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PATRICIA NINE HABLA ANTE LOS MEDIOS TRAS EL RESCATE.
Por WWW.URGENTE24.INFO - Friday, Nov. 05, 2004 at 3:22 PM
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Patricia Nine habla ante los medios tras el rescate (Imagen NA)
29/10/2004 - 16:14
Caso Nine:
Sospechas sobre posibles fusilamientos y apremios ilegales

U24 publicó ayer una nota sobre las irregularidades cometidas en el operativo de liberación de la joven empresaria Patricia Nine.
Allí adelantamos lo que saldría publicado en la edición actual de la revista Veintitrés. Las sospechas giran en torno a apremios ilegales y posibles fusilamientos por parte de los condecorados “héroes” del rescate.
Osvaldo Seisdedos, hombre de confianza de Felipe Solá y León Arslanián, “un comisario más parecido a la ´Maldita Policía´ que a la pulcra Buenos Aires II que Arslanián intenta crear” y el sargento Ricardo Aquino, quien despertó muchas sospechas acerca de caras propiedades, aparecen como los salvadores. A continuación le acercamos algunos fragmentos de la investigación realizada por el periodista de Veintitrés, Andrés Kipphan, sobre la operación de rescate.

La nota que salió publicada en la revista Veintitrés se titula “El regreso maldito” y fue realizada por el periodista Andrés Kipphan.
El primer héroe del rescate de Patricia Nine al cual refiere es Osvaldo Seisdedos, alias el “killer de Marito”. Marito es Mario “Chorizo” Rodríguez, “hoy está jubilado, pero hace una década era el prototipo del policía duro. (...)
Detrás de Rodríguez asomaba un aprendiz implacable, que se esforzaba por copiar los modales rústicos de su jefe. Su nombre:
Osvaldo Seisdedos.
Su apodo:
el ´killer de Marito´.
¿Hace falta explicar cuál era su rol en la patota policial?”.

Así comienza la nota de Kipphan.
Seisdedos sería el hombre de confianza del gobernador de la Provincia Felipe Solá y el ministro de Seguridad León Arslanián.
“Aquel hombre hoy es la cara del éxito en la resolución del secuestro de Patricia Nine.
Al menos por ahora, Seisdedos es un héroe”.
Respecto al rescate en sí, Veintitrés publicó que sería como “un caso Ramallo que salió bien”, al mismo tiempo que habla sobre la posible existencia de “apremios” y “allanamientos en masa al límite de la ley”.

“Comisario, haga lo que tenga que hacer pero a esta mujer me la trae viva”, le habría dicho Arslanián a Seisdedos, según Veintitrés.
“Los hombres de Seisdedos detuvieron a Ariel `Largo` Karacowickz y Claudio Castaño Pelauf (...)
Fuentes del propio Ministerio de Seguridad reconocieron a Veintitrés que el comisario se excedió en su forma de `interrogar` a Castaño y que esa fue la verdadera razón por la cual el delincuente se habría ´quebrado´ y aportado la dirección donde mantenían cautiva a Patricia Nine (...).

Dicho en criollo:
habría sufrido apremios ilegales”.

Durante la liberación, que habría durado apenas dos minutos, el sargento ayudante Ricardo Aquino se habría tirado sobre Patricia, por dos motivos:
- “Proteger la vida de la víctima
- Y que no observe la forma en que estaba previsto que ejecutarían a los delincuentes, según lo relató a esta revista un comisario de la Bonaerense”.
“En esos dos minutos, los más de 20 uniformados que irrumpieron en la vivienda mataron a Claudio Lezcano antes que pudiera reaccionar.
Pablo Remz se voló la tapa de los sesos antes que la policía lo asesinara.
Según pudo saber esta revista a través de un familiar de los Nine, Patricia observó el suicidio y la forma en que ejecutaron a Lezcano, pero se excusó de dar más detalles porque “se lo prohibió el juez y el fiscal”.

La Side, que trabajó codo a codo en la pesquisa, no estaba de acuerdo en irrumpir en la casa el sábado 23 a las 14.30.
Los agentes de inteligencia entendían que había que esperar hasta tener identificados a todos los integrantes de la banda.
Las autoridades bonaerenses entendieron lo contrario y le ordenaron a Seisdedos armar el operativo”.

Claudio Ramírez, abogado defensor de Carro Córdoba, el supuesto líder de la banda de secuestradores, también habló sobre la sospechosa versión oficial de lo ocurrido.
“Aún no tengo los elementos que obran en la causa ya que hay secreto de sumario, pero mi experiencia me indica que aquí existieron apremios ilegales y la posible ejecución de los delincuentes, o al menos de uno de ellos”, dijo Ramírez.
“El análisis del penalista es coincidente con otras voces consultadas por Veintitrés.
En estricto off de record, ya que nadie se atreve a hablar mal de un procedimiento que terminó con la liberación de la víctima, pusieron seriamente en duda la posibilidad de que en una habitación de cuatro metros cuadrados, invadida por policías armados hasta los dientes, Pablo Remz tuviese tiempo de disparar todas la municiones de un cargador contra los uniformados, volver a cargar el arma y suicidarse.
Si se revisan los primeros cables informativos, la versión original del hecho indicaba que la Bonaerense había matado a los dos delincuentes. Pero la historia fue modificada cuando Nine les dijo a los medios que había visto el suicidio de su cuidador.

El de Nine no fue el primer rescate a sangre y fuego encabezado por Seisdedos.
A principios de octubre, sus hombres también irrumpieron en la casa donde tenían secuestrado al empresario Vladimir Kosir.
En esa oportunidad, los agentes de orden cubrieron el cuerpo del hombre de 73 años vendado y atado a un camastro mientras sus camaradas se tiroteaban con los secuestradores.
Esa vez no hubo condecoraciones para los héroes que se arrojaron sobre la víctima.”
Por otra parte, se levantaron varias sospechas sobre Ricardo Aquino como probable filtro de información utilizada por los captores.
Lo que hace sospechar es el nivel de vida de Aquino.
Según Veintitrés es dueño de una casa de casi $ 200 mil, ubicada sobre la calle Piovano al 3000, y de una camioneta 4 x 4.
Algunos policías le adjudicaron la propiedad de la agencia de seguridad Blood Hound, “algo que Aquino se preocupó en desmentir.
De haberlo admitido, habría sido sancionado por incompatibilidad”.

Como conclusión, publica Veintitrés:
“(...) En medio del secuestro de Nine, y el auge de los secuestros express y extorsivos, la figura de Seisdedos, un comisario más parecido a la “Maldita Policía” que a la pulcra Buenos Aires II que Arslanián intenta crear, aparece como un salvador.
La pregunta que hoy se hacen en la institución es si la nueva metodología adoptada por los funcionarios provinciales, en sintonía con algunos fiscales federales, no todos, es una decisión de Estado o todo terminará en crisis política y purgas masivas si, por algún imponderable, una víctima termina herida o asesinada(...).
Seisdedos todavía debe explicar si participó de la denominada Masacre de Andreani, ocurrida el 6 de noviembre de 1996”.

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