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¿Kirchner es igual que Menem?
Por Raul Isman - Monday, Jan. 03, 2005 at 2:31 PM
raulisman@yahoo.com.ar 15-572-4273

una comparacion entre ambos mandatarios.

¿Kirchner es igual que Menem?
O acerca de un modo
impresionista para analizar la realidad


Por Raúl Isman
(raulisman@yahoo.com.ar)



La izquierda,

siempre más cerca del socialismo

que de la realidad.

Frase anónima.



El interesante trabajo que, respondiendo a la pregunta incluida en el título, el profesor Juan Carlos Sanchez ha publicado en una reciente- aunque hasta el momento en que publicamos estas líneas ha transcurrido ya una quincena- edición de foro docente presenta y reedita algunas dificultades ya clásicas del pensamiento de izquierda. A casi seis décadas del 17 de octubre de 1945 (por poner un punto de partida en el tiempo), nos parece que los límites que presentamos los habitantes del hemisferio sinistro de nuestro sistema político para aprehender la realidad y aprender de ella constituyen, a la vez, una marca inocultable como una pesada lacra y nos imposibilitan transformar en fuerza política militante y transformadora nuestra indudable influencia en ciertas áreas del quehacer nacional (educación, universidad, movimientos sociales, arte, cultura, entre otras). Las siguientes palabras son una invitación al debate, así como un llamado urgente para que la reflexión basada en la más cruda realidad ilumine nuestro caminar por este mundo, al que deseamos transformar.
Una primera respuesta al interrogante de marras la pueden obtener quienes frecuenten los programas massmediaticos de la derecha. En efecto, para dichas emisiones Kirchner no es igual que Menem: el presidente patagónico es una encarnación de los demonios de la década del `70 o del mismo Lenin, por lo tanto, no es asimilable al riojano, verdadero demiurgo de los dorados 90`, paraíso perdido al cual siempre desean tornar. A la derecha vernácula puede acusársela de muchas cosas, pero no de desconocer cuales son sus verdaderos intereses. Sin embargo, nuestro autor concluye taxativo: Por todo esto, y si le quedaban dudas, KIRCHNER ES IGUAL A MENEM. Definitivamente, ni Bernardo Neustadt, ni Mariano Grondona, ni Guillermo Cherasni coinciden con nuestro articulista.

De todos modos, centraremos la polémica en los fundamentos para enunciar afirmaciones- a nuestro modo de ver- tan exóticas. Dice el profesor Sanchez podemos concluir en que sí, en que Kirchner es igual a Menem en cuanto al sostén del modelo económico y social impuesto por los Dueños de la Argentina...

El modelo aplicado en los ’90 por el gobierno de Menem se centró en tres ejes decisivos, a saber. convertibilidad, privatizaciones e inserción subordinada en el orden global. Para un análisis más detallado del tema puede consultarse el capítulo II de nuestro libro Los piquetes de La Matanza. Parte de aquellos contenidos ya fueron modificados en gran medida desde la gestión Duhalde, aunque algunas de estas transformaciones no hayan sido necesariamente beneficiosas para el pueblo. Pero además, el modelo (neoliberal) de los ’90 apuntaba centralmente a jerarquizar casi exclusivamente a los estamentos financieros de la burguesía en perjuicio de los productivos y naturalmente procuró exitosamente deprimir la participación de los asalariados en las rentas nacionales. En este punto, la diferencia sustancial es que en la actualidad se ha diseñado un proyecto económico que trata de privilegiar la producción y no las ganancias de la especulación bancaria, así como reducir parte de lo perdido por los trabajadores en la distribución de los ingresos del país.

A continuación, analizaremos sucintamente las importantes- más allá de su insuficiente alcance- diferencias del gobierno Kirchner con relación al neoliberalismo predominante en los ’90 y el lector extraerá las conclusiones del caso:

1) Una primera diferencia consiste en la clara intención de provocar una redistribución del ingreso. Se puede criticar la velocidad y profundidad del proceso, mas no la existencia de un intento de mejorar la situación de asalariados, pensionados y jubilados, víctimas dilectas del genocidio social practicado en nuestro país durante el Menemato. Los diversos incrementos realizados (aunque hayan sido en negro), la mejora en el salario mínimo, las distintas medidas tomadas y que no es del caso enumerar aquí tienen una finalidad última: reactivar el mercado interno, único modo de lograr la (re)construcción de una nación socialmente integrada. Por cierto, no existe nación con masas hambrientas y marginadas socialmente.

