Julio López
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Después de la masacre: en la ciudad Cromañón
Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
sebastian@riseup.net

Fotos y alguna reflexión.

Después de la masacr...
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Hace menos de dos meses atrás, un trabajador del subterraneo decía que ”hasta que no haya una desgracia grande, nadie se va a interesar en serio por como viaja la gente”. Su preocupación era que muchos trenes trabajan con sistemas diseñados en 1901, 1913 o 1934, y que cualquier desperfecto permitiría que, por ejemplo, todas las puertas se abriesen en medio de un viaje. Las consecuencias podrían ser trágicas, “pero esto –decía el conductor- es como todo en el país”.

El incendio del boliche República Cromañón es parte de ese todo igual a si mismo que reina en la ciudad y en el país. Fue una masacre que golpeó la urbe, una señal de alarma de lo que puede pasar en cualquier momento y en cualquier lugar.

Reicén ahora, después de una tragedia evitable, sabemos que el 85% de los boliches de la ciudad no reune las condiciones mínimas de seguridad. Esas reglas son muy sencillas: una salida de emergencia cada 300 personas recibidas, instalaciones eléctricas protegidas para evitar chispazos por cortocircuitos, matafuegos y barrales antipánico en las puertas. El informe, confeccionado por la Defensoria del Pueblo, estaba disponible hace siete meses. ¿Por qué nadie hizo nada antes?.

Ejemplos similares abundan en todos los rubros. Hace casi 25 años (!!) se descubrió, gracias a una explosión, que la estación de servicio Shell de Lima e Independencia tenía perdidas de nafta, contaminando el suelo y generando un permanente peligro de hacer volar todo. Desde esa época, varios estudios vienen señalando que para terminar definitivamente con el peligro, hay que remover “el contenido de unos 100 mil camiones cargados con tierra contaminada, que deben retirarse y llevarse para ser tratados como un residuo peligroso”.

Frente a esa estación de servicio pasan diariamente 25 mil personas por el subterraneo, 14.000 estudiantes que van a la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y alrededor de 60 mil coches.

Un accidente allí sería un genocidio. Pero a pesar de eso, la única medida conocida y publicitada fue la colocación de bombas ilegales para ventear los gases sobre la avenida 9 de Julio.

¿Y si algún día explota?. Seguramente, luego de decretar un duelo nacional por tres dias, en la tapa de los diarios se publicará otro informe, fechado en Abril del 2003, que señala que de 400 estaciones de servicio que hay en la ciudad, solamente dos, en aquella fecha, tenían iniciado el trámite de evaluación de impacto ambiental, sin el cuál no se sabe cuan peligrosas son para la población.

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2) La típica ganancia
Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
sebastian@riseup.net

2) La típica gananci...
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Los recitales que se precien de ser populares y juveniles son fiestas de cuerpos mezclados en un ritual pagano, poseídos por una libertad efimera, pero intensa y energizante a la vez. Es una cultura juvenil, recreada desde hace años en los bordes del mercado, comparable solamente con el futbol en cuanto a la pasión que despierta, pero mucho menos mediatizada que aquel deporte.

Después de la masacre, no pocos periodistas salieron al ruedo para tratar de apuntar los cañones contra la jóvenes. Lo mas radicales hablaron de la “culpa del rock”, el “descontrol juvenil”, y hasta acuñaron lo del “rock bengala”, para referirse a una supuesta cultura suicida, que dentro de poco, seguramente, emparentarán con las “tendencias asesinas” que despertaría entre los púberes las melodías de Marilym Manson.

Los mas moderados, en cambio, hablan de una “cadena de responsabilidades” que comienza en los inspectores municipales, y cuyo último eslabón son las propias víctimas de la masacre, a pesar de que los propios jóvenes fueron los principales y más arriesgados socorristas durante el incendio.

Ese discurso busca, como siempre, utilizar la tragedía para criminalizar a la juventud. Pero sobre todo, lo que los medios de comunciación intentan hacer es diluir las responsabilidades políticas de la masacre. Centrando la culpa en la figura de Omar Chabán (cuya responsabilidad es indiscutible), y en el supuesto “descontrol juvenil”, se intenta salvar de la ira al gobierno porteño.

Las razones para hacherlo son bien prácticas. Es sabido que la ciudad de Buenos Aires mantiene grandes anuncios en todos los medios de comunicación. Oficialmente, el gasto previsto para publicidad en el 2005, creció un 100% con respecto al año que terminó, alcanzando los 50 millones de pesos, pero la cifra –disfrazada dentro de los gastos generales de cada sector- podría ser mucho mayor.

