EL CAPITALISMO HACE ESTRAGOS EN CHINA.
Por EL MILITANTE. -
Sunday, Dec. 26, 2004 at 12:26 AM
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EL CAPITALISMO SIGNIFICA GUERRA CONTRA
LA CLASE OBRERA |
CHINA |
Autor : Heiko Khoo Fecha :
( 22-Diciembre-2004 ) Categoria : Asia
|
etrás
del boom de la economía china se ocultan enormes contradicciones,
una próxima crisis y el precio terrible que pagará la clase obrera
por la economía de mercado.
La dirección de Hu
Jintao
En septiembre de 2004 vimos el traspaso de
la dirección de Jiang Zemin a Hu Jintao, de este modo consolidaba su
poder político y militar. Nacido en 1942 Hu fue el primer líder que
ha crecido después de la revolución. Se graduó y comenzó a trabajar
como investigador en la Universidad de Qinghua cuando comenzaron las
luchas fraccionales y la Revolución Cultural. Cuando la universidad
cerró fue enviado a la provincia de Gansu. Desde 1965 hasta 1980
trabajó en tareas técnicas y administrativas recibiendo los favores
del secretario provincial del partido, Song Ping, y ascendió dentro
de la burocracia y las filas del Partido Comunista.
En 1980 Hu regresó a Pekín para estudiar en la
Escuela Central del Partido. En 1982 el primer ministro Hu Yaobang
buscaba un joven talento para el Comité Central, creó un grupo que
comenzó su búsqueda en la Escuela Central del partido de Pekín. Como
recuerda un miembro del equipo de búsqueda del partido: “Lo
captamos (a Hu) porque sobresalía sobre los demás. Fue una elección
fácil porque era raro en aquella época un graduado universitario de
Qinghua”(1)
A los 42 años de edad Hu Jintao se
convirtió en el jefe de las Juventudes Comunistas y entró en el
Comité Central. Desde 1985 a 1988 estuvo a cargo de la provincia de
Guizhou, la zona más pobre de China. No instituyó reformas o
innovaciones importantes sino que aprendió el arte de hacer visitas
de inspección para familiarizarse con las condiciones sobre el
terreno y administrar a las masas a través de las estructuras
gubernamentales. Su antiguo mentor, el primer ministro Hu Yaobang,
dejó el poder en 1987 después de su poca disposición para reprimir
las protestas estudiantiles de 1986. Hu Jintao fue nombrado
Secretario para el Tibet en diciembre de 1988 durante una oleada de
malestar nacionalista. En marzo de 1989 Hu Jintao impuso la ley
marcial y sofocó la revuelta, ganando credenciales nacionalistas y
la confianza de aquellos que querían acabar con la ocupación de
Tiananmen.
Hu Jintao fue nombrado miembro del
Politburó y responsable de la Escuela Central del Partido, allí pasó
el tiempo formando una capa de oficiales que hicieron sus fortunas
gracias a su patronazgo. Le fue dada la responsabilidad de recopilar
las “Obras Completas de Jiang Zemin” destinadas a presentar a Zemin
como un gran teórico y dirigente. En 1995 Hu colaboró con Jiang
Zemin en la expulsión del miembro del Politburó y alcalde de Pekín,
Chen Xitong, para que sirviera de ejemplo a los otros cargos del
partido desencadenando una campaña nacional contra la corrupción.
Después de la muerte de Deng, el 20 de febrero de
1997, Hu Jintao se hizo cargo de la responsabilidad de poner en
práctica la decisión de eliminar los intereses empresariales dentro
de la policía, ejército y judicatura, para garantizar la lealtad del
aparato del estado a sus maestros políticos. El 19 de mayo de 1999
Hu fue la cara pública de la condena del bombardeo estadounidense a
la embajada china en Belgrado. Jugó dos papeles, al condenar la
“barbarie” estadounidense, de este modo sintonizaba con el ambiente
popular, y buscaba la pacificación y el control de la furia de
estudiantes y trabajadores. Este es el hombre que está en la cima
del régimen chino.
Tiempos modernos
Ahora Hu gobierna una economía y sociedad
aparentemente en auge y florecientes. Sin embargo, detrás de todo
hay una mezcla compleja de contradicciones interrelacionadas. Para
entender lo que está ocurriendo es necesario desenmascarar los hilos
contradictorios, entender las distintas tendencias y fuerzas que
conformarán el futuro. Desgraciadamente, para entender los procesos
que controlan y dirigen la sociedad china no resultan útiles las
ideas y los análisis propagados por los principales periódicos y
teóricos del Partido Comunista Chino. Sin embargo, cada vez son más
los periodistas honestos, individuos y activistas que están
mostrando el terrible precio pagado por las masas en el movimiento
hacia el capitalismo.
Paseando por las grandes
ciudades chinas no puedes dejar de sentir que estás en el centro de
la producción mundial, en el taller del mundo. En Xian, la antigua
capital de China, hay miles y miles de pequeños puestos dedicados a
vender cada uno de los componentes necesarios para la construcción
de toda una ciudad o incluso un continente entero. Maquinaria y
equipamiento que nunca se ha visto vender en las calles de Europa se
venden como si fueran frutas y verduras en un mercado callejero. En
el centro de las principales ciudades hay enormes complejos de
tiendas mucho más grandes que los que he visto abrir en Gran Bretaña
o Europa en los últimos diez años.
En este período
Shangai se ha convertido en una ciudad de rascacielos. Las estrechas
y maravillosas calles del sector francés han sido demolidas, en su
lugar hay grandes carreteras que atraviesan la ciudad y un sistema
subterráneo de ferrocarril. Todo el centro de la ciudad, todo lo que
el ojo es capaz de ver desde la Torre Pudong, está irreconocible.
¡No se puede hacer otra cosa que impresionarse!
