Julio López
está desaparecido
hace 6427 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Semánticas de dominación
Por Wilfredo Gutiérrez - Sunday, Nov. 28, 2004 at 6:35 PM
bwg2001@hotmail.com

¿EN QUÉ MUNDO VIVE THOMAS FRIEDMAN QUE TIENE UNOS CONCEPTOS DE “NOBLEZA” Y “DECENCIA” TAN EXTRAÑOS?

Thomas L. Friedman es un mal propagandista de lo que algunos estudios han criticado como la “inducción hipnótica” de la propaganda. Me refiero al proceso por el cual los lectores individualmente tenemos que rellenar los vacíos de información que ciertos propagandistas INTENCIONALMENTE excluyen o no nos explican para lograr “efectos hipnóticos” en nuestras conciencias.

Un ejemplo básico de los efectos hipnóticos ocurre cuando el terapeuta o el hipnotizador le dice a su paciente: “Usted sentirá unos sentimientos placenteros en su cuerpo.” Pero no le dice qué es lo que significa con “sentimientos placenteros” y el pobre paciente tiene que rellenar ese vacío de información con lo que tenga o conozca de su propia experiencia de realidad, pero supone que debe ser “algo bueno” porque se lo dice su terapeuta o su adorable columnista del New York Times.

Nadie puede por supuesto vanagloriarse o creerse a sí mismo inmune a propagar efectos hipnóticos en la conciencia de otros. Pero la diferencia fundamental es que, una cosa es cometerlos por las fuerzas históricas del hábito institucionalizado del lenguaje, y otra completamente diferente cometerlos intencionalmente con el objetivo de distorsionar conciencias. O sea, usando rótulos y abstracciones convenientes para manipular percepciones de realidad, y de este modo, preservar las relaciones de dominación ideológica imperantes.

Miremos un ejemplo más familiar. Tomemos la columna “Postcards From Iraq” de Thomas L. Friedman (NY Times, Nov.21, 2004) para ilustrar los efectos perversos de la inducción hipnótica de su discurso.

*** “estamos tratando de sembrar las semillas de un gobierno decente de común acuerdo en un suelo algo muy áspero.” [“we are trying to plant the seeds of decent, consensual government in some very harsh soil”].

¿Qué es exactamente lo que Friedman nos quiere decir con “semillas” y “gobierno decente”? ¿Qué es lo que significa con estos términos? Lo que yo entiendo es que recientemente las fuerzas invasoras en Fallujah han cometido una carnicería humana sin proporciones. Centenares de personas han sido matadas y humilladas a punta de bombas y crímenes de guerra. ¿Son estas las “semillas”? ¿Qué es lo que Friedman entiende por “común acuerdo” en una sociedad donde han masacrado y asesinado a miles de personas precisamente porque no comulgan con su concepto de “bien común”?

Además, ¿Cómo puede el gobierno imperialista de Bush — o sea, el gobierno adorable de Friedman sembrador de “semillas” — ser un “gobierno decente”? Si este gobierno, como lo demuestran sus acciones, no puede por sí mismo ser decente, ¿Cómo puede estar estableciendo “gobiernos decentes” en otras partes del mundo?

*** Estamos intentando “forjar un contrato social” en el mundo árabe, dice Friedman, “que es increíblemente una cosa noble.”

¿Qué es lo que este Señor entiende él mismo, y quiere que nosotros/as entendamos, por “contrato social” y por “cosa noble”? ¿Por qué se toma el abuso de PRESUPONER que nosotros compartimos sus mismos valores y significados paradigmáticos del concepto “contrato social”? Y no satisfecho todavía, lo peor es que PRESUPONGA también que ese “contrato social” es para nosotros una “cosa noble.” ¿”Noble” para quién?

Lo que yo entiendo es que desde los tiempos de “La República” ideal de Platón pasando por Rousseau, Hobbes, y Locke hasta nuestros encantadores días de la “democracia representativa” como la “mejor forma de gobierno,” ningún contrato social ha servido. Todos han sido un fraude. Todos han constituido prácticas sociales profundamente cuestionables por una simple razón: Su carencia de respeto por el BIEN COMÚN.

¿A quién va a embaucar Friedman con sus conceptos de nobleza y decencia tan extraños?

--Wilfredo Gutiérrez
---------/

agrega un comentario