, poner en función del programa (sus intereses sociales de Clase) todo el conjunto de relaciones objetivas acumuladas por el capitalismo...

El actual no es un Gobierno de la "Burguesía Nacional", puesto que esto lo pone en contradicción con los intereses del Imperialismo y éste no ha dado un sólo paso en ese sentido. La era de las "Revoluciones Burguesas" ya ha sido dejada detrás en la historia, se transita actualmente la de las "Revoluciones Proletarias".

De considerarse un Gobierno de la "Burguesía Nacional", por otro lado, debiera ser uno también apoyado sobre las estructuras obreras y populares del país: únicas capaces de darle la fuerza de "confrontar" con el imperialismo; pero por el contrario, como señalamos, va en contradicción con la tendencia creciente que muestran las bases, apoyando a las burocracias; al fin y al cabo, la Convocatoria al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil con la integración de la CGT unificada y CTA, no es más que eso.

La Comisión del Salario es una concesión del Gobierno, pero no a la Clase sino que a sus burocracias y por ello mismo en su contra. Se plantea en ella un silenciamiento a las cada vez más fuertes voces que se alzan por aquí y allá, desde las bases, en búsqueda de una política distinta por dentro del Movimiento, so producto de las necesidades aún acusiantes de la Clase, la desilusión con el progresismo hablador pero no accionante de Kirchner y la acumulación de la que se ha hecho y hace la Clase, como cautelosa observadora del proceso precedente.

El "progresismo" de Kirchner, como dijimos en Resistencia N° 14: "...se va apoyando, cada vez más, en las burocracias y direcciones podridas o empalagadas que en las bases populares." O sea, no lo hace sobre la Clase como toda una, como corazón y motor de una reestrcuturación nacional y revolucionaria, sino que sobre sus contradicciones internas (pues no podría ser de otra forma siendo que es un político de la Burguesía). Se apoya sobre los sectores más reaccionarios de nuestra Clase, acentuando nuestras contradicciones en el sentido más reaccionario...: ¡Ese es todo su el alcance de su "progresismo"!

¿Por qué, sin embargo, el Gobierno busca el apoyo de las burocracias? Primero, no olvidemos que él mismo es el producto negativo de la efervescencia de masas desatada con el Argentinazo, condicionado en su constitución misma por el adelanto electoral al que llamó su mentor -Duhalde- cuando las masas le increparon en las calles por las muertes de Kosteki y Santillán. Segundo, por que su debilidad inherente fue la que le planteo, para la solución de los altercados de mando que protagoniza por dentro del Partido hegemónico de los Patrones -PJ-, como escolazo de la crisis intra-burguesa que es, un golpe-efectismo verborrágico/populista -encuestista- para sostenerse y fortalecerse en el poder.

El poder de Duhalde-Kirchner no está tan afectado por la crisis de direcciones que sufre su Clase, donde se le exige mayor diligencia en la aplicación de las recetas regresivas, sino que cada vez mayormente por la posición en que se ha plantado el Campo Obrero y Popular, que ha comenzado nuevamente a movilizarse en pro de sus necesidades. Paulatinamente, mientras que logra reforzar -de las carencias que ha expresado nuestro Campo para construir su dirección- sus estructuras propias, el conjunto de sus contradicciones con el Pueblo se va ensanchando.

El principal termómetro del carácter contra-revolucionario de Kirchner es aquel según el cuál el conjunto de las fuerzas populares en las que busca asentarse, actúan como factor de peso por dentro de sus pujas propias dentro de su Clase en vez de a la inversa, valerse de las contradicciones de esta para desarrollar una alternativa de base obrera (lo que igualmente seguiría estando condicionado por las fronteras ya infinidad de veces señalada de la dirección "nacional burguesa").

Es un termómetro que se fundamenta en las premisas fundamentales de todo Movimiento: el desde dónde y hacia dónde. Kirchner parte de la base social que levantó las banderas del "Que se Vayan Todos" explotando sus contradicciones

internas con un discurso concesivo asentado sobre su carencia direccional, de allí logra una base escuálida de operaciones para sopesar por dentro de las pujas propias de las estructuras de la Burguesía. Va desde la explotación de las contradicciones y debilidades de nuestro Campo al fortalecimiento y reestructuración del de los Explotadores.

La estrategia de escindimiento y división del Movimiento, que propugna el Gobierno con la Comisión del Salario Mínimo Vital y Móvil, lo es también la de la Clase explotadora en función de fortalecer los sectores más conservadores y anti-obreros de la Clase en contra de ésta misma.

Sabemos, nuestra historia bien lo ejemplifica, que en el seno de un sistema fundado en la violencia (explotación/opresión) contra nuestra Clase, no hay otro método de confrontación y victoria que la lucha unitaria, hasta torcerles el brazo. La estrategia de la Clase, entonces, debe fundarse en la construcción de la unidad de todo el Movimiento en la tarea de cavar las trincheras de la resistencia económica y política...

La única forma de arrancar un triunfo, de las sesiones transeras con que llama el Gobierno a nuestras "burocracias" sindicales, es imponiendo la Huelga General hasta triunfar; oponiéndola a la coacción con que los patrones y el Gobierno se sientan a la mesa de negociaciones por el salario, mientras que mantienen a más de 4000 luchadores obreros y populares bajo procesamientos y cárcel, a la vez que sentencia bajas masivas entre los beneficiarios de los subsidios a los desocupados, legitima el empleo negrero de las patronales con la nueva "Reforma Laboral" y devaluando los parámetros de los índices de la ocupación y sub-ocupación y bregando por la re-aplicación de las medidas ultra-represivas como la del Código Contravencional en la Capital...

Un triunfo, sólo puede ser garantizado si el triunvirato de la CGT (principalmente Moyano) y la CTA lo garantizan con el Movimiento Obrero en las calles, "parando el país" (como decía el cacique camionero en el 2000).

La CGT debe cumplir con su promesa de elaborar un plan de lucha por el aumento de los salarios, la baja del IVA, la convocatoria urgente a paritaria y todas las medidas económicas que arrinconan día a día a nuestra Clase, pero lo debe hacer también bregando por el garantizamiento del derecho democrático a la organización de la Clase: exigiendo la amnistía para todos los presos y procesados por luchar, la libertad de trabajo para los puesteros ambulantes y meretrices (afectados por el Código Contravencional de Ibarra/Macri) y la libertad de expresión y protesta (violentadas por las Campañas mediaticas / legislativas / judiciales de la burguesía por todo el país).

Un debate por el salario que no contemple el problema de los aumentos "no remunerativos" y plantee la necesidad de blanquearlos, que no contemple la necesidad de llevarlo a los costos de la canasta básica e indexarlo a la devaluación, que por ello mismo no contemple la desocupación, y necesidad del pleno empleo, sosteniendo la necesidad de la creación del tercer y cuarto turno de trabajo (imponiendo en los monopolios la jornada de 6 hs), la existencia del trabajo en negro y su eliminación... ése es un debate trunco e inservible, que no hará más que sostener la legitimación que se ha hecho de las condiciones negreras/esclavistas que han ido imponiendo los patrones a lo largo de las últimas décadas. Ese debate excluye a las más amplias bases de nuestro Campo y ya no sólo de hecho sino que también de derecho.

Las direcciones del Movimiento, por fin, deben sostener la necesidad de incluir a todos esos sectores en el debate por el salario y trabajo e imponer sus intereses con la Huelga General.

¡La Vanguardia debe hacerse de esta exigencia!


1 Léase pueblo.



Leé y difundí RESISTENCIA -Prensa Obrera Libertaria-
http://orajar.8k.com/resist/resist14.htm

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