Ahora
hay tiendas de ordenadores y videos digitales, todo lo último está a
la venta, hay sex shops, docenas de canales de televisión, incluso
una emisora china de televisión que durante las veinticuatro horas
emite en inglés. Un amigo me dijo que Pekín cada tres meses está
irreconocible. Esta constante transformación creada por las manos de
los trabajadores hace parecer que el mundo cambia continuamente.
Me detuve a las puertas de una tienda de DVD piratas,
donde una pequeña multitud estaba reunida mirando una película en
blanco y negro, era Tiempos Modernos de Charles Chaplin.
Durante semanas observé que en los escaparates de muchas tiendas de
todo el país se podía ver la misma película y que pequeñas
multitudes se congregaban para verla y reírse, es como si estuvieran
viendo una película sobre la China moderna.
En los
nuevos complejos comerciales las plantas con productos baratos están
atestadas de personas, pero según se sube por los ascensores cada
una de las plantas tiene mercancías más exclusivas, entonces el
número de clientes va disminuyendo hasta que casi se convierte en
algo irrisorio. Me encontré sólo con treinta personas en la planta
de una tienda. ¡Y creían que el capitalismo eliminaría el
despilfarro!
A pesar del enorme boom de la
producción, el consumo está limitado por el poder adquisitivo de las
masas y la inseguridad salarial que limita su gasto. Una encuesta
reciente publicada por el Ministerio de Comercio analizó los 600
productos más consumidos y en 446 -el 74,3%- había un exceso de
oferta. (2) China se enfrenta a una crisis capitalista clásica de
sobreproducción. Los trabajadores no pueden comprar las mercancías
que producen. Hay demasiadas casas, demasiados ordenadores,
demasiada ropa y, al mismo tiempo, los trabajadores reciben salarios
que sólo son suficientes para mantener unidos el cuerpo y el alma.
También se puede apreciar un gigantesco boom de la
construcción. Casas para los nuevos ricos, complejos de oficinas
llenos de ventanas de todo tipo y forma, edificios nuevos y
colosales de apartamentos se pueden ver más allá del horizonte. El
polvo de la construcción impregna el aire. Los mamelucos sucios y
las caras de los trabajadores de la construcción no son los que
ocupan estos edificios. Estos son los emigrantes, una parte
importante de los 100-150 millones que forman el enorme ejército de
trabajadores no calificados, que están construyendo las ciudades y
la prosperidad de China. Después de miles de años de vida rural han
tenido que abandonar su tierra debido a la pobreza y con la
esperanza de tener un futuro mejor. En los últimos veinticinco años
la revolución industrial de China ha provocado la mayor migración
del campo a la ciudad de la historia.
Especulación
inmobiliaria
La especulación inmobiliaria ha
alcanzado un nivel febril. En 2003 se invirtieron en la propiedad
11,31 billones de yuan (1,36 billones de dólares). Las llamadas
“bandas compradoras de propiedad de Wenzhou” deambulan de ciudad en
ciudad manejando 100.000 millones de yuan (12.500 millones de
dólares). Utilizan este dinero para pagar al contado las hipotecas
bancarias y en muchas ocasiones lo utilizan para comprar todo lo que
está disponible. Cuando los precios se disparan, venden. Después se
trasladan a otra ciudad para garantizar su “próxima victoria sobre
las fuerzas del mercado”.
Comenzaron en la misma
Wenzhou (provincia de Zhejiang) y el precio de la propiedad se
duplicó, después se trasladaron a Shangai, Hangzhou, Chengdu y
Chongqing. Este tipo de actuaciones son algo familiar en Gran
Bretaña y occidente, pero en tiempos de Mao en China no se podía
comprar o vender propiedades.
En Shangai el 39% de
los edificios comerciales con un valor inferior a los 7.000 yuan el
metro cuadrado (840 dólares) está destinado a la inversión o
especulación. (3) Aquellos que no han conseguido entrar en el juego
obviamente están descontentos. La acción del gobierno para frenar la
especulación inmobiliaria ha sido poco entusiasta y gradual,
reflejando la interrelación de intereses que existe entre el capital
especulativo y el poder administrativo, alcanzado a niveles muy
altos de la burocracia, el gobierno y el Partido Comunista. Los
apologistas claman: “Estamos actuando como cualquier gobierno de
economía de mercado”.
La propiedad es el mejor dinero
para entrar en el juego. Pedir prestado a los bancos estatales,
conseguir trabajadores emigrantes para construir edificios de
apartamentos, no pagarles, subir los precios monopolizando la oferta
y los mercados para después vender con enormes beneficios. ¿Este es
realmente un comportamiento que los comunistas deban aprobar? La
especulación inmobiliaria ha llevado la vivienda más allá del
alcance de la clase obrera y cuando estalle la burbuja amenaza con
llevar a toda la economía hacia el colapso.
La
crisis de sobreproducción
La burbuja inmobiliaria
ha provocado un sobrecalentamiento de las industrias del acero,
cemento y aluminio. “Un estallido de la burbuja en el mercado de
la propiedad naturalmente supondría un duro golpe para la industria
del acero... la relajación de la gestión de la tierra y la
especulación fueron las principales causas del ascenso de la
temperatura en los mercados inmobiliarios”.(4) La nueva
inversión en la industria del acero ha crecido un 150% anual en
abril de 2004, los beneficios se han disparado, la producción ha
aumentado un 25% anual, mucho más que la demanda. Es inevitable una
debacle. La causa de la crisis es la subordinación de la producción
industrial a los caprichos del mercado y al estado fragmentado de la
producción.
