Julio López
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LA RESPUESTA a JPFeinmann que Página 12 NO QUIZO PUBLICAR
Por Comisión MYC Asambleas Autónomas - Thursday, Dec. 30, 2004 at 4:59 PM
prensaasambleas@yahoo.com.ar

Respuesta enviada por Rubén Drí, de la asamblea de JBJusto y Corrientes (integrante de los espacios de las asambleas autónomas) al artículo de JPFeinmann del 19/12, y que Página 12 no quizo publicar. Si está de acuerdo, por favor difundir, y enviar a Página 12

Las asambleas Autónomas en el 2004
La ceguera del filósofo fiestero


En el lamentable artículo de José Pablo Feinmann publicado por Página 12 el 19 de diciembre nos enteramos que “a tres años del 2001 queda poco y nada. De las Asambleas, nada”. Después de “las borrascas de diciembre de 2001, nos dice, Buenos Aires “es una fiesta”. Se trata de la fiesta del consumismo. ¿Qué pasó con los caceroleros que desataron la borrasca del 2001? Según la visión del ilustre filósofo se fueron con Blumberg.


Todos miramos la realidad desde un determinado punto de vista. ¿Cuál es ese punto de vista de un escritor que en el 2004 afirma que de las asambleas no ha quedado nada? Es evidente que es el del escritor, filósofo en este caso, que, perteneciente a la clase media como la mayoría de los escritores, como nos lo recuerda Mario Wainfeld, ve la realidad desde arriba, desde la superficie. Moviéndose desde el escritorio al café, desde éste al restaurante, y desde éste al shoping, es imposible ver los cambios profundos que se vienen produciendo desde la pueblada del 19-20 de diciembre de 2001.


Las asambleas no desaparecieron. Lo que sí desapareció es el ruido de las mismas. Como una mirada superficial sólo ve los fenómenos sociales cuando hacen ruido, nuestro filósofo no logra ver a las asambleas, porque éstas ahora no hacen ruido. Sólo ve a esa parte de la sociedad que va los supermercados o que aturden con los bocinazos. En consecuencia, concluye que sólo eso existe. Las asambleas murieron. Los otrora asambleístas se hicieron clientes de los supermercados, felices turistas, alegres fiesteros.


Es por lo menos extraño que un filósofo tan conocedor de Hegel no haya vislumbrado en nuestra realidad de hoy que “el espíritu, es decir, el sujeto colectivo, el pueblo, que se forma va madurando lenta y silenciosamente hacia la nueva figura”, movimiento que en determinado momento aparece como “la aurora que de pronto ilumina como un rayo la imagen del mundo nuevo”.


Un mirada superficial como la de nuestro filósofo no podía ver en la década del 90 lo que se estaba gestando en tantos movimientos sociales que no hacían ruido, pero que se movían, debatían, construían. Parecía que no pasaba nada, que sólo existía la “fiesta menemista”, una etapa más en la Buenos Aires fiestera de nuestro filósofo. Pero lo que iba madurando en las entrañas de los sectores populares y medios, explotó en las históricas jornadas del 19-20 diciembre de 2001.


Después de estas jornadas, nada es igual. Quien sólo ve la “fiesta” de los shopings, supermercados, turistas y bocinas, no hace más que resbalar en la superficie de una realidad que se mueve, crea, construye y, de esa manera, va poniendo las bases de una profunda transformación. La pueblada del 19-20 diciembre 2001 constituye “la aurora” del nuevo día. Las confusiones de Negri, Virno, Holloway y sus seguidores criollos no nos conciernen. Nosotros nunca hemos confundido una “multitud” con el pueblo.


El día que le sigue a la aurora no posee su colorido. La aurora de “dedos rosados” como nos dice la poética griega, da paso al día prosaico. Las asambleas multitudinarias que deslumbraron a muchos, hicieron temer a otros y confundieron a tantos, dieron paso a las asambleas que ya no deslumbran en una aurora de “dedos rosados”, sino que maduran en un trabajo tan silencioso como profundo y creativo.


Las asambleas no han muerto. No hacen el ruido multitudinario y cacerolero de su nacimiento. Es cierto que muchas desaparecieron, pero hay un número significativo de las mismas, es decir, entre 30 y 40, que forman el espacio de las “asambleas autónomas”, además de otras que conforman otros espacios. En ningún momento, desde que se fundaron a raíz de la pueblada del 19-20 de diciembre de 2001, dejaron de funcionar.


Hoy esas asambleas no poseen el alto grado de convocación que poseían en los primeros momentos de la citada pueblada. Se han achicado en número, pero han crecido cualitativamente. Mediante un trabajo constante se han ido insertando en forma real, no declamativa, en los barrios en los que están asentadas.


En la reunión que todas realizan semanalmente se debaten todos los problemas en forma efectivamente democrática. La horizontalidad no es algo meramente declamado, sino construido en la realidad, enfrentando el problema que siempre se presenta de coordinarlo con la organización. Horizontalidad, organización, construcción del poder popular, transformación de la sociedad son temas recurrentes en sus reuniones.


Las actividades que realizan las asambleas poseen una variedad asombrosa. Organizan semanalmente una dos ollas populares con los cartoneros y trabajadores desocupados; ponen en funcionamiento diversos microemprendimientos; organizan talleres de los rubros más diversos como canto, música electrónica, folklore, tango, escritura; realizan seminarios de formación de filosofía, economía, sociología; hacen debates sobre temas como el ALCA, la deuda externa, las privatizaciones, el Estado.


Todos los meses se realiza un Encuentro de las Asambleas Autónomas en el que se debate y se toman las resoluciones del Espacio. A ello se le agrega un encuentro de reflexión que se realiza también mensualmente. Este encuentro está destinado a pensar juntos, los compañeros de las asambleas con compañeros de otras agrupaciones, la realidad local y nacional.


De esta manera, sin pausa, con el trabajo constante de cada día, superando las contradicciones que siempre aparecen en nuestro camino, los asambleístas vamos poniendo nuestro grano de arena en la construcción la nueva sociedad. ¡Que se vayan todos! Sigue siendo nuestra consigna. Se irán, no le quepan dudas a nuestro filósofo, y no por obra de la “multitud” negrista, sino por obra de un pueblo que están dando los pasos necesarios para que eso se realice. En esa tarea las asambleas estamos haciendo lo que nos corresponde.


Rubén Dri, integrante de la Asamblea de Juan B. Justo y Corrientes, en el espacio de las Asambleas Autónomas


Buenos Aires, 21 de diciembre de 2004.


Comisión de Medios y Comunicación Asambleas Autónomas

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