Cualquier periodista que se haya topado con alguno de los tantos temas que rozan a Ibarra (desalojos, negocios inmobiliarios, de la basura, con la contaminación y un largo etcetera) sabe que, en la mayoría de los medios, criticar al intendente de Buenos Aires está casi prohibido. Esa subordinación, muchas veces se esconde bajo el viejo truco de que “no hay que hacerle el juego a Macri”, slogan con el cual se pretende que soportemos y callemos cualquier fechoría progresista.

No es extraño, entones, que hasta último momento los medios de comunicación hayan intentado ocultar la convocatoria y la realización de la movilización que se dirigió a la jefatura de gobierno porteño y después a Plaza de Mayo.

Como no podía ser de otra forma, el grito de “Ibarra, Chabán, la tienen que pagar”, se hizo escuchar en una convocotaria espontánea, organizada por los mismos boca a boca que suelen convocar al abrazo de la festividad pagana que son los recitales del rock..

Los empresarios del a comunicación, no tienen nada que envidiarle a Omar Chabán.

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3) Trabajadores de hospital
Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
sebastian@riseup.net

3) Trabajadores de h...
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Miremos la tragedia, por un instante, desde otro ángulo. Horas antes del incendio, en el Hospital Ramos Mejía, nadie sospecha que cientos de cuerpos dolientes se apilarán en los pasillos, haciendo colapsar capacidad del hospital y de asombro de todos sus trabajadores.


Sin saber que pronto llegará la masacre, en la sala de internación 8, donde se amontonan los pacientes de cirugía, se piensan en otras cosas. Los allí alojados sueñan con perder su condición de tales: nunca como el día anterior a fin de año o navidad un internado se siente igual que un preso, atrapado tras las rejas de la enfermedad, esposado con suero y agujas contra una celda de sábanas blancas.

Si irse del hospital -o de la carcel- es siempre un acto de alivio, hacerlo en las visperas de una fiesta es como volver a la vida.

Para los enfermeros y los médicos, en cambio, el día previo a las fiestas es de nerviosismo y preparación. Por regla se sabe que será un día duro, amargo, donde las tragedias personales se agigantarán en el contraste con la festividad popular.

Veinte años trabajando allí son suficientes para aprenderlo. Guillermo tiene más o menos esa antigüedad en el hospital, y por eso las noches anteriores a las fiestas intenta descansar un poco, durmiendo en una de las camas vacias que hay en la sala de internación. Se puede dar ese pequeño lujo porque tiene un oido agudo, capaz de detectar el murmullo de un paciente que se queja de dolores nocturos o que reclama, molesto a veces, que le presten un poco más de atención. Respondiendo al instante, Guillermo pasea sus cien kilos por las hileras de camas – tiene unas 25 a su cargo cada día- y de reojo se fija si el suero se está terminado, si hay que cambiarle algún papagayo o, incluso, si alguien está durmiendo destapado.

Esa noche, en las primeras horas del 30 de Diciembre del 2004, mientras el enfermero descansa, uno de los pacientes se revuelve de dolor.

Un mal movimiento, un esfuerzo inconciente, algo hizo que el tubo que tiene incrustado entre las costillas se doblara, produciendo la misma sensación que una puñalada caliente. El enfermo suspira paralizado de desesperación y dolor, tratando de que alguien escuche su grito ahogado.

Es un hilo de voz el que le sale, pero Guillermo lo presiente y viene para ayudarlo.

El enfermero actua rápido, recurriendo a una de las técnicas medicinales mas antiguas y efectivas de la humanidad: levanta a al paciente y le da un gran abrazo, para que llore y se alivie en silencio.

Menos de 20 horas después, tras el incendio en el boliche de Once, ni a Guillermo ni a sus compañeros les alcanzan los recursos, las energias y las manos para abrazar a los pacientes que ocupan las camas, pasillos y la guardia del hospital. Y sin embargo lo hacen.