“En China hay 53 empresas, cada una
con una capacidad anual de producción de acero de 1 millón o más de
toneladas, y cientos de empresas más pequeñas e incluso productores
ilegales de acero”. (5) Cada empresa compite entre sí y eso
intensifica la sobreproducción. La producción de acero alcanzó las
236 millones de toneladas, más del doble que la producción de EEUU y
Japón juntas. “Más de dos tercios de la inversión en
construcción, acero, metales no ferrosos y materiales de
construcción procede de los préstamos bancarios”. (6)
En febrero de 2004 los gobiernos aumentaron un 65% el
gasto en carreteras, fábricas e infraestructura. En abril de 2004 la
inversión en propiedad de maquinaria subió un 41%, el 74% de esta
inversión no provocó mejoras importantes en la tecnología utilizada.
La duplicación del esfuerzo supone un despilfarro de
los beneficios del crecimiento económico. “Sólo ocho de las más
de 280 plantas fabricantes de acero chinas tienen una producción
anual que supere los 5 millones de toneladas. Las otras como media
producen menos de 700.000 toneladas cada año. Las estadísticas
demuestran que la mayoría de estas fábricas de acero sólo producen
con bajo acabado. Y muchos productos de acero necesarios en China
deben ser importados”.(7)
La oferta de aluminio
en 2002 excedió a la demanda, aún así hay nuevos proyectos para
producir con más capacidad, y con materias primas que deberán ser
importadas. La producción de automóviles se realiza en 23 zonas,
pero pocas tienen una capacidad independiente. De los 123
fabricantes de automóviles sólo 18 producen más de 50.000 unidades
al año, algunos sólo fabrican 2.300 coches al año. (8)
El sistema ferroviario es insuficiente, la demanda
diaria de vagones de mercancías es de 300.000, pero la capacidad
actual apenas es de 100.000. La locura del mercado parece no tener
final, los analistas pro-capitalistas culpan a la propiedad estatal
de la incapacidad de los ferrocarriles de satisfacer la demanda.
Debido a la enorme demanda se han producido cortes de
electricidad. Para empeorar la situación han surgido en el mercado
empresas ilegales de generación de electricidad. Éstas producen
ahora un 30% de la capacidad generadora. Cuentan con el apoyo de los
gobiernos locales en China Oriental, Mongolia Interior, Hebei,
Guangdong y la región de Ningxia. La mayoría se han fundado con
préstamos de los bancos estatales. La demanda de estas plantas
eléctricas ilegales añade una gran tensión sobre los suministros de
carbón lo que ha provocado embotellamientos en el transporte
ferroviario que han obligado a cerrar algunas plantas energéticas
legales. La escasez de carbón ha provocado un aumento del 30% en los
precios del carbón. Hay escasez de energía pero si la economía se
desacelera se espera que aparezca la superabundancia.(9) El mercado
ha tenido un desarrollo económico desigual y caótico, con ciclos de
auge-freno en el corazón de la economía nacional.
Trabajadores emigrantes
Aquellos que han construido los rascacielos y las
autopistas, los que extraen minerales, fabrican la ropa,
manufacturan la riqueza y cavan el suelo no han participado del
botín del mercado. De los 38 millones de trabajadores empleados en
la industria de la construcción china, 30 millones son trabajadores
emigrantes.
El 7 de agosto de 2004 el viceprimer
ministro Zeng Peiyan reveló que “a los trabajadores emigrantes se
les debían 360.000 millones de yuan (34.000 millones de dólares en
concepto de salarios no pagados por los miles de proyectos en los
que ha invertido el gobierno o desarrollados por el estado. ‘Algunos
se deben desde hace diez años’”. No es extraño que la industria
de la construcción sea tan lucrativa.
Zeng declaró
que su objetivo era “que deberían pagarse” los atrasos que
afectan a 124.000 proyectos para finales de 2006. Dice que el
problema de “los salarios impagados en 2003 a los trabajadores
emigrantes básicamente se ha resuelto”. (10)
Debemos recordar al compañeros Zeng que en 2003 se
decía que “las estadísticas de la Federación de Sindicatos de
China (ACFTU) revelan que los empresarios de todo el país deben
100.000 millones de yuan (12.000 millones de dólares) al enorme
ejército de la nación formado por 94 millones de
emigrantes”.(11) En otras palabras, ¡los atrasos salariales se
han triplicado en un año! ¿Qué va a detener los nuevos atrasos y
que alcancen una escala aún mayor antes de 2006?
La política de “entrar en contacto” ejercida por Hu
Jintao es más un cuento que el primer ministro Wen Jianbao llevó a
cabo. Tomemos el ejemplo de un trabajador emigrante no pagado, Xiong
Deming. A Xiong se le debían 2.240 yuan por un trabajo de
construcción, pero como señala el periodista Guo Zi:
“En el caso de Xiong, después de que el primer
ministro Wen preguntara por el tema, consiguió su dinero esa misma
tarde. ¿Qué pasa con los otros aldeanos que sufrieron los impagos?
¿por qué todavía no han tenido la oportunidad de hablar con el
primer ministro? Se calcula que hay 100 millones de campesinos que
se han convertido en trabajadores de la construcción en todo el
país, en la provisión de alimentos, en las industrias manufactureras
de zapatos y ropa. La protección legal de sus derechos e intereses
está totalmente ausente. Los empresarios que se niegan a firmar
contratos con sus trabajadores y deliberadamente no les pagan sus
salarios siempre se libran del castigo”. (12)
En
realidad los ministros del gobierno son cómplices. Organizan y se
benefician del sistema de “mercado” que crea el abuso generalizado
de trabajadores emigrantes. Si quieren realmente eliminar los
atrasos ¿por qué no introducen un sistema de recompensas para
desenmascarar a los que no pagan? ¿Por qué no declaran el impago un
acto “contrarrevolucionario”? ¿Por qué no introducen penas de cárcel
para los empresarios culpables de no pagar los salarios? ¿No sería
esa la respuesta natural a esta explotación tan despiadada y
descarada?
