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GESTIONES EN APOYO DE LA FAMILIA CURIÑANCO NAHUELQUIR POR SUS TIERRAS EN LA PATAGONIA
Por Adolfo Pérez Esquivel - SERPAJ - Friday, Dec. 17, 2004 at 7:07 PM
pueblosoriginarios@serpaj.org.ar

SERPAJ -EQUIPO DE PUEBLOS ORIGINARIOS- Y PREMIO NOBEL PEREZ ESQUIVEL Y SUS GESTIONES EN APOYO DE LA FAMILIA CURIÑANCO-NAHUELQUIR POR SUS TIERRAS EN LA PATAGONIA

He leído atentamente las declaraciones de Mauro Millán, uno de los mapuches que viajara a Roma.

No voy a entrar en la polémica ya que no tiene sentido y considero que es mejor continuar trabajando por los hermanos indígenas, tanto en el país, como en toda América Latina y no desgastarnos en discusiones inútiles que no llevan a nada.

El SERPAJ -Servicio Paz y Justicia- tiene en toda su historia y en sus objetivos desde su nacimiento, hace ya más de 30 años, el acompañamiento y trabajo con los pueblos en el continente y en particular con los indígenas y campesinos, en sus luchas legitimas por la tierra, las identidades culturales, valores y memoria, y en sus derechos, que son violados por los gobiernos, tanto nacionales, como provinciales y por las grandes empresas transnacionales que se apropian con la complicidad de los gobiernos de los recursos de los pueblos. Es una larga historia en todo el continente que es necesario revertir y encontrar los caminos a fin que los pueblos puedan recuperar sus derechos.

El SERPAJ en América Latina, acompaña con su solidaridad y apoyo a los pueblos indígenas y campesinos, en la lucha por sus derechos en los países del continente ; desde México hasta la Argentina. La lucha es una, pero cada pueblo tiene su propio contexto y realidades distintas, de las cuales debemos ser muy respetuosos y son los pueblos quienes tienen que decidir los caminos a transitar.

La situación de los pueblos indígenas en la Argentina es gravísima, y sufren distintos atropellos, violencia policial y de grupos armados, y son expulsados de sus tierras para entregarlas a empresas multinacionales, como en la provincia de Salta, con la Seabord Corporation S.A., que es norteamericana, que compró el ingenio el Tabacal en Salta, a la que el gobernador Romero, con su política entreguista, vendiera incluso reservas forestales, destruyendo la floresta y fauna, y junto con ello quemando territorios indígenas. En Formosa, los indígenas soportan fuertes amenazas y represión, por parte del gobierno provincial. En Jujuy, empresas mineras explotan y saquean el oro en territorios indígenas. En Santiago del Estero, está el MOCASE, movimiento campesino que lucha por el derecho a las tierras. También Misiones, Tucumán. En otras provincias sufren los mismos males, donde los hermanos indígenas y los campesinos son victimas de los intereses de los funcionarios de los gobiernos provinciales y de las empresas.

El problema es en todo el país y en el continente, sobre los cuales no existen políticas nacionales de protección y preservación de los pueblos indígenas y de los campesinos. En este marco se inscribe el caso de la Patagonia y del pueblo mapuche.

El SERPAJ, en todo su trabajo y lucha junto a los pueblos indígenas, jamás asumió actitudes paternalistas. Sí, de solidaridad y compromiso concreto con los pueblos. Basta conocer el trabajo realizado en el país y en toda Latinoamérica.

Con respecto a las tierras en la Patagonia, un juez falló a favor de la empresa Benetton y el matrimonio mapuche, Rosa Nahuelquir y Atilio Curiñanco, fue expulsado por la fuerza. Lo que hicimos fue apoyar el derecho a la tierra de la familia y enviar una carta a Luciano Benetton que publicara el Diario La Republica de Italia, y que tuviera amplia repercusión tanto en ese país como en toda Europa.

Estuvimos, con la responsable del equipo Pueblos Originarios del SERPAJ, Angélica Mendoza, con representantes de las comunidades mapuches y con la familia que fuera expulsada del lote Santa Rosa, brindando nuestra solidaridad y apoyo.

Quedó claro en una reunión que no tomaríamos ninguna decisión sin consultarles y que ellos debían decidir los pasos a seguir. El encuentro fue en la organización Tinkunaku, en la ciudad de Buenos Aires, estando presentes Loncos de diversas comunidades mapuches de la Patagonia.

