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Sobre la lucha ideológica.
Por Osvaldo Drozd - Thursday, Nov. 11, 2004 at 11:23 PM
osvaldodrozd@hotmail.com

Desde el punto de vista marxista, la sociedad se despliega en una totalidad que es factible de ser analizada en tres planos simultáneos que poseen entre si, relativa autonomía. Es posible analizar la sociedad en sus aspectos económico, jurídico- político e ideológico. Según Marx la estructura económica determina (bedingeng) a la superestructura (uberbau). Esto que se conoció como la metáfora del edificio, se complementa con lo que se conoce como superestructuras complejas, a saber las ideologías. En el Cáp. I del Manifiesto, queda muy claro como Marx y Engels desarrollan la lucha entre el proletariado y la burguesía en esos tres planos exponiéndolos de forma separada. En su carta a Bloch, Engels despliega los tres planos de forma simultanea indicando que lo económico es solamente determinante en última instancia, mientras muestra como los otros planos son dominantes en determinadas circunstancias. De hecho la teoría de la revolución socialista, supone en primer lugar el acceso al poder político para luego construir desde ahí una nueva hegemonía sobre la base de una economía aún retrasada con respecto a la nueva superestructura. La inercia de la determinación en última instancia, hizo ver a Mao Tse- tung la necesidad de encarar la lucha ideológica para profundizar la revolución política, y en esta perspectiva se fundamentó la gran revolución cultural proletaria realizada en China en los años sesenta. Los tres planos si poseen autonomía relativa, es preciso concluir que se desarrollan simultáneamente, que lo económico es determinante en última instancia y que los otros dos aspectos pueden ser alcanzar en determinadas etapas la dominancia. En la Rusia del 17, lo dominante fue lo político, en la China de los 60 lo ideológico. El “pensamiento único” neoliberal impuso a lo económico como dominante, para imponer de esta forma la sujeción de las mayorías a una totalidad desplegada en tres planos. Si tenemos en cuenta la realidad de estas tres subregiones, es preciso especificar los distintos niveles de lucha, la económica, la política y la ideológica. Uno de los fundamentos principales de la lucha teórica ( entendiendo a esta como la lucha por la demarcación de los tres planos) de Lenin fue la que desplegó contra el economismo, delimitando de manera muy precisa la contradicción entre la lucha económica con la lucha política, entre la espontaneidad y la conciencia, articulándolas entre si, siendo esta articulación la base de su teoría de la organización.
En cuanto a la lucha ideológica hubo un marxismo dominante que la dejó de lado, suponiendo a la ideología como simple reflejo de las otras dos instancias, y que por lo tanto en la medida de las transformaciones económicas y políticas la misma se iría transformando automáticamente. Este planteo desconoció el rol a veces dominante de lo ideológico y a su vez su especificidad.
Partiendo de la realidad mundial, que sostuvo la caída de los socialismos reales y el surgimiento de un capitalismo mundializado, se impuso una ideología del fin de la historia, de las utopías y de la lucha de clases, como emblemas de una realidad ya pretérita. Más allá de ser crítico con los regímenes socialistas de antaño, debemos reconocer que esto implicó en las grandes masas del planeta un alto nivel de desacumulación subjetiva, que se tradujo en una derrota de la clase obrera y el campo popular en su conjunto. La continuidad de la lucha de los pueblos perdió como perspectiva al socialismo para anclar en teorías posmodernas como el autonomismo. Hoy más allá de no descuidar la lucha económico- reivindicativa, es muy difícil articular una perspectiva política en tanto hay retraso en la lucha ideológica, que a mi entender se traduce en la teoría marxista como retraso filosófico. En este sentido considero que es necesario poner la lucha ideológica y cultural en la primer trinchera del combate. Esta lucha tiene como blanco las ideas dominantes de la burguesía que se retransmiten en forma ininterrumpida desde los medios masivos, desde las escuelas, retroalimentándose permanentemente en el ida y vuelta de la cotidianeidad social. Es preciso no solamente combatir al trabajo alienado, sino a la vez al tiempo libre alienado, impulsando modelos de organización social que generen otro tipo de actividad, que cuestione al sentido común imperante, el desarrollo de actividades culturales que saquen a las masas del tedio de la TV, que las sujeta a la simple lógica de espectador y no de protagonista, para que liberen su creatividad, al desarrollo de medios alternativos que combatan las ideas que imponen los grandes medios. Sin la construcción de una nueva cultura, que haga que las masas sean protagonistas de su destino, el cambio social se torna demasiado improbable. Descuidar la lucha ideológica y cultural conduce a una concepción donde se espera la irrupción espontánea de las masas para que una vanguardia iluminada y jacobina las conduzca hacia la toma del poder.

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Recomiendo una NUEVA página web
Por uno - Friday, Nov. 12, 2004 at 1:44 PM

http://www.razonyrevolucion.org/

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Muy bueno todo! Sigan adelante!!!
Por uno q visitó la WWW de RyR - Friday, Nov. 12, 2004 at 1:59 PM

a propósito de LA LUCHA IDEOLÓGICA, yo también recomiendo el trabajo de RyR, vean su web!!!

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