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ENCUENTRONACIONAL DE MUJERES. Què momento
Por reenvìo lavaca.org - Sunday, Oct. 17, 2004 at 6:47 PM

“Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro”, cantaban, incansables, las participantes que en el ultimo día del XIX Encuentro de Mujeres en Mendoza. Fue la conclusión colectivo de esos tres días en queVeinte mil mujeres de todo el país pudieron compartir preocupaciones y prácticas.

"Qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro", cantaban, incansables, las participantes que en el ultimo día del XIX Encuentro de Mujeres en Mendoza, tuvieron que interrumpir la lectura de las conclusiones de los talleres por supuestos "problemas de sonido" y "porque se venía la tormenta", que nunca llegó. "Yo las vi a las organizadoras cuando desconectaban los cables", gritaban las mujeres de AMMAR Capital. La indignación se hizo colectiva y de a poco, se fueron yendo todos los grupos porque era la hora de tomarse el colectivo o porque en la plaza ya no había nada para escuchar. "Hasta Mar del Plata", se despedían las mujeres que se volverán a encontrar sólo el año que viene en el próximo Encuentro.
Los dos días de talleres habían parecían haber sido en vano.
Pero no.
A pesar del boicot de la Iglesia, el Encuentro fue un éxito.
Porque se pudo consensuar una postura frente a la situación de las y los presos políticos por reclamar sus derechos.
Porque en este espacio muchas mujeres de provincias lejanas pudieron verse la cara y compartir experiencias. Eso le permite al Movimiento de Mujeres sumar fuerzas.
Porque la insistencia de las católicas en no aceptar el aborto abrió las cabezas para pensar nuevas estrategias. Como la explicada por Claudia Korol: "Repensar los nombres de los talleres para que hayan temas que ya no se discutan".
Porque este fue el más numeroso en la historia de los Encuentro de Mujeres del país.
Se podía ver a muchas mujeres que el 11 de octubre, último nublado día del Encuentro, lloraban de bronca porque no se habían leído las conclusiones de sus talleres. Pero también habían otras que insistieron en que se podían leer igual y pelearon con la organización mendocina hasta que finalmente pudieron escucharlas, a pesar de ya no quedaban mujeres en la Plaza.
Les ganaron también esta pelea.


La apertura
Ni sumisas, ni resignadas
Más de veinte mil mujeres se reunieron hoy en el XIX Encuentro Nacional de Mujeres que esta vez tiene como sede la ciudad de Mendoza y que estará en marcha con talleres y manifestaciones artísticas hasta el cierre del encuentro, el lunes 11 de octubre.
"Queremos demostrar que no somos sumisas ni resignadas; somos las mujeres que salimos a la calle contra la economía de mercado, contra las privatizaciones del Estado, contra los que piensan que más seguridad significa más uniformados. Seguridad para nosotras es trabajo y salud. Somos las que venimos a pedir libertad para los que están presos por luchar por sus derechos". Así comenzaron hoy los discursos del acto de inauguración este mediodía en Plaza Independencia, pleno centro de la ciudad mendocina.
Después de que subieran al escenario dos jujeñas con un obsequio tejido por Romina Tejerina - violada y torturada por su cónyuge, quien sigue presa y procesada por el juez Argentino Juarez por homicidio calificado-, hicieron su aparición las mujeres de una comunidad originaria mendocina: las representantes del pueblo Huarpe que pusieron a la luz su reclamo por la tierra y que más adelante, participaron de uno de los talleres más concurridos de la jornada.
El resto de las oradoras centralizó sus discursos en la criminalización y violencia de las mujeres enumerando casos concretos:
- Alejandra Rodríguez,24 años, procesada por defenderse y defender a sus tres hijos de la violencia ejercida por su marido, tras soportar 10 años de maltrato.
- Arminda, víctima de violencia institucional, quien tras perder un hijo por desnutrición, fue culpabilizada y separada de sus hijos.
- Una joven de 16 años, recluida en un centro de reeducación, por haber matado a su pareja veinte años mayor, después de convivir desde los 13 años.
- Dos mujeres adolescentes, quienes fueron abusadas en el colegio por sus compañeros y luego revictimizadas y culpabilizadas por los directivos y el centro de estudiantes, que no dudaron en salir a defender el prestigio de la institución escolar.
- La penitenciaria de mujeres cuenta entre sus internas con una mujer que purga una condena por haberse realizado un aborto.
Al encuentro llegaron grupos de feministas como Pan y Rosas, RIMA, el Equipo de Educación Popular de Madres de Plaza de Mayo, obreras de la recuperada Brukman, de la Clínica Junín, Barrios de Pie y la Red de Mujeres Solidarias, entre otras. Pero al igual que el año pasado en Rosario, fue notable la mayoría de mujeres piqueteras de todo el país.
La Plaza repleta de mujeres que iban y venían empezó a desconcentrarse bajo el rayo fuerte del sol de las dos de la tarde mientras todas, programa en mano, decidían a cual de los 51 talleres concurrir.