2) A casi tres años de la devaluación de 2002, las tarifas de los servicios públicos permanecen sin modificaciones para el pueblo consumidor (salvo el gas en garrafas), pese a la permanente presión del poder económico local, los organismos financieros y los gobiernos de los países centrales. El incremento constante del precio de tales prestaciones es un rasgo fundamental de los ’90. Recuérdese, por ejemplo, los escandalosos revaluos telefónicos durante los ‘90, época en que pagábamos las tarifas más caras del universo. Las diferencias son tan obvias que ni siquiera debieran destacarse.

3) Además, se ha gestado un incipiente sector de economía estatal (correos, ferrocarriles, astilleros, energía, entre otros) ciertamente insuficiente, pero impensable en los ’90. Tal década fue la era de la orgía privatista y el desempleo estructural. El proyecto de Kirchner marca así un nuevo rumbo. Corresponde al pueblo profundizarlo.

4) El gobierno presidido por el actual primer mandatario fue el único que logró bajar las tasas de interés, lejano objeto del deseo para diversos presidentes desde la restauración democrática en 1983. Desde luego que tasas que oscilan entre el 9 y el 25 % siguen resultando muy altas con relación al primer mundo y no pueden ser calificadas de otro modo que una auténtica usura. Pero la actual es una orientación que marcha en el sentido correcto, es decir, que las finanzas resulten el lubricante de la actividad productiva y no que esta se subordine a la valoración de los capitales especulativos. ¿Es necesario comparar con lo que ocurría en los años del Menemato?

5) La paridad del dólar a 3 pesos constituye un verdadero muro de protección para la industria nacional, aun no recuperada ni mucho menos del marasmo provocado por la convertibilidad. Además, se alienta de este modo la exportación. Nada casualmente, los voceros del poder económico presionan por un valor de 2,20. Buscan así eliminar el desempleo... en China, Malasia, Japón, Europa o los Estados Unidos. Además, añoran la etapa en la que era mejor negocio toda especulación financiera que una inversión productiva de riesgo. En este punto, el Menemismo implicó indudablemente un proceso de desindustrialización casi sin precedentes. Por el contrario, puede cuestionarse la velocidad y profundidad de la reindustrialización en curso, pero no su existencia.

6) Es posible tener diversas opiniones acerca del modo con que el poder ejecutivo ha encarado las negociaciones con los organismos financieros internacionales, los acreedores extranjeros, los gobiernos de los países centrales y otras alimañas. Pero- en nuestra opinión- resulta destacable el elevado grado de autonomía nacional alcanzado. Aún aceptando las (por ahora) inevitables concesiones al imperio y las diferencias con países hermanos, como Brasil, destácase que la Argentina negocia desde la defensa de sus verdaderos intereses. Algo muy distinto a lo ocurrido durante la vigencia de la pizza con champagne, época de relaciones carnales con el imperialismo (ciertamente, el upite no lo ponían los empresarios y políticos menemistas) y disolución nacional. Tal vez sea poco para quienes preconizan que lo único que puede hacerse es repudiar al F.M.I.. Pero quienes enuncian estas posiciones deberían preguntarse si el conjunto del pueblo argentino ( no sus destacamentos más politizados) está en condiciones de resistir una presión a fondo del imperialismo, en caso de que la Argentina repudiare unilateralmente sus deudas. En nuestra opinión, nos hallamos muy lejos de ello. Otras serían las posibilidades en caso de lograrse la creación de un frente de países deudores, proceso que ni siquiera puede decirse que se halle en pañales en la actualidad.

