Julio López
está desaparecido
hace 6429 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Ver este artículo sin comentarios

Tu infierno es encantador¿Libertad a los artistas o lucha contra el capitalismo?
Por Razón y Revolución - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 1:04 AM
ceics2003@yahoo.com.ar

--

La suspensión de la retrospectiva de León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta evidencia el enorme poder político de la Iglesia Católica. La Iglesia de Bergoglio ha puesto de su lado al poder judicial de Buenos Aires y al poder ejecutivo de Córdoba, que acaba de censurar otra muestra de similares características. Poco tiempo atrás logró la retractación pública de Antonio Gasalla, cuando su personaje Soledad Dolores Solari encontró en el fondo de su inodoro un pedazo de excremento idéntico a una imagen de la virgen María al que los curas, los medios y las arpías del barrio, transformaron en lugar de sagrada peregrinación. ¿Por qué puede (y se le permite) hacer esto? Porque es parte del poder capitalista. La Iglesia Católica es parte de la organización material y moral del Estado burgués, como en su momento lo fue del esclavista y del feudal.
Sin embargo, la tan repudiada unidad del Estado capitalista y la Iglesia Católica no es una cuestión teórica. Es una realidad que toma formas históricamente concretas. De allí que criticar a la Iglesia o a la religión sin señalar su encarnadura política concreta es una forma de evadir la crítica al estado real de las cosas. El avión caza de Ferrari, con su Cristo en cruz, señalaba al imperialismo norteamericano en Vietnam. Puede que se actualice para señalar la intervención americana en Iraq, pero no dice nada sobre la violencia del Estado argentino y sus conductores actuales. El estado está hoy al comando de Kirchner, socio de Ibarra y de Bergoglio con la tarea de desarmar el Argentinazo. A la Iglesia le toca, en particular, la batalla contra la organización independiente de los trabajadores desocupados, sosteniendo la política punteril oficial que roba los planes sociales a los piqueteros por intermedio de ese gran puntero nacional que es Cáritas. Criticar la religión y sus soportes materiales sin criticar a sus socios directos es una forma de censura: la de aquellos que sufren sus políticas.
El Estado argentino no es un “infierno” abstracto. Ibarra, miembro de la coalición transversal kirchnerista e impulsor de la retrospectiva de Ferrari, ha comandado el gobierno municipal más represivo desde los militares para acá. El que hoy intenta evitar el desalojo de Ferrari -como adalid de la libertad de expresión y los derechos humanos- es co-responsable de los asesinatos del 19 y 20 de diciembre de 2001, responsable directo de los desalojos a sangre y fuego del Padelai y las Asambleas Populares de Villa Crespo y Parque Avellaneda, de la represión de la Asamblea Popular Congreso y de la maratón represiva en Brukman. El mismo Estado Nacional que hoy se lava la cara defendiendo los derechos de los artistas contestatarios, suprime la libertad de los trabajadores, con cientos de detenidos y miles de procesados en todo el país, no por ofensas a tal o cual virgen sino por luchar contra el hambre y la miseria. Son los mismos que hicieron posible la libertad de los responsables de la bomba en la AMIA, de los asesinos de Puente Pueyrredón, de Ménem, envían tropas a Haití y pagan la deuda puntualmente.
Queda claro entonces que lo que está en juego en Argentina no es la libertad de expresión de los artistas progresistas. El objetivo del Estado Burgués es la “censura” de la organización independiente de los trabajadores. El caso Ferrari no es una “contradicción” ni una quiebra en el aparato del estado. Es una pantomima. Mientras en la realidad material y cotidiana, Iglesia, Nación y Municipio son generales del mismo ejército burgués, en el reino de “lo simbólico” Ibarra y Bergoglio parecen odiarse a muerte, simplemente porque la maniobra publicitaria del primero ofendió al segundo. Ibarra, como Kirchner, vive tratando de colocarse a la izquierda para arriar los votos progresistas surgidos de los fuegos del Argentinazo. Como no pueden ni quieren desarrollar una política real de izquierda, intentan al menos desplegar una política de izquierda virtual. ¿Qué mejor forma de aparecer a la izquierda que agitar fantasmas de derecha? Alfonsín usaba a los militares. Ibarra y Kirchner a Menem y a la Iglesia. Que son choques ficticios lo demuestra el retorno de Menem, no a la cárcel sino a la vida política nacional y la alianza entre el gobierno de la ciudad y la Iglesia para mantener a nuestros niños en la ignorancia sexual absoluta, mientras dirigen al público hacia discusiones bizarras sobre los límites éticos del arte. Como señalamos en El Aromo nº 17 (diciembre 2004) ni la obra de Ferrari plantea un ataque concreto al régimen social de Kirchner, Ibarra y Bergoglio, ni su defensa democrática (que compartimos) constituye una política revolucionaria en términos artísticos. Ferrari critica a la religión a la manera humanística, es decir, en abstracto. No dice nada sobre Kirchner, que es el soporte concreto de la actividad del Estado, Iglesia incluida. Participa, suponemos que insconscientemente, de la estrategia discursiva “izquierdista” del gobierno.
La Organización Cultural Razón y Revolución se opone a reclamar únicamente la necesaria libertad de expresión para los artistas. Ninguna libertad tendremos si no defendemos y desarrollamos la libertad de la clase obrera para organizarse y combatir al Estado Burgués. Los artistas no debemos entregarnos inocentemente para blanquear la política represiva del gobierno K, limitándonos a la defensa de Ferrari. Mucho menos si de esa manera permitimos a la Iglesia y al gobierno ocultar su verdadera hermandad de clase tras la pantomima de este falso enfrentamiento.
Llamamos a todos los artistas a organizarse, marchar y protestar en defensa de los derechos de todos los artistas, pero de una manera que no implique el silencio sobre los luchadores perseguidos por Bergoglio, Kirchner e Ibarra. Hay que oponerse al régimen social que permite que el presente de millones de personas sea un infierno concreto y cotidiano. Llamamos, entonces, a los artistas y organizaciones que participan de este movimiento, a manifestarse claramente en este sentido, denunciar al gobierno kirchnerista y exigir la libertad de todos los detenidos y el desprocesamiento de todos los encauzados por luchar.