¿En su lugar que han hecho? “Según Li
Changchun, un veterano funcionario del Sindicato de la Construcción
y Marineros de China, el Ministro de la Construcción ha propuesto
una revisión de la Ley de Construcción. Según el ministro se ha
impuesto una dura multa a las empresas que posponen el pago de los
saalrios de sus trabajadores. Si la ley se aprueba la multa
alcanzará los 300.000 yuan (36.300 dólares) como máximo”.(13)
La realidad es que 300.000 yuan no es nada para estas
empresas constructoras. Con ese dinero ni siquiera se puede comprar
un apartamento con una habitación en Pekín, precisamente los
trabajadores emigrantes que no cobran sus salarios son los que
levantan por decenas de miles estos apartamentos.
EL BOOM DEL COMERCIO EN CARNE Y HUESO
El desarrollo de la llamada “economía socialista
de mercado” ha traído una diversificación significativa de la
actividad empresarial. Las tres industrias de crecimiento más
dinámico son: la venta de niños, la captura y venta de seres
humanos, y la venta de sangre.
La venta de
niños
Una banda de comerciantes de niños de la
provincia de Guanxi fue arrestada hace poco por vender 117 niñas. En
el tribunal una de los acusadas, Xin Lifang, adujo confusión sobre
las leyes en la economía “socialista de mercado”. “Soy
analfabeta y no era consciente (de que la venta de niños) era
ilegal”. Ella había contado con la ayuda de trabajadores sanitarios
y comadronas.
“En este mercado de compradores,
dicen algunos enterados, las niñas están consideradas una especie de
inversión, ya que de esas niñas se espera que trabajen y ganen
dinero para sus familias adoptivas”. Otra perspectiva sobre la
justicia en el comercio de niños la dio un pariente de uno de los
acusados: “Lo que hizo mi cuñada fue filantrópico. Muchas
personas de aquí pondrían a sus hijas recién nacidas dentro de cajas
de cartón y las abandonarían a un lado de la carretera. Su
oportunidad de vivir sería mínima si nadie las recogiera. No puedo
entender por qué deben ser arrestadas estas personas de buen
corazón”. (14)
La captura y venta de seres
humanos
Algunos empresarios inteligentes han
descubierto algo que es más lucrativo que vender simplemente niños.
Si tienes un niño que vender ¿por qué no hacer lo mismo con una
mujer? El siguiente informe es de Renshou, una ciudad de unos 71.000
habitantes censados de la provincia de Sichuan:
“La compra y venta de mujeres jóvenes es algo
endémico en las zonas pobres del sudoeste de China, en las
provincias de Yunnan, Guizhou y Sichuan. Aunque el número exacto de
víctimas jóvenes en el país no está disponible, un oficial de
policía de Peng dice que ‘la cifra alcanza proporciones
alarmantes’.
Según Cao Gihua, presidente de la
Federación de Mujeres de Reshou, sólo en Reshou, en los últimos seis
años, unas 2.458 mujeres y niños han sido secuestrados de sus
pueblos o mercados laborales. La mayoría de las mujeres fueron
captadas con el pretexto de ofertas de trabajo y después fueron
vendidas para matrimonios en las aldeas empobrecidas de Henan,
Shaanxi y Mongolia.
Un oficial de la policía
local, Mao Guoqi, recuerda que la situación en 2000 se volvió
extremadamente grave, cuando un mercado local se convirtió más o
menos en un ‘centro comercial de mujeres’, donde los traficantes
intentaban subastar como novias a cinco mujeres secuestradas de una
lejana aldea de Sichuan. Las víctimas podían conseguirse por 120
dólares cada una. Mao lo recuerda como el ‘caso más degradante de la
policía local de Renshou desde la fundación de la nueva China en
1949”. (15)
A nivel nacional, la policía ha
informado de 42.215 mujeres y niños raptados liberados en los años
2001-2003.(16) Se puede asumir perfectamente que el número de
esclavizados en este mercado es mucho mayor de lo que cuenta la
policía.
La venta de sangre
Cada hospital necesita cierta cantidad de sangre
y el gobierno local en China es el responsable de cumplir las cuotas
de suministro. Piden a los trabajadores de las fábricas y empresas
que donen sangre pero como muchos son reticentes, se produce escasez
de sangre. Algunos “empresarios” comenzaron el negocio de ofrecerse
a recoger sangre en nombre de las empresas. Como en el mercado se
venden los productos sanguíneos entonces es legal comprar y vender
sangre. “Haciéndose eco del término ‘cabeza de serpiente’,
(utilizado por los traficantes de personas), en el vocabulario chino
ha aparecido una nueva palabra, ‘cabeza de sangre’, que hace
referencia a la persona que se beneficia de la organizaciones
sociales para que vendan su sangre”. (17)
En
Shangai la sangre se vende a 2.200 yuan (266 dólares) cada 400
mililitros. Las empresas pagan a los “cabezas de sangre” unos 2.000
yuan por cada 400 mililitros y los cabezas de sangre pagan al
donante 1.000 yuan. ¡En el mercado todos se benefician!
Naturalmente, por una causa tan noble... la curación
del enfermo, los cabezas de sangre luchan por comprar y vender lo
máximo posible y el margen de beneficios del 100% actúa como un
incentivo útil. Las restricciones legales incorporadas en la Ley
China de Donación de Sangre de 1998 estipulan que los donantes deben
esperar seis meses entre las donaciones. Antes es necesario un
examen médico y hay que enseñar las tarjetas de identificación y
tarjetas de trabajo.
