Nota del editor de Global
Research:
Llamamos la atención de nuestros lectores sobre este importante artículo de
Wayne Madsen. Según las fuentes de la Casa Blanca citadas por Madsen, la
administración Bush tiene la intención de comenzar “una peligrosa guerra con
Irán antes de las elecciones y temen que una acción semejante provocará
funestas consecuencias para todo el mundo. Las fuentes también informan que se
ha preparado un borrador de un propuesto discurso televisado de Bush a la
nación para explicar el ataque”.
Las implicaciones del informe de Wayne Madsen son de gran alcance. Ataques
de precisión contra Irán – con la participación directa de Israel. – podrían
provocar una extensión de la guerra a toda la región de Medio Oriente. Según
un artículo reciente en Los Angeles Times, “Israel puede tener a Irán
en su mira... Si la diplomacia falla, el Estado judío podría recurrir a los
militares para atacar cualquier programa de armas nucleares”. El gobierno de
Ariel Sharon no dudaría en lanzar una operación militar, si Teherán se negara
a cerrar su instalación de enriquecimiento de uranio. Sobra decir que este
guión de la participación militar israelí es planificado en estrecha
coordinación con el Pentágono.
23 de octubre de 2004.
Según personas informadas de la Casa Blanca y de los círculos gubernamentales
en Washington, la administración de Bush, preocupada por una posible derrota en
la elección presidencial, ha hecho planes para lanzar un ataque militar contra
la máxima dirección islámica de Irán, su reactor nuclear en Bushehr en el Golfo
Pérsico, sus objetivos nucleares clave en todo el país, incluyendo la principal
instalación subterránea de investigación en Natanz en el centro de Irán y otra
en Isfahán. Los objetivos del ataque planeado por EE.UU. incluyen, según los
informes, mezquitas en Teherán, Qom e Isfahán donde es de conocimiento de EE.UU.
que se encuentran los principales ulemas de Irán.
El plan de ataque contra Irán fue, según los informes, elaborado después de
que sondeos internos indicaron que si la administración Bush lanzaba un llamado
ataque contraterrorista contra Irán unas dos semanas antes de la elección, Bush
tendría segura una victoria aplastante contra Kerry. Informes sobre un ataque
preventivo contra Irán llegan junto con preocupaciones de una serie de
observadores políticos de que la administración Bush podría tramar una “Sorpresa
de Octubre” para influenciar el resultado de la elección presidencial.
Según fuentes de la Casa Blanca, el portaaviones USS John F. Kennedy fue
llevado al Mar de Omán para coordinar el ataque contra Irán. El secretario de
defensa, Donald Rumsfeld, discutió el papel del Kennedy en el ataque planificado
contra Irán cuando visitó el barco en el Mar de Omán el 9 de octubre. Rumsfeld y
los ministros de defensa de los socios en la coalición de EE.UU., incluyendo a
los de Albania, Azerbaiján, Bahrein, Bulgaria, República Checa, Dinamarca,
Estonia, Georgia, Hungría, Irak, Latvia, Lituania, Macedonia, Mongolia, Polonia,
Qatar, Rumania y Ucrania discutieron brevemente una visión a “muy alto nivel” de
posibles operaciones militares por doble vía paralela en Irán e Irak en una
“sala de guerra” especial establecida a bordo del portaaviones. El principal
aliado de EE.UU. en Irak, el Reino Unido, no asistió a la sesión de
planificación porque se dice que no está de acuerdo con un ataque militar contra
Irán. Londres también sospecha que EE.UU. desea transferir tropas británicas de
Basora en el sur de Irak al área de Bagdad para ayudar a reprimir un
recrudecimiento de la violencia chií en Sáder City y otras áreas chiíes en el
centro de Irak cuando EE.UU. ataque a Irán, así como para preparar el camino
para un ataque militar de EE.UU. a través de la frontera iraquí-iraní con la
intención de asegurar las inmensas instalaciones petroleras iraníes en Abadán.
Los aliados de EE.UU. Corea del Sur, Australia, Kuwait, Jordania, Italia,
Holanda y Japón también fueron excluidos de las discusiones de planificación en
el USS John F. Kennedy por su presunta oposición a todo ataque contra Irán.
Además, Israel ha recibido de Estados Unidos 500 bombas “revienta búnkeres”.
Según fuentes de la Casa Blanca, la Fuerza Aérea israelí atacará la instalación
nuclear de Irán en Bushehr con las “revienta búnkeres” de EE.UU. en tres olas, y
la protección mediante interferencia de radar y comunicaciones sería asegurada
por AWACS de la Fuerza Aérea de EE.UU. y otros aviones de EE.UU. en el área. La
acción militar preventiva conjunta EE.UU.-israelí contra Irán fue ideada por el
mismo grupo neoconservador en el Pentágono y la oficina del vicepresidente Dick
Cheney que preparó la invasión de Irak.
La moral a bordo del USS John F. Kennedy está en su punto más bajo, algo que
puede ser atribuible al conocimiento de que el barco se verá involucrado en una
extensión de las acciones militares de EE.UU. en la región del Golfo Pérsico. El
oficial al mando de un escuadrón de F-14 Tomcat fue relevado de su puesto por
una supuesta “indiscreción” durante un permiso en tierra en Dubai y hace dos
meses el comandante al mando del Kennedy fue relevado por causa justificable. El
Kennedy está en la región del Golfo junto con el Grupo Expedicionario de Ataque
Essex, que consiste de la Unidad Expedicionaria 31 de la Marina que se encuentra
a bordo de los navíos USS Essex, USS Juneau, USS Harpers Ferry, USS Mobile Bay,
USS Hopper, y del USS Preble.
La filtración de la Casa Blanca sobre el ataque planificado contra Irán fue
adelantada por preocupación de que los técnicos rusos presentes en Bushehr
pudieran ser matados en un ataque, resultando así en una confrontación nuclear
más amplia entre Washington y Moscú. Representantes de la Organización
Internacional de Energía Atómica se encuentran también presentes en la
instalación de Bushehr. Además, un ataque inmediato con misiles balísticos
Shahab iraníes contra Israel desestabilizaría aún más Medio Oriente. Las
filtraciones de la Casa Blanca sobre el ataque preventivo podrían haber sido
provocadas por advertencias de la CIA y de la Agencia de Inteligencia de la
Defensa de que un ataque contra con Irán escalaría fuera de control. Círculos de
inteligencia informan que ambas agencias de inteligencia se oponen abiertamente
a la Casa Blanca de Bush.
Fuentes de la Casa Blanca también afirmaron que estaban “aterrorizadas” por
la posibilidad de que Bush inicie una peligrosa guerra con Irán antes de la
elección y temen que una iniciativa semejante tendría consecuencias nefastas
para todo el mundo. Las fuentes también informan que se ha preparado un borrador
de un propuesto discurso televisado de Bush a la nación para explicar el
ataque.
23 de octubre de 2004
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Wayne Madsen es un periodista de investigación de Washington y editor
colaborador de Global Research. Sirvió en el Consejo Nacional de Seguridad (NSA
por sus siglas en inglés) durante la administración Reagan y escribió la
introducción de “Forbidden Truth”. Es co-autor, con John
Stanton de "America's Nightmare: The Presidency of George Bush II." Su
próximo libro se intitula: "Jaded Tasks: Big Oil, Black Ops, and Brass Plates."
Su correo es: Wmadsen777@aol.com
http://globalresearch.ca/articles/MAD410A.html