Lo anterior es un sucinto compendio de diferencias entre los modelos económico y social impulsados por uno y otro mandatario. A nuestro juicio la diferencia central es de proyecto. El califa de Anillaco – a diferencia del Doctor Nestor Carlos Kirchner- alentó incansablemente la disolución de la nación argentina por medio de mecanismos como los siguientes:

a) La entrega escandalosa y corrupta a monopolios parasitarios de sus riquezas naturales.

b) La desintegración social resultante de su plan económico. Tal como dijimos anteriormente, el desempleo y la desestructuración social consiguiente implican la negación de la existencia de la nación en cuanto espacio común del conjunto del pueblo.

c) El sobre-endeudamiento inútil. Al incrementar la deuda externa, resultaba afectada la capacidad de autodeterminación nacional frente a los organismos financieros y a los gobiernos de los países centrales

d) La liquidación de los mecanismos de intervención estatal en la economía provocó la dificultad de colocar límites a la voluntad (omnímoda) del poder económico.

e) La feudalización de las economías regionales, que coadyuda a debilitar al estado nacional. Por ejemplo, los gobernadores de las provincias petroleras, por causa de mecanismos constitucionales de 1994, retienen atribuciones que en rigor corresponden a la nación.

f) La fragmentación y aislamiento territorial resultante de haber liquidado una empresa como Ferrocarriles Argentinos; entre otras medidas de alcance indudable regresivo.

En cambio, el patagónico encabeza un (tímido) proceso de reconstitución nacional, que no es más profundo- entre otras causas- por la casi total ausencia de participación popular. Por cierto que este camino no elimina el conflicto social. Por lo tanto, incluye una nueva hegemonía o modo de dominación (necesariamente burguesa). En este punto, hay que decir las cosas como son. No existen condiciones para un proyecto socialista, ni en la Argentina ni en el mundo. Pero con la reconstrucción de la nación y la (re)creación de un estado social seguramente las condiciones para la sobrevida de nuestro pueblo y- para que pueda luchar por mejorarlas- serán inmensamente mejores que en los 90`, la etapa en que debíamos pedir por favor que ya no nos cascotearan más el rancho. Si bien estamos muy lejos de retomar la iniciativa, al menos ya fantaseamos con hacerlo, luego de casi tres décadas de derrotas.

En su artículo dice el profesor Sanchez:

Debemos reconocer que la rata hizo gala de su enorme cintura durante todo su largo mandato, lo cual le permitió tener en caja a los militares, a los sindicalistas, a la oposición y a la Iglesia
Profundizando esas palabras pueden extraerse algunas diferencias entre Menem y Kirchner. Para poner en caja a los uniformados el innombrable indultó a los peores asesinos de la historia argentina. Nunca está de más recordar que nuest0ra historia es rica en crímenes, de modo que quien perdonare a los chacales del 76`(los peores asesinos en la nacional historia de la infamia) merece la más profunda repulsa de los pueblos y de la conciencia universal. ¿Hace falta decir que no hubo ningún otro mandatario en la historia latinoamericana que haya planteado con tanta profundidad y alcance práctico la dimensión ética, política y filosófica de los derechos humanos?

Con relación a los sindicalistas, todo análisis debe partir que el Menemismo provocó una gravísima derrota histórica a las clases populares, en gran medida aún peor que la infligida por la dictadura procesista. No es menor entre las causas de tal retroceso la tradición histórica de más de medio siglo de prácticas obreras corporativas. En este contexto de frustración para la clase trabajadora fue relativamente sencillo para el riojano descartar al sindicalismo que resultaba hostil a su proyecto, mientras privilegiaba la relación con los llamados gordos. Acerca de este punto, también es flagrante la diferencia entre Menem y Kirchner; pues al ser el actual un proyecto decididamente mercadointernista, el sindicalismo- independientemente de la valorización que nos merezcan Ruedas, Cavalieris o Moyanos – tiene una importante función que cumplir en la regulación de los conflictos y en el control social.

Con relación a la jerarquía eclesiástica, sólo hay que ponderar el sentimiento de los obispos hacia el gobierno de Menem- con quien mantuvieron relaciones carnales, dicho esto de modo absolutamente simbólico- y compararlo con la desconfianza, el recelo y la hostilidad abierta expresada contra el actual ejecutivo nacional. ¿Menem es lo mismo que Kirchner?