¡Afortunadamente para ellos, los
cabezas de sangre consiguen encontrar la manera de sortear estas
pequeñas restricciones del libre mercado! Las tarjetas de
identificación se pueden comprar, a los trabajadores se les paga
para que pasen la prueba preliminar y después hay alguien que los
sustituye en el momento de dar sangre. En las universidades se
distribuyen hojas como si fuera una empresa. Hay mensajes de
Internet en los que se puede leer que se pagan 800 yuan (96 dólares)
por cada 400 mililitros, la policía de Shangai detuvo a 6 cabezas de
sangre. “Según Yang Jiong, un oficial de la policía, la mayoría
de los donantes eran estudiantes que necesitaban dinero”. (18)
En algunas partes del país la venta de sangre a los
“cabezas de sangre” se ha convertido en la savia de la economía
local: “La venta de sangre se ha convertido en algo muy popular
entre los campesinos que cambian por dinero su sangre o plasma
sanguíneo”. (19)
En el campo los beneficios para
los cabezas de sangre son superiores a los que consiguen en las
ciudades, hay regiones donde vende su sangre un 10% mientras que en
las zonas más pobres lo hace el 80%. “Parece que se ha convertido
en una costumbre entre los campesinos de las zonas más pobres vender
su sangre para aliviar la pobreza”. (20)
“Antes de dar positivo en la prueba del SIDA, Lao
Wang, vendió su sangre durante casi diez años. ‘Al principio me
convencieron otros vecinos para que lo hiciera. Decían que era poco
peligroso para mi salud y que conseguiría más dinero que trabajando
la granja... En los primeros años vendía sangre unas doce veces por
semana’”. (21)
Desgraciadamente, el libre mercado
para la sangre humana tuvo consecuencias muy negativas. Muchos
donantes estaban infectados con el VIH. Sólo en la provincia de
Henan ”más de 200.000 personas vendieron su sangre a principios
de los años noenta, de ellos 25.000 se confirmó que eran portadores
o padecían el SIDA”.(22) Un informe oficial de 2003 estimaba que
en China había ahora unos 840.000 portadores del VIH, unos 168.000
de ellos se infectaron a través de una donación de sangre. (23)
La expropiación de las clases trabajadoras a
través de la Reforma de la Empresa Estatal
El
número de empresas propiedad, o controladas por el estado, pasó de
238.000 en 1998 a 150.000 en 2003. Al mismo tiempo los beneficios
pasaron de 21.400 millones de yuan (2.600 millones de dólares) a
495.100 millones de yuan (59.800 millones de dólares).(24) Durante
el período de 1990-2003 el sector estatal redujo el número de
empleados de 103 millones a 68 millones. Desde 1998 a 2002, 41
millones de trabajadores urbanos fueron despedidos por sus
empresarios de los cuales dos tercios volvieron a encontrar empleo.
La antigua economía planificada en los últimos quince
años ha presenciado probablemente el mayor saqueo de la historia
humana. La tierra, los edificios, la industria, la base científica,
los bienes culturales, etc., todo fue robado a la población, como en
el caso de la Mafia rusa o los capitalistas alemanes orientales, los
burócratas serviles chinos han hecho lo mismo, ahora se han
convertido en “empresarios”. (En cada caso el método es ligeramente
diferente, se podría hacer una lista completa de los ladrones de
bienes públicos con un valor superior al millón de dólares y se
podrían llenar una enorme biblioteca con un nuevo género de crimen).
En China el robo continúa su ritmo. La prensa
occidental y los teóricos económicos chinos “modernos” dicen que el
sector público está enormemente endeudado, que necesita métodos
capitalistas, que está ahogado por el dinamismo y la superioridad de
la “mano invisible” del sistema de mercado.
La
reforma de las empresas estatales da poderes a los directores para
utilizar mil y un trucos para robar a la población. A principios de
los años noventa el robo de bienes públicos a través de la
transferencia ilícita se situó, según el gobierno chino, en los
50.000-100.000 millones de yuan (6.000-12.000 millones de dólares)
al año. Según X. L. Ding: “La sangría constante del sector
estatal es una de las principales razones de su pobre rendimiento,
sus gigantes deudas y su hundimiento en la parte de la
producción”. (25)
El mismo autor ha hecho varios
estudios que ilustran este proceso de saqueo y robo. Por ejemplo, a
principios de los años noventa los directores antiguos de una
fábrica de lana que empleaba a 2.000 trabajadores en Shangai
formaron doce nuevas empresas, después, aparentemente, esta
iniciativa llevó a la mejora del rendimiento de la empresa y al
aumento de los salarios. La empresa fue designada oficialmente como
“empresa modelo” y su director un “pionero”.
En 1994 una investigación de las finanzas de la
empresa reveló deudas de 60 millones de yuan (7 millones de
dólares). Las 12 empresas habían saqueado la empresa estatal y sus
deudas eran la fuente de sus beneficios. Se quedaron con los pedidos
de la empresa, compraron con precios subvencionados por la empresa y
vendieron a precios de mercado. Todos los beneficios fueron a parar
a las doce empresas y si alguna tenía pérdidas se pasaban a las
cuentas de la empresa estatal.
Este método de saqueo
esencialmente significa que los directores autorizados a realizar
las “reformas” internas, formalmente separaban empresas que se
llevaban los beneficios y no asumían ninguna de las
responsabilidades que sí tenía la empresa estatal.
Ding continúa su relato: “Lo que cambió fue que
las anteriores asignaciones de trabajo intra empresa se habían
convertido, en apariencia, en transacciones intra empresa en el
mercado... Las asignaciones intra empresa se habían convertido en
transacciones intra empresa, en movimientos anormales de activos,
los costos de producción y beneficios entre una empresa estatal y
sus filiales que se convirtieron en una rutina”. (26)
En los países capitalistas desarrollados a menudo
oímos hablar de las fusiones de empresas independientes, para
reducir costos y crear economías de escala. Lo que vemos en China es
la ruptura de entidades orgánicas, algunas de una escala colosal.
Son sustituidas por “empresas colectivas” parasitarias que chupan la
sangre de las empresas estatales. Sus beneficios se evaporan en
medio de una espiral de deudas acumuladas por las empresas estatales
con los bancos estatales.
