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RIPOLL
Por Pablo Vasco - Thursday, Dec. 09, 2004 at 10:26 AM

Si compartir un cargo de diputada es algo que no se ve todos los días, tampoco es habi tual que un diputado se vuelva a trabajar. Los políticos tradicionales no sólo casi nunca provienen de la clase trabajadora y encima defienden medidas antipopulares, sino que a menudo buscan cómo beneficiarse de su cargo; cómo vivir de la política...


También en esto Vilma Ripoll es un ejemplo de lo contrario. Trabajadora, luchadora. Dirigente de la oposición en su gremio, la Sanidad, una vez que traspase la banca de diputada volverá a su empleo como enfermera en el Hospital Italiano.
Desde hace más de 20 años Vilma trabaja en el Hospital Italiano, que con sus 2.100 trabajadores, es el hospital privado más importante del país. Durante 10 años fue la delegada general. Una vez, inclusive, la patronal la despidió y luego la tuvo que reincorporar al ser votada nuevamente por sus compañeros.
En 1985 Vilma integró la Lista Naranja antiburocrática. En el 90, con la Verde-Marrón, llegó a ser la secretaria gremial de ATSA Capital, hasta la intervención del Ministerio de Trabajo que ordenó Menem. Referente indiscutida de la oposición a la vieja conducción de Daer y West Ocampo, en el 2000 encabezó la Lista Bordó que sacó más del 40% de los votos. A su vez, en el Italiano, en el 2001 resultaron elegidos como de legado y subdelegado general Omar Romero y Abel Falcón, compañeros de la bordó y del MST, y en el 2002 fueron reelectos aún con más votos.
En julio de este año integrando la lista Blanca-Bordó junto a compañeros peronistas y de izquierda, Vilma fue reelegida como congresal de la Federación Nacional, la FATSA. Es, por cierto, toda una trayectoria de lucha. En los últimos años cumplía su tarea de enfermera en la Unidad Coronaria. Cuando asumió como diputada de la Ciudad salió con licencia. Ahora, terminado el mandato, hace lo que corresponde a hacer toda persona normal: volver a su puesto de trabajo.
Como ella misma lo dice, para Vilma Ripoll la vuelta a trabajar en absoluto significa “irse a la casa” ni mucho menos. Todos los que la conocen saben que, desde otro lugar, va a seguir dando todas las peleas gremiales y políticas que estén a su alcance, con la misma fuerza y sin capitulaciones. Así lo demostró estos años siendo diputada y por eso se ganó el reconocimiento de muchísimos luchadores, incluso de otras organizaciones, de mucha gente que así no comparta todas sus posiciones siente respeto por su conducta y su coherencia militante.
Por otra parte, queremos destacar un hecho que quizás no todos nuestros lectores conocen. Durante estos cuatro años en la Legislatura. cumpliendo con su propuesta de rebajar las dietas de los diputados a lo que gana una maestra de doble turno, Vilma siguió ganando el mismo sueldo que cuando era enfermera. La mayor parte de su dieta fue destinada a apoyar las luchas y los fondos de huelga, a las listas gremiales y estudiantiles combativas y a fortalecer la construcción de nuestro movimiento de desocupados, el Teresa Vive, nuestro partido el MST. Es decir, Vilma mantuvo los principios que sostiene nuestra corriente: asumir y cumplir las responsabilidades pero sin privilegios.

Pablo Vasco

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