La respuesta del propio Benetton a mi carta abierta, fue publicada también en el mismo medio de comunicación, y en ella manifestaba su interés por mantener una reunión para encontrar una solución consensuada. Luego, gracias a las gestiones de la representante del SERPAJ en Italia, la Antropóloga Grazia Tuzi, se concertó una entrevista privada con Benetton y por ese motivo viajé a Treviso, sede de la empresa en Italia. Le propuse que se entrevistara con los mapuches a fin de poder resolver el conflicto planteado. Le expresé que al comprar las tierras a la empresa inglesa, Sociedad Argentina de Tierras, también heredaba los conflictos, ya que dichas tierras fueron entregadas por los genocidas -Generales Roca y Uriburu- responsables de la llamada Campaña del Desierto, donde masacraron a los indígenas y se apropiaron de sus tierras.

Le reclamé la devolución de las tierras a la familia mapuche y la reparación a las comunidades. El momento oportuno para organizar el viaje de los mapuches sería durante el Summit de los Nobeles que se reunirían en Roma desde el 10 al 12 de noviembre del 2004. Y que si había acuerdo, se podría ver la posibilidad de lograr el encuentro entre las partes y tratar de llegar a una solución del problema. Para esta oportunidad, Benetton reclamó la presencia de un representante del gobierno Argentino.

Me comprometí a:

1º.- Informar a los mapuches y consultarles si estarían dispuestos a una entrevista con el empresario.

2o.- Hablar con el gobierno argentino y exponerle la necesidad de apoyar una solución y solicitar su presencia en la reunión en Roma, si se concretaba el encuentro.

3o.- Hablar con la Fundación Gorbachev, con la Comuna y el Sindaco de Roma, Dr. Walter Veltroni( intendente), para apoyar la propuesta.

Al regreso a Buenos Aires, la primer medida fue enviar a dos representantes del Serpaj a la ciudad de Esquel a fin de tener una entrevista con los mapuches y exponerles esa posibilidad. Viajaron Angélica Mendoza, responsable de Pueblos Originarios, una persona conocedora y comprometida con los pueblos indígenas en todo el país, y Sara Mamani, de mi Secretaría, con igual preparación en estos temas. Expusieron la propuesta y escucharon la posición de los mapuches quienes, después, finalmente aceptaron viajar a Roma y participar del Summit de los Nobel y entrevistarse con el empresario Luciano Benetton. Frente a esto el SERPAJ asumió el pago del pasaje de avión de uno de los mapuches a Roma, valor que después reintegró la Fundación Gorbachev.

Otras de las dificultades de los mapuches, fue poder obtener a tiempo los pasaportes para viajar; el Serpaj hizo las gestiones necesarias ante las autoridades para que puedan tenerlos en término. Grazia Tuzi en Roma continuó las gestiones con Benetton para arreglar la entrevista, lugar y tiempo. (Los otros pasajes y estadía de los restantes miembros de la delegación mapuche, los asumió la organización italiana Radice)

Al mismo tiempo, se habló con el gobierno Argentino. Informé al Secretario de la Presidencia, Dr. Parrilli y tuvimos una entrevista en Casa de Gobierno, previamente enviada toda la información del caso. Estuvieron presentes el Presidente del INAI, Dr. Rodriguez, la Secretaria del Dr. Parrilli, Dra. Ofelia Cedola, y la Dra. Matilde Morales. La Dra. Ana Chavez, abogada del Serpaj, Angélica Mendoza y Adolfo Pérez Esquivel.

Le expresé la necesidad de la presencia de un representante del gobierno argentino en la reunión de Roma. El Dr. Parrilli apoyó la gestión y recomendó exponerla en Cancillería. Luego, me entrevisté con el Vice-Canciller Dr. Jorge Taiana, para solicitar su presencia en dicha reunión, quien manifestó gran interés en participar pero compromisos anteriores se lo impidieron. No obstante ordenó al embajador argentino en Italia que represente al Estado en reunión con el empresario, los mapuches, nosotros y representantes de la Fundación Gorbachev.

En todo momento los mapuches fueron consultados e informados sobre la marcha de la reunión a realizarse. Angélica Mendoza fue el enlace entre el SERPAJ y los mapuches, y en varias oportunidades conversó telefónicamente con Mauro Millán.

El SERPAJ, tanto a nivel nacional, como en Roma a través de nuestra representante Grazia Tuzi, cumplió paso a paso todos los puntos acordados, tanto con los mapuches, como con Benetton y el gobierno argentino. Nuestro objetivo era lograr la entrevista entre las partes interesadas, a fin de lograr una solución. Por lo tanto los hechos desmienten las afirmaciones de Mauro Millan.