En la actualidad los
prestamos bancarios no cancelados ascienden a un total de 1,7
billones de yuan (205.000 millones de dólares).(27) La mayor parte
de ese dinero se ha ido a “nuevos comerciantes” y burócratas
convertidos en empresarios. Se han embolsado grandes sumas de dinero
ilegalmente y después se han hundido en el mar de la empresa
privada, donde la fuente de su dinero no se cuestiona: “... Si
eres un funcionario estatal, es fácil para los otros apreciar tu
corrupción si vives más allá de tus límites, pero cuando te
presentas como un ejecutivo o un empresario, el cielo es el
límite”. (28)
En una encuesta realizada a 10.000
personas sobre la estructura de clase de la sociedad china, el
sociólogo Lu Xueyi encontró las siguientes divisiones sociales
fundamentales:
1. Funcionarios del gobierno
veteranos (2,1%) 2. Ejecutivos empresariales veteranos
(1,6%) 3. Propietarios de empresas privadas (con ocho o
más empleados) (1%) 4. Profesionales (académicos o
técnicos, incluidos profesores) (4,6%) 5. Propietarios de
empresas privadas (con 7 o menos empleados) (7,1%) 6.
Trabajadores de oficina (incluidos funcionarios de baja escala)
(7,2%) 7. Trabajadores de la industria de servicios
(11,2%) 8. Trabajadores industriales (“trabajadores” en
el término tradicional) (17,5%) 9. Campesinos (42,7%)
10. Trabajadores y sub-trabajadores rurales y urbanos
(4,8%)
“La lista representa una estructura
piramidal, con tres clases en el fondo que forman más de la mitad de
la población trabajadora”. (29)
La doctrina de
las Empresas Propiedad del Estado (EPE) es que son ineficaces y esto
se ha convertido en un dogma, que se debe aceptar sin tener en
cuenta los hechos. La forma de demostrarlo es diciendo que las EPE
tienen pérdidas. Esto sirve como una manera de bajar el valor de la
empresa para después venderla.
Larry Lang, un
profesor de la Universidad China de Hong Kong estudió esta
situación. La conclusión fue que los directores habían abusado de
sus derechos para conseguir beneficios personales, han bajado
deliberadamente los precios para vender más barato y malversar
fondos públicos. Todas estas empresas anteriormente eran presentadas
como modelos de la reforma de la empresa estatal. Incluso como
reconoce el propio Lang ahora “es muy arriesgado desafiar la idea
de que las empresas estatales son menos competitivas que las
privadas”. (30)
Los trabajadores de las
industrias estatales bajo la economía planificada y maoísta tenían
toda una serie de derechos, tenían garantizada vivienda, sanidad,
educación y otros beneficios, además tenían empleo para siempre y
sus hijos podrían heredarlos.
Todos estos derechos y
privilegios conocidos como “Tazón de hierro de arroz” año tras año
se han reducido despiadadamente. Sin embargo, las empresas estatales
todavía tienen 11.000 escuelas primarias y secundarias, y 6.100
hospitales. (31)
Los intentos de los directores de
despedir a trabajadores y eliminar estos derechos han provocado
protestas. En las luchas con frecuencia estaban en juego cuestiones
básicas de existencia. En una protesta de los mineros en 1998 se
gritaba: “Ya han roto nuestro tazón de arroz, ¿a qué tenemos que
temer?”.
Los trabajadores despedidos de las
empresas estatales observan atónitos a sus antiguos directores, los
que, después de declarar la imposibilidad de mantener los puestos de
trabajo, de repente se convierten en millonarios con la venta de los
activos estatales y con la creación de empresas rentables a partir
de la “bancarrota” de la empresa estatal. Las cuentas corrientes de
los directores, tanto locales como extranjeros, sus banquetes de
escala imperial, sus innumerables concubinas, su prolífico juego, su
total corrupción.
Millones de trabajadores han sido
despedidos, el 50% de las empresas estatales durante la última
década han cerrado. Oficialmente los trabajadores despedidos reciben
el 50% de sus salarios durante tres años. En la práctica muchos
directores simplemente se niegan a pagar. De este modo, el 75% de
los pobres urbanos trabajaban anteriormente para las empresas
estatales.
No se recibe cuidado médico si no se tiene
seguro, muchos no puedan pagar las tasas escolares de sus hijos.
Este año 21 millones de habitantes urbanos recibieron alguna ayuda
al vivir por debajo del nivel mínimo de subsistencia.
El problema no acaba ahí. En la perspectiva de
crecimiento anual del 7% se calculaba que se crearían 8 millones de
puestos de trabajo, pero son 15 millones de nuevos trabajadores los
que llegan cada año al mercado laboral urbano. (32) Un estudio a
gran escala realizado por el ACFTU encontró que el 17 por ciento de
los trabajadores de las empresas recibían los salarios con entre 1-6
meses de retraso. De los trabajadores despedidos el 67 por ciento
vivía endeudado y el 31 por ciento no tenía ningún tipo de ingreso.
(33) El hambre acecha a los anteriores “amos del país”.