Finalmente, una palabras acerca de la actual coyuntura y el quehacer del vasto, pero desperdigado espinel de las fuerzas populares. En nuestra opinión, de izquierda no es aquel que juega a ver quien tiene la verba más inflamada e incendiaria, sino quien pone límites concretos al poder económico. Cada cual que saque las conclusiones del caso de lo enunciado recién Por otra parte, el papel de los militantes populares no es apostar permanentemente al todo o nada o a cuanto peor mejor. De la década del ’70 pueden realizarse distintos balances; pero, en nuestra opinión, uno de ellos es que quienes apuestan a cuanto peor mejor, sólo están preparando el camino material y cultural para derrotas que el pueblo paga con sangre, sudor y lágrimas, por usar la expresión churchiliana enunciada en un contexto diferente. Por lo tanto, a nuestro juicio, el papel de los sectores populares, nacionales, progresistas y de izquierda no es plantear la revolución simétricamente perfecta, incontaminada e... imposible, sino ampliar el campo de lo posible. La tarea central sigue siendo lograr la más amplia unidad popular posible para aislar al poder económico y derrotarlo. En este contexto, Kirchner y su proyecto no son el enemigo. Es más, centrar el discurso de los movimientos alternativos en la oposición al gobierno favorece objetivamente a los auténticos enemigos del pueblo, quienes desean la parálisis del ejecutivo y su neutralización, si no es posible su derrota total.

Sintetizando, toda fuerza política puede considerar que el objetivo es la realización del comunismo en nuestro sistema planetario y otros adyacentes, pero no debe negarse a lograr ciertos cambios progresivos, aunque más modestos, sobre todo si ayudan a moderar los sufrimientos populares. A modo de ejemplo de una mentalidad que no debe ser imitada, podemos citar al médico ultraizquierdista; quién siempre aseguraba que los problemas de la salud pública sólo podían resolverse en el socialismo. De este modo, se le aseguraba a grandes sectores de masas la inevitable muerte por enfermedades tratables. Curiosa reformulación de la vieja consigna socialismo o muerte.

Hay un aspecto en que puede mencionarse cierta similitud entre el riojano y el patagónico: este es la indudable voluntad política que ambos exhibieron durante sus mandatos en el ejecutivo nacional, bien que para proyectos opuestos.

La torva mirada que no distingue los matices, más aún los que resultan significativos por lo grueso, le ha hecho mucho daño a las fuerzas populares y es la que anida en las palabras del profesor Sanchez con la cual cerramos estas notas.

En tanto, el actual Presidente izó la bandera de los Derechos Humanos para diferenciarse de la rata pero resultó ser otra falacia, más allá de la reparación histórica que significó el desmantelamiento de la ESMA y su conversión en el Museo de la Memoria.

Llamar falacia a cargarse en contra la campaña del conjunto de la parafernalia de la derecha(incluyendo jirones más que significativos del aparataje del Pejotismo) en una reivindicación de los derechos humanos constituye en nuestra opinión un despropósito. Además, afirmamos una vez más que el único modo de construir política es desde una adecuada comprensión de la realidad. El surrealismo, el impresionismo, los brotes oníricos son adecuados en vastos dominios de la cultura y el arte, pero no en las construcciones populares para resolver los grandes problemas de las masas trabajadoras. Haber escrito estas líneas obedeció mucho más a la necesidad de estimular ciertos debates que a ofender nadie. El profesor Sanchez y todos los que lo deseen tienen la palabra.

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KIRCHNER ES PEOR QUE MENEM
Por QSVT - Monday, Jan. 03, 2005 at 3:46 PM

K ES PERO QUE MENEM, PORQUE EL OTRO HIJO DE P... ASUME QUE ES UN HIJO DE P..., EN CAMBIO K CON SU DOBLE DISCURSO Y SU PUBLICIDAD PERMANENTE QUIERE HACERNOS CREER QUE ES UN ESTADISTA POR DARLE CUATRO MANGOS A LOS EXILIADOS, HACER EL CIRCO DE LA ESMA QUE A LAS NUEVAS GENERACIONES NO LE REDITUA NADA EXCEPTO LIRISMO DE CUARTA. LOS DDHH SE DEFIENDEN TODOS LOS DIAS SOBRE LA REALIDAD Y NO SOBRE EL PASADO. SE GOBIERNA LA REALIDAD NO EL PASADO NOS GUSTE O NO.

