"Hugo Goldsman" Un militante popular. A 28 años de su muerte.
Por Roberto Goldsman - Tuesday, Dec. 21, 2004 at 4:14 PM
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Hugo Goldsman , Huguito, a 28 años de tu muerte.

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Hace 28 años apareció sin vida en un descampado de Ituzaingó el cuerpo de mi hermano Hugo Alberto Goldsman. El 16 de diciembre de 1976.
Hace unos días encontré en el Juzgado de Transición Nº 1 de Morón, la causa 14/518, con la carátula de "Homicidio", sin autores ni motivos. Preso durante tres años , por la toma de la Facultad de Filosofía y Letras el 25 de Junio de 1969, durante la visita de Nelson Rockefeller. Luego Preso por el Poder Ejecutivo (dictadura de Onganía)
Rindo homenaje a un dirigente estudiantil de los 60 , militante popular , Montonero en los 70. Fotografo del Diario "Noticias". Compañero de Marta Mastrogiacomo (secuestrada y desaparecida el 20 de Octubre de 1976)

Mail de Mario Toer compañero de militancia de Huguito

Con dolor, Roberto Goldsman me confirma lo que había supuesto. Que Hugo Goldsman no está más con nosotros, aunque como pocos, está presente en nuestra memoria. Estuve muy cerca de él en los intensos años de enfrentamiento a la dictadura de Onganía desde el movimiento estudiantil, coordinando los nuris (núcleos universitarios de resistencia) y aprendiendo siempre de él, de su entusiasmo, de su empeño, de su perseverancia y de su audacia, que nunca era irresponsable sino que se sustentaba en el estudio y la reflexión. Creo que el movimiento estudiantil de los ´60 nos ha brindado pocas vidas ejemplares como la de Huguito, como lo llamábamos todos. Cuando el enfrentamiento a la crisis que se agudiza con la muerte de Perón, no coincidimos en los modos de enfrentar lo que se vendría. Me encontró en una marcha en la que protestábamos por el golpe en Chile (donde yo había recidido durante los 3 años del gobierno de Allende) Me abrazó con mucho cariño y siguió hacia la cabeza de una de las columnas. Fue la última vez que lo ví pero jamás lo olvidé. Si alguna vez el movimiento estudiantil rinde un homenaje a los que con heroísmo ofrendaron sus vidas, Huguito tiene que estar en la primera fila.

Mario Toer
Profesor Titular - UBA

Mail de Francisco Pancho Ferrara compañero de militancia y de prisión de Huguito

Roberto:
Tu carta, como es comprensible, me produjo un hondo impacto. Supuse, antes de leer el contenido, que se trataría de la convocatoria a algún acto recordatorio sobre Hugo. No pensé que era, más que eso, un testimonio como hermano hecho desde las vísceras. Desde aquellos años nunca tuve más que noticias fragmentarias, pedazos de relatos sobre la muerte de Hugo, rastros borrosos que hacían que su suerte final se perdiera entre las brumas de un tiempo cada vez más distante y atroz.

Al fin uno se acostumbra a considerar a los muertos por las dictaduras como parte de un torrente, el formado por todos los que dieron su vida por defender sus ideas. Pero así, cuando uno dice "30.000 desaparecidos", por ejemplo, si bien tiene fresca la deuda que algún día habrá que cobrar, también pierde, en esa operación, la dimensión humana personal, la consideración de quién fue cada uno de esos muertos. Sólo de tanto en tanto, a través de una operación semejante a la tuya, los desaparecidos recuperan nombre y apellido, un rostro, el recuerdo de una voz, una mirada, un suceso que nos vinculó en aquellos tiempos. Son dos dimensiones de un mismo dolor. Y defensivamente es más frecuente el recuerdo de los 30.000 que la evocación de Cristina, Hugo o Marta.

Hugo, para mí, es un recuerdo muy fuerte. Como que pasamos juntos muchos momentos de aquella ofensiva de una dictadura que avisaba que el sistema no estaba dispuesto a tolerar demasiados desafíos. La noche de la toma de la Facultad, la represión, nuestra detención junto a muchos otros compañeros, la decantación posterior que dejó a los dirigentes del Cefyl procesados. Después Devoto, Caseros, Ezeiza. Fueron muchas cosas, muchos momentos que permanecen en mi memoria. En algún momento las diferentes definiciones políticas que Hugo y yo fuimos eligiendo en la cárcel, nos distanciaron y perdimos confianza uno en el otro. Hoy veo como torpeza lo que en esos momentos defendíamos como "principios" inclaudicables. La vida, los años y tantos golpes me han hecho más reflexivo y cauteloso en relación a esos "principios". Creo que, cuanto más comprometida sea la lucha en que uno está, más debemos considerar a los otros como semejantes, como personas y no perder la dimensión humana de nuestras relaciones. Por entonces éramos un tanto esquemáticos y eso hizo, por ejemplo, que Hugo y yo nos fuéramos alejando, en tanto compartíamos la prisión lo que debería habernos unido más todavía. Fueron tiempos duros, nosotros éramos jóvenes. Hoy veo las cosas de manera diferente.

Me impresiona que hayas decidido ir hasta el fondo en la recuperación de lo que hace a Hugo. Creo que ustedes, vos, tus padres, hicieron lo que pudieron en aquel tiempo. No deberías sentir culpa. Todos vivimos esa época turbulenta con mayor o menor monto de equivocaciones. Lo que hagas ahora es lo más importante, la historia no da marcha atrás. Sartre dijo una vez algo que forma parte del bagaje con que enfrento a la vida: "No importa tanto lo que la historia hizo con uno, sino lo que uno es capaz de hacer con eso que la historia hizo con uno".

Si puedo ayudarte, contá conmigo. Te mando un fuerte abrazo y me quedo con la foto y el recuerdo. Hasta pronto. Pancho.

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