Se iniciaron los talleres y el ánimo de la fiesta inaugural ya no se sentía en el aire: los debates tradicionales por la despenalización del aborto y las diferencias políticas empezaron a saltar y se largaron las discusiones:
En el taller Inseguridades, Impunidad y Derechos vulnerados todo transcurría mal, pero en calma: tres chicas opinaban que los policías también eran seres humanos que se equivocaban y que así como habían buenos, habían malos. Otras les contestaba a los gritos: "Pero los policías tienen armas, si se equivocan te matan. En cambio, si se equivoca un abogado, un albañil, te pueden joder, pero no es lo mismo". Erica De Ibarreta -a cargo del taller de periodismo en la Villa 1-11-14 que queda en el bajo Flores- trataba de encauzar el debate: "La discusión es sobre la institución policial no sobre los individuos, estos conceptos están todos mal. Este taller está mal".
El ambiente ya venía enrareciéndose con los discursos de tres señoras mayores que planteaban que para más seguridad en las calles había que disponer de más efectivos policiales y que eran las madres las culpables de que los chicos anden en la calle delinquiendo. Mientras el resto de las participantes buscaban la mejor forma de decirles que se equivocaban, entró una chica de 26 años con una gorra del Polo Obrero. Estas mismas señoras se pusieron de pie, le obstruyeron el paso y a los gritos, le pidieron que se sacara el gorro. Sino, no pasaba. Las organizadoras y concurrentes varias gritaban también ( "Volvimos a los 70 cuando no se podían levantar insignias políticas"; "qué son ¿policías?", "las que se tienen que ir son ustedes") y así hasta que las señoras demandantes, encabezadas por Lilia Margarita Balent , se retiraron. Antes, Balent dijo: "yo soy del PJ , pero no ando por ahí con la remera..." Luego, acusó que el espacio de las mujeres no debe tener líneas políticas y amenazó con presentar una protesta ante la directora del colegio en el que se hizo este taller.

A su turno, la joven de la discordia, Florencia Costilla, una joven tucumana militante del PO, expuso pedidos concretos: "Sufrimos en Tucumán una grave persecución policial. El móvil de la cana levanta chicos tengan o no documento, estén ebrios o no, sean menores o no. Estos operativos mafiosos tienen que ver con el Código de Contravención aprobado por el gobierno de José Alperovich mediante el que los policías cobran multas de 50 pesos a las personas que se llevan. "Lo único que quieren es recaudar y lo más grave es que esos policías hombres se llevan mujeres y han llegado al límite de manosearlas". El problema, plantea Florencia, es qué hacer ante esto: "Eso deberíamos discutir y no si los policías son buenos o malos porque ellos responden a intereses que son de arriba".
Agregó que en Tucumán, gracias a la protesta, consiguieron que la cifra de chicos desnutridos -que puso en primera plana en todo el país y el mundo a su provincia- disminuyera y sostuvo al borde del llanto: "a pesar de la lucha, aumentó en un 15% el número de prostitución infantil".
El problema de la inseguridad había sido discutido como un problema de falta de empleo por la mayoría de las participantes. Sin embargo, la opinión de Florencia marcó otra línea de debate: "Sí, es cierto que parte de la inseguridad viene de la falta de trabajo, pero es culpa del Estado". En otras palabras, lo resumió Erica: "Si la inseguridad es a causa de la falta de trabajo, estaríamos criminalizando la pobreza y eso es un error. La inseguridad "es" la falta de empleo".

Al mismo tiempo en el taller de Integración Latinoamericana, invitadas de Chile polemizaban con furia sobre si el gobierno de Salvador Allende había sido o no beneficioso. La mayoría coincidió en señalar a Allende como referente de la lucha latinoamericana y la joven que lo criticaba tuvo que bajar el tono de la discusión. Otras jóvenes venezolanas contaron la buena situación en cuanto a políticas para la mujer que viven en ese país y defendieron las decisiones del presidente Hugo Chávez en cuanto a la política integracionista que demostró con Brasil y Argentina y, a la vez, contra el imperialismo norteamericano.

Al mismo tiempo, en un taller sobre Aborto, se avanzaba con entusiasmo en redactar estrategias sobre educación sexual en las escuelas y sobre cómo debería ser un posible proyecto de despenalización para presentar a las autoridades. Pero la tarea se vio interrumpida cuando, de pronto, les avisaron que en el curso del al lado "se estaban matando". Eran las mujeres católicas que discutían con las feministas tradicionales, a los gritos. Apenas si se distinguían algunas frases en medio de una masa de sonido deforme: Sin embargo, los cantos de "si el Papa fuera mujer el aborto sería legal" superaron en intensidad a la música episcopal de las mujeres que, entre aleluyas, gritaban "asesinas".