agrega un comentario


ufff
Por uno más del monton - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 8:36 AM

Para ser un texto escrito fuera del calor dela polemica con León Ferrari es bastante malo... a ver cuando RyR puede aportar algo más halla de un autoritarismo de caracteristicas stalinistas.....

agrega un comentario


zar-telli
Por - - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 9:26 AM

Se ve que eduardo metio mano porque la nota de nancy del aromo era peor que pesima. Igualmente esto sigue siendo pesimo!
Sigan regalandole a ibarra la chapa de progresistas
Sigan con el realismo staliniano
Por dios, a donde van a ir a parar

agrega un comentario


qué cosa, eh
Por judas - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 11:46 AM

Yo sé que estos chicos tienen buenas intenciones y todo eso, que militan en puán contentos y que a veces escriben cosas inteligentes, pero sobre todo en el ámbito de la historia. Cada vez que he leído algo de estos chicos referidos a la literatura o al arte en general, he sentido cierto rubor, cierta vergüenza, porque sé que estos chicos tienen buenas intenciones, no son malos, en fin.
Pero con esa paparruchada de exigir arte con programa solamente (y el resto son pequeñoburgueses, románticos irredentos y no sé cuántas cosas más -ah, me olvidaba, posmodernos), se les va la mano tanto que no pueden evitar textos como este referido a ferrari.
Critiquemos todo o no seremos revolucionarios. La crítica artística de ferrari es en realidad un armazón de izquierda para justificar a k y a ibarra. Si no se pone una foto de kirchner represor, la crítica no es realmente 'socialista' -sí, ya sé, perdón.
Estos tintes stalinistas de exigencia respecto al arte no tienen nada que ver con el arte y su relación con la revolución, en diversos grados, y les impiden ver el carácter absolutamente revolucionario de la obra de ferrari, en la que se conjugan valores artísticos genuinamente positivos con una crítica radical política a uno de los ejes de los aparatos ideológicos del Estado, la Iglesia. Pero no, Ferrari no dice lo que a los buenos chicos de Ry R les gustaría, no es, por lo tanto, revolucionario. (De todos modos, no sé positivamente si Ferrari se asume a sí mismo como tal: no me interesa. Y no es que esté especialmente interesado en el denominado 'arte revolucionario'- aunque, es cierto, creo que tal categoría no existe y no habría fundamentos para que exista, en el sentido del que hablan los chicos de R y R: arte revolucionario es aquel que revoluciona en arte. De todos modos, la recepción de la obra de Ferrari plantea la denuncia radical y la crítica revolucionaria de uno de los actores políticos más reaccionarios a nivel mundial, incluyendo su cara progre y tercermundista.)
Los chicos de R y R harían bien en tratar de analizar mejor hacia dónde los lleva esa mixtura de 'intelectuales al servicio de la clase obrera' con 'realismo socialista' -o arte con programa, como le dicen. Muchas veces puede predominar de manera catastrófica el stalinismo.