ESTA BIEN QUE SE METAN PRESO A LOS GENOCIDAS, YA FUERON LOS GENOCIDAS. AHORA HAY OTROS GENOCIDIOS, COINCIDO CON LOS QUE EN ESTA PAGINA DICEN QUE LA MASACRE DE ONCE HA SIDO UN GENOCIDIO.

PERO DE ESTE GENOCIDIO KIRCHNER CALLA PORQUE HACE POLITICA CON LOS DDHH IGUAL QUE IBARRA. JAMAS FUE UN REVOLUCIONARIO. UTILIZA A LOS ORGANISMOS DE DDHH QUE ES DISTINTO PARA SUS POLITICA GENOCIDAS EN LO ECONOMICO. DONDE LA POBREZA AUMENTA Y NO BAJA COMO DICE EL GOBIERNO. LOS POCOS LABUROS QUE SE CREAN SON EN NEGRO. ESTO NO ES DESARROLLO ES MAS EXPLOTACION. SE BENEFICIAN LOS SOJEROS, LOS LATIFUNDISTAS, LA VIEJA Y RANCIA OLIGARQUIA TERRATENIENTE. ESTO NO ES BURGUESIA NACIONAL ES OLIGARQUIA. EN ESTO LOS K SE EQUIVOCAN A CONCIENCIA POR ESO SON PEOR QUE MENEM. ADEMAS AFANAN A CUATRO MANOS.

Y LOS 1000 MILLONES DEL PUEBLO DE SANTA CRUZ? CON ESTO ALCANZA Y SOBRA PARA DEMOSTRAR QUE ES UN LADRI PEOR QUE MENEM.

HASTA TANTO NO DEVUELVA LA GUITA CON LOS INTERESES QUE SE COBRO ES UN PRESIDENTE OSCURO Y CORRUPTO.

ESA GUITA SE LA DIO MENEM. ESTUVO DE ACUERDO CON LAS PRIVATIZACIONES DE MENEM. ES AMIGO DE CAVALLO. QUE MAS HAY QUE DECIR PARA QUE SEA IGUAL O PEOR QUE MENEM???

NO HAGAN ANALISIS SURREALISTAS, SEAN REALISTAS Y VERAN QUE LA MISERIA ABUNDA Y ES MAS PROFUNDA QUE EN LOS 90. SI LA MISERIA ES PEOR, ENTONCES K ES PEOR QUE MENEM. ASI DE SIMPLE Y COMPLEJO.

GANEMOS LA CALLE. QUE SE VAYAN TODOS.

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miren quien habla de estar cerca de la realidad
Por DC - Monday, Jan. 03, 2005 at 3:57 PM

Dejen de masturbarse, por favor.

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Kirchner es peor
Por El Mutante - Monday, Jan. 03, 2005 at 7:59 PM

Si tomamos 2 años de la época de las relaciones carnales, y los comparamos con estos 2 años de gestión de Kichner, nos daremos cuenta que K pagó más al FMI que Menem, mientras más del 50 % en Argentina es un ciudadano pobre.
¿Que hubiera pasado si Duhalde era el que decretaba los aumentos? ¿Que le hubiera quedado a Kirchner y sus defensores por jactarse en cuanto a materia económica?. Si hay una devaluación con las consecuencias inflacionarias que se ven, lo mínimo de lo mínimo que se puede hacer es incrementar los ingresos de los trabajadores. Y todavía falta mucho más, pero para Kirchner la prioridad es cumplir las obligaciones con los organismos de crédito, ya que el Presupuesto 2005 prevee más del doble para éstos últimos que para salud, vivienda, educación y otras necesidades. Ahora no me puedo acordar de cuales, pero hubo dos leyes que exigían los organismos multilaterales que Menem no pudo hacer pasar y K sí. Eran nefastas, esa sensación la recuerdo.

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Dejense de joder...
Por La mama de menem - Monday, Jan. 03, 2005 at 10:40 PM

Que triste es ver lo estupidos que pueden llegar a ser algunos razonamientos....
el clasico estereotipo del ignorante.

PUAJJJJJJJJ

Dale, sigan hablando de que menem invento la internet el kiwi y el celular...
Por favor!

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