Julio López
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A PROPÓSITO DE LO OCURRIDO CON EL MOCASE
Por GRR - Wednesday, Oct. 27, 2004 at 12:45 PM
rtierra@infovia.com.ar

Las recientes apropiaciones ilegales y violentas de campos por parte de empresarios sojeros, y la posterior detención de campesinos que a lo sumo practicaron una cierta autodefensa, echa sombras preocupantes sobre la realidad que se vive en el área rural de la provincia de Santiago del Estero.



Las recientes apropiaciones ilegales y violentas de campos por parte de empresarios sojeros, y la posterior detención de campesinos que a lo sumo practicaron una cierta autodefensa, echa sombras preocupantes sobre la realidad que se vive en el área rural de la provincia de Santiago del Estero. Pese a las buenas intenciones del interventor Lanusse, quien declaró constantemente que evitaría este tipo de abusos y brutalidades frecuentes durante el depuesto régimen juarista, las agresiones a campesinos han continuado en forma persistente, los desmontes también han continuado, y el imperio de la injusticia de la Justicia santiagueña y de los grupos policiales y parapoliciales no sólo no se ha detenido sino que continúa gozando de gran impunidad.

El Grupo de Reflexión Rural tanto en lo nacional como en su estructura local, ha tenido una presencia activa en este proceso de luchas junto a otras organizaciones ciudadanas y populares, y además ha tratado de acompañar desinteresadamente y desde sus inicios a la intervención Federal, aportando un programa concreto de medidas de saneamiento, de planificación y ordenamiento del territorio y del Gobierno, medidas elaboradas en base a una larga experiencia popular de los compañeros residentes durante siempre en esta provincia, pero también provenientes de las experiencias que el GRR ha ido elaborando en otros lugares distantes donde el desierto verde de la soja transgénica produce similares impactos sobre las poblaciones.

Sin embargo, lamentablemente las corporaciones empresarias han vuelto a ocupar los espacios alrededor de alguno de los funcionarios nacionales, y a la hora de la toma de decisiones del gobierno de la Intervención Federal surge la debilidad de pensamiento y de conducta de una clase política fascinada por los lujos del poder y las alfombras y olvidadiza de la durísima realidad que viven sus hermanos más humildes para quienes deberían gobernar.

Pese a ello, nuestro Grupo de Reflexión Rural tiene esperanzas aún en la reacción de muchos de los funcionarios de la Intervención Federal, porque los sabe personas sensibles. En particular nos referimos al interventor Jorge Pablo Lanusse, quien luego de los desgraciados incidentes que culminaron con detenciones y agresiones brutales hacia los campesinos del MOCASE, ha declarado que "modificará las leyes para evitar se repita esta violencia".

Desde el primer momento el GRR se ha puesto al lado de los compañeros del MOCASE, les ha prestado asistencia física, compañeros nuestros los han visitado en su prisión, y hemos ejercido la mayor presión nacional e internacional que hemos podido para garantizar su seguridad y su liberación. Hoy todos estos esfuerzos se ven coronados por un cierto éxito, debido en gran medida a la movilización popular campesina ocurrida en Santiago del Estero.

Sin embargo y pese a ello, queremos expresar ahora nuestras preocupaciones, y no sólo frente a estas injusticias que han desnudado la distancia real entre las buenas intenciones de la Intervención y la verdadera relación de Poder en que se debate nuestra provincia, sino frente a las amenazas y los desafíos que nos aguardan.

Como se sabe, los empresarios que buscan únicamente el lucro, la mayor parte de las veces no son siquiera agricultores, sino miembros de "Pooles de Siembra", que deciden sembrar soja transgénica para aprovechar las ganancias que les ofrece el mercado internacional. Estos financistas ni siquiera conocen la provincia: simplemente actúan a través de testaferros, de estudios jurídicos y utilizando abundantes dineros para obtener tierras para el desmonte y para la nueva agriculturización del desierto verde de la Soja. Lo terrible es que esas tierras suelen estar ocupadas por campesinos, que viven allí por generaciones y generaciones, pero que desconocen que esas tierras les pertenecen por prescripción veinteñal. Una mafia enquistada en la Administración provincial facilita la acción de estas corporaciones. Así obtienen Títulos de Propiedad “legales” quizá pero ilegítimos y se presentan con órdenes de jueces para echar a los campesinos de sus tierras ancestrales, teniendo estos nuevos parias desarraigados que sumarse a los desocupados y juntadores de basura en los suburbios de pobreza de las grandes ciudades. Tengamos en cuenta que los campesinos organizados en el MOCASE que resisten el apoderamiento ilegal y violento por parte de estas bandas policiales y parapoliciales configuran una valerosa y extraordinaria excepción entre muchos otros miles de campesinos que padecen cada día la expulsión de sus tierras sin tener cómo defenderse.

Otro recurso al que apelan los sojeros es incendiar los montes, con toda la enorme vida que contienen: personal foráneo al servicio de las mismas corporaciones pega fuego a los árboles del monte, montes y bosques que trabajosamente han crecido luego de la última depredación forestal practicada por los ingleses desde finales del siglo pasado hasta no hace muchos años. Lo incendian con sus animales silvestres, muchos de ellos especies en vía de extinción, que mueren achicharrados por la criminalidad de un capitalismo globalizado que arrasa con la biodiversidad y con la vida. Finalmente, y luego de la quema, vienen las máquinas topadoras, que con un mínimo personal, convierten lo que antes era un monte agreste, vibrante de ruidos, de zumbidos y chirridos naturales en tierra yerma, para que al fin todo se convierta en un páramo silencioso, verde pálida: del color de la soja.

El Grupo de Reflexión Rural hace un llamado a todas las personas de buena voluntad de Santiago del Estero, de la Argentina y también a los seres solidarios en el mundo entero, para evitar que las tierras de Santiago del Estero sean nuevamente convertidas en campos de violencia y destrucción de la vida campesina. No existe como tantos propugnan, la más remota posibilidad de un modelo de Soja Sustentable que sea capaz de respetar el bosque y pueda convivir con las comunidades locales. Es tan sólo un engaño de las multinacionales de la Biotecnología y una fantasía de ciertas ONG Europeas que ansían reconciliarse con los grandes proveedores de fondos. El rol de país productor de forrajes transgénicos que se nos ha impuesto, conlleva el destino inevitable de la extinción de las culturas ancestrales por el despoblamiento masivo de las zonas rurales, la extinción de la vida campesina y el hambre de las poblaciones. Contra todo ello estamos luchando, y porque pretendemos refundar la Nación en Soberanía y Justicia Social.

GRR Grupo de Reflexión Rural
http://reflexionrural.galeon.com
26 de Octubre de 2004

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Buenas intenciones Chuni Wednesday, Oct. 27, 2004 at 1:18 PM