Guerra contra la clase obrera
En la ciudad de Dongguan (en la provincia de
Guangdong) una fábrica de ladrillos carecía de mano de obra. Para el
período del Festival de la Primavera, el empresario Li Meng y ocho
cómplices fueron a la ciudad y escogieron a cuatro emigrantes. De
regreso a la fábrica los obligaron a trabajar, los golpearon “por
trabajar lentamente”, les robaron sus posesiones y los
encerraban por la noche. Los dueños de la fábrica jugaban y bebían
cada día. Cuando estos emigrantes intentaron escapar los golpearon
hasta la muerte, sus cuerpos aparecieron flotando en el río unos
días más tarde. Los empresarios fueron arrestados durante tres días
pero fueron puestos en libertad sin cargos. Después, debido a la
repercusión en la prensa, tuvieron que pagar una compensación por
cada uno de los muertos. (34)
En la fábrica de
propiedad taiwanesa Yixin Footwear, en Guangzhou, un trabajador
emigrante, Jiang Wenqing, consiguió empleo en marzo de 1997 y en
julio de ese año intentó abandonarlo voluntariamente. El empresario
taiwanés tenía seis guardias de seguridad que lo sujetaron mientras
que el ayudante del director lo golpeaba con una vara de plástico,
después lo golpearon los guardias durante una hora y lo arrojaron a
las puertas de la fábrica. Como forma de castigo regular a los
trabajadores se los obliga a permanecer bajo el sol ardiente,
cargando pesos de hierro o con ellos sobre sus cuellos trabajando
forzosamente más horas de las reglamentadas. Los fabricantes de
zapatillas deportivas de Taiwán defienden vehementemente las
prácticas de Yixin: “el método más primitivo y directo, es el más
eficaz”. (35)
En la fábrica de juguetes Zhili de
Shenzhen, 87 trabajadores fueron quemados vivos en 1993, 45
sufrieron graves quemaduras. La causa del fuego fue un pequeño
cortocircuito, la causa de las muertes fueron las barras en las
ventanas que les impidieron escapar del fuego, además de los
peligrosos productos químicos utilizados y la complicidad del
gobierno local y el abuso de la dirección.
¿Este es
el producto inevitable de la política del gobierno nacional? “Hay
un pensamiento común: ‘Después de décadas de amargura las cosas son
como eran antes de la liberación’. Esta expresión es muy común entre
los trabajadores de las empresas extranjeras y puede que no esté muy
lejos de la realidad”. (36)
La reluciente
Zhenzhen tiene una población total de 2,6 millones de habitantes, de
éstos más de 1,8 millones son trabajadores emigrantes. Según uno de
los más eminentes sociólogos de China, Lu Xueyi, “Algunas
fábricas ha estado pagando 300 yuan (36 dólares) en salarios
mensuales durante los últimos veinte años y dada la tasa de
inflación eso significa que los salarios reales han caído
continuamente”.
Un informe del gobierno revela
que los salarios medios de los trabajadores emigrantes en Shenzhen
son de 588 yuan (71 dólares) al mes. Lu continua: “Cuando un
periodista extranjero recientemente me preguntó por la escasez de
trabajadores emigrantes yo respondí: ‘¿qué escasez? No hay escasez’.
Tenemos una excedencia de 150 millones de trabajadores rurales. Son
un puñado de empresarios con el corazón negro los que han provocado
esto. Incluso con estos salarios escandalosos deben la cantidad
enorme de 100.000 millones de yuan en salarios atrasados... ¿Por qué
el gobierno siempre se pone de parte del empresario cuando hay una
disputa laboral? (...) ¿Qué hay de malo con dos días de huelga si
los trabajadores emigrantes con ello pueden garantizar una pequeña
mejora de sus condiciones laborales y los salarios?” (37) (Ya
antes citamos al vicepresidente Zeng quien admitió 124.000 proyectos
que deben un total de 360.000 millones de yuan, por lo tanto es
difícil creer que sea culpa de un puñado de empresarios).
El desastre minero de la semana pasada en Chenjiashan
donde murieron 166 mineros es sólo la última expresión del absoluto
desprecio por los derechos de la clase obrera en el “mercado
socialista”. China extrae el 35 por ciento del carbón mundial y
tiene el 80 por ciento mundial de las muertes en la minería. En los
primeros nueve meses de este año murieron 4.153 mineros del carbón.
Otros 600.000 mineros sufren de silicosis, una enfermedad provocada
por la inhalación continua de polvo del carbón y la cifra aumenta en
70.000 cada año. Los trabajadores chinos víctimas de la industria
alcanzan el millón anual.
En esta guerra contra los
trabajadores las cifras de heridos han aumentado profundamente con
cada victoria de las fuerzas del mercado. En 1991 murieron 79.422
trabajadores debido a accidentes laborales; en 2003 fueron 136.340.
(38) El costo de la guerra es enorme: “las pérdidas económicas
directas por los distintos accidentes laborales han supuesto 100.000
millones de yuan (12.100 millones de dólares) cada año”.
En realidad, según la Comisión Estatal para la
Economía y el Comercio hay “una cantidad igualmente enorme de
pérdidas económicas indirectas”. (39) ¡Las pérdidas económicas
totales por heridas y accidentes de los trabajadores en China es
igual al presupuesto militar anual de la nación!
En
la cúpula del Partido Comunista se puede ver la preocupación ante la
posibilidad de que el sufrimiento de los trabajadores amenace la
estabilidad social si antes no hacen algo para calmarlos. Una
reciente encuesta a 107 funcionarios veteranos revelaba que el 61
por ciento creía que “el ritmo de la reforma era bueno” y el 28 por
ciento pensaba que era demasiado lento. “Casi el 51 por ciento de
los funcionarios jóvenes consideraban que el ‘mantenimiento de la
estabilidad social’ era el factor más decisivo para suavizar el
desarrollo de la reforma”. (40)
¿A quién
beneficia supuestamente la reforma? ¿De qué estabilidad social
hablan? ¿Qué estabilidad crean 100 millones de emigrantes o 10
millones de despidos en las empresas estatales?
La
protesta de los trabajadores
La destrucción en
1995 del sistema permanente de empleo en las empresas estatales
marcó un momento crítico en las relaciones laborales. Millones de
trabajadores fueron recolocados o simplemente despedidos. El nivel
de vida comenzó a caer de forma dramática y las protestas laborales
se intensificaron. Un informe de Henan demostraba que el 55 por
ciento de las protestas estaban relacionadas con los atrasos de los
salarios y las pensiones, el 37 por ciento procedían de las
bancarrotas orquestadas por las administraciones de las empresas.