De no estar de acuerdo con mi intervención sólo tenían que manifestarlo en los distintos encuentros y comunicaciones que se tuvieron. En consecuencia no se hubieran presentado en el Summit de los Nobel, en Roma y tampoco hubieran tenido la entrevista con Benetton que gestionamos. Estuvieron de acuerdo en los pasos a seguir y siempre fueron consultados.

Ya en Roma los mapuches estuvieron acompañados por la organización Radice, la cual no conozco ni tengo referencias de sus objetivos y trabajos realizados. No tuvieron ningún tipo de acercamiento para dialogar ni para sumar voluntades a fin de ayudar a resolver el conflicto. Sí pudimos comprobar que hicieron varias conferencias de prensa, previas, atacando a Benetton a pesar de haberles recomendado que tuvieran prudencia para no dificultar la reunión. El empresario sugería suspender la reunión por los ataques de los mapuches en la prensa. Porque en esas condiciones no daría la entrevista. Fueron momentos difíciles, que casi llevan al fracaso tantos meses de trabajo. Pero al fin logramos que se avenga a la reunión.

Grazia Tuzi estaba en permanente contacto con al secretario de Benetton y ayudando también a que no fracase la reunión, estuvo el editor y periodista italiano Gianni Miná, una persona comprometida con Latinoamérica desde hace muchas décadas y que conoce a Luciano Benetton.

Las dificultades no terminaban. Había que buscar un lugar para la reunión sin la presencia de periodistas para evitar interferencias y se pueda dialogar abiertamente. El Sindaco (intendente de Roma), Dr. Walter Veltroni, ofreció el Campidoglio de Roma.

Quedamos con los mapuches en reunirnos en el hotel donde me hospedaba, les pedimos discreción a fin de que la reunión pueda realizarse. Llegaron con su abogado Gustavo Macayo y con Antonello de la organización Radice, presentándolo como su persona de confianza.

Les expuse que ellos tenían que tener claro qué querían lograr en la reunión: si iban a negociar o a confrontar. Que eran ellos quienes debían decidir el curso de la reunión. Nuestra postura era acompañar el encuentro, pero las decisiones estaban en sus manos.

Cuando salimos hacia el Campidoglio, nos encontramos con una manifestación del grupo Radice en la puerta del hotel. No fue respetado el acuerdos de no convocar a la gente ni a la prensa, dada las dificultades planteadas. A nuestro pedido se retiraron. Y la Comuna de Roma envió vehículos para el traslado al Campidoglio.

A fin de hacer éste informe más preciso continuaré en tercera persona.

En la reunión se encontraban: Luciano Benetton su esposa y un abogado de la empresa; el Embajador Argentino en Italia, Dr. Victorio Taccetti; el Sindaco de Roma, Dr. Walter Veltroni, y su presencia solidaria con el fin de apoyar a una solución justa entre las partes; Gianni Miná, editor y periodista; Grazia Tuzi, representante del SERPAJ en Italia, quien fuera interlocutora permanente entre la empresa y el SERPAJ; Rosa Nahuelquir, Atilio Curiñanco, Mauro Millan y el abogado de la familia, Gustavo Macayo, y Antonello, representante del grupo Radice, de Italia. Y los representantes de la Fundación Gorbachev, que también apoyó el viaje y la presencia de los mapuches en la reunión y Adolfo Pérez Esquivel; como representante de Servicio Paz y Justicia y Premio Nobel de la Paz.

Abrió la reunión el Dr. Walter Veltroni, quien expresó su apoyo a la búsqueda de una solución al conflicto a través del diálogo. Cedió la palabra a Pérez Esquivel quien expresó que finalmente se había logrado la reunión entre los mapuches y Benetton quienes, a través del diálogo, tenían la oportunidad de llegar a una solución del conflicto. Presentó a los participantes y destacó la presencia del embajador argentino, que demostraba la preocupación del gobierno por las tierras de esta familia mapuche.

Tomo la palabra Mauro Millan, quien se expresó en el idioma Mapuzungun explicando la cosmovisión que su pueblo tiene sobre la VIDA y su relación con la TIERRA.

