| versión para imprimir - envía este articulo por e-mail |
El discurso anti-obrero de Clarín
Por reenvio Clarin -
Friday, Nov. 26, 2004 at 12:12 PM
Este es el discurso progre de "tu libertad termina cuando empieza la mía". Con ese discurso, niega la libertad de los obreros de reaccionar contra la patronal y la burocracia sindical. Mucho más peligroso que una editorial de Julio Ramos o de Eduardo Feinmann.
Ricardo Roa
EDITOR GENERAL ADJUNTO DE CLARIN
rroa@clarin.com
Los derechos son de todos
Probablemente sea inevitable: la huelga en un servicio público afecta siempre a los usuarios. Y nadie debería cuestionar por eso el derecho de hacerla. Pero precisamente porque perjudica a la gente su modalidad debe ser meditada con especial cuidado.
Una de las empresas ferroviarias despidió a un guarda al que acusó de vender boletos que habían sido robados. En protesta, parte de sus compañeros decidió parar y cortar las vías. La interrupción de los trenes derivó en una violenta reacción de los pasajeros contra los huelguistas y en la intervención policial.
Superpuesto con el conflicto con la empresa hay otra pelea de naturaleza intersindical: los huelguistas pertenecen a una seccional opositora a la conducción del gremio. En medio de esta disputa, ya habían cortado el servicio dos meses y medio atrás. Esta vez, la novedad fue que el enfrentamiento se extendió y sus protagonistas fueron los trabajadores en paro contra los trabajadores usuarios, que se encontraron otra vez y de repente sin poder viajar. Como ocurrió en los últimos días con los subtes.
Legalmente, los transportes no son ya considerados servicios esenciales. Lo fueron hasta el último cambio en la ley gremial, que sigue lo establecido por la OIT: se considera esenciales sólo a los que afectan directamente la vida o la seguridad de la gente, como la salud, el control aéreo, la electricidad, el gas y el agua. Pero en la mayoría de los países los servicios de transporte están regulados o autorregulados. Es decir: están definidas qué prestaciones mínimas los gremios deben ofrecer durante una huelga.
Fuera de toda discusión está la obligación del preaviso. Porque el preaviso de un paro no sólo sirve de comunicación a la empresa sino para prevenir a los usuarios y permitirles buscar otra opción. De otro modo, la huelga termina por descalificarse a sí misma y al sindicato o a las agrupaciones que la impulsan.