Alrededor de las 18, con todas las mujeres de vuelta en la Plaza, se presentaron algunos espectáculos folclóricos que oficiaron de calmantes para los humores tras los debates. Aunque habrá que esperar a las conclusiones de las actividades que se conocerán mañana, al final de la jornada, antes de la Marcha por los calles de la ciudad, para conocer la verdadera intensidad a la que es capaz de llegar este Encuentro.

Los tallleres
Avances y retrocesos
Recorrer las calles de Mendoza en el marco del XIX Encuentro Nacional de Mujeres dejó bien clara la postura que tomaron las autoridades frente a la reunión: miles de carteles con dibujos de niños e inscripciones que rezaban "No les des la espalda" o "Elige la vida" o "Este es nuestro futuro" o "Mendoza por la vida" junto con los graffitis -adjudicados a operativos realizados por la derecha católica- que aparecieron por todas las escuelas en donde se realizaron los talleres: "No a la unión homosexual", "No al aborto", "Asesinas".
Esta clara ofensiva se manifestó también dentro de los diferentes talleres en los que participaron fuertemente mujeres católicas que parecían entrenadas para la ocasión; "El Opus Dei se dedicó durante los últimos seis meses a capacitar a las mujeres mendocinas específicamente para este encuentro", confirma Araceli Pellegrini, trabajadora social y docente que, además, integra el grupo de debate de género La Grieta, en Mendoza capital.
A pesar del boicot repetido en todos los talleres que en este segundo día ya redactaron sus conclusiones, las mujeres de las organizaciones sociales se acercaron más que nunca a las feministas en contra de las católicas y resultó positivo, al menos para que sectores que antes no participaban, aparecieran con fuerza en el centro de las protestas: se trata de transgénero y trabajadoras sexuales que se hicieron presentes para contar sus experiencias.
Alrededor de las 19.30 la tradicional marcha del Encuentro ya estaba en pleno y caminaron las veinte mil mujeres por las calles céntricas de una ciudad que parecía bastante sorprendida con los cantos: "Mujer que se organiza no vuelve más a misa"; "Somos malas, podemos ser peores" y los clásicos "Si el papa fuera mujer el aborto sería ley", entre otros. Todo el tiempo con custodia policial alrededor, más aún cuando la gran movilización pasó por frente a la Iglesia en la que una veintena de feligreses se había congregado para ver pasar a las mujeres. En esta parte el canto cambió por "Ya sabía, ya sabía, a los curas violadores los cuida la policía".
La marcha finalizó su recorrido en la Plaza Independencia, pero antes los grupos kirchneristas Red de Mujeres Solidarias, Barrios de Pie y la FTV, se separaron para seguir un recorrido propio.
La aparición de nuevas sexualidades atravesó este XIX Encuentro en el que participaron varios travestis que irrumpieron como nuevas actrices de los debates y se impusieron. Así lo demostró el caso de Flavia, transgénero que concurrió a un taller y fue discriminada:
"Lo de ayer fue sencillo: una mujer se levantó y me empezó a agredir; se fue y dio un portazo, después se paró otra y me empezó a preguntar a los gritos qué sexo tenía", así empieza el relato de Flavia, una transgénero que trabaja en la Fundación Buenos Aires SIDA y que recibió una invitación para el Encuentro en el que tres mujeres la insultaron y le pidieron que se retirara en un acto concreto de discriminación y maltrato. "La otra mujer me había dicho que ella había venido a una convención de mujeres y que si sabía que iba a estar esta persona venía con el marido". Además de no moverse de su silla, Flavia no abrió la boca para defenderse. Según cuenta, estaba demasiado nerviosa ya que jamás la habían maltratado de esa forma. "Cuando vieron que no me iba se fueron ellas".
En la jornada de hoy, Flavia pudo participar con ideas para el taller y se sintió con un lugar: "Pude proponer en las conclusiones que se dieran talleres de prevención de VIH en los colegios, obligatoriamente. Pero me voy con este trago amargo de la discriminación. Yo me siento una mujer".
La Fundación en la que trabaja reparte preservativos en las calles y dicta talleres de prevención del SIDA en diferentes colegios.
En la víspera del final de este encuentro que cerrará mañana con la lectura de las conclusiones de los talleres, algunas organizaciones hicieron un balance.
Claudia Korol, representante del Equipo de Educación Popular de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo llegó junto a 103 mujeres para participar del Encuentro que, asegura "fue enriquecedor a pesar del boicot concreto de la iglesia".
