Julio López
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ASAMBLEA PERMANENTE DEL PUEBLO EMBERA EN URRÁ
Por cabildos Mayores del Sinú y Verde - Wednesday, Nov. 03, 2004 at 10:55 PM
cabildosmayores@edatel.net.co

Hoy cumplimos 9 días de Asamblea Permanente al frente y dentro de las oficinas de la Empresa Urrá SA. Y dentro de escasos dos día cumpliremos diez años de haber iniciado nuestra lucha y resistencia contra el más monstruoso proyecto emprendido en nuestros territorios ancestrales. Desde entonces, cuando el 4 de noviembre de 1994 realizamos la gran marcha fluvial de más de 600 Emberas denominada “Do Wabura”, nuestros jais y nuestros antepasados nos preguntan en sueños porqué está tan herida y al borde de la muerte nuestra madre naturaleza. Los ancianos vivos todavía no entienden porqué el río se estancó en un gran hueco que nos ha traido enfermedades y sepulto bajo una mortaja líquida la mayoría de nuestros sitios sagrados. Los niños acostumbrados a retozar en las aguas bullosas y claras de nuestros ríos nos miran como pidiendo explicaciones al hecho de que de un tramo a otro el río pasa de ser una corriente, que permite el transporte de una comunidad a otra, a un gran espejo resplandeciente que nos deja casi ciegos y sin posibilidades de navegar con nuestros canoas pequeñas (jambasake).

Señores senadores y ministros, pueblo de Colombia:

Nuestras mujeres ven impotentes el acelerado avance de la desnutrición de nuestros hijos por la perdida de pescado aguas arriba del embalse de Urrá. Nuestros hombres, también impotentes, cada vez deben trasladarse hasta lugares más lejos para poder cazar los escasos animales que la presión de colonos y cultivadores de plantas de terror han dejado.

En toda esta década de agonía hemos visto que las medidas de mitigación que supuestamente emprendió la monstruosa empresa Urrá tal vez sólo ha servido para calmar la conciencia de aquellos que en nombre del desarrollo occidental no les importó para nada nuestra vida, nuestros hijos y nuestra descendencia. Sin embargo hoy les estamos recordando que están y estarán condenados a llevar sobre sus hombros la pesada carga de la práctica desaparición de un pueblo entero lleno de cultura, distinto en sus costumbres pero igualmente digno que se resiste a recibir migajas de un estado y un megaproyecto que siempre les ha dado la espalda.

Al menos a nosotros nos queda la posibilidad de seguir mirando orgullosos el poco paisaje que nos queda, al menos podemos decirle a nuestra madre tierra que la culpa de su destrucción no ha salido nunca de nuestras manos, al menos todavía podemos conversar sin vergüenza alguna con nuestros hijos y ancianos explicando que nuestro compromiso con la naturaleza y nuestra promesa de vida de no quebrantar sus leyes sigue incólume como la sostuvieron nuestros abuelos y tatarabuelos.

Mientras tanto, los funcionarios de Urrá y todos aquellos que ordenaron dañar nuestros territorios, no podrán mirar a sus hijos y explicarles con verdad el atentado, éste mucho más terrorista de lo que cacarean en los noticieros y en la prensa a diario. Pero aun cuando puedan mentirles a sus hijos, no podrán mentirle a la historia y algún día tendrán que explicar de sus propias bocas al país, a nuestro pueblo y al mundo el irremediable daño que nos ocasionaron.

Nuestra Asamblea es un gran grito de interrogación lanzada al viento para que la escuchen en los cuatro horcones de la tierra. Nuestra Asamblea como dijimos hace diez años busca que nuestra voz se convierta en un solo grito. Nuestra Asamblea honorables senadores y ministros es la búsqueda incansable de respuestas a esas preguntas que a diario se aparecen en nuestros sueños y nos acompañan como una gran nube negra a todas partes donde vamos.

Nuestro pensamiento sustentado en Krincha Wandra y nuestra naturaleza madre de Drua Wandra, ha sido herida de muerte y nosotros no podemos responder por un daño ocasionado por las manos de otros. Por eso es que ahora, hacemos estas preguntas en y solicitamos atención del gobierno central para que ustedes nos ayuden a responderle a nuestros antepasados, a nuestros hijos y mujeres y a las improbables generaciones futuras de hermanos que nacerán con una mancha de muerte en sus territorios.

Montería, noviembre 3 de 2004

CABILDOS MAYORES DE RIOS SINU Y VERDE

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