Continuó el abogado Macayo sobre la situación generada por las tierras de sus representados, Rosa y Atilio. Posteriormente Rosa Nahuelquir, expresó su dolor y angustia frente al atropello policial que le destruyó la casa, los cultivos y la muerte de los animales. Acusó a Benetton de enviar a la policía para desalojarlos. Los Benetton reaccionaron sorprendidos de la acusación, expresando la mujer de Benetton que ellos no tienen autoridad sobre la policía y el juez, que se ajustaron al derecho y la decisión era de las autoridades y no de ellos.

El empresario expresó que estaba dispuesto a donar dos mil quinientas hectáreas de tierra buena a las Comunidades Mapuches, no a una o dos personas, ya que las tierras debían pasar en propiedad colectiva.

Los mapuches manifestaron que no querian una donación sino la restitución, ya que no les pueden donar lo que es de ellos. Benetton contesta que él no tiene nada que restituir, ya que compró las tierras legalmente y que estaba dispuesto a donarlas. El problema es que en italiano restituir es "robar", por lo tanto no podía aceptar ese término, ya que no había robado nada. Estas diferencias constituyeron uno de los momentos de tensión y el embajador argentino intervino, señalando que el empresario podía donar las tierras al Estado Argentino y el gobierno entregarlas como reparación a las comunidades mapuches.

Los mapuches y su abogado insistieron que ellos querían las 385 hectáreas del lote Santa Rosa, de donde fueran desalojados Rosa y Atilio. El empresario, por su parte, les dijo que si esas tierras estaban dentro del establecimiento de la empresa, no sería posible. Si estaban en la periferia no tenía problema en donarlas, incluidas en las dos mil quinientas hectáreas ofrecidas.

Pensamos que se había llegado a ciertos acuerdos, pero el abogado Macayo insistió en que Benetton tenía dos días para definir las cosas y que se firmase un acta con la firma de todos los presentes como garantía de lo tratado en la reunión. Benetton señaló entonces, que no era necesario porque había dado su palabra frente a testigos responsables y que no se sometería a presiones. La tensión aumentó y los mapuches dijeron que no creían en lo que se decía en la reunión y estuvieron a punto de retirarse de la misma.



LA SITUACIÓN ACTUAL ES LA SIGUIENTE:

Benetton debe definir donde están las tierras que ofrece al Estado Argentino, para que este, las entregue en propiedad comunitaria a las comunidades mapuches.

Recientemente recibimos información a través de la representante del SERPAJ en Italia, Grazia Tuzi, que el empresario informaba que había dado la orden a la empresa en la Patagonia, para determinar las tierras a entregar, y ver si era posible que el lote Santa Rosa, reclamado por los mapuches, se podía incluir en las dos mil quinientas hectáreas.

El gobierno Argentino debe asumir su responsabilidad para el seguimiento y solución del problema de las tierras de los mapuches, en el contexto de los diversos conflictos territoriales existentes en el país. La reparación histórica debe realizarla el gobierno Nacional y el Provincial respectivamente.

El SERPAJ ha cumplido con todos los pasos y compromisos asumidos. Ahora es la responsabilidad del gobierno argentino, de los mapuches y del empresario Benetton.

El problema de las comunidades indígenas es nacional y existe una falta de políticas adecuadas de reconocimiento y respeto a los pueblos.

Los gobiernos provinciales son responsables del despojo a que se ven sometidos las comunidades indígenas. No hay un catastro que determine las tierras, ni a nivel nacional, ni provincial. Los títulos de tierras y las personerías jurídicas de las comunidades deben ser contemplados por los gobiernos a fin de respetar los derechos que determina la Constitución Nacional y el Convenio 169 de la OIT.. Que son sistemáticamente violados.

Para finalizar debo señalar que lo dicho, en particular, por Mauro Millán y el abogado Macayo, no se ajusta a la verdad y que los antecedentes de nuestro accionar son más que claros y concretos. Los ataques que han hecho a quienes intervinimos en apoyar al pueblo mapuche son infundados, desprovistos de solidaridad.

Creo que la soberbia y la falta de respeto a aquellos que han tratado de contribuir desinteresadamente, disponiendo de tiempo, dinero y trabajo, no es justa. No merecen la agresión con que se han manifestado algunos de los mapuches que fueron a Roma con el apoyo del SERPAJ, ni las criticas contra los amigos italianos y argentinos que solo trataron de ayudar.

El Servicio Paz y Justicia tiene una larga trayectoria al servicio de los pueblos y continuará trabajando y apoyando en todo lo que esté a su alcance, para que se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas a sus tierras, a sus culturas, identidad y valores.

Adolfo Pérez Esquivel
Presidente de SERPAJ
Premio Nobel de la Paz

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