"Yo creo que el tema de si las católicas deben hacer un taller aparte o no es un debate que a partir de ahora se va a abrir en el Movimiento de Mujeres", sostiene Claudia. Agrega que a pesar de todo "Hay un avance en la conciencia: hay mujeres piqueteras, de empresas recuperadas, prostitutas, travestis, estudiantes, mujeres de los barrios que nos hicieron el favor de reconocernos que estamos todas del mismo lado".
Claudia está convencida de que una buena salida es repensar los nombres de los talleres para garantizar el éxito de los debates: "Este año hubo un avance en los talleres de los que yo participé por el derecho al aborto legal y seguro, que por el título mismo ya no entraba en discusión si aborto sí o no. El objetivo era definir la estrategia para garantizar el aborto legal y seguro. Entonces, hay temas que ya no entran en discusión y de esa manera se consigue que no quede lugar para una acción de sabotaje del Vaticano", afirma.
Claudia, además, asegura que excluír a las mujeres católicas es demasiado complejo: "Entrar en un mecanismo de exclusión es difícil, porque cómo hacés para garantizar una medida que incluya esta amplitud de miles de mujeres que se encuentran y cómo hacés para detectar a las católicas que vienen disfrazadas de amas de casa", explica y concluye con propuestas: "Hay que plantear más claramente las iniciativas, las marchas, los actos, que haya mayor inteligencia de las feministas y que no nos peleemos más por boludeces".
Sol Bajar, representante de la agrupación feminista Pan y Rosas adhiere a las ideas de Claudia, pero además observa que en este Encuentro se lograron imponer con firmeza los temas que proponen desde la organización: "El pedido de libertad por los presos y presas por luchar, el derecho al aborto y los derechos de las mujeres trabajadoras". Agrega que la idea esta vez no fue quedarse solamente con el debate con la Iglesia, sino pensar en que la lucha que dieron los trabajadores hoy presos es la misma que vienen dando las mujeres y que no se pueden plantear estos temas aislados : "Cómo vamos a pelear por el derecho al aborto si tenemos compañeras detenidas, si vamos a ir a hacer un escrache y nos van a detener a nosotras también, nos parece que el tema de las presas es crucial y esa batalla la tenemos que dar acá en Mendoza hoy porque esta provincia es la más conservadora del país, acá es donde más mujeres se mueren por abortos mal hechos y de hecho estamos dando esa lucha", reflexiona Sol.
Sonia, una de las cinco representantes de AMMAR Capital, organización que trabaja con mujeres en estado de prostitución, se hizo presente en el Encuentro para dar a conocer la situación de Carmen y Marcela, dos integrantes de su organización que se encuentran detenidas por manifestar contra el Código Contravencional.
"Como organización no está yendo bien, estamos metiendo el tema de nuestras compañeras detenidas Carmen y Marcela. Hay que poner la represión hacia las mujeres a la vista de toda la sociedad, porque empiezan por nosotras las más vulnerables , las prostitutas, las travestis...", dice Sonia emocionada por el clamor de las mujeres en la Plaza. Además asegura que está contenta porque en estos días, dice, va notando un cambio frente al tema de la prostitución: "Yo he participado de otros encuentros, pero este me ha enriquecido más. Me alegra que haya mujeres que están viendo otras estrategias desde su lugar para ayudarnos en cómo legislar, por ejemplo. Están abriéndose en lugar de señalarnos con el dedo", dice Sonia con la sonrisa más creíble del día. "Además conseguimos imponer el tema de Carmen y Marcela en todos los talleres. Eso a nosotras no hace muy bien", concluye y mientras acomoda las fotos de sus compañeras presas. Y se seca las lágrimas.
Cecilia Merchán, representante de Red de Mujeres Solidarias, dice que su grupo pudo debatir muy bien sobre temas de género y también sobre otras cosas: "Nosotros, por ejemplo, pusimos como elemento de debate cómo empezamos a articular desde el gobierno nacional políticas con organizaciones sociales como la nuestra, que efectivamente efectivicen el cumplimiento de los derechos". A pesar de estar a favor de la liberación de las presas y presos por la protesta social, Cecilia no marca este tema entre los puntos centrales de sus propuestas que trajeron a este encuentro: "Vinimos a debatir con múltiples sectores y a vivir esta experiencia, porque también apoyamos por primera vez a un gobierno. Hoy no estamos paradas desde la oposición, sino que desde un lugar de apoyo a este gobierno y desde nuestro rol como mujeres, queremos desarrollar políticas que nos beneficien", sostiene.
En el cierre de mañana se leerán las conclusiones de todos los talleres y se decidirá la próxima sede de este Encuentro.




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para Claudia Korol Pat Scodland Monday, Nov. 22, 2004 at 3:16 PM