Los desafíos que afronta el F.A.
Por El Militante -
Sunday, Oct. 31, 2004 at 7:03 PM
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Los desafíos que afronta el F.A. uruguayo desde una perspectiva marxista.
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El Militante nº 10
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Elecciones presidenciales en Uruguay
|
Los desafíos que
enfrenta el Frente Amplio |
Autor : Demian
Marcos Fecha : ( 27-Octubre-2004 ) Categoria : Internacional
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l 31
octubre será un punto de inflexión en la historia del Uruguay. Por
primera vez el Frente Amplio, la organización tradicional de la
izquierda, conseguirá llegar al gobierno de la mano del voto de
trabajadores y pobres del país. Y lo hará según todas las encuestas,
en primera vuelta y con mayoría parlamentaria. El reinado
blanco-colorado, los dos partidos que encarnan los intereses
directos de la clase dominante y del imperialismo, sufrirán una
derrota humillante.
Es un dato revelador que la
prensa burguesa en Uruguay y en el mundo acepte desde el vamos un
triunfo del Frente, reconociéndole un apoyo en las encuestas que
oscila entre el 48% y el 54%, mientras que los blancos estarían en
el 28% y colorados en el 11%. Incluso si se llegara a segunda
vuelta, el Frente tendría más posibilidades de ganar que los dos
partidos de la derecha juntos.
El triunfo del
Frente Amplio
Sin embargo el más que posible
triunfo del Frente en las elecciones no puede explicarse
desconociendo el periodo de luchas anteriores, las 6 huelgas
generales, el triunfo del referéndum contra la privatización de
compañía estatal de petróleo, Ancap, y el descontento que anida en
las masas contra la política capitalista de Batlle. Los trabajadores
no son neutrales en un proceso polarizado a izquierda y derecha. En
primera instancia el dilema es claro: acabar con los gobiernos
patronales que llevaron a que cerca del 50% de la población esté
desocupada y subocupada y la desnutrición infantil alcance el 38% en
el interior y en los alrededores de Montevideo. La continuidad de la
derecha es para las masas trabajadoras más de un millón de personas
condenadas al hambre, mientras los bancos saqueadores son
compensados con más de 12 millones de dólares.
Por
eso, para la mayoría de los trabajadores estas elecciones
representan una ocasión espléndida para castigar y acabar con la
derecha tradicional. En lo inmediato, la única opción que ven es
votar al Frente Amplio. Sin duda, el triunfo del Frente no se
materializa por la política que se ha dado la dirección, sino por la
bronca acumulada debajo de la piel de los trabajadores contra las
miserias del capital. Para los de “abajo” el triunfo del Frente no
está relacionado con un ministerio o un puesto en el Estado burgués.
El conjunto de adhesiones y tradiciones que representa a los ojos de
muchos trabajadores, que luchan y votan históricamente por el
Frente, años de lucha política y electoral harán que los
trabajadores depositen sus esperanzas en un gobierno frenteamplista,
con expectativas de mejorar las condiciones de vida y sus salarios.
Por otro lado, que la soberbia congénita de la
derecha uruguaya haya dado paso a la desmoralización, aceptando
anticipadamente la derrota, fortifica aun más la tendencia hacia el
Frente. Pero sus sectores más “inteligentes” ven un gobierno del
Frente como un dique para las masas, y bien quisieran que la
“izquierda” haga el trabajo sucio al capital que no pudo seguir
llevando adelante la derecha.
Las elecciones bajo el
capitalismo, por más democráticas que sean, tienen límites
insalvables. Mientras una minúscula porción de la sociedad tenga en
sus manos y bolsillos las palancas fundamentales de la economía y la
riqueza que los trabajadores producimos colectivamente, nada
fundamental cambiará en nuestras vidas. En el mejor de los casos, se
podrá paliar este o aquel problema particular, pero la desocupación
y el hambre de las mayorías se soluciona en una lucha conciente
contra esa minoría parasitaria capitalista. El problema no es qué
figura está en la presidencia o qué partido, sino qué intereses de
clase encarna y para quién gobierna. El fundamento del apoyo de
masas que recibe el Frente es producto de la bancarrota capitalista
y la esperanza de que con un gobierno progresista “pueda empezar a
cambiar algo”.
Un elemento a tener en cuenta, es que
junto a las presidenciales, se votará un proyecto para preservar el
carácter estatal y público de los recursos hídricos del país, que
anularía tanto las privatizaciones como las empresas mixtas.
¿Qué podemos esperar de un gobierno “progresista”?
A pesar de que comprendemos cuáles son las
razones y esperanzas del trabajador uruguayo para votar al Frente,
no podemos dejar de decir que el programa de gobierno y las
declaraciones de sus dirigentes no ofrecen, ni a larga ni a la
corta, ninguna solución para la acuciante situación de las masas y
del país. Si no hay un cambio en la línea política con una fuerte
participación de las bases trabajadoras, las contradicciones lo
llevarán a realizar todo lo contrario al “Uruguay Productivo” que
reivindica Tabaré Vásquez.