agrega un comentario


en la práctica, la línea de R&R converge con la derecha y el kirchnerismo
Por la única Iglesia que ilumina... - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 11:51 AM

Si bien puede corresponder una crítica a Ferrari por su kirchnerismo, en la práctica hay que luchar contra el enemigo más visible que es la derecha católica. La diferencia es que los revolucionarios luchan consecuentemente contra la reacción, mientras los reformistas luchan a medias. ESA es la diferencia que cuenta para las masas, no una crítica por escrito.

¿Les suena el caso de Kerensky y Kornilov?

agrega un comentario


¿quién lo dijo?
Por Rk - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 12:22 PM

"Nuestra concepción marxista del condicionamiento objetivo del arte y de su utilidad social no significa en absoluto, cuando ésta se traduce en el lenguaje de la política, que querramos dirigir el arte mediante decretos y prescripciones. Es falso decir que para nosotros, únicamente es nuevo y revolucionario un arte que hable del obrero; en cuanto a pretender que exigimos de los poetas que describan exclusivamente las chimeneas de las fábricas o una insurrección contra el capital, es absurdo. Por supuesto, por su misma naturaleza, el arte nuevo no podrá dejar de ubicar a la lucha del proletariado en el centro de su atención. Pero el arado del arte nuevo no está limitado a un cierto número de surcos numerados: por el contrario, debe labrar y roturar todo el terreno, a lo largo y a lo ancho. Por pequeño que sea, el círculo del lirismo personal tiene, indiscutiblemente, el derecho de existir en el arte nuevo. Más aún, el hombre nuevo no podrá formarse sin un nuevo lirismo".


¿Un liberal degenerado?
¿Un kirchnerista pro transversalidad?
¿Un piquetero sin política cultural?
¿Un posmoderno vulgar?

No.

Un ruso del siglo pasado

Lev Davidovich Bronstein

En el barrio le decían León Trotsky.

agrega un comentario


ups..y esto?
Por Rk - Tuesday, Dec. 28, 2004 at 12:27 PM

"‘El escritor —decía Marx— debe naturalmente ganar dinero para poder vivir y escribir, pero en ningún caso debe vivir para ganar dinero... El escritor no considera en manera alguna sus rabajos como un medio. Son fines en sí; son tan escasamente medios en sí para él y para los demás, que en caso necesario sacrificaría su propia existencia a la existencia de aquellos... La primera condición de la libertad de la prensa estriba en que no es un oficio.’ Nunca será más oportuno blandir esta declaración contra quienes pretenden someter la actividad intelectual a fines exteriores a ella misma y, despreciando todas las determinaciones históricas que le son propias, regir, en función de presuntas razones de Estado, los temas del arte. La libre elección de esos temas y la ausencia absoluta de restricción en lo que respecta a su campo de exploración, constituyen para el artista un bien que tiene derecho a reivindicar como inalienable. En materia de creación artística, importa esencialmente que la imaginación escape a toda coacción, que no permita con ningún pretexto que se le impongan sendas. A quienes nos inciten a consentir, ya sea para hoy , ya sea para mañana, que el arte se someta a una disciplina que consideramos incompatible radicalmente con sus medios, les oponemos una negativa sin apelación y nuestra voluntad deliberada de mantener la fórmula: toda libertad en el arte."

