NO APOYARÉ LA CANDIDATURA DE CANTOS
Por Julio Carreras (h) - Monday, Dec. 06, 2004 at 7:57 PM
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Carta a César Eusabio Iturre (h)

Estimado Eusebio:
Luego de un sereno examen de conciencia, he llegado a la conclusión de que no puedo ayudar a José María Cantos a obtener la gobernación de Santiago. El anciano es un pirata de los negocios, sin parámetros legales ni ética, uno de los peores manipuladores de la opinión pública -aparte de no estar capacitado para ninguna otra cosa que el arrebato salvaje de todo lo que se ponga en el horizonte de sus instintos dominadores y posesivos.
Y como te decía, colaborar en llevarlo a la máxima jerarquía de mi provincia, es no sólo renegar para siempre de toda una vida de lucha por un mundo mejor, sino hacerme cómplice de un destino por lo menos tan trágico que el padecido bajo los gobiernos del Proceso y de Juárez. Al menos ambos declaraban tener objetivos políticos e ideológicos para cumplir. Cantos, en cambio, representa el más brutal y primario deseo de llegar al poder por el poder mismo, sin programas ni compromisos, sólo por la ambición desmedida de ejercerlo para bien propio y el de su banda.
Por voluntad propia me acerqué a vos durante el proceso de Reforma de la Constitución, y en nuestra primera conversación -con la presencia de mi amigo Carlos Alberto Zigalini- te manifesté claramente mis propósitos:
1) Reformar la Constitución de Santiago del Estero, para dotar a las generaciones venideras de un marco legal digno, que proteja a los más débiles, que aliente la producción legítima de bienes y el trabajo, que proteja, en fin, nuestra identidad cultural y nuestro patrimonio ecológico.
2) Para ello te manifesté claramente mi aspiración de resultar elegido Convencional Constituyente.
Las razones de mi acercamiento se fundamentaron en ser la Corriente Renovadora la única fracción del justicialismo santiagueño donde alguna vez se respiró un aire de libertad y participación. A diferencia de las otras, fatalmente teñidas por prácticas autoritarias cuando no directamente fascistas.
La degradación del proceso reformista, emanada del seno mismo del poder convocante -la intervención federal- me hizo perder interés en mi aspiración a un escaño constituyente. Pues consideré que luego de la humillante manipulación ejercida por la ONG neoliberal Poder Ciudadano, en alianza con personeros del poder democristiano más retrógrado, participar en un debate donde las pautas esenciales estaban prefijadas, sería aceptar el papel de idiota útil, para el beneficio de quienes jamás hicieron el menor esfuerzo por nuestra provincia, empeñándose en cambio sólo su propio beneficio sectorial. Aunque esto implique poner bandera de remate a cada uno de nuestros valores más sagrados, incluyendo a la población misma, a la cual estos sectores aculturados desprecian.
Pues bien, más tarde recibí la solicitud de tu parte de redactar el plan de gobierno para el área Política Ambiental y tambien Política Cultural. Acepté con agrado, pues no sólo significaba un reconocimiento a una larga trayectoria personal, con logros incluso en ámbitos internacionales, sino la oportunidad de colaborar activamente en un camino que se presentaba como esperanzador para nuestra provincia. Ello con la consigna clara de impulsar tu candidatura a gobernador, dado que en tal caso dicho programa podría efectivamente llevarse a cabo y no resultar sólo un mero ejercicio intelectual.
Las mismas razones que me llevaron a acercarme a vos fueron las que en esta oportunidad me indujeron las mencionadas esperanzas de un Santiago mejor bajo tu gobierno. Estas son las siguientes:
1) Tu compromiso público con la causa de los Derechos Humanos, dentro del cual se sumó el haber sido elegido para la presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, puesto que, según creo, aún ocupas.
2) El dato impresionante de haber padecido en carne propia, y casi desde la infancia, la persecución política y circunstancias que deben de haber influido de un modo crucial en tu vida.
3) Tu actitud política democrática, respetuosa de todos los postulados ideológicos, cordial, tolerante y llena de la mayor predisposición al diálogo, sin rencores ni resentimientos.
4) Tu juventud, cuestión de suma importancia, pues se necesitan muchas energías para emprender un proceso de recuperación para nuestra provincia, y porque los gerontes que hoy continúan postulándose para los principales cargos de Santiago, tienen todos las manos sucias -incluso de sangre- y son co-responsables por la tragedia política y social de nuestra provincia.
5) Por último -aunque de no menor relevancia- el hecho de que no tienes en tu trayectoria política, aún, la menor sombra de corrupción, no has participado de ningún fraude, delito contra la sociedad, ni acuerdo espúreo hasta ahora, a diferencia de todos los políticos con caudal electoral propio que hoy se presentan a la lidia abierta por los decretos de la intervención.

Sin embargo todos estos elementos esperanzadores quedan en un plano de suspensión inquientante, si no en la absoluta inestabilidad prospectiva. La ominosa presencia de Gustavo Ick y su padre, Néstor Ick, como operadores ocultos de toda esta trama política, añade un elemento definitivo a mi voluntad de apartarme de un camino en el cual ha sido instalado, repentinamente, José María Cantos en el sitio donde debería haber estado César Eusebio Iturre, esto es, la candidatura a gobernador de la provincia por el Partido Justicialista.

De acuerdo a datos sólidos y confiables que manejo, el grupo Ick está invirtiendo fondos cuantiosos e ingentes recursos, incluyendo la provisión de camionetas de última generación y recursos técnicos, en los principales candidatos, esto
es Chabay Ruiz, Zamora (UCR)... y José María Cantos. Quiere decir, que si nosotros colaboramos para llevar al gobierno al provecto corsario, no sólo estamos entregando la provincia a un individuo que es el creador de una asociación para el saqueo y la explotación irracional de los recursos de todos los santiagueños, sino contribuimos a reinstalar en un sitio rector a otra pandilla aún más poderosa y peor que la del mencionado pseudoempresario periodistico.
Por si todo esto fuera poco, como miembro de la Comisión Directiva del Círculo de la Prensa de Santiago del Estero, me resultaría imposible apoyar políticamente a quien fuera históricamente denunciado por nosotros, una y otra vez, como un negrero periodístico, dado que ha violado y sigue violando constantemente los derechos más esenciales de los trabajadores de nuestra rama sindical. Asimismo su mentor, Néstor Ick, impulsa una causa judicial en mi contra, precisamente por haber ejercido la libertad de expresión, difundiendo sus negocios ilícitos.
Eusebio, esperando que comprendas mis razones, aunque seguramente no las compartas, te saludo con mi mayor afecto y te deseo el mejor de los caminos para tu vida y el de tu familia.

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