Incluso, si la victoria es
tan abrumadora como parece, no hay excusas para bajar las banderas
históricas que fueron el estandarte del Frente durante años,
suplantadas por un discurso “terso y razonable” de cara al proceso
electoral y al FMI, como cuando se ofrecen “certezas y transmitir
confianza” a los empresarios españoles y no inquietar a las Fuerzas
Armadas por las Leyes de Caducidad que premian con la impunidad a
los asesinos a sueldo de obreros y luchadores. Incluso con la
mayoría parlamentaria, no hay excusas para no “legislar” a favor de
las mayorías obreras y populares, en transformar el parlamento en
una verdadera tribuna para los trabajadores. Con el entusiasmo que
generaría en las filas trabajadoras un gobierno frenteamplista con
una verdadera política de izquierda y socialista, que se base en la
iniciativa y lucha de las masas trabajadoras, se avanzaría en los
graves problemas expropiando las grandes fábricas y empresas bajo
control de los trabajadores, y no para asegurarles condiciones
dignas a los pulpos internacionales y locales, llamando a establecer
alianzas con los sectores “nacionales progresistas” de la burguesía
-un hallazgo arqueológico.
La línea política del
Frente está bastante lejos de esto. Por eso los luchadores obreros y
populares más avanzados tienen un desafío enorme por delante. No se
puede conformar a los empresarios ávidos de ganancias y privilegios,
y al mismo tiempo a los trabajadores. El destino de Uruguay, como el
destino de cualquier pueblo, se decide en la calle, en la lucha de
fuerzas vivas. O seguimos siendo el furgón de cola de la burguesía
“nacional” y nos adaptamos a la maltrecha vida que nos ofrece el
sistema, o impulsamos la lucha consciente de los trabajadores por
transformar la sociedad.
Por un programa
revolucionario y socialista en el Frente Amplio.
La tarea principal de los marxistas es mantener
una relación directa con las masas trabajadoras, para llevar nuestro
programa y perspectivas al conjunto de los trabajadores y oprimidos.
Entendiendo las lógicas expectativas que sobrevendrán al triunfo del
Frente, tenemos que explicar una y otra vez que si no rompemos con
el capitalismo, que si aceptamos el dominio de los ricos y poderosos
a costa de hambre y desocupación, si seguimos aceptando las
imposiciones del imperialismo, nuestra situación será peor que ayer
y mañana peor que hoy. En un sistema que se basa en el lucro
privado, nosotros estamos privados de las condiciones de vida más
elementales. Pero sin nuestro esfuerzo cotidiano, el capitalismo no
mueve ni las hojas de un árbol.
Por eso, marxistas y
luchadores uruguayos tienen el deber de empezar a actuar
consecuentemente. Hay que explicar pacientemente que si la política
del Frente no ataca los privilegios de los grandes capitalistas,
poco y nada quedará para nosotros.
Por eso la tarea
es agrupar a los obreros y jóvenes más avanzados con un programa
marxista que permita luchar consecuentemente y llevar las ideas del
socialismo a los trabajadores que hoy ven al Frente como su
referente político. La propia experiencia y la crítica situación del
capitalismo mundial, harán florecer las mejores tradiciones
revolucionarias en la clase obrera uruguaya. Por eso no hay que
perder el tiempo: Hay que organizar una corriente de izquierda,
socialista y unificada en el Frente y en el PIT-CNT que tenga la
fuerza necesaria para llevar adelante una política socialista y
clasista, con una bandera y prensa propias. La lucha de clases y la
organización clasista de los trabajadores decidirán el futuro de
Uruguay y de América Latina
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PO ANDA A LEER A TROTSKY, SALAME |
TROSTKISTA |
Monday, Nov. 01, 2004 at 11:24 AM |
.. |
copy-paste |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 9:13 PM |
EL Frente Amplio no es un partido nazi!!!!!! |
sectarios |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 9:11 PM |
EL Frente Amplio no es un partido nazi!!!!!! |
sectarios |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 9:11 PM |
EL Frente Amplio no es un partido nazi!!!!!! |
sectarios |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 9:11 PM |
Al PO no le cree nadie con esta posicion |
pego debate |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 8:27 PM |
Al PO no le cree nadie con esta posicion |
pego debate |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 8:27 PM |
URUGUAY: El Mst "explica" su voto por el imperialismo |
PRENSA OBRERA |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 8:15 PM |
Voto critico al FA-EP para derrotar a los viejos partidos que han gobernado Uruguay |
MST-IU |
Sunday, Oct. 31, 2004 at 7:49 PM |
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