"Si para el desarrollo de las fuerzas productivas materiales, la revolución debe erigir un régimen socialista de planificación centralizada, para la creación intelectual, debe, desde su mismo comienzo, establecer un régimen anarquista de libertad individual ¡Ninguna autoridad, ninguna coacción, ni el menor rastro de mando!".


Esto es del mismo ruso, junto con un artista que algo sabia, que se llamaba Andre Breton
El texto es el "Manifiesto por un arte revolucionario"

agrega un comentario


peroncho facho
Por ernesto pepe - Wednesday, Dec. 29, 2004 at 6:43 AM
ernesto@filo.uba.ar

si si si peron que grande sos mi general cuanto vales, andate a cagar con tu nacionalismo facho.

agrega un comentario


RyR: sectario y autoritario
Por Diego Alcántara - Wednesday, Dec. 29, 2004 at 10:50 AM
locutum@hotmail.com

Según RyR, la obra de León Ferrari criticaría al Imperialismo en abstracto, sin referencias a la situación política nacional actual, concreta.
En primer lugar debe señalarse que la muestra de L.F. es una retrospectiva de 50 años de trabajo, por lo que las referencias a la actualidad inmediata pueden faltar sin culpa. También debe señalarse el pasado "concreto" del artista: su militancia en los movimientos de familiares de desaparecidos durante la Dictadura.
Sin embargo, es absolutamente cierto que León Ferrari dijo en el acto del domingo que agradecía el apoyo recibido de parte del Gobierno de la Ciudad, es decir, de Ibarra.
Es igual de cierto que mucha de la gente presente en el acto no adhería a los cánticos (consignas) de los sectores más radicalizados del público.
Esto habría confirmdo la justeza de de la posición de RyR de no ir al acto, decisión tomada antes de conocer los discursos que se pronunciarían.
Esto es perfecto sectarismo contrarrevolucionario: no participar de un movimiento democrático real, argumentando sus limitaciones, en aras de un movimiento que no existe, estructurado detrás de las consignas puras de RyR.
El verdadero científico (el verdadero intelectual), entiende que la realidad siempre se resiste a encorsetarse en nuestras teorías, lo que las hace evolucionar siempre. No existió el acto químicamente puro de RyR, existió el acto real del Centro Cultural Recoleta. Ese acto y otras actividades igualmente impuras impusieron una derrota, tal vez parcial, a la Iglesia reaccionaria. Mientras que los artículos químicamente puros de RyR no derrotaron a nadie, sin resistir la intemperie, fuera de su tubo de ensayo.
Un pequeño paso adelante del movimiento real vale más que todos los números de El Aromo.

agrega un comentario


RyR fue al acto
Por nadie - Wednesday, Dec. 29, 2004 at 1:15 PM

RyR estuvo presente en los actos, incluso su bandera fue vista por TV en la marcha de ayer.

agrega un comentario


¿cómo fueron?
Por judas - Wednesday, Dec. 29, 2004 at 2:05 PM

Claro, ayer tuvieron que ir acuciados por la realidad que contradecía sus posiciones. Ahora, ¿fueron con carteles que dijeran: "ferrari denunciá a kirchner", "luchamos por la libertad, pero sólo a condición de una lucha a fondo contra el capitalismo", "la reapertura es la cobertura de izquierda del gobierno asesino de ibarra"? Creo que no. Creo que llevaron solamente su banderola porque se dieron cuenta de que sus posiciones son insostenibles. Espero que esta tibia evolución se refleje también en el levantamiento de las posiciones más generales de RyR respecto a la literatura y al arte. Posiciones imbuídas de stalinismo, claro está -entendiendo también al stalinismo como ese flujo histórico que lo llevó a levantar tanto posiciones frentepopulistas como ultraizquierdistas y sectarias y a la energía -tantas veces asesina- que el realismo socialista soviético puso en imponer al arte un programa, tal como quieren los chicos de razón y revolución.

agrega un comentario