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Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
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Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
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Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
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Por Sebastian Hacher ((i)) - Sunday, Jan. 02, 2005 at 7:44 PM
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brillante
Por manupa - Sunday, Jan. 02, 2005 at 11:26 PM

gracias sebastian

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foto portada
Por i - Monday, Jan. 03, 2005 at 1:30 AM

foto portada...
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El Jipi mira con el corazón
Por Un sobreviviente de Cromañón - Monday, Jan. 03, 2005 at 2:50 AM

Gracias Sebastián

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zapatillas
Por (A)chic - Monday, Jan. 24, 2005 at 6:06 PM

zapatillas...
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para portada
Por (A)chic - Monday, Jan. 24, 2005 at 6:09 PM

para portada...
zapaspg.jpg, image/jpeg, 270x202

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Después de la masacre: en la ciudad Cromañón
Por Graciela - Tuesday, Feb. 01, 2005 at 9:42 PM

Estoy de acuerdo en que hay que encontrar culpables a la hora de un delito. Pero creo que hay un arbol que nos tapa el bosque. Creo que ponemos todo el enfasis en esta lamentabilisima tragedia...hoy, y nada mas. La culpa la tenemos TODOS. Porque permitimos que desde hace decadas nos vayan socavando la educacion. Esto de la corrupcion, no es de hoy es de hace mucho y el problema es que cada vez es peor. se perdio el premio y el castigo. Se estudia para zafar. Se trabaja para zafar y se pone un negocio para zafar. Esto no se va a arreglar, si renuncia Ibarra ( no tiene que renunciar y listo, tiene que hacerse cargo) ni tampoco si Chaban va preso (tiene que ir). Esto se arregla cuando pongan el ojo en la educacion y cambie la mentalidad de nuestros hijos. que quieran que se los premie y se banquen el castigo . Que ser buen estudiante no sea sinonimo de ser estupido o ñoño como ellos dicen, o traga como se empezo a desvirtuar en nuesta epoca. Que ser mal estudiante y copiarse o zafar no sea sinonimo de viveza. Eso es lo que quieren de mas arriba, y mucho mas arriba, para que siendo ignorantes nois puedan dominar mejor, . Exijamos, calidad de vida calidad de educacion y calidad de salud. Pero sobre todo exijamos buena educacion, exijamos que los maestros exijan para mejorar, que enseñen a razonar a diferenciar.. El futuro de todo pais depende de la educacion que le den a su gente.

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MMMM CUANTO SOSPECHOSO
Por LA YUTA - Friday, Feb. 04, 2005 at 3:35 AM

documentos por favorrr!!

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pasta base
Por anibal - Saturday, Jan. 07, 2006 at 12:43 AM
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porque no se van a vivir a cuba a ver si ahi toca callejeros

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soledad despues de la muerte?
Por tia maira - Saturday, Jun. 24, 2006 at 1:20 AM
tiamaira@hotmail.com 0800-tiamaira-0000 tucuman

con gran tristeza vi todo lo que paso en esta tragedia creo que la gente nunca va a olvidar lo que sucedio ese dia por el resto de nuestras vidas, es cierto la culpa la tienen los empresarios inescrupulosos que por querer ganar mas plata y mas presatigio habilitan boliches sin orden alguno luego comienzan a meter gente y meten y meten hasta saturar completamente al boliche luego por supuesto sin salidas de emergencias correctas suceden tragedias como estas y quien tiene la culpa nadie porque nadie se hace responsable por lo ocurrido en este aspecto devemos considerar que el señor chaban ambicioso como el solo y con mucho dinero no le importo nada que su boliche no estuviera en regla el solo queria plata plata y plata a mi parecer los callejeros fueuron otra victima mas de los polkiticos inescrupulosos como ibarra y como todos aquellos que quisieron sçcensurar esa banda que por sierto ya son disco de oro con su nueva producion je que gracioso no
volviendo al punto lamentablemente murieron muchos jovenes y muches mujeres losp adres aun hoy siguen sufriendo la perdida de sus seres queridos pero la vida continua ya no esta ibarra ya no esta chaban ya no actuan los callejeros lamentablemente por favor traten de cuidar a sus hijos de todos esos empresatrios inescrupulosos y cuiden que este nuestro pais sea cada dia mejor y nejor y por supuesto libre de humo y libre de la corrupcion que existe en este pais aun muchas gracias tia maira

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SE MATARON POR BOLUDOS
Por Carlos - Sunday, Jun. 25, 2006 at 5:58 PM
chhernandez@arnet.com.ar 156987536

En el título lo digo todo. Unos boludos que se metieron solitos sin que nadie los obligue en la boca del lovo. Unos padres tambien boludos que quieren culpar a toda la sociedad por lo que fueron capaces de hacer. Dejar meterse a esos boludos en la boca del lobo. Basta de buscar culpables. Fuero ellos y lo son ustedes. Todos los dias hay gente que muere asi. No los hagamos martires. No son ejemplo de nada. Son un mal ejemplo.

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