Clausuran muestra en Córdoba
Por Hugo Estrella Tampieri - Tuesday, Dec. 21, 2004 at 10:17 AM
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El gobuierno Municipal cordobés, clausuró antews de inaugurarla, una muestra sobre la navidad. Lo hizo cediendo a la presión de un grupo conservador ultracatólico que "patoteo" la inauguración.

La patota clerical ataca de nuevo

Los argentinos creíamos vivir en Democracia, es decir, el gobierno del Pueblo. Una de las características que hacen de la democracia un sistema deseable y estable es la de la igualdad ante la Ley y la responsabilidad de los ciudadanos, y especialmente de los funcionarios.
En ese contexto, hay quienes tienen mayores responsabilidades, por su condición de líderes reales o supuestos. O por gozar de algún tipo de privilegio dentro de esa igualdad generalizada: legisladores, jueces, militares, policías y representantes de algún tipo de comunidad que debe predicar con el ejemplo. Como los sacerdotes, los dirigentes gremiales y políticos, por ejemplo.
Hay sectores que, habiendo disfrutado de privilegios en el pasado, pretenden seguir aferrándose a ellos. Es el caso típico de los Obispos y de la Iglesia Católica Apostólica Romana. Y su tenaz aferrarse a aquellos privilegios, despierta la lógica ira, y desesperación de los ciudadanos. Como si nada hubiera pasado en nuestra historia reciente, como en la del mundo, ellos siguen poniéndose por encima de la Ley cuando esto les conviene, y protegiéndose con ella cuando les reditúa ganancias, sobre todo económicas. Es el caso de las jubilaciones de privilegio, que fueron derogadas de la legislación argentina, salvo el caso de los Sres. Obispos, que gozan de tal privilegio por un veto presidencial aplicado por el muy católico ex presidente Eduardo Duhalde. Pero eso lo esconden o lo olvidan a la hora de vociferar contra los supuestos privilegios de la mal llamada “clase política” cuando profieren sus habituales discursos antidemocráticos.
La aberración de las violaciones y abusos sexuales infantiles, que son moneda corriente en sus institutos, y que fueron motivo de indignación y actuación judicial en todo el mundo, en el caso de Córdoba, y merced a los oscuros entreveros de la sagrada familia Judicial con la santa Iglesia, jamás terminaron en una condena ni en un procesamiento. El famoso caso del padre Walter Avanzini, abusador infantil de Berrotarán y héroe de las cámaras ocultas locales, es una prueba irrefutable de la falta de convicción procesal de los mismos jueces que hicieron una cacería contra un profesor que huyo con una alumna enamorada y a la que ni siquiera manoseo en los días de su frustrada epopeya amatoria.
Las poco claras cuentas del mediático COMIPAZ, receptor de millonarias donaciones del ex presidente Menem, y magnífico pretexto para hacer creer que las guerras de religión no son tales cuando todos los días se cuenta en cadáveres su benéfico influjo, es un patético caso de lo peor del conservadurismo, que aprovecha una causa noble para difundir en las escuelas un mensaje machista, homofóbico y hasta se arroga el derecho de condenar la designación de la jueza Argibay, una impecable defensora de los Derechos Humanos, por el solo hecho de pensar distinto. Vaya concepción de la paz que tiene ese comité, que descalifica al que piensa distinto, que se ensucia las manos con dinero que no le corresponde en su misión pastoral y que proclama un mensaje de dudoso valor pacifista, por no hablar de la principal carencia de la mayoría de los religiosos: la prédica por el ejemplo.
Nada dijeron nuestros representantes religiosos ante la pretendida descalificación que hizo el Obispo de Tucumán al hoy Gobernador de esa provincia por su condición de judío. Nada dijeron de la imposición de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas en Catamarca, ni de la violación de los niños en escuelas y jardines de infantes católicos. Nada hizo el ministerio de Educación, tomado a saco por la Iglesia sobre la clausura que debía caer inexorable sobre establecimientos en los que tales cosas siquiera se sospechar. No. Silencio. Sí vociferaron y lograron censurar la hermosa película “La Ultima tentación de Cristo” de M. Scorsese, clausurar la muestra del magnífico León Ferrari y perseguir al pobre padre Mariani o al padre Aguirre por confesar que son nada más –y nada menos- que seres humanos.
Hoy Córdoba vive el abuso violento de la intolerancia. No ya la contaminación visual de cientos de virgencitas de yeso con sus flores de plástico roñoso en el espacio público que pagamos los católicos, los evangélicos, los ateos o los budistas, contribuyentes en fin. O la imposición de crucifijos que nos anticipan la clase de Justicia que recibiremos en los Tribunales Provinciales quienes alguna vez debamos reclamar o defender nuestros derechos.
Ahora es la Libertad de Expresión, esa que aseguró la Asamblea del Año XIII –por algo condenada por la Iglesia entonces-, es la propia y sagrada base de la sociedad pluralista la que está jaqueada por un cura avinagrado y su patota que pretenden impedir el acceso del público a una muestra artística.
No me hago ilusiones con las autoridades locales. Seguramente su afán de correr con los poderosos, por impopulares que sean, hará que nos priven de ejercer nuestro derecho de personas adultas y ciudadanos libres.
Ya vimos que la pelea política dejó de ser algo por las elevadas causas populares APRA ser una riña de mediocres que ven en el pueblo un conjunto de votantes en lugar de un grupo de personas que piensan, sienten y deciden. Y nuestra libertad, la amada Libertad por la que luchamos tanto y por la que tantos murieron, es la prenda que entregan en esa batalla despreciable. El santurrón ha reemplazado al ciudadano. Y el patotero al pensador. Cierren museos, clausuren cines y vuelvan a imponernos la Santa Inquisición. La hipocresía es hoy, la Ley.
Pero hay quienes no nos contentamos con ser majada, ni queremos pastores. En mi carácter de representante para America Latina de la Unión Internacional Humanista Etica –ONG fundadora del sistema UNESCO-, estoy en posición de presentar recursos ante el Relator Especial de Libertad Religiosa y de Conciencia de las Naciones Unidas. Estoy enviando una presentación fundamentada por estos atropellos, fundamentalmente lo ocurrido en el Encuentro de Mujeres de Mendoza, la agresión y clausura de la muestra de León Ferrari y esta espantosa demostración que hoy nos han dado. Si aquí no hay Ley, y no podemos esperar una justicia en otra vida, haremos valer los tratados Internacionales que son, a despecho de la Curia, Ley Suprema de la Nación.


Hugo Estrella Tampieri
Director Ejecutivo
Asociación de Librepensadores “Deodoro Roca”

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