Por ahora estas protestas han permanecido
localizadas. En el complejo minero de molibdeno de Yangjiazhangzi,
en la provincia de Liaoning, fue declarada una mina en bancarrota y
a los mineros se les ofreció como compensación 560 yuan a cada uno
por año trabajado. ¡20.000 trabajadores se rebelaron! En otras
protestas más recientes se podía oír a los trabajadores gritar:
“Queremos trabajo... queremos comida... no exigimos pescado o
carne, sino sólo algunas gachas de avena... No queremos un yuan por
seis meses, queremos arroz para comer... Necesitamos comer,
necesitamos sobrevivir”. Reivindicaciones desesperadas de
aquellos que anteriormente eran definidos como los “amos del
estado”.
Un trabajador de la provincia de Jiangxi
dijo a un periodista: “Hace unos días los trabajadores de una
fábrica de aquí celebraron una manifestación. Su consigna era: ‘¡No
exigimos pescado, carne o huevos, sólo queremos un bocado de arroz!’
Los trabajadores están en una situación miserable. ¿Y qué pasa con
los cuadros? Ellos están jugando, son mujeriegos, viven en casas
lujosas y conducen coches maravillosos. ¿De dónde sale el dinero?
Ellos posiblemente no pueden ganar esa cantidad de dinero ni en diez
mil años. Mientras que la situación no ha llegado al nivel donde
‘por el camino se queden los huesos de aquellos congelados hasta la
muerte’ , la situación sí ha llegado al nivel donde ‘detrás de las
lujosas puertas se despilfarra la carne y el vino’... ¿qué podemos
esperar los trabajadores? Esperamos que haya otra Revolución
Cultural donde sean fusilados todos aquellos cuadros corruptos”.
(41)
La principal preocupación de los órganos de
gobierno es aislar cada protesta individual, hacer concesiones e
intentar que el ACFTU interceda para pacificar a los trabajadores.
Cualquier intento de crear organizaciones para unificar las
protestas es tratado como “subversión”. Sabiendo esto “aquel que de
el primer paso adelante recibirá el primer disparo”, por esa razón
las protestas con frecuencia aparecen desorganizadas y sin
dirección, una expresión de la incapacidad de aguantar más estas
condiciones. Un representante del Sindicato Provincial de Henan
decía que “una consecuencia inevitable es que los otros
trabajadores verán como rápidamente estas protestas pueden centrar
la atención de los comités locales del partido o de las autoridades
gubernamentales, y también la rapidez con la que imitan esos
métodos”. (42)
Aquellos activistas y trabajadores
que intentan crear organizaciones que representen a los trabajadores
como un conjunto, son represaliados. A través del trabajo
clandestino los comunistas desde dentro del ACFTU o incluso algunos
militantes del Partido Comunista que comprenden lo que significa
verdaderamente el comunismo, es inevitable que en determinado
momento generen a partir de la lucha de los trabajadores verdaderas
organizaciones democráticas. Estas fuerzas nadan con la marea de la
historia, expresan la voluntad de la mayoría de los trabajadores y
los pobres. Se convertirán en una fuerza revolucionaria imparable,
regresando a las ideas originales sobre las que Chen Duxiu fundó el
Partido Comunista de China.
En una revista de la
Federación de Sindicatos de toda China y que se llama:
Trabajadores Chinos, Yi Fu, un investigador sindical, decía
lo siguiente: “¿Cómo se puede poner la fuerza laboral emigrante
de Shenzhen formada por 1,8 millones de personas en una perspectiva
comparativa? En 1919 la fuerza laboral industrial de toda China
ascendía a 2,8 millones de trabajadores. Sobre esta base el Partido
Comunista construyó su base de clase. Es decir, sólo la fuerza
laboral de Shenzhen constituye el 70 por ciento de la fuerza laboral
manufacturera de épocas anteriores. Como dijo Carlos Marx:
‘Numéricamente los trabajadores han alcanzado su masa crítica. Pero
sólo cuando se organicen y sean guiados por el conocimiento de su
fuerza numérica se transformarán hasta convertirse en un factor
decisivo para determinar si la victoria es suya o no’”. (43)
NOTAS
1. Singapore
Straits Times. 5/4/1998 2. China Daily.
17/9/2004 3. China Daily. 21/5/2004 4.
China Daily. 9/6/2004 5. Ibíd., 6.
China Daily. 22/4/2004 7. Ibíd., 8.
China Daily. 4/9/2002 9. China Daily.
29/11/2004 10. China Daily. 8/8/2004
11. China Daily. 25/11/2004 12.
China Daily. 30/10/2003 13. China Daily.
11/11/2004 14. China Daily. 28/10/2003
15. China Daily. 22/3/2004. El subrayado es mío
16. China Daily. 28/10/2004 17.
China Daily. 3/12/2003 18. China Daily.
Edición de Hong Kong. 3/12/2003 19. Ibíd..,
20. Ibíd.., 21. China Daily. 1/4/2004
22. China Daily. 1/12/2004 23. China
Daily. 1/4/2004 24. China Daily. 30/9/2004
25. China Journal. Nº 43. Enero 2000
26. Ibíd., 27. People’ Daily. 3/12/2004
28. China Daily. 7/1/2004 29. China
Daily. Edición de Hong Kong. 28/10/2004 30.
People’ Daily. 6/9/2004 31. China Daily.
25/2/2004 32. China Daily. 16/2/2004
33. Feng Chen The China Journal. Abril 2000
34. Anita Chan. Chinese Workers Under Assalt. p.
38-42 35. Ibíd., p. 47-51 36. Ibíd., p. 117
37. China Daily. 28/10/2004 38.
China Daily. 3/12/2004 39. China Daily.
24/6/2002 40. China Daily. 29/11/2004
41. China Labour Bulletin. Octubre 1998. p.
149-150 42. China Labour Bulletin. Nº 12. 1999.
citado en Feng Chen The China Journal. Primavera 2000).
43. Citado por Anita Chan, publicado originalmente en
Zhongguo Gongren. Nº 5. p. 4 y